Soñadores
7.0
32,637
Drama
París, 1968. Isabelle (Eva Green) y su hermano Theo (Louis Garrel), solos en la ciudad mientras sus padres están de viaje, invitan a su apartamento a Matthew (Michael Pitt), un joven estudiante americano, al que han conocido en un cine. Una vez en casa, establecen unas reglas para conocerse mutuamente, explorando emociones y erotismo a través de una serie de juegos extremadamente arriesgados. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2009
17 de mayo de 2009
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto es lo que yo llamo una película pretenciosa. Es corrosiva y provocadora, y en esos dos adjetivos se acaban sus virtudes. Quiere darle un fondo ideológico que no logra en ningún momento. Además la actuación de Michael Pitt es mediocre, solo me quedo con la gran belleza de Eva Green. Flojo film de Bertolucci.
27 de julio de 2018
27 de julio de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acomete con maestría el espíritu libertario, en el París de finales de los 60, durante aquellas ya legendarias revueltas estudiantiles. Ambientación exquisita, para una historia más visual que narrativa.
Sus protagonistas se mueven entre la actitud desenfadada de la época, y una libertad deslumbrante, que todavía ignoraban cómo manejar. El único lastre es la historia que se nos cuenta, carente de interés, más allá de la fresca desubicación que mueve a sus personajes.
Sus protagonistas se mueven entre la actitud desenfadada de la época, y una libertad deslumbrante, que todavía ignoraban cómo manejar. El único lastre es la historia que se nos cuenta, carente de interés, más allá de la fresca desubicación que mueve a sus personajes.
4 de abril de 2012
4 de abril de 2012
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
yo con que mis padres me dejen talones entre trío y trío.
Peculiar película a la francesa que narra la experiencia de Matthew, un americano tímido y cinéfilo, desde el momento en el que conoce a los hermanos Isabelle y Theo durante Mayo del 68. En general es algo gilipollesca, sobretodo por el ya mencionado rollo pijo-progre que llevan los hermanitos y su izquierdismo de póster sujetado con chinchetas. Siendo sincera, de la película me sobran tremendamente el sobreexplotado morbo incestuoso y los continuos desnudos gratuitos (también sobreexplotados), en especial los de la señorita Green, así como su personaje de niñata insulsa y consentida al igual que su hermano, que me resultan insoportables.
Mención aparte a la cojonudísima BSO, la fotografía y los guiños al cine clásico, junto con lo que más me gusta de la película que es el personaje de Matthew. Suelta unas perlas interesantísimas a lo largo del filme.
Por lo demás, ni fu ni fa.
Está bastante sobrevalorada, teniendo más relleno que Naruto, con tanto enseñar carne porque sí y hacer polémica sexual porque somos transgresores que me sobró completamente. Las relaciones entre los personajes son interesantes pero muy mejorables (como toda la película), y más que erotismo lo que vemos es carne y folleteo que a muchos les recordará al cine ibérico, aunque éste es más refinado y burgués, como ese pseudointelectualismo de ir de comunistas y beber vinos caros de la bodega de papá... xD
La recomiendo para una vez. Y a ti, Bernandito, te recomiendo que te preocupes más de mejorar la calidad del filme, de los personajes, la trama y su credibilidad en vez de preocuparte en enfocar las tetas de Eva Green repetidas veces, aunque siendo sinceros, puede que no tengas tanto éxito.
Peculiar película a la francesa que narra la experiencia de Matthew, un americano tímido y cinéfilo, desde el momento en el que conoce a los hermanos Isabelle y Theo durante Mayo del 68. En general es algo gilipollesca, sobretodo por el ya mencionado rollo pijo-progre que llevan los hermanitos y su izquierdismo de póster sujetado con chinchetas. Siendo sincera, de la película me sobran tremendamente el sobreexplotado morbo incestuoso y los continuos desnudos gratuitos (también sobreexplotados), en especial los de la señorita Green, así como su personaje de niñata insulsa y consentida al igual que su hermano, que me resultan insoportables.
Mención aparte a la cojonudísima BSO, la fotografía y los guiños al cine clásico, junto con lo que más me gusta de la película que es el personaje de Matthew. Suelta unas perlas interesantísimas a lo largo del filme.
Por lo demás, ni fu ni fa.
Está bastante sobrevalorada, teniendo más relleno que Naruto, con tanto enseñar carne porque sí y hacer polémica sexual porque somos transgresores que me sobró completamente. Las relaciones entre los personajes son interesantes pero muy mejorables (como toda la película), y más que erotismo lo que vemos es carne y folleteo que a muchos les recordará al cine ibérico, aunque éste es más refinado y burgués, como ese pseudointelectualismo de ir de comunistas y beber vinos caros de la bodega de papá... xD
La recomiendo para una vez. Y a ti, Bernandito, te recomiendo que te preocupes más de mejorar la calidad del filme, de los personajes, la trama y su credibilidad en vez de preocuparte en enfocar las tetas de Eva Green repetidas veces, aunque siendo sinceros, puede que no tengas tanto éxito.
6 de junio de 2009
6 de junio de 2009
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inmersos en Mayo del 68, imágenes de televisión ocultas, estallidos y fuegos que se presentan al través de las cortinas; un contexto penetrable solo por la ideología de Theo, la crítica de Matthew y la aceptación que raya con la pasividad de Isabelle; una ausente autoridad crea el terreno propicio para dar rienda suelta a un espacio alejado de prejuicios, un lugar donde confluyen las historias, el pasado de cada uno de los tres cinéfilos.
La casa, aquel espacio de encuentro, un lugar inaccesible a los demás, una quebradiza y frágil burbuja, un templo en el que los protagonistas muestran sus más profundas presiones; interrogarán al otro tras la búsqueda de ellos mismos; se encontrarán y desencontrarán tras las imágenes a blanco y negro, tras el juego de lo corporal, el deseo y la pasión que comparten por el cine.
Imágenes de “clásicos” se entremezclan con lo cotidiano, Bertolucci nos invita a reconquistar estas películas de seguro un poco polvorientas y olvidas, alusiones a estas son constantes, en un momento nos inmiscuimos en La Reina Christina de Suecia al siguiente Top Hat; la cinefilia llega a tan alto grado que se desconoce ¿Quiénes son los actores? ¿Y los espectadores? ¿El lente? Bertolucci hace sentir al espectador como un voyeurista, Matthew dice en un monólogo: “estamos mirando por el ojo de la cerradura de nuestros padres. Los espías y eres repulsivo, y eres culpable, pero no puedes, simplemente no puedes dejar de mirar” la imagen es casi, adictiva, la película vertiginosa, llega al punto en el que de fondo un caótico escenario en llamas, mientras Edith Piaf, nos recuerda aquellas notas del “No, no me lamento. No, no me lamento de nada”
Cuenta con una muy buena banda sonora, desde Hendrix hasta La Mer de Trénet, pasando por un gran número de otras referencias.
Intenta abordar tantos temas, que los deja en el aire, sin embargo esa es una de las mejores decisiones, no basarse directamente en el contexto, sino construir aquella historia dentro de este; un punto a favor es el manejo de las imágenes con contenido erótico, son delicadas y no tienden a confundirse con lo pornográfico, sin embargo llega a caer en una reiteración de las preocupaciones del joven de esa época, revolución, sexo y alcohol, lo que salva esta última perspectiva es el uso del cine como constante y eje estructural, unión de todas las partes.
Aún así, un filme para volver a sentir la cinefilia, pasión y una enorme descarga de adrenalina mientras los fotogramas son descargados a nuestros insaciables ojos de espectadores.
La casa, aquel espacio de encuentro, un lugar inaccesible a los demás, una quebradiza y frágil burbuja, un templo en el que los protagonistas muestran sus más profundas presiones; interrogarán al otro tras la búsqueda de ellos mismos; se encontrarán y desencontrarán tras las imágenes a blanco y negro, tras el juego de lo corporal, el deseo y la pasión que comparten por el cine.
Imágenes de “clásicos” se entremezclan con lo cotidiano, Bertolucci nos invita a reconquistar estas películas de seguro un poco polvorientas y olvidas, alusiones a estas son constantes, en un momento nos inmiscuimos en La Reina Christina de Suecia al siguiente Top Hat; la cinefilia llega a tan alto grado que se desconoce ¿Quiénes son los actores? ¿Y los espectadores? ¿El lente? Bertolucci hace sentir al espectador como un voyeurista, Matthew dice en un monólogo: “estamos mirando por el ojo de la cerradura de nuestros padres. Los espías y eres repulsivo, y eres culpable, pero no puedes, simplemente no puedes dejar de mirar” la imagen es casi, adictiva, la película vertiginosa, llega al punto en el que de fondo un caótico escenario en llamas, mientras Edith Piaf, nos recuerda aquellas notas del “No, no me lamento. No, no me lamento de nada”
Cuenta con una muy buena banda sonora, desde Hendrix hasta La Mer de Trénet, pasando por un gran número de otras referencias.
Intenta abordar tantos temas, que los deja en el aire, sin embargo esa es una de las mejores decisiones, no basarse directamente en el contexto, sino construir aquella historia dentro de este; un punto a favor es el manejo de las imágenes con contenido erótico, son delicadas y no tienden a confundirse con lo pornográfico, sin embargo llega a caer en una reiteración de las preocupaciones del joven de esa época, revolución, sexo y alcohol, lo que salva esta última perspectiva es el uso del cine como constante y eje estructural, unión de todas las partes.
Aún así, un filme para volver a sentir la cinefilia, pasión y una enorme descarga de adrenalina mientras los fotogramas son descargados a nuestros insaciables ojos de espectadores.
9 de enero de 2007
9 de enero de 2007
27 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que habrá una pleyade de incondicionales de Bertolucci que estarán alabando las virtudes de este como director, esgrimiendo los mismos argumentos que les han servido para elevar a los altares a otras películas del mismo realizadas en su época dorada.
Yo no voy a ir por ese camino, porque, seamos serios, lo que destaca de esta película, y que nos va a hacer recordarla durante mucho tiempo es la presencia imponente de las enormes tetas de Eva Green. Más allá de las escenas de deleite colectivo en las que la jamelga nos enseña sus pitones hay bien poco que destacar. Ni espíritu revolucionario, ni cinefilia, ni descubrimiento de actores de futuro, ni ná de ná. Una película discretita de un director en declive....
..... pero siempre nos quedará Eva Green.
Yo no voy a ir por ese camino, porque, seamos serios, lo que destaca de esta película, y que nos va a hacer recordarla durante mucho tiempo es la presencia imponente de las enormes tetas de Eva Green. Más allá de las escenas de deleite colectivo en las que la jamelga nos enseña sus pitones hay bien poco que destacar. Ni espíritu revolucionario, ni cinefilia, ni descubrimiento de actores de futuro, ni ná de ná. Una película discretita de un director en declive....
..... pero siempre nos quedará Eva Green.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here