La chispa de la vida
2011 

5.5
10,935
Drama. Comedia
Roberto (José Mota) es un publicista en paro que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan: "Coca-Cola, la chispa de la vida". Ahora es un hombre desesperado que, intentando recordar los días felices, regresa al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Salma Hayek). Sin embargo, en lugar del hotel, lo que encuentra es un museo levantado en torno al teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas, sufre un ... [+]
14 de abril de 2012
14 de abril de 2012
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya en sí misma, la acción de comprar un guión que es un plagio de una obra maestra del cine es un error muy gordo en un director que ha ido siempre de "creador". Pero ya puestos a plagiar, hay que hacer algo que merezca la pena. Hay que intentar superar el modelo que se pretende "revisar". Tengo el ejemplo de "Primera plana" el propio Wilder plagió abiertamente la obra homónima de H.Hawks. Y el resultado fue magnífico. Pero no es el caso de "la chispa de la vida". Ni siquiera aparece mención a "Ace in the Hole" en los créditos (o al menos yo no la vi), y eso dice mucho. El resultado de este mal plagio es anodino y falto de alma. El final, con la Hayek saliendo entre el personal, lo he visto miles de veces en otras pelis. La interpretación de los actores en general es pésima, sin duda, debida a una mala dirección, una dirección apática y sin ganas de nada, y ya que hablamos de apatías, el argumento, por Dios, el argumento se desparrama por todas partes con esos innecesarios cameos que restan credibilidad a la acción, y esos personajes mal definidos que nunca acaban de cuadrar.
De pena. Yo me pregunto si los constantes "homenajes" o esa voluntad de plagiar no es algo patológico en el director bilbaíno. Debería hacérselo revisar. Esas declaraciones que hace últimamente sobre si es un "vampiro piscológico" y chorradas por el estilo, empiezan a parecer más una justificación que otra cosa. ¿Justificación? ¿De qué? ¿Tendrá algo que ver con su cambio de postura con la ley Sinde? O quizá se deba a que antes iba de creador y ahora va de plagiador-adaptador. La chispa de la vida, y los crímenes de oxford, e inmediatamente después a "el día de la bestia", "Perdita Durango" fueron adaptaciones.
Y aunque no lo confiesa, "el día de la bestia" también estaba basada en otro libro.
De pena. Yo me pregunto si los constantes "homenajes" o esa voluntad de plagiar no es algo patológico en el director bilbaíno. Debería hacérselo revisar. Esas declaraciones que hace últimamente sobre si es un "vampiro piscológico" y chorradas por el estilo, empiezan a parecer más una justificación que otra cosa. ¿Justificación? ¿De qué? ¿Tendrá algo que ver con su cambio de postura con la ley Sinde? O quizá se deba a que antes iba de creador y ahora va de plagiador-adaptador. La chispa de la vida, y los crímenes de oxford, e inmediatamente después a "el día de la bestia", "Perdita Durango" fueron adaptaciones.
Y aunque no lo confiesa, "el día de la bestia" también estaba basada en otro libro.
11 de febrero de 2012
11 de febrero de 2012
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo esta película la he visto como una crítica a todo el sistema capitalista. Crítica al dinero y a las personas que mueven el dinero sin importarle sentimiento alguno y además se aprovechan de este sufrimiento para crear más beneficions a su costa. Crítica a la televisión y al sensacionalismo que se ve hoy en día en muchas cadenas de televisión, al menos las más vistas en españa y en prácticamente todos los telediarios. Crítica a todas esas personas que hacen que sea posible la continuidad de todos esos programas y todo este sistema con su mirada cómplice. Crítica a la morbosidad que usan todas esas personas que se apoderan y utilizan el dolor ajeno de cualquier persona... y a la gente que ansía ver ese dolor. Crítica al circo periodístico y político que inunda a la sociedad con sus mares de hipocresía y perversidad, que inunda la intimidad y el honor de las personas con sus inmundicias y demás fangosidades. Crítica al circo en que se ha convertido la sociedad occidental, con sus cadenas de televisión, empresas y sistemas políticos que sólo miran las cuentas bancarias y demás intereses de los banqueros, hoy por hoy reinos de todo este tinglado. Crítica a todos los espectadores de este circo que como si romanos y emperadores, se sientan en el teatro a ver como dos leones deboran a un esclavo como si fuese un espectáculo mediático, como si fuese una diversión que de hecho ya es. Gran paradoja la de esta película con nuestros "colegas" los romanos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A mi gusto la película debería haber concluido justo en la cuenta anterior a extraerle el hierro a Mota que se pasa prácticamente toda la película tumbado en un amasijo de hierros, y vaya actuación el hombre. A partir de ese momento me sobra lo demás. Alex de la Iglesia entra en el juego de la morbosidad pura y dura. A mí, sinceramente me hubiese bastado el primer y tajante No de Salma a los 2 millones de euros, me hubiese bastado no saber si muere o no, pero y a vosotros? Nos hace o no partícipes Alex de todo lo que se critica en la película? Me gustaría pensar que como yo, no. Pero la mayoría habla, los espectadores hablan, las audiencias deciden y el dinero sigue por ahora moviendo el mundo.
22 de febrero de 2012
22 de febrero de 2012
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
1.- Exceso de blanco/negro. Nadie es tan cochinamente malo como el representante o el dueño del canal o el alcalde ni; tan increíblemente buenista como la mujer/familia del protagonista.
2.- Exceso de escenas grotescas alrededor del accidente: público en las gradas, pancartas, curiosos, tropecientos periodistas,... (recordemos que es un recinto cerrado al público, patrimonio nacional y demás). Sólo faltaba la banda de música. Resta puntos a su supuesta verosimilitud.
3.- Exceso de fallos de rigor en guion, en coherencia, en documentación médica, ...
4.- Exceso de "ofertas": ni por un desnudo integral de la Duquesa de Alba con su nuevo marido pagarían 2 millones de euros...menos por una entrevista con un accidentado, por mucho que quieran hacernos creer que llamaría tanto al interés de una cadena, del público o, por muy rocambolesco que lo pinten.
5.- Exceso de tontería en general. Muchos detalles supuestamente efectista-emocionales para nada sustancial: que la periodista acceda a no quedarse la cinta; la "ternura" del hijo gótico y sus botas; la patada al maletín de la mujer cuando parecía que... ¡¡bufff!!! Muy exagerada en su desarrollo y, por momentos, francamente, patética (la escena de Blanca Portillo a lo bombero torero con el equipo ese...madre mía).
En definitiva, no me ha impactado ni, emocionado ni, me ha parecido nada más que una historieta inverosímil para pasar el rato. Nada de profundidades místico-pensantes sobre los males de la sociedad ni, sobre otras aparentes críticas que "parecía" que pretende hacer porque, con tanta payasada, incoherencia y, falta de realismo en los perfiles de personajes, es imposible que te transmita o te conmocione como para tomártela en serio. Y como comedia...puff...pues tampoco...
2.- Exceso de escenas grotescas alrededor del accidente: público en las gradas, pancartas, curiosos, tropecientos periodistas,... (recordemos que es un recinto cerrado al público, patrimonio nacional y demás). Sólo faltaba la banda de música. Resta puntos a su supuesta verosimilitud.
3.- Exceso de fallos de rigor en guion, en coherencia, en documentación médica, ...
4.- Exceso de "ofertas": ni por un desnudo integral de la Duquesa de Alba con su nuevo marido pagarían 2 millones de euros...menos por una entrevista con un accidentado, por mucho que quieran hacernos creer que llamaría tanto al interés de una cadena, del público o, por muy rocambolesco que lo pinten.
5.- Exceso de tontería en general. Muchos detalles supuestamente efectista-emocionales para nada sustancial: que la periodista acceda a no quedarse la cinta; la "ternura" del hijo gótico y sus botas; la patada al maletín de la mujer cuando parecía que... ¡¡bufff!!! Muy exagerada en su desarrollo y, por momentos, francamente, patética (la escena de Blanca Portillo a lo bombero torero con el equipo ese...madre mía).
En definitiva, no me ha impactado ni, emocionado ni, me ha parecido nada más que una historieta inverosímil para pasar el rato. Nada de profundidades místico-pensantes sobre los males de la sociedad ni, sobre otras aparentes críticas que "parecía" que pretende hacer porque, con tanta payasada, incoherencia y, falta de realismo en los perfiles de personajes, es imposible que te transmita o te conmocione como para tomártela en serio. Y como comedia...puff...pues tampoco...
17 de enero de 2012
17 de enero de 2012
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado, logra conducir una situación disparatada manteniendo en todo momento el interés y cierto sentido del humor, además consigue emocionarnos y hacernos llorar. Trata temas de plena actualidad como la falta de solidaridad, el paro y la tele-basura. Está maravillosa y muy convincente Selma, el vigilante y la periodista de ojos maravillosos. Menos naturales Mota y los demás.
Recomendable.
Recomendable.
20 de enero de 2012
20 de enero de 2012
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que "Balada triste de trompeta" es una grandísima película, precisamente porque lleva sus premisas al extremo, al límite, al no va más, al delirio. Y porque la historia reciente de este país, desde la Guerra Civil, sólo puede producir asco, pena, tristeza. Harto de todo, harto de entretener, el payaso se lía a pegar tiros. El payaso es Carlos Areces y es, también, Álex de la Iglesia.
"La chispa de la vida" no está a la altura de "Balada triste de trompeta", no es tan loca, tan desmesurada, tan excesiva. Al pasar del circo al teatro, De la Iglesia pierde fuerza, aunque las intenciones -que el payaso, esta vez con la máscara de José Mota, dispare, en sentido figurado esta vez, y se nos quiten las ganas de reír- son casi las mismas. La elección de Mota para el protagonista es muy acertada, no ya por ser un gran actor, y por hacer bastante bien un papel dramático, sino además, porque el humor que hace Mota en "La hora de de José Mota" es humor de denuncia, humor con retranca, y con inteligencia. El personaje de Mota me resulta muy creíble, porque además es bueno y malo a la vez,ve la oportunidad y se aprovecha, sabe que cuando se está en el paro la dignidad -como las promesas, las buenas palabras- no vale nada. Y se vende, vende su imagen, es ya su única forma de venganza.
La película tiene fallos, debilidades: los personajes van de Madrid a Cartagena tan rápido que parece que van volando, Mota es demasiado joven para el papel, la música de la Filarmónica de Bratislava sobra, sobre todo al final...Lo curioso es que el pandemónium, el esperpento negro que organiza este film no queda nada exagerado en los políticos: el ficticio alcalde de Cartagena interpretado por Galiardo y el ficticio presidente de la Región de Murcia interpretado por Cervino. Los políticos reales -en su mayoría- son realmente así, oportunistas, codiciosos, ineficientes, obedientes a sus superiores, y sobre todo, hipócritas y falsos.
Esto no es sólo tragicomedia, esperpento, cine de humor negro, cine de denuncia, cine de la crueldad. Es cine de cinéfilo, como lo es todo el cine de De la Iglesia: de ahí que haya un kilo de "El gran carnaval" (Ace in the Hole, 1951), medio kilo de "En bandeja de plata" (The Fortune Cookie, 1966), de Billy Wilder también, y cuarto y mitad de "La cabina", el telefilme rodserlingiano de Antonio Mercero que hizo historia en este país porque entonces aquí nadie conocía a Rod Serling.
Con De la Iglesia se habla mucho del brochazo, de la brocha gorda, de la falta de sutilezas, del grito, de que hace las películas en estado de cabreo, alterado, enfadado...A mí me parece, por contra, que se enfada poco, que se contiene, que trata de hacer llegar su cabreo a todos los públicos, incluso a los que van al cine a reír, a cualquier precio.
"La chispa de la vida" no está a la altura de "Balada triste de trompeta", no es tan loca, tan desmesurada, tan excesiva. Al pasar del circo al teatro, De la Iglesia pierde fuerza, aunque las intenciones -que el payaso, esta vez con la máscara de José Mota, dispare, en sentido figurado esta vez, y se nos quiten las ganas de reír- son casi las mismas. La elección de Mota para el protagonista es muy acertada, no ya por ser un gran actor, y por hacer bastante bien un papel dramático, sino además, porque el humor que hace Mota en "La hora de de José Mota" es humor de denuncia, humor con retranca, y con inteligencia. El personaje de Mota me resulta muy creíble, porque además es bueno y malo a la vez,ve la oportunidad y se aprovecha, sabe que cuando se está en el paro la dignidad -como las promesas, las buenas palabras- no vale nada. Y se vende, vende su imagen, es ya su única forma de venganza.
La película tiene fallos, debilidades: los personajes van de Madrid a Cartagena tan rápido que parece que van volando, Mota es demasiado joven para el papel, la música de la Filarmónica de Bratislava sobra, sobre todo al final...Lo curioso es que el pandemónium, el esperpento negro que organiza este film no queda nada exagerado en los políticos: el ficticio alcalde de Cartagena interpretado por Galiardo y el ficticio presidente de la Región de Murcia interpretado por Cervino. Los políticos reales -en su mayoría- son realmente así, oportunistas, codiciosos, ineficientes, obedientes a sus superiores, y sobre todo, hipócritas y falsos.
Esto no es sólo tragicomedia, esperpento, cine de humor negro, cine de denuncia, cine de la crueldad. Es cine de cinéfilo, como lo es todo el cine de De la Iglesia: de ahí que haya un kilo de "El gran carnaval" (Ace in the Hole, 1951), medio kilo de "En bandeja de plata" (The Fortune Cookie, 1966), de Billy Wilder también, y cuarto y mitad de "La cabina", el telefilme rodserlingiano de Antonio Mercero que hizo historia en este país porque entonces aquí nadie conocía a Rod Serling.
Con De la Iglesia se habla mucho del brochazo, de la brocha gorda, de la falta de sutilezas, del grito, de que hace las películas en estado de cabreo, alterado, enfadado...A mí me parece, por contra, que se enfada poco, que se contiene, que trata de hacer llegar su cabreo a todos los públicos, incluso a los que van al cine a reír, a cualquier precio.
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