Ágora
6.5
66,989
Aventuras. Romance
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del ... [+]
11 de octubre de 2009
11 de octubre de 2009
43 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me esperaba una película como la que he visto puesto ya que exceptuando a Tesis, sus precedentes nunca me habían calado ni por su argumento ni por sus actores. No me gusta Amenábar pero me gusta Ágora, creo que decir que esta película no es grande es mucho presuponer del cine que se hace hoy en día. No solo emociona, si no que emboba, hipnotiza, y si bien hay algunas partes que quedan un poco cojas tras los numerosos cortes que tiene la versión estrenada en cines, espero impaciente la versión extendida.
Es grande sólo por el hecho de resucitar y colocar en la historia a un personaje que apenas conocíamos de una manera tan exquisita, de hacer un homenaje tan cariñoso a Hipatia y de atacar con la palabra y la imagen en un gran acierto los fervores religiosos y su necedad ante la ciencia y el saber.
La fotografía es fantástica y Rachel como no se podía esperar de otra forma borda su papel. No es Ben Hur ni nada parecido, dicen algunos. Y gracias a Dios, no puedo imaginarme la intención de reflexión moral de este filme rodeada de violencia gratuita, ni a Hipatia a lomos de un caballo segando cabezas con dos espadas.
No sé si alguien esperaba encontrar en la figura de Hipatia que por lo que sabemos era la calma personificada, a una princesa guerrera "forjada en calor de la batalla".
Como ejercicio intimista la cinta convence si alejamos de nuestra intención el encontrar una película de amor o un clásico de roma a lo Samuel Bronston. Aquí la protagonista es una científica que como muy bien dice tiene su dogma en la ciencia y la filosofía, ideales que desencadenan la furia de la ignorancia y el machismo, pero que hacen más mártir a Hipatia que a cualquiera de los santos que menciona Amenábar. Genial (9)
Es grande sólo por el hecho de resucitar y colocar en la historia a un personaje que apenas conocíamos de una manera tan exquisita, de hacer un homenaje tan cariñoso a Hipatia y de atacar con la palabra y la imagen en un gran acierto los fervores religiosos y su necedad ante la ciencia y el saber.
La fotografía es fantástica y Rachel como no se podía esperar de otra forma borda su papel. No es Ben Hur ni nada parecido, dicen algunos. Y gracias a Dios, no puedo imaginarme la intención de reflexión moral de este filme rodeada de violencia gratuita, ni a Hipatia a lomos de un caballo segando cabezas con dos espadas.
No sé si alguien esperaba encontrar en la figura de Hipatia que por lo que sabemos era la calma personificada, a una princesa guerrera "forjada en calor de la batalla".
Como ejercicio intimista la cinta convence si alejamos de nuestra intención el encontrar una película de amor o un clásico de roma a lo Samuel Bronston. Aquí la protagonista es una científica que como muy bien dice tiene su dogma en la ciencia y la filosofía, ideales que desencadenan la furia de la ignorancia y el machismo, pero que hacen más mártir a Hipatia que a cualquiera de los santos que menciona Amenábar. Genial (9)
10 de octubre de 2009
10 de octubre de 2009
54 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que no soy lo que se puede llamar fan de Amenábar. Sí que su primera obra internacional, "Los otros", logró conmocionarme y llegó a gustarme mucho, sin embargo, la tan premiada y alabada "Mar Adentro" no fue santo de mi devoción. Este nuevo proyecto, de no ser por la increíble y magnífica Rachel Weisz (de la que sí que me considero fan), probablemente no me habría entrado por los ojos, pues lo que es la historia en sí no me llamaba la atención. No sé si es por ella o porque estaba altamente equivocado, pero lo que anoche vi es una película digna de alabar.
"Ágora" no es solo la historia de una mujer, es la historia de una ciudad, de un conflicto de creencias, es una historia de amor, de incomprensión, de sed de venganza, de retención, de inteligencia, de intolerancia, de lucha, de afán de superación, de investigación, de muerte, de injusticia, de salvajismo, de irracionalidad... y de un largo etcétera de adjetivos que hacen grande esta nueva obra del director chileno. La película goza de unos planos envidiables, especialmente aquellos en los que nos sitúa sobre la ciudad durante los conflictos. Tiene algunas escenas estremecedoras y conmovedoras, en las que el espectador tanto puede sentir rabia como pena por lo que ocurre con algún personaje.
Lo mejor de la cinta es ella, Rachel Weisz, sin duda una de las mejores actrices con las que cuenta actualmente Hollywood y de la que Amenábar debería sentirse orgulloso, pues hacía tiempo que una actuación no lograba transmitirme tanto con tan solo una mirada; maravillosa. Respecto al resto del reparto, no es que lo hagan mal, de hecho alguna actuación está por encima de la media, el problema es que quedan eclipsados por la gran Hipatia. La historia de la protagonista, sus alumnos y sus amores con ellos son la parte sentimental del film.
La película resulta altamente didáctica, el intento de encontrar una explicación al Universo resulta de lo más interesante, y aunque a aquellos que hayamos dado filosofía a lo largo de nuestra vida ya nos debería sonar todo esto, siempre es bueno encender la llama del recuerdo. Las luchas entre los pueblos son estremecedoras, sus ganas de vencer y su intento de destrozar todo lo que no pertenezca a su fe demuestra lo irracional que éramos hace ya muchos siglos. Respecto al final de la cinta, realmente estremecedor y duro, que indigna a la par que emociona al espectador.
En conclusión, una de las grandes obras de Amenábar y, probablemente, una de las mejores coproducciones españolas del año. Muy recomendable...!
"Ágora" no es solo la historia de una mujer, es la historia de una ciudad, de un conflicto de creencias, es una historia de amor, de incomprensión, de sed de venganza, de retención, de inteligencia, de intolerancia, de lucha, de afán de superación, de investigación, de muerte, de injusticia, de salvajismo, de irracionalidad... y de un largo etcétera de adjetivos que hacen grande esta nueva obra del director chileno. La película goza de unos planos envidiables, especialmente aquellos en los que nos sitúa sobre la ciudad durante los conflictos. Tiene algunas escenas estremecedoras y conmovedoras, en las que el espectador tanto puede sentir rabia como pena por lo que ocurre con algún personaje.
Lo mejor de la cinta es ella, Rachel Weisz, sin duda una de las mejores actrices con las que cuenta actualmente Hollywood y de la que Amenábar debería sentirse orgulloso, pues hacía tiempo que una actuación no lograba transmitirme tanto con tan solo una mirada; maravillosa. Respecto al resto del reparto, no es que lo hagan mal, de hecho alguna actuación está por encima de la media, el problema es que quedan eclipsados por la gran Hipatia. La historia de la protagonista, sus alumnos y sus amores con ellos son la parte sentimental del film.
La película resulta altamente didáctica, el intento de encontrar una explicación al Universo resulta de lo más interesante, y aunque a aquellos que hayamos dado filosofía a lo largo de nuestra vida ya nos debería sonar todo esto, siempre es bueno encender la llama del recuerdo. Las luchas entre los pueblos son estremecedoras, sus ganas de vencer y su intento de destrozar todo lo que no pertenezca a su fe demuestra lo irracional que éramos hace ya muchos siglos. Respecto al final de la cinta, realmente estremecedor y duro, que indigna a la par que emociona al espectador.
En conclusión, una de las grandes obras de Amenábar y, probablemente, una de las mejores coproducciones españolas del año. Muy recomendable...!
12 de octubre de 2009
12 de octubre de 2009
39 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se apagan las luces, empieza la película...
... dos horas después, el resultado ha sido, si no inmejorable, sí sobresaliente.
Empezaré con una leve crítica. Desde mi egoísta punto de vista, un diez para la película. Pero es cierto que si no se está un poco familiarizado tanto con la historia de la astronomía como con el contexto religioso de la época, puede uno perder el hilo de algunas situaciones. Ahora, pasamos a lo bueno, que es mucho.
Cuando ha terminado la peli, los créditos casi me han dejado en shock, porque desde el primer minuto... ¡había olvidado completamente que se trataba de una película española! ¡Lo digo en serio! Este es uno de los mejores halagos que le puedo hacer... y perdonen la maldad.
La ambientación es soberbia, la recreación de Alejandría me parece muy acertada ya que ni es cartón piedra ni es un canteo de efectos digitales. No sé cómo lo han hecho, pero huele a real, a una Alejandría verídica.
Rachel Weisz lo borda, me encanta la manera en la que interpreta a Hipatia. Algunos críticos dicen que "no nos llega a enamorar"... ¡Evidentemente! He ahí la mejor prueba de la buena actuación de Weisz... Hipatia jamás pretendió enamorar a nadie, pero estamos cargados de prejuicios "hollywoodienses" que nos hacen valorar papeles femeninos en función de sus emociones pseudorománticas, e Hipatia rompe esos esquemas. Claro, a muchos no les cuadra. Eso no significa que Hipatia-Weisz no sea un personaje que transmita emoción, al contrario, todo el tiempo nos transmite su ilusión por alcanzar cotas superiores de conocimiento, su "phylos" por la "sophia" (perdonen el pedanteo). Sin embargo, de la misma forma que no todo el mundo se emociona viendo películas románticas, no todo el mundo es igual de receptivo viendo en la gran pantalla este tipo de "amor". Esto tampoco tiene que ser malo, seamos sinceros... de vez en cuando todos podemos odiar un poquito a Lisa Simpson, pero al menos seamos conscientes de lo que estamos viendo, y seamos, de paso, un poco más sensibles al verlo.
Tampoco creo que los secundarios lo hagan mal. Max Minghella puede parecer un tanto apático, pero es que ese es su papel como esclavo. Si fuera una película de Hollywood, él sería el protagonista y lucharía por conseguir a su amor imposible enfrentándose al prepotente Orestes, el candidato mejor situado a obtener el amor de Hipatia... Gracias a Serapis esta no es una película de Hollywood. El personaje de Orestes también está trabajado de froma interesante; al principio parece simple, pero luego plantea dilemas muy interesantes que enriquecen la película. Y otros secundarios, como el obispo Cirilo o Amonio el parabolano, están de lujo, especialmente éste último.
¡Ah! Y hablando de Amonio, lo del panfleto anticatólico... A mi la película me ha sorprendido precisamente porque no se limita a la acusación fácil contra aquellos cristianos fanáticos, sino que muestra las contradicciones sociales que sustentaron su auge. Y me paso al spoiler...
... dos horas después, el resultado ha sido, si no inmejorable, sí sobresaliente.
Empezaré con una leve crítica. Desde mi egoísta punto de vista, un diez para la película. Pero es cierto que si no se está un poco familiarizado tanto con la historia de la astronomía como con el contexto religioso de la época, puede uno perder el hilo de algunas situaciones. Ahora, pasamos a lo bueno, que es mucho.
Cuando ha terminado la peli, los créditos casi me han dejado en shock, porque desde el primer minuto... ¡había olvidado completamente que se trataba de una película española! ¡Lo digo en serio! Este es uno de los mejores halagos que le puedo hacer... y perdonen la maldad.
La ambientación es soberbia, la recreación de Alejandría me parece muy acertada ya que ni es cartón piedra ni es un canteo de efectos digitales. No sé cómo lo han hecho, pero huele a real, a una Alejandría verídica.
Rachel Weisz lo borda, me encanta la manera en la que interpreta a Hipatia. Algunos críticos dicen que "no nos llega a enamorar"... ¡Evidentemente! He ahí la mejor prueba de la buena actuación de Weisz... Hipatia jamás pretendió enamorar a nadie, pero estamos cargados de prejuicios "hollywoodienses" que nos hacen valorar papeles femeninos en función de sus emociones pseudorománticas, e Hipatia rompe esos esquemas. Claro, a muchos no les cuadra. Eso no significa que Hipatia-Weisz no sea un personaje que transmita emoción, al contrario, todo el tiempo nos transmite su ilusión por alcanzar cotas superiores de conocimiento, su "phylos" por la "sophia" (perdonen el pedanteo). Sin embargo, de la misma forma que no todo el mundo se emociona viendo películas románticas, no todo el mundo es igual de receptivo viendo en la gran pantalla este tipo de "amor". Esto tampoco tiene que ser malo, seamos sinceros... de vez en cuando todos podemos odiar un poquito a Lisa Simpson, pero al menos seamos conscientes de lo que estamos viendo, y seamos, de paso, un poco más sensibles al verlo.
Tampoco creo que los secundarios lo hagan mal. Max Minghella puede parecer un tanto apático, pero es que ese es su papel como esclavo. Si fuera una película de Hollywood, él sería el protagonista y lucharía por conseguir a su amor imposible enfrentándose al prepotente Orestes, el candidato mejor situado a obtener el amor de Hipatia... Gracias a Serapis esta no es una película de Hollywood. El personaje de Orestes también está trabajado de froma interesante; al principio parece simple, pero luego plantea dilemas muy interesantes que enriquecen la película. Y otros secundarios, como el obispo Cirilo o Amonio el parabolano, están de lujo, especialmente éste último.
¡Ah! Y hablando de Amonio, lo del panfleto anticatólico... A mi la película me ha sorprendido precisamente porque no se limita a la acusación fácil contra aquellos cristianos fanáticos, sino que muestra las contradicciones sociales que sustentaron su auge. Y me paso al spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Quién da de comer a los hambrientos de Alejandría? ¿Los cristianos que tratan al desposeído como a un igual o los paganos que con el estómago lleno y cinco esclavos pueden permitirse divagar sobre el movimiento de los cuerpos celestes? Amenábar podría habernos mostrado a unos cristianos buenos que dan pan a los pobres y unos cristianos malos que arrasan con todo lo que no acepte su credo, pero no, resulta que el mismo cristiano que asiste al oprimido y busca la libertad del esclavo es el mismo fanático que mata paganos y judíos. No hay respuestas fáciles, la realidad no es fácil. Si pienso en la pérdida que supuso para la humanidad la destrucción del Serapeum, me entran ganas de defenderlo hasta la muerte frente a esos ignorantes fanáticos. Pero si me pongo en la piel de un esclavo me hubiera unido sin dudarlo a Davo en la destrucción del Serapeum, volcando toda mi rabia en aquel símbolo de mi opresión. Carl Sagan decía que si la Biblioteca de Alejandría no hubiera sido destruida ahora tendríamos colonias en Marte. Habría que añadir que, tal vez, construidas por esclavos. Vale, me he puesto demagógico, pero el asunto da que pensar.
Y si con esta película se siente ofendido algún ateo, católico, judío o pagano, realmente el problema radica en él (¿no sería maravilloso que surgiera un colectivo de paganos ofendidos?).
Por otra parte, me han encantado los travellings con los que Amenábar se deleita. Creo que tienen mucha miga, aunque tendría que verla otra vez para comprobarlo. ¿Soy el único que cree que esos travellings tienen bastante relación con el movimiento de los "cuerpos errantes"? Incluso se nos regala un movimiento de cámara en sentido elíptico con el faro de Alejandría ocupando la posición de uno de los focos de la elipse, en alusión al movimiento de nuestro planeta. Esto último no lo tengo confirmado, pero me dio esa sensación mientras veía la película. Algo parecido pasa en el momento en el que los parabolanos destruyen el Serapeum, y la cámara comienza a trazar movimientos circulares mientras los rollos de papel surcan el cielo a la manera de cuerpos celestes, con el óculo del techo como elemento central. La primera parte de la película termina ahí, y la segunda, de manera análoga, también, cuando ya no es la sabiduría de los libros la que se pierde, sino la de Hipatia misma, nuevamente bajo la forma del óculo, convertido en elipse desde la perspectiva de Hipatia. "Allí donde se queman libros, se acaban quemando personas", máxima literal en este caso. Nos queda el consuelo de saber que Hipatia, ante la forma elíptica que daba sentido a la estructura del cosmos, moría feliz tal y como ella había anunciado antes. Cito de memoria: "Si consigo comprender aunque sólo sea un poco más sobre ello (el universo), podré morir feliz".
Vale, no es plausible pensar que Hipatia se anticipara más de mil años a Kepler, pero sobre la vida de Hipatia sólo podemos especular, y Ágora es una de las especulaciones más hermosas que podían haberse hecho.
Y si con esta película se siente ofendido algún ateo, católico, judío o pagano, realmente el problema radica en él (¿no sería maravilloso que surgiera un colectivo de paganos ofendidos?).
Por otra parte, me han encantado los travellings con los que Amenábar se deleita. Creo que tienen mucha miga, aunque tendría que verla otra vez para comprobarlo. ¿Soy el único que cree que esos travellings tienen bastante relación con el movimiento de los "cuerpos errantes"? Incluso se nos regala un movimiento de cámara en sentido elíptico con el faro de Alejandría ocupando la posición de uno de los focos de la elipse, en alusión al movimiento de nuestro planeta. Esto último no lo tengo confirmado, pero me dio esa sensación mientras veía la película. Algo parecido pasa en el momento en el que los parabolanos destruyen el Serapeum, y la cámara comienza a trazar movimientos circulares mientras los rollos de papel surcan el cielo a la manera de cuerpos celestes, con el óculo del techo como elemento central. La primera parte de la película termina ahí, y la segunda, de manera análoga, también, cuando ya no es la sabiduría de los libros la que se pierde, sino la de Hipatia misma, nuevamente bajo la forma del óculo, convertido en elipse desde la perspectiva de Hipatia. "Allí donde se queman libros, se acaban quemando personas", máxima literal en este caso. Nos queda el consuelo de saber que Hipatia, ante la forma elíptica que daba sentido a la estructura del cosmos, moría feliz tal y como ella había anunciado antes. Cito de memoria: "Si consigo comprender aunque sólo sea un poco más sobre ello (el universo), podré morir feliz".
Vale, no es plausible pensar que Hipatia se anticipara más de mil años a Kepler, pero sobre la vida de Hipatia sólo podemos especular, y Ágora es una de las especulaciones más hermosas que podían haberse hecho.
9 de octubre de 2009
9 de octubre de 2009
54 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Descafeinada narración de los acontecimientos que desembocaron en la destrucción, a manos de los fanáticos cristianos, de la maravillosa biblioteca de Alejandría y de la práctica totalidad de los escritos que en ella había. Sin duda, una de las más trágicas pérdidas del legado cultural e histórico de la Humanidad.
Es cierto que Amenábar nos proporciona algunos momentos de buen cine, sobre todo en los duros enfrentamientos entre paganos y cristianos, cristianos y judíos, y todos entre si. Pero la película adolece de un ritmo muy lento e irregular, con interpretaciones planas salvo algunos momentos puntuales de la erudita protagonista. Pienso que el metraje resulta excesivo para una cinta que no da más de si desde el levantamiento cristiano.
Creo que si algo merece ser destacado es la ambientación, los decorados y el vestuario, todos ellos impecables. Nada podemos reprochar al director en ese sentido.
Sin embargo, la historia no cuaja, no transmite apenas nada y nunca llega a emocionarnos. Incluso el personaje principal interpretado por la Weisz acaba por ser muy repetitivo, al igual que los planos cenitales.
Un pequeño gran traspié del genial director, que quiso hacer una historia tan personal que era prácticamente imposible que llegará al público. Demasiada filosofía y astronomía y muy poquito cine.
Esperamos impacientes tu próxima obra Amenábar.
Es cierto que Amenábar nos proporciona algunos momentos de buen cine, sobre todo en los duros enfrentamientos entre paganos y cristianos, cristianos y judíos, y todos entre si. Pero la película adolece de un ritmo muy lento e irregular, con interpretaciones planas salvo algunos momentos puntuales de la erudita protagonista. Pienso que el metraje resulta excesivo para una cinta que no da más de si desde el levantamiento cristiano.
Creo que si algo merece ser destacado es la ambientación, los decorados y el vestuario, todos ellos impecables. Nada podemos reprochar al director en ese sentido.
Sin embargo, la historia no cuaja, no transmite apenas nada y nunca llega a emocionarnos. Incluso el personaje principal interpretado por la Weisz acaba por ser muy repetitivo, al igual que los planos cenitales.
Un pequeño gran traspié del genial director, que quiso hacer una historia tan personal que era prácticamente imposible que llegará al público. Demasiada filosofía y astronomía y muy poquito cine.
Esperamos impacientes tu próxima obra Amenábar.
16 de octubre de 2009
16 de octubre de 2009
29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta (no para todos) simple frase dicha por la protagonista, nos resume Amenábar el tema principal de Ágora.
Más allá de las religiones, el ateísmo, el cielo o la ciencia, de lo que nos habla ésta historia es del mal que supone para la Humanidad cualquier tipo de fanatismo. La película nos sitúa en el siglo IV, pero ahora en el XXI seguimos igual (pensadlo bien). Las creencias/ideas totalitarias y absolutistas destrozan, aniquilan la libertad de poder pensar por uno mismo, nos ciegan. Esta teoría la tenemos más que masticada sí, ¿pero realmente conocemos las consecuencias? Ay... (¡Pobre Davo! ¡Pobres Norte-Coreanos de hoy!)
¿Y que hay de aquellos/aquellas que dudan frente a cualquier certeza? Qué difícil escoger el camino contrario a la mayoría, el no dejarse llevar. Cuánto bien nos haría la DUDA, el cuestionarse las cosas, el preguntarse el porque, el como, el cuando, el quien... de todo lo que vemos/oímos/sentimos. Cuánto bien han hecho las Hipatias de todos los tiempos y cuánto las hemos ignorado... Y qué bien lo hace Rachel Weisz al acercarnos un poco más a esta maravillosa mujer desconocida por muchos hasta ahora, tan honesta y consecuente consigo misma (hasta el final), tan bella, independiente, tolerante y sobretodo inteligente. Ya lo dijo Descartes unos cuantos siglos más tarde: “Pienso, luego existo.” De lo primero muchos se olvidan… simplemente no se atreven a pensar por lo que pueda pasarles. Hipatia hizo todo lo contrario y fue condenada por ello, ¡pero que grande fue su existencia!
Estaría genial que aquella persona que salga del cine diciendo "¡Que aburrimiento!" se pare a pensar (¡Oh! ¿Sabe lo que es eso?) si ha entendido algo de lo que acaba de ver en la pantalla. Si no es así, espero que os vaya bonito en la manada, y que el pastor os guíe por buen camino. Yo prefiero desviarme y ponerme a pensar, pensar, pensar... y después de acabar de escribir estas líneas dudar sobre todo lo que he escrito.
Lo mejor: Rachel Weisz (¡Otro oscar para ella por favor!), la gran reconstrucción de Alejandría, y la escena final: Sublime.
Lo peor: Oscar Isaac (la actuación de Max Minghella supera la suya con creces) y la banda sonora, que es bastante floja. Además se echan en falta más mujeres en la ciudad...
Más allá de las religiones, el ateísmo, el cielo o la ciencia, de lo que nos habla ésta historia es del mal que supone para la Humanidad cualquier tipo de fanatismo. La película nos sitúa en el siglo IV, pero ahora en el XXI seguimos igual (pensadlo bien). Las creencias/ideas totalitarias y absolutistas destrozan, aniquilan la libertad de poder pensar por uno mismo, nos ciegan. Esta teoría la tenemos más que masticada sí, ¿pero realmente conocemos las consecuencias? Ay... (¡Pobre Davo! ¡Pobres Norte-Coreanos de hoy!)
¿Y que hay de aquellos/aquellas que dudan frente a cualquier certeza? Qué difícil escoger el camino contrario a la mayoría, el no dejarse llevar. Cuánto bien nos haría la DUDA, el cuestionarse las cosas, el preguntarse el porque, el como, el cuando, el quien... de todo lo que vemos/oímos/sentimos. Cuánto bien han hecho las Hipatias de todos los tiempos y cuánto las hemos ignorado... Y qué bien lo hace Rachel Weisz al acercarnos un poco más a esta maravillosa mujer desconocida por muchos hasta ahora, tan honesta y consecuente consigo misma (hasta el final), tan bella, independiente, tolerante y sobretodo inteligente. Ya lo dijo Descartes unos cuantos siglos más tarde: “Pienso, luego existo.” De lo primero muchos se olvidan… simplemente no se atreven a pensar por lo que pueda pasarles. Hipatia hizo todo lo contrario y fue condenada por ello, ¡pero que grande fue su existencia!
Estaría genial que aquella persona que salga del cine diciendo "¡Que aburrimiento!" se pare a pensar (¡Oh! ¿Sabe lo que es eso?) si ha entendido algo de lo que acaba de ver en la pantalla. Si no es así, espero que os vaya bonito en la manada, y que el pastor os guíe por buen camino. Yo prefiero desviarme y ponerme a pensar, pensar, pensar... y después de acabar de escribir estas líneas dudar sobre todo lo que he escrito.
Lo mejor: Rachel Weisz (¡Otro oscar para ella por favor!), la gran reconstrucción de Alejandría, y la escena final: Sublime.
Lo peor: Oscar Isaac (la actuación de Max Minghella supera la suya con creces) y la banda sonora, que es bastante floja. Además se echan en falta más mujeres en la ciudad...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Que detalle más dulce ha tenido Amenábar con Hipatia al darle ese final...
Cuánta impotencia y rábia contenida en unos pocos minutos, cuánta tristeza y cuánto amor...
¿Cambia la historia? Sí, completamente. Pero a mejor. ¿Acaso ella no se lo merece?
Cuánta impotencia y rábia contenida en unos pocos minutos, cuánta tristeza y cuánto amor...
¿Cambia la historia? Sí, completamente. Pero a mejor. ¿Acaso ella no se lo merece?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here