Los crímenes de la academia
2022 

5.8
9,159
20 de enero de 2023
20 de enero de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Scott Cooper "Los crímenes de la academia" es un thriller que mezcla sin demasiado éxito asesinatos, esoterismo e incluso una historia de amor. La historia nos sitúa en West Point en 1830 donde un inspector con un pasado difícil recibe el encargo de investigar el asesinato de un cadete de la academia militar, frustrado por el lento avance de la investigación recluta a un joven para que le ayude llamado Edgar Allan Poe que con el paso de los años acabará siendo un famoso escritor.
Con un ambiente nevado y una espesa niebla la película nos presenta a unos personajes muy oscuros y complicados que a medida que avanza la trama van perdiendo interés por culpa de un lento desarrollo y aunque al final todas las sub tramas se van ordenando los diferentes giros de guion hacen de "Los crímenes de la academia" una película inverosímil y poco creíble.
En cuanto al reparto Christian Bale hace un brillante trabajo interpretando al inspector protagonista pero es Harry Melling con su perfecta interpretación de Edgar Allan Poe quién acaba centrando toda la atención de la película.
En definitiva, thriller olvidable que a pesar que intenta sorprender con sus constantes giros difícilmente recordarás pasado un tiempo.
Con un ambiente nevado y una espesa niebla la película nos presenta a unos personajes muy oscuros y complicados que a medida que avanza la trama van perdiendo interés por culpa de un lento desarrollo y aunque al final todas las sub tramas se van ordenando los diferentes giros de guion hacen de "Los crímenes de la academia" una película inverosímil y poco creíble.
En cuanto al reparto Christian Bale hace un brillante trabajo interpretando al inspector protagonista pero es Harry Melling con su perfecta interpretación de Edgar Allan Poe quién acaba centrando toda la atención de la película.
En definitiva, thriller olvidable que a pesar que intenta sorprender con sus constantes giros difícilmente recordarás pasado un tiempo.
11 de abril de 2024
11 de abril de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptando la novela de 2003 del mismo nombre de Louis Bayard, "Los crímenes de la academia" se nos sitúa como una cinta de misterio criminal en el Nueva York del siglo 19. El detective viudo Augustus Landor (Christian Bale) es contratado para investigar la muerte de un cadete en una academia militar. Para aclarar si ha sido un suicidio o un asesinato y quien se halla detrás de tanto misterio, el protagonista decide reclutar como ayudante a un joven Edgar Allan Poe (Harry Melling).
Pero no se lleven a engaños, pues el que la cinta aproveche el homenaje a Edgar Allan Poe (el autor más relevante de relatos cortos de terror gótico, el inventor de la novela detectivesca, el literato capaz de aunar poesías y sátira negra) que Louis Bayard hace en su novela proponiéndole como co-protagonista de este caso homicida... no quiere decir que con lo que nos topemos tenga la misma calidad argumental que las obras de Poe. Porque no lo tiene, ya se lo adelanto.
Por el contrario nos topamos con un misterio asesino bastante exiguo, con giros cogidos con alfileres y una urdimbre de lo más limitada y superficial. ¡Vamos que me ponen al lado un telefilm de sobremesa de Antena 3 y apenas puedo distinguir las situaciones y "sorpresas" que aquí nos aporta Scott Cooper. Incluso un capítulo de una serie procedimental de casos episódicos como "C.S.I.: Miami" (2002-12), Ley y orden" (1990-) o "El cuerpo del delito" (2011-13) presenta más mimo en los detalles indagadores o el estudio del caso en particular. Éste es el principal lastre del film que lo torna en una anécdota bastante olvidable... sino fuera porque de tanto en cuanto nos deja retales de una singularidad muy curiosa.
Hablo por supuesto de la subtrama personal que encarna con suma habilidad Harry Melling (jamás pude imaginar tras su icónico Dudly Dursley de la saga "Harry Potter" que iba a lograr desencasillarse por completo; primero con un radical cambio físico y luego ofreciendo trabajos tan diestros como perturbadores. Primero en "El diablo a todas horas" (2020) y luego en este "Los crímenes de la academia". Hay que seguir con gran interés su carrera actoral porque promete grandes cosas) y que hace pensar al espectador que su peculiar forma de ver la vida resulta de lo más fresca e insólita. Por desgracia la cinta apenas puede esbozar esta arista del conjunto, ya que el film se divide demasiado entre las grises búsquedas y descubrimientos del detective encarnado por Bale y ese ten con ten del Poe interpretado por Melling con su interés romántico... y al final no llega a escarbar con astucia y madurez en ninguna de las dos vertientes del relato.
Se queda pues en un desarrollo argumental más bien casual y superficial. Bastante trillado y usual en su parte de indagaciones del crimen en cuestión, y demasiado timorato en el pedazo que le toca al personaje de Poe/Melling (que tiene mayor fortuna con el libreto pero tampoco una fortuna sobresaliente). Una trama telefilmera en su resultado final que es alzada por una ambientación bellísima.
Porque eso sí, la película de Cooper ("Crazy Heart" (2009), "Black Mass: Estrictamente criminal" (2015)) tiene una fotografía para enmarcar. ¡Es más!, diría que es su largometraje con mejor puesta en escena (y eso es decir mucho). La majestuosa elección de sus nevados y fértiles exteriores colmados de vegetación otoñal y vetustos caserones, el uso de la luz tanto en los interiores centrados en el fuego de las velas como en los incómodos exteriores te atrapa por momentos (básicamente cuando el film trata de silencios y de muestras de paisajes y escenarios sin nada más. Cuando el film comienza con sus momentos de desarrollo argumental la cosa empieza a evidenciarse como bastante boba y limitada) es algo que el director de Virginia aprovecha con paneos, travelings cenitales y planos amplios durante gran parte del metraje y se agradece. También se agradece contar con un reparto sólido que aporta naturalidad a sus roles (sin embargo milagros no puede hacer. Ni Bale ni Gillian Anderson ni Toby Jones ni Robert Duvall ni Timothy Spall... ni siquiera el que tiene el papel más jugoso que es Melling) y un vestuario competente (aunque la banda sonora es desmerecedora de cualquier mención).
Así pues tenemos una película marrullera maquillada en su insignificancia argumental por un diseño de producción notable y unas actuaciones muy dignas. A nivel global no se puede decir que esté a la altura del suspense gótico de "El secreto de Mary Reilly" (1996) o "Entrevista con el vampiro" (1994) o de los thrillers de misterios criminales como "El secreto de sus ojos" (2009) o "Zodiac" (2007). Digamos que es más bien equiparable a "La mujer de negro" (2012), "Mr. Holmes" (2015) o "Winchester" (2012). Así que es recomendable como pasatiempo si gustan de ese tipo de cintas o si no se tienen demasiadas expectativas más que las de pasar un rato distraído en su mayor parte.
Lo mejor: Me quedo con la actuación de Harry Melling.
Lo peor: Todo lo que envuelve a los criminales satánicos...
Pero no se lleven a engaños, pues el que la cinta aproveche el homenaje a Edgar Allan Poe (el autor más relevante de relatos cortos de terror gótico, el inventor de la novela detectivesca, el literato capaz de aunar poesías y sátira negra) que Louis Bayard hace en su novela proponiéndole como co-protagonista de este caso homicida... no quiere decir que con lo que nos topemos tenga la misma calidad argumental que las obras de Poe. Porque no lo tiene, ya se lo adelanto.
Por el contrario nos topamos con un misterio asesino bastante exiguo, con giros cogidos con alfileres y una urdimbre de lo más limitada y superficial. ¡Vamos que me ponen al lado un telefilm de sobremesa de Antena 3 y apenas puedo distinguir las situaciones y "sorpresas" que aquí nos aporta Scott Cooper. Incluso un capítulo de una serie procedimental de casos episódicos como "C.S.I.: Miami" (2002-12), Ley y orden" (1990-) o "El cuerpo del delito" (2011-13) presenta más mimo en los detalles indagadores o el estudio del caso en particular. Éste es el principal lastre del film que lo torna en una anécdota bastante olvidable... sino fuera porque de tanto en cuanto nos deja retales de una singularidad muy curiosa.
Hablo por supuesto de la subtrama personal que encarna con suma habilidad Harry Melling (jamás pude imaginar tras su icónico Dudly Dursley de la saga "Harry Potter" que iba a lograr desencasillarse por completo; primero con un radical cambio físico y luego ofreciendo trabajos tan diestros como perturbadores. Primero en "El diablo a todas horas" (2020) y luego en este "Los crímenes de la academia". Hay que seguir con gran interés su carrera actoral porque promete grandes cosas) y que hace pensar al espectador que su peculiar forma de ver la vida resulta de lo más fresca e insólita. Por desgracia la cinta apenas puede esbozar esta arista del conjunto, ya que el film se divide demasiado entre las grises búsquedas y descubrimientos del detective encarnado por Bale y ese ten con ten del Poe interpretado por Melling con su interés romántico... y al final no llega a escarbar con astucia y madurez en ninguna de las dos vertientes del relato.
Se queda pues en un desarrollo argumental más bien casual y superficial. Bastante trillado y usual en su parte de indagaciones del crimen en cuestión, y demasiado timorato en el pedazo que le toca al personaje de Poe/Melling (que tiene mayor fortuna con el libreto pero tampoco una fortuna sobresaliente). Una trama telefilmera en su resultado final que es alzada por una ambientación bellísima.
Porque eso sí, la película de Cooper ("Crazy Heart" (2009), "Black Mass: Estrictamente criminal" (2015)) tiene una fotografía para enmarcar. ¡Es más!, diría que es su largometraje con mejor puesta en escena (y eso es decir mucho). La majestuosa elección de sus nevados y fértiles exteriores colmados de vegetación otoñal y vetustos caserones, el uso de la luz tanto en los interiores centrados en el fuego de las velas como en los incómodos exteriores te atrapa por momentos (básicamente cuando el film trata de silencios y de muestras de paisajes y escenarios sin nada más. Cuando el film comienza con sus momentos de desarrollo argumental la cosa empieza a evidenciarse como bastante boba y limitada) es algo que el director de Virginia aprovecha con paneos, travelings cenitales y planos amplios durante gran parte del metraje y se agradece. También se agradece contar con un reparto sólido que aporta naturalidad a sus roles (sin embargo milagros no puede hacer. Ni Bale ni Gillian Anderson ni Toby Jones ni Robert Duvall ni Timothy Spall... ni siquiera el que tiene el papel más jugoso que es Melling) y un vestuario competente (aunque la banda sonora es desmerecedora de cualquier mención).
Así pues tenemos una película marrullera maquillada en su insignificancia argumental por un diseño de producción notable y unas actuaciones muy dignas. A nivel global no se puede decir que esté a la altura del suspense gótico de "El secreto de Mary Reilly" (1996) o "Entrevista con el vampiro" (1994) o de los thrillers de misterios criminales como "El secreto de sus ojos" (2009) o "Zodiac" (2007). Digamos que es más bien equiparable a "La mujer de negro" (2012), "Mr. Holmes" (2015) o "Winchester" (2012). Así que es recomendable como pasatiempo si gustan de ese tipo de cintas o si no se tienen demasiadas expectativas más que las de pasar un rato distraído en su mayor parte.
Lo mejor: Me quedo con la actuación de Harry Melling.
Lo peor: Todo lo que envuelve a los criminales satánicos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... que acaban siendo una caricatura de risa sin pretenderlo.
8 de enero de 2023
8 de enero de 2023
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Los crímenes de la academia" es una historia de crímenes, misterio, venganza y que está basada en el famoso libro con el mismo título, escrito por el escritor estadounidense "Louis Bayard".
Cuenta con un buen elenco de actores que han realizado unas actuaciones bastante sólidas, debo destacar los papeles de Christian Bale en el papel de "Augustus Landor" y Harry Melling como "Edgar Poe" que luego sería conocido mundialmente como el famoso "Edgar Allan Poe".
La ambientación de la película está muy bien lograda tanto en el vestuario de todos los actores y actrices, los edificios y sus interiores cuidados al más mínimo detalle y este "coctel" nos da una buena fotografía, además de unos planos interesantes pero sobre todo con bastante trabajo.
El ambiente de esta cinta se ve mejorado gracias a un muy buen uso de la banda sonora que se hace notar durante toda la historia que nos quiere contar y me parece muy acertada.
Con respecto a la narrativa de la propia película, se hace a veces un poco repetitiva y confusa.
Debo destacar un detalle que me ha parecido muy curioso y es que han usado el mismo estilo de escritura para los propios créditos, pero que también vemos en la propia película.
Nota: 6/10
Cuenta con un buen elenco de actores que han realizado unas actuaciones bastante sólidas, debo destacar los papeles de Christian Bale en el papel de "Augustus Landor" y Harry Melling como "Edgar Poe" que luego sería conocido mundialmente como el famoso "Edgar Allan Poe".
La ambientación de la película está muy bien lograda tanto en el vestuario de todos los actores y actrices, los edificios y sus interiores cuidados al más mínimo detalle y este "coctel" nos da una buena fotografía, además de unos planos interesantes pero sobre todo con bastante trabajo.
El ambiente de esta cinta se ve mejorado gracias a un muy buen uso de la banda sonora que se hace notar durante toda la historia que nos quiere contar y me parece muy acertada.
Con respecto a la narrativa de la propia película, se hace a veces un poco repetitiva y confusa.
Debo destacar un detalle que me ha parecido muy curioso y es que han usado el mismo estilo de escritura para los propios créditos, pero que también vemos en la propia película.
Nota: 6/10
10 de febrero de 2023
10 de febrero de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A orillas del río Hudson se alza en Nueva York la famosa Academia militar de West Point. Estamos en 1830, en pleno romanticismo, y la extraña muerte de un cadete reclama la presencia del detective Augustus Landor (Bale). Con la ayuda de otro cadete, Edgar Allan Poe (Melling), tratará de desentrañar el misterio.
Porque se trata de una cinta de misterio, de intriga, con toques de terror y de literatura. Porque "La muerte es el tema más elevado de la poesía", según Poe, al que "Le sienta mejor la poesía que el uniforme".
Estamos en pleno invierno, rodeados de nieve y de un frío que impregna la pantalla. Magnífica fotografía que usa, y abusa un poco, de gélidos tonos grises y azulados.
A dos velas nos quedamos los espectadores con tantas escenas nocturnas apenas iluminadas con pobres faroles, candiles, lámparas, quinqués, mecheros o bujías. Algo de abuso hay también de tanto verismo iluminatorio, como del oscuro fraseado que no siempre se escucha con nitidez y que nos deja, otra vez, a dos velas, casi a oscuras.
La película recuerda un tanto a "El nombre de la rosa", cambiando el convento medieval por la Academia militar, con sus jerarquías, su disciplina interna, sus larvados enfrentamientos, sus crímenes ... También aquí veremos muertos en bañeras o la búsqueda de la clave en un libro. No se trata en este caso de la Comedia de Aristóteles sino de una obra de brujería. En cualquier caso, el fuego purificador como cierre de todo.
Nos parece una buena película, interesante, que mantiene la atención del espectador. Ambientación impecable, con el añadido de encontrarse a uno de los grandes de la literatura.
Buenas interpretaciones, sobre todo Melling y Jones, este en el papel del Dr. Marquis que trata de curar por todos los medios lo que parece la epilepsia que padece su hija.
El ritmo es un tanto irregular, con un buen comienzo que afloja a medida que avanza la trama y sus complicadas subtramas. Demasiadas pistas para engañar al espectador y, tal vez, demasiadas pretensiones literarias. No hubiera estado de más podar un poco la parte final.
Resumiendo, una obra netamente romántica que muestra a Poe con su "Cuervo", que recuerda un poco a "El nombre de la rosa" y que bien merece nuestra atención.
Porque se trata de una cinta de misterio, de intriga, con toques de terror y de literatura. Porque "La muerte es el tema más elevado de la poesía", según Poe, al que "Le sienta mejor la poesía que el uniforme".
Estamos en pleno invierno, rodeados de nieve y de un frío que impregna la pantalla. Magnífica fotografía que usa, y abusa un poco, de gélidos tonos grises y azulados.
A dos velas nos quedamos los espectadores con tantas escenas nocturnas apenas iluminadas con pobres faroles, candiles, lámparas, quinqués, mecheros o bujías. Algo de abuso hay también de tanto verismo iluminatorio, como del oscuro fraseado que no siempre se escucha con nitidez y que nos deja, otra vez, a dos velas, casi a oscuras.
La película recuerda un tanto a "El nombre de la rosa", cambiando el convento medieval por la Academia militar, con sus jerarquías, su disciplina interna, sus larvados enfrentamientos, sus crímenes ... También aquí veremos muertos en bañeras o la búsqueda de la clave en un libro. No se trata en este caso de la Comedia de Aristóteles sino de una obra de brujería. En cualquier caso, el fuego purificador como cierre de todo.
Nos parece una buena película, interesante, que mantiene la atención del espectador. Ambientación impecable, con el añadido de encontrarse a uno de los grandes de la literatura.
Buenas interpretaciones, sobre todo Melling y Jones, este en el papel del Dr. Marquis que trata de curar por todos los medios lo que parece la epilepsia que padece su hija.
El ritmo es un tanto irregular, con un buen comienzo que afloja a medida que avanza la trama y sus complicadas subtramas. Demasiadas pistas para engañar al espectador y, tal vez, demasiadas pretensiones literarias. No hubiera estado de más podar un poco la parte final.
Resumiendo, una obra netamente romántica que muestra a Poe con su "Cuervo", que recuerda un poco a "El nombre de la rosa" y que bien merece nuestra atención.
7 de enero de 2023
7 de enero de 2023
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al principio la propuesta resulta interesante. Me recordó bastante a una serie de los años 80, uno de los primeros trabajos como protagonista de Alec Baldwin, que iba sobre asesinatos entre cadetes de una academia (no recuerdo el título), en este caso ambientada creo recordar en esa época ochentera, con una subtrama explícitamente gay (muy adelantada a su tiempo para el momento) y una tensión homoerótica muy latente en todo su metraje.
La obra que nos ocupa va de más o menos. Visualmente es muy atractiva en todo momento, del tipo británico oscuro y sugerente, pero ni el guion ni la intriga ni el desarrollo dramático están a la altura de la fuerza que Scott Copper suele poner a sus obras. Es sin duda, quitando la espantosa "Antlers", su peor película. Espero que recupere el carisma y el potencial de cintas anteriores como "La ley del más fuerte" (no confundir con la de Fassbinder, no tiene nada que ver), "Hostiles o "Corazón rebelde", y no tengamos que hablar de la triste, amplia y peligrosa tendencia de directores en declive que vivimos, y que incluye a figuras de primer orden como Woody Allen, Zemeckis o Tarantino, por poner solo algunos casos.
Ni siquiera el giro que le da a los acontecimientos en el tramo final (que por supuesto no revelaré) la salva de otros dos defectos que tiene, ser tediosa y previsible. Un capítulo de "Los crímenes de Murdoch" resulta mucho más entretenido, a la vez que entrañable. Pero lo peor es quizás la trama que gira alrededor de Poe, que debía ser lo más estimulante y acaba resultando cansina y hasta repelente. En esto los de "Murdoch" también lo hacen mejor a la hora de recrear personajes reales. Ni siquiera el esfuerzo de Melling, que además es casi el vivo retrato del genial escritor, la salva.
Respecto al resto del impresionante reparto de veteranos, Bale y Toby Jones cumplen con la solvencia de siempre. El resto, sin embargo, muy desaprovechado, y por supuesto no es culpa de ellos. Especialmente sangrante es lo de Charlotte Gainsbourg, casi un cameo al igual que un totémico Robert Duvall. A los excelentes Timothy Spall y Gillian Anderson (disparatadísima en uno de sus múltiples registros, y los borda todos) se les da un poco de más cancha, pero resulta a todas luces insuficiente, tanto como el gancho que podría haber tenido la película al completo.
La obra que nos ocupa va de más o menos. Visualmente es muy atractiva en todo momento, del tipo británico oscuro y sugerente, pero ni el guion ni la intriga ni el desarrollo dramático están a la altura de la fuerza que Scott Copper suele poner a sus obras. Es sin duda, quitando la espantosa "Antlers", su peor película. Espero que recupere el carisma y el potencial de cintas anteriores como "La ley del más fuerte" (no confundir con la de Fassbinder, no tiene nada que ver), "Hostiles o "Corazón rebelde", y no tengamos que hablar de la triste, amplia y peligrosa tendencia de directores en declive que vivimos, y que incluye a figuras de primer orden como Woody Allen, Zemeckis o Tarantino, por poner solo algunos casos.
Ni siquiera el giro que le da a los acontecimientos en el tramo final (que por supuesto no revelaré) la salva de otros dos defectos que tiene, ser tediosa y previsible. Un capítulo de "Los crímenes de Murdoch" resulta mucho más entretenido, a la vez que entrañable. Pero lo peor es quizás la trama que gira alrededor de Poe, que debía ser lo más estimulante y acaba resultando cansina y hasta repelente. En esto los de "Murdoch" también lo hacen mejor a la hora de recrear personajes reales. Ni siquiera el esfuerzo de Melling, que además es casi el vivo retrato del genial escritor, la salva.
Respecto al resto del impresionante reparto de veteranos, Bale y Toby Jones cumplen con la solvencia de siempre. El resto, sin embargo, muy desaprovechado, y por supuesto no es culpa de ellos. Especialmente sangrante es lo de Charlotte Gainsbourg, casi un cameo al igual que un totémico Robert Duvall. A los excelentes Timothy Spall y Gillian Anderson (disparatadísima en uno de sus múltiples registros, y los borda todos) se les da un poco de más cancha, pero resulta a todas luces insuficiente, tanto como el gancho que podría haber tenido la película al completo.
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