King's Man: El origen
2021 

5.6
9,683
Thriller. Acción. Comedia
Cuando un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia se une para desencadenar una guerra que matará a millones de personas, un hombre tendrá que luchar a contrarreloj para detenerlos. Tercera entrega de la saga 'Kingsman', ambientada muchos años antes de las anteriores y explicando el origen de la agencia. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2022
5 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que sea mala o buena película, pero todo el rato parece que va a pasar algo y se queda en nada.
Los personajes están desaprovechados en especial Rhys Ifans y Djimon Hounson. Por no hablar de Daniel Brühl, que si no estuviera tampoco pasaba nada, mejor verlo en la serie de falcon, que ahí si hace algo interesante.
La historia en sí no es mala, intercalando hechos históricos con fantasías típicas de la franquicia, sin llegar al nivel de las dos anteriores.
Salvo de la quema la fase de las trincheras, muy buena y con gran tensión.
En resumidas cuentas, una peli para pasar la tarde si te gusta la saga pero nada más.
Los personajes están desaprovechados en especial Rhys Ifans y Djimon Hounson. Por no hablar de Daniel Brühl, que si no estuviera tampoco pasaba nada, mejor verlo en la serie de falcon, que ahí si hace algo interesante.
La historia en sí no es mala, intercalando hechos históricos con fantasías típicas de la franquicia, sin llegar al nivel de las dos anteriores.
Salvo de la quema la fase de las trincheras, muy buena y con gran tensión.
En resumidas cuentas, una peli para pasar la tarde si te gusta la saga pero nada más.
14 de febrero de 2022
14 de febrero de 2022
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: FLOJA.
Si metiéramos en una batidora el estilo aventurero de Indiana Jones, la fantasía de Wild Wild West, las películas de 007, la mente de Tarantino y lo aliñáramos con el espíritu de Marvel o DC, tendríamos The King’s Man: La primera misión. Todo en ella es excesiva y grandilocuente, y el estar arropada con una impecable puesta en escena, fotografía y efectos no oculta su origen como cómic (o novela gráfica), cuyo primer número apareció en 2012.
Actualmente la moda en las películas de fantasía y superhéroes es mostrarlas con una pátina de drama y seriedad, pero sus raíces siempre están presentes y delatan la postura con ese aire de tebeo y escenas imposibles que, a la postre, hace que uno no se pueda tomar con un mínimo de seriedad nada de lo que se narra. Y es que no puede dejar de generar risa una organización secreta que despliega sus tentáculos por el mundo a través de... Ya lo averiguarán ustedes.
Fiel a su génesis, la película está llena de escenas tan vistosas como imposibles. Para no hacer spoiler pondré el ejemplo de que aquí podríamos ver un duelo a espada entre Francisco Franco y Sho Kosugi, o un pingüino subir una pared de montaña cual Tom Cruise, lo que puede ser divertido pero nunca realista. Los tópicos abundan, como el sempiterno megalomaníaco; y el final está a la altura del resto y, claro está, produce risa más que emoción.
En definitiva, un cine que nos recuerda al de los años 50 y 60 del siglo pasado, puesto al día con una impecable factura técnica; única forma de que este tipo de cine y estas historias de tebeo puedan llegar hoy día a un público joven y a un sector del adulto.
Si metiéramos en una batidora el estilo aventurero de Indiana Jones, la fantasía de Wild Wild West, las películas de 007, la mente de Tarantino y lo aliñáramos con el espíritu de Marvel o DC, tendríamos The King’s Man: La primera misión. Todo en ella es excesiva y grandilocuente, y el estar arropada con una impecable puesta en escena, fotografía y efectos no oculta su origen como cómic (o novela gráfica), cuyo primer número apareció en 2012.
Actualmente la moda en las películas de fantasía y superhéroes es mostrarlas con una pátina de drama y seriedad, pero sus raíces siempre están presentes y delatan la postura con ese aire de tebeo y escenas imposibles que, a la postre, hace que uno no se pueda tomar con un mínimo de seriedad nada de lo que se narra. Y es que no puede dejar de generar risa una organización secreta que despliega sus tentáculos por el mundo a través de... Ya lo averiguarán ustedes.
Fiel a su génesis, la película está llena de escenas tan vistosas como imposibles. Para no hacer spoiler pondré el ejemplo de que aquí podríamos ver un duelo a espada entre Francisco Franco y Sho Kosugi, o un pingüino subir una pared de montaña cual Tom Cruise, lo que puede ser divertido pero nunca realista. Los tópicos abundan, como el sempiterno megalomaníaco; y el final está a la altura del resto y, claro está, produce risa más que emoción.
En definitiva, un cine que nos recuerda al de los años 50 y 60 del siglo pasado, puesto al día con una impecable factura técnica; única forma de que este tipo de cine y estas historias de tebeo puedan llegar hoy día a un público joven y a un sector del adulto.
16 de marzo de 2022
16 de marzo de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta precuela dentro de la saga Kingsman parece confirmar que la pérdida de ese toque maestro que Matthew Vaughn supo imprimir a la primera entrega quizás no respondiese únicamente al esperable desgaste carecer del factor sorpresa sino, quizás, porque “Kingsman: Servicio Secreto” marcó el punto culminante de su talento, de haber volcado sobre ella todo el trabajo y creatividad acumulado durante muchos años a la espera de una oportunidad. De hecho, “The King’s Man: La primera misión” agrava esa sensación de experimentación, de improvisación, de búsqueda de un rumbo que le permita recuperar la magia con la que obtuvo la aprobación unánime.
Si para “Kingsman: El círculo de oro” amplió horizontes geográficos, introdujo nuevos personajes y no tuvo empacho en resucitar a difuntos, para esta precuela sube la apuesta con continuos viajes en el espacio, visitando varios continentes, y en el tiempo, con una trama principal que abarca varios años además de continuos flashbacks. El resultado es desigual. Narrativamente, la película integra con éxito la ficción relativa a la creación de la organización secreta dentro del contexto de los convulsos años de la Gran Guerra y anteriores. A nivel argumental, esa parte es brillante, con continuos guiños a la Historia muy inteligentes y bien documentados. Pero, a la vez, constituye su principal punto débil con un ritmo más alocado que frenético que no da tiempo al espectador a ubicarse y a disfrutar de la excelente escenografía: sencillamente es que no hay neuronas suficientes para retener todos los detalles de la trama y, a la vez, analizar lo riguroso de la ambientación, lo glamouroso de la puesta en escena, todos los detalles de atrezzo. Saltamos de Londres al Atlántico, de Moscú a la Casa Blanca en un desenfrenado carrusel de personajes, héroes y villanos que aparecen y desaparecen de la trama antes de odiarles o encariñarnos con ellos.
Ocasionalmente, la película nos deja muestras de esas escenas de acción que nos dejaron sin aliento en “Kingsman: Servicio Secreto” (alguna de las cuales yo creo que forma, o debería formar, parte de la Historia del Cine) pero el endiablado ritmo del que hablamos juega en su contra y las desluce. El tono de acción desenfadada está lograda y, aunque nunca se podrá alcanzar el nivel de los golpes de Samuel L. Jackson en la primera entrega, el conjunto es agradable de ver. El cambio de cromos a nivel de reparto es total, como cabría esperar de una precuela y, en conjunto, punto arriba o abajo, es digno de la saga (y bastante mejor que la segunda entrega).
No creo que “The King’s Man: La primera misión” sea la película redonda que sus creadores tenían en mente y, sinceramente, creo que Matthew Vaughn ya ha dado de sí todo lo que llevaba dentro en lo que se refiere a la saga. Pero indudablemente es un buen producto que se consume sin problemas y con agrado, de los que no hay problemas en repasar de vez en cuando.
Si para “Kingsman: El círculo de oro” amplió horizontes geográficos, introdujo nuevos personajes y no tuvo empacho en resucitar a difuntos, para esta precuela sube la apuesta con continuos viajes en el espacio, visitando varios continentes, y en el tiempo, con una trama principal que abarca varios años además de continuos flashbacks. El resultado es desigual. Narrativamente, la película integra con éxito la ficción relativa a la creación de la organización secreta dentro del contexto de los convulsos años de la Gran Guerra y anteriores. A nivel argumental, esa parte es brillante, con continuos guiños a la Historia muy inteligentes y bien documentados. Pero, a la vez, constituye su principal punto débil con un ritmo más alocado que frenético que no da tiempo al espectador a ubicarse y a disfrutar de la excelente escenografía: sencillamente es que no hay neuronas suficientes para retener todos los detalles de la trama y, a la vez, analizar lo riguroso de la ambientación, lo glamouroso de la puesta en escena, todos los detalles de atrezzo. Saltamos de Londres al Atlántico, de Moscú a la Casa Blanca en un desenfrenado carrusel de personajes, héroes y villanos que aparecen y desaparecen de la trama antes de odiarles o encariñarnos con ellos.
Ocasionalmente, la película nos deja muestras de esas escenas de acción que nos dejaron sin aliento en “Kingsman: Servicio Secreto” (alguna de las cuales yo creo que forma, o debería formar, parte de la Historia del Cine) pero el endiablado ritmo del que hablamos juega en su contra y las desluce. El tono de acción desenfadada está lograda y, aunque nunca se podrá alcanzar el nivel de los golpes de Samuel L. Jackson en la primera entrega, el conjunto es agradable de ver. El cambio de cromos a nivel de reparto es total, como cabría esperar de una precuela y, en conjunto, punto arriba o abajo, es digno de la saga (y bastante mejor que la segunda entrega).
No creo que “The King’s Man: La primera misión” sea la película redonda que sus creadores tenían en mente y, sinceramente, creo que Matthew Vaughn ya ha dado de sí todo lo que llevaba dentro en lo que se refiere a la saga. Pero indudablemente es un buen producto que se consume sin problemas y con agrado, de los que no hay problemas en repasar de vez en cuando.
17 de mayo de 2022
17 de mayo de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tuve ocasión de verla en pantalla grande cuando se estrenó, y eso que la tenía en mi lista de estrenos que quiero ver. Se hizo de rogar, pero, afortunadamente, terminó llegando la esperada tercera entrega de Kingsman, que, como bien indica en su título, es una precuela en vez de una secuela. En un principio no me agradaba esta decisión porque quería volver a ver a los personajes de las 2 primeras películas, y confío en que vuelvan dentro de poco, pero admito que este origen no me ha defraudado en absoluto, es más, ha sido al contrario. Y es que las 2 horas y pico que dura el metraje son bastante entretenidas, ya que están cargadas de emocionantes escenas de acción que merecen (mucho) la pena. Ojo a las coreografías y al montaje de ciertos momentos del film, los cuales están realmente bien trabajados. La dirección de Vaughn es más que correcta, pues el ya experto cineasta británico sabe cómo mostrar secuencias de lucha trepidantes que se quedan en la retina. La parte de la batalla en la tierra de nadie es magnífica en su totalidad. Además, le añade a la saga un tono más realista y serio, algo que no ha gustado a muchos por romper con el estilo establecido en la franquicia hasta entonces, opinión que entiendo y, por supuesto, respeto, aunque no la comparto del todo. El guion no es el más brillante, pero funciona como un reloj. Los personajes hacen lo que tienen que hacer gracias a un reparto que sabe interpretarlos con la suficiente personalidad. Indudablemente el mejor es Rhys Ifans, quien se sale en su papel de Rasputín. Aparte de la tremenda caracterización del místico ruso. No obstante, también se pueden destacar los roles de Ralph Fiennes, Gemma Arterton y Tom Hollander. Este último llega a encarnar a 3 personas durante el filme, y pese a no tratarse de actuaciones complicadas, sí podemos decir que es un caso que hacía tiempo que no se veía. Por otro lado, el villano decepciona debido a lo predecible que resulta su identidad gracias (como no) al doblaje que le han dado, lo que es un error imperdonable. A pesar de ser, con diferencia, la más floja de las 3 películas que se han realizado hasta el momento, no deja de ser un verdadero divertimento de visionado obligatorio si eres fan de Kingsman. Espero que la próxima entrega, si es que la hay, no tarde tanto en salir.
29 de septiembre de 2022
29 de septiembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambiciosa película para la precuela de Kindsman, sobre la original y exitosa saga, que en su tercera película ya estaba un poco quemada, creo que recordar que aparecía Elton John disfrazado e interpretándose a sí mismo, una cachondada que seguía la línea de las primeras, las cuales me gustaron bastante y me parecieron una versión moderna de James Bond.
Pero este spin off tiene un guion más serio, intenta cambiar la historia y pretende ser una especie de Indiana Jones con un tema familiar de por medio, una trama política y mucho presupuesto. El resultado es una película que no pasa de interesante, se aprovecha del tirón de Kindsman e intenta enlazar el tema de la sastrería y se inventa el origen de una agencia inglesa y secreta.
Quizás la elección del protagonista no sea la más acertada, si bien es cierto que no hay muchos actores del perfil y con la presencia para un protagónico, como Ralp Fitnnes, le falta sentido del humor. Ha sido y sigue siendo un gran interprete, llena la pantalla con su presencia y su calidad como actor, pero le veo más en papeles románticos y al final esta película es más seria que cómica y más profunda que espectacular. La vi volando a Doha y con el audio latino y quizás no me acabó de convencer por el doblaje. Pero estaba en mis pendientes y no me defraudó.
No obstante, aun teniendo al mismo protagonista, una película como El Gran Hotel Budapest no es fácil de igualar, ni de acercarse a su originalidad.
Pero este spin off tiene un guion más serio, intenta cambiar la historia y pretende ser una especie de Indiana Jones con un tema familiar de por medio, una trama política y mucho presupuesto. El resultado es una película que no pasa de interesante, se aprovecha del tirón de Kindsman e intenta enlazar el tema de la sastrería y se inventa el origen de una agencia inglesa y secreta.
Quizás la elección del protagonista no sea la más acertada, si bien es cierto que no hay muchos actores del perfil y con la presencia para un protagónico, como Ralp Fitnnes, le falta sentido del humor. Ha sido y sigue siendo un gran interprete, llena la pantalla con su presencia y su calidad como actor, pero le veo más en papeles románticos y al final esta película es más seria que cómica y más profunda que espectacular. La vi volando a Doha y con el audio latino y quizás no me acabó de convencer por el doblaje. Pero estaba en mis pendientes y no me defraudó.
No obstante, aun teniendo al mismo protagonista, una película como El Gran Hotel Budapest no es fácil de igualar, ni de acercarse a su originalidad.
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