Pasaron las grullas
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué manera de dominar la cámara. El lenguaje cinematográfico que se exhibe en esta película es de lo mejor jamás mostrado en la historia del cine. La cámara, dinámica, traviesa, sugerente, se mueve apasionada para captar a los personajes dominando el enfoque toda la escena, por encima del guión, la interpretación o la fotografía es el encuadre y los movimientos de la cámara los que dominan la película siendo capaz de narrar por sí misma las sensaciones que se desprenden de la historia y dominado por un espíritu coreográfico.
La destreza técnica es apabullante y para ello se aprovecha al máximo los recursos tanto con la grúa como con el travelling para rodar escenas capaces de encoger el corazón. A destacar la visión más directa de la muerte que jamás haya sentido con una película. La mirada perdida de un soldado mira al sol, la cámara se convierte entonces en subjetiva, un rápido zoom hacia atrás sugiere la pérdida de consciencia y un vibrante girar entre los árboles detecta la angustia, una escena sobrecogedora, pero no la única, hay muchos ejemplos, especialmente en la primera mitad de la película que suponen un despliegue técnico y narrativo realmente incomparable y que el cinéfilo avezado agradecerá.
Hay muchos planos secuencia con una gran movilidad y dinamismo, juegos de luces para determinar el miedo y el horror de la guerra con los personajes gestualizando al contraluz, realmente maravillosos, una utilización del sonido que hace que el deambular de un péndulo sea capaz de helar la sangre, picados en calles desiertas para reflejar la angustiosa soledad del ser humano. Lo dicho, una maravilla.
Otra cosa es el aspecto guionístico de la película, hábilmente manipulado como material propagandístico por el régimen soviético. Aún así, y sabiendo de antemano los aspectos políticos que esconde, tiene algunos elementos interesantes y algunas reflexiones sobre el honor y el sufrimiento que una guerra puede insuflar en los aspectos individuales de la vida de las personas. ‘Cuando pasan las cigüeñas’, (por cierto, en la película son grullas) cuenta la historia de una joven pareja que se separa cuando estalla la II guerra mundial porque él se ofrece voluntario para ir al frente, la espera por el amado, y las consecuencias del enfrentamiento bélico marcarán el guión de una película donde el amor y la heroicidad conviven acompañadas por un gran ritmo, y un intenso tono emocional y trágico que avivan el relato.
La interpretación que realiza la bellísima (y bellísimamente fotografiada) Tatyana Samojlova (en el papel de Verónica) es también conmovedora y sublime todo para dejar al espectador boquiabierto ante una película maravillosa, perfecta en el aspecto técnico y con vocación de inmortal.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
La destreza técnica es apabullante y para ello se aprovecha al máximo los recursos tanto con la grúa como con el travelling para rodar escenas capaces de encoger el corazón. A destacar la visión más directa de la muerte que jamás haya sentido con una película. La mirada perdida de un soldado mira al sol, la cámara se convierte entonces en subjetiva, un rápido zoom hacia atrás sugiere la pérdida de consciencia y un vibrante girar entre los árboles detecta la angustia, una escena sobrecogedora, pero no la única, hay muchos ejemplos, especialmente en la primera mitad de la película que suponen un despliegue técnico y narrativo realmente incomparable y que el cinéfilo avezado agradecerá.
Hay muchos planos secuencia con una gran movilidad y dinamismo, juegos de luces para determinar el miedo y el horror de la guerra con los personajes gestualizando al contraluz, realmente maravillosos, una utilización del sonido que hace que el deambular de un péndulo sea capaz de helar la sangre, picados en calles desiertas para reflejar la angustiosa soledad del ser humano. Lo dicho, una maravilla.
Otra cosa es el aspecto guionístico de la película, hábilmente manipulado como material propagandístico por el régimen soviético. Aún así, y sabiendo de antemano los aspectos políticos que esconde, tiene algunos elementos interesantes y algunas reflexiones sobre el honor y el sufrimiento que una guerra puede insuflar en los aspectos individuales de la vida de las personas. ‘Cuando pasan las cigüeñas’, (por cierto, en la película son grullas) cuenta la historia de una joven pareja que se separa cuando estalla la II guerra mundial porque él se ofrece voluntario para ir al frente, la espera por el amado, y las consecuencias del enfrentamiento bélico marcarán el guión de una película donde el amor y la heroicidad conviven acompañadas por un gran ritmo, y un intenso tono emocional y trágico que avivan el relato.
La interpretación que realiza la bellísima (y bellísimamente fotografiada) Tatyana Samojlova (en el papel de Verónica) es también conmovedora y sublime todo para dejar al espectador boquiabierto ante una película maravillosa, perfecta en el aspecto técnico y con vocación de inmortal.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
25 de octubre de 2009
25 de octubre de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pareja de jóvenes enamorados en Moscú corren de la mano, en medio del optimismo y la despreocupación. Todo parece dicha para ellos. Entretanto, y en lo alto del cielo, una formación -en "V"- de grullas sobrevuela el cielo límpido y recuerdan unos versos alusivos. Sin embargo, pronto y a punto de cumplir años ella -Ardilla, como la bautizó él- su novio es convocado a luchar contra las fuerzas alemanas que irrumpieron en el país. El tiempo pasa, y ninguna carta de su amado llega, sumiéndola en la incerteza con respecto a si vive o no. Paralelamente, y como en un acto de obstinación, el primo que toca en una oportunidad el piano frente a ella en un departamento, arranca las notas más enérgicas tratando de imponerse a los ruidos de la guerra, pero el bombardeo predomina, y los cristales de la ventana se rompen. En ese momento, él le declara su amor y se lanza sobre ella hasta vencer su resistencia. Pero el corazón de la mujer, con todo, permanece pendiente del interés en tener alguna novedad sobre Boris. En un hospital donde Ardilla es enfermera, un terrible ataque de desesperación de un herido porque su novia lo dejó cuando él estaba en el frente, es la fuente de una serie de dilemas morales y se discute emotivamente la situación entre los soldados y su jefe, y la mujer escapa fuera de sí del nosocomio, en una escena memorablemente filmada, su interesante cara en primer plano y un fondo de ramas de árboles en invierno que se suceden sin solución de continuidad. En fin, pero no corresponde avanzar más en la historia. Sí cuadra decir que la película está atractivamente filmada, con encuadres muy artísticos y excelentemente actuada también. El ritmo es algo lento por momentos, pero debe decirse que no hay apenas una sola escena gratuita en la cinta, todo está muy bien dirigido a narrar la historia sin "alargues" innecesarios, todo tiene su razón de ser. 8,90.
20 de junio de 2023
20 de junio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los biógrafos del laureado dramaturgo y guionista, Viktor Rozov (1913-2004), han definido su estilo de manera suficientemente clara: “La atención del dramaturgo siempre estuvo atraída por los problemas morales y la elección que la gente del común tiene que hacer en su vida cotidiana. La acción de sus obras se desarrolla principalmente en el entorno familiar. Las características distintivas de la dramaturgia de Rozov, son personajes fieles a la verdad de la vida”.
A ésto sólo voy a añadir que, al haber hecho parte -durante la Gran Guerra Patria (II G. M.)- de la 8° División de Fusileros de la Milicia Popular de Moscú, Rozov, adquirió el suficiente conocimiento de la psicología y los ideales de cada soldado, como para poder argumentar con suma propiedad sobre sus valores y la importancia que tienen para la sociedad. Esta veracidad, es la que veremos plasmada en su primera y brillante obra, "Вечно живые" (Eternamente vivos, 1943), en la cual entremezcla algo de ficción con sucesos de la realidad.
Al adaptar la novela, con un guion escrito por el propio Viktor Rozov, el director, Mikhail Kalatozov, optó por el título, “Letyat zhuravli”, cuya traducción literal sería: ‘Las Grullas Vuelan’, pero la confusión que ha habido siempre entre, grullas y cigüeñas (animales con cierto parecido, pero, que se distinguen claramente porque el pico de las segundas es mucho más largo y su cola más corta e invariablemente negra), ha llevado a que, en algunos países, las grullas pasaran a ser cigüeñas… aunque hasta el mito de que éstas aves traen a los niños, comenzó en Grecia hablando de grullas, pero, ya casi todo el mundo acepta que ‘son las cigüeñas quienes los traen’.
En, <<CUANDO PASAN LAS CIGÜEÑAS>>, las aves son símbolo de armonía y libertad, lo cual tendrá algo que ver con la historia de amor que transcurrirá en plena explosión de, La Gran Guerra Patria, como llaman los rusos a la II Guerra Mundial.
Veronika y Boris se aman, pero cuando los alemanes comienzan a atacar a La Unión Soviética, los Rusos entran a defenderse y miles de jóvenes son reclutados para luchar por su nación. Al no recibir, en ningún momento, carta alguna de su querido Boris, Veronika comienza a ser cortejada por su primo, Mark Alexandrovich, y lo que sucederá en adelante, será un bello y doloroso drama que, el director recrea bien alejado del marco teatral y con una composición de planos en los que la fotografía de Sergei Urusevsky, consigue secuencias del más alto virtuosismo.
Los ángulos desde donde se captan ciertas situaciones; la vorágine de escenas muy bien decantadas; y los claro-oscuros de particulares momentos, incrementan significativamente la fuerza de cada acontecer… y el filme se crece a medida que se incrementa el drama, hasta dejarnos absorbidos por completo.
Las actuaciones de Tatiana Samoilova (Veronika), Vasily Merkurev (Dr. Fyodor Borozdin) y Aleksey Batalov (Boris), nos aseguran memorables personajes de esos que se guardan para siempre en el recuerdo.
Pienso, al terminar de ver esta hermosa película, que el Amor es un vuelo entre dos hasta sobrepasar las nubes que pretenden envolvernos; será esa fuerza mancomunada la que permita perseverar, resistir y encontrar un camino de salida cuando las barreras se tornen más recias… y aunque las parejas con un amor profundo y palpitante puedan ser separadas, su sentir perdurará para siempre.
Título para Latinoamérica: <<PASAN LAS GRULLAS>>
A ésto sólo voy a añadir que, al haber hecho parte -durante la Gran Guerra Patria (II G. M.)- de la 8° División de Fusileros de la Milicia Popular de Moscú, Rozov, adquirió el suficiente conocimiento de la psicología y los ideales de cada soldado, como para poder argumentar con suma propiedad sobre sus valores y la importancia que tienen para la sociedad. Esta veracidad, es la que veremos plasmada en su primera y brillante obra, "Вечно живые" (Eternamente vivos, 1943), en la cual entremezcla algo de ficción con sucesos de la realidad.
Al adaptar la novela, con un guion escrito por el propio Viktor Rozov, el director, Mikhail Kalatozov, optó por el título, “Letyat zhuravli”, cuya traducción literal sería: ‘Las Grullas Vuelan’, pero la confusión que ha habido siempre entre, grullas y cigüeñas (animales con cierto parecido, pero, que se distinguen claramente porque el pico de las segundas es mucho más largo y su cola más corta e invariablemente negra), ha llevado a que, en algunos países, las grullas pasaran a ser cigüeñas… aunque hasta el mito de que éstas aves traen a los niños, comenzó en Grecia hablando de grullas, pero, ya casi todo el mundo acepta que ‘son las cigüeñas quienes los traen’.
En, <<CUANDO PASAN LAS CIGÜEÑAS>>, las aves son símbolo de armonía y libertad, lo cual tendrá algo que ver con la historia de amor que transcurrirá en plena explosión de, La Gran Guerra Patria, como llaman los rusos a la II Guerra Mundial.
Veronika y Boris se aman, pero cuando los alemanes comienzan a atacar a La Unión Soviética, los Rusos entran a defenderse y miles de jóvenes son reclutados para luchar por su nación. Al no recibir, en ningún momento, carta alguna de su querido Boris, Veronika comienza a ser cortejada por su primo, Mark Alexandrovich, y lo que sucederá en adelante, será un bello y doloroso drama que, el director recrea bien alejado del marco teatral y con una composición de planos en los que la fotografía de Sergei Urusevsky, consigue secuencias del más alto virtuosismo.
Los ángulos desde donde se captan ciertas situaciones; la vorágine de escenas muy bien decantadas; y los claro-oscuros de particulares momentos, incrementan significativamente la fuerza de cada acontecer… y el filme se crece a medida que se incrementa el drama, hasta dejarnos absorbidos por completo.
Las actuaciones de Tatiana Samoilova (Veronika), Vasily Merkurev (Dr. Fyodor Borozdin) y Aleksey Batalov (Boris), nos aseguran memorables personajes de esos que se guardan para siempre en el recuerdo.
Pienso, al terminar de ver esta hermosa película, que el Amor es un vuelo entre dos hasta sobrepasar las nubes que pretenden envolvernos; será esa fuerza mancomunada la que permita perseverar, resistir y encontrar un camino de salida cuando las barreras se tornen más recias… y aunque las parejas con un amor profundo y palpitante puedan ser separadas, su sentir perdurará para siempre.
Título para Latinoamérica: <<PASAN LAS GRULLAS>>
3 de noviembre de 2013
3 de noviembre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Melodrama en el que los protagonistas son una pareja de enamorados que se verán separados al iniciarse la II Guerra Mundial en la Unión Soviética, y ser llamado él al frente para lo cual se había alistado sin que su amada lo supiera.
La guerra, y la separación física que a la fuerza impone, no será el único motivo que acabará con la esperanza del amor de estos jóvenes. Un tercero en discordia, hermano de él, y la inconstancia de ella serán factores definitivos antes que la propia tragedia.
Película de una gran composición escénica, con una fotografía en blanco y negro excelente, y bien dirigida por el ya entonces veterano Kalatozov. El mayor lastre de esta película, a mi juicio, llegará al final cuando un fuerte componente patriótico se adueña de él e incluso llega a disipar a la propia tragedia en sí de dicho final.
La guerra, y la separación física que a la fuerza impone, no será el único motivo que acabará con la esperanza del amor de estos jóvenes. Un tercero en discordia, hermano de él, y la inconstancia de ella serán factores definitivos antes que la propia tragedia.
Película de una gran composición escénica, con una fotografía en blanco y negro excelente, y bien dirigida por el ya entonces veterano Kalatozov. El mayor lastre de esta película, a mi juicio, llegará al final cuando un fuerte componente patriótico se adueña de él e incluso llega a disipar a la propia tragedia en sí de dicho final.
5 de julio de 2011
5 de julio de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda una excelente película que pone de manifiesto el profundo y pasional cine Ruso, cargado de un lógico patriotismo y que nos muestra la devastación dejada por la guerra en lo población soviética. Pero a la vez narra una sublime e inconclusa historia de amor, la de Boris y Verónica relación que siempre estuvo signada por el infortunio.
También muestra una crítica silente y solapada a la corrupción imperante, hacinamiento en que vivía la población y al opresivo régimen comunista de la extinta Unión Soviética.
La película termina como empezó con el vuelo de las cigüeñas y un mensaje esperanzador con la llegada de la paz.
También muestra una crítica silente y solapada a la corrupción imperante, hacinamiento en que vivía la población y al opresivo régimen comunista de la extinta Unión Soviética.
La película termina como empezó con el vuelo de las cigüeñas y un mensaje esperanzador con la llegada de la paz.
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