El poder del perro
2021 

6.4
24,728
Western. Drama
Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee). [+]
23 de diciembre de 2021
23 de diciembre de 2021
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Poder del perro" (Jane Campion, 2021), es una de las principales apuestas de la plataforma Netflix para 2021. La cinta de la directora australiana ha sido proclamada por casi todo el mundo del cine como una de las mejores películas de la temporada, y por ello, Netflix la considera su mejor baza, ya no para el éxito de su plataforma, si no para el éxito en la temporada de premios.
La cinta plantea una historia sosegada en la que, como el mejor de los prestidigitadores, no enseña nada a la vez que muestra detalles, pero el problema reside en el resultado, que dista mucho de obtener la espectacularidad y el impacto que cualquier ejercicio cercano a la magia pueda llegar a proporcionar.
"El Poder del perro" se queda en un esbozo de lo que podría llegar a ser, divagando durante todo su metraje entre distintos géneros, argumentos y tramas personales que no terminan de despegar, para finalmente decantarse por un desarrollo claro en su mitad. Hasta llegar a este punto hemos tenido que ver casi una hora de metraje con claros tintes introspectivos que poco o nada más aporta que lo que ya se había conseguido dibujar con la propia inherencia de los personajes en un par de planos.
En esta primera parte se pretenden forjar los lazos de su elenco de protagonistas con la única intención de colocar a la cinta en una óptima posición para desplegar toda su fuerza emocional y narrativa, algo que sin duda es el objetivo principal de su montaje. Este efectismo premeditado, lejos de cumplir con su cometido, propicia una primera parte de función con poco ritmo y casi residual, que únicamente se ve alimentada por una fotografía excelsa y alguna que otra conversación relevante.
Una vez se consigue llegar al punto deseado, la cinta comienza a desplegar los secretos más íntimos del protagonista, mostrándose así la principal y real trama de la película. A partir de aquí, el nivel narrativo sube exponencialmente, y transforma por completo un producto que, hasta este momento, navegaba de forma dubitativa con el único sostén de su belleza visual. Este efecto, sin embargo, funciona sólo en parte, ya que trae consigo la rémora de todo lo que le precede así como también termina por desplazar al ostracismo a parte de los personajes, reflejando así cierta carencia de recursos a la hora de cerrar sub-tramas a las que se les había otorgado un grado relevante de importancia.
Sin duda esta segunda parte de la cinta tiene momentos mucho más emotivos, personales e intimistas, y la historia que trata- ya centrada en únicamente dos personajes-, está muy bien tratada y es consecuente con todo lo mostrado. Esto, sin embargo, no es óbice para que, en conjunto "El poder del perro" se convierta en una falta de decisión constante hasta su mitad. Pese a este hecho, y cuando finalmente decide su camino, termina cayendo en el efectismo utilizado al dar un epílogo impropio de la belleza y profundidad que en ese ecuador había logrado encontrar.
Lo mejor, sin duda, su fotografía y sus silencios, algo muy importante en una película tan íntima e introspectiva. El elenco de actores está correcto, destacando el cambio de registro entre partes de Benedict Cumberbatch, algo que, pese a que lógicamente es de alabar, también deja una pequeña sensación de frialdad ante la potencia que se podría haber conseguido obtener al contar una historia de tal calado y relevancia.
La cinta plantea una historia sosegada en la que, como el mejor de los prestidigitadores, no enseña nada a la vez que muestra detalles, pero el problema reside en el resultado, que dista mucho de obtener la espectacularidad y el impacto que cualquier ejercicio cercano a la magia pueda llegar a proporcionar.
"El Poder del perro" se queda en un esbozo de lo que podría llegar a ser, divagando durante todo su metraje entre distintos géneros, argumentos y tramas personales que no terminan de despegar, para finalmente decantarse por un desarrollo claro en su mitad. Hasta llegar a este punto hemos tenido que ver casi una hora de metraje con claros tintes introspectivos que poco o nada más aporta que lo que ya se había conseguido dibujar con la propia inherencia de los personajes en un par de planos.
En esta primera parte se pretenden forjar los lazos de su elenco de protagonistas con la única intención de colocar a la cinta en una óptima posición para desplegar toda su fuerza emocional y narrativa, algo que sin duda es el objetivo principal de su montaje. Este efectismo premeditado, lejos de cumplir con su cometido, propicia una primera parte de función con poco ritmo y casi residual, que únicamente se ve alimentada por una fotografía excelsa y alguna que otra conversación relevante.
Una vez se consigue llegar al punto deseado, la cinta comienza a desplegar los secretos más íntimos del protagonista, mostrándose así la principal y real trama de la película. A partir de aquí, el nivel narrativo sube exponencialmente, y transforma por completo un producto que, hasta este momento, navegaba de forma dubitativa con el único sostén de su belleza visual. Este efecto, sin embargo, funciona sólo en parte, ya que trae consigo la rémora de todo lo que le precede así como también termina por desplazar al ostracismo a parte de los personajes, reflejando así cierta carencia de recursos a la hora de cerrar sub-tramas a las que se les había otorgado un grado relevante de importancia.
Sin duda esta segunda parte de la cinta tiene momentos mucho más emotivos, personales e intimistas, y la historia que trata- ya centrada en únicamente dos personajes-, está muy bien tratada y es consecuente con todo lo mostrado. Esto, sin embargo, no es óbice para que, en conjunto "El poder del perro" se convierta en una falta de decisión constante hasta su mitad. Pese a este hecho, y cuando finalmente decide su camino, termina cayendo en el efectismo utilizado al dar un epílogo impropio de la belleza y profundidad que en ese ecuador había logrado encontrar.
Lo mejor, sin duda, su fotografía y sus silencios, algo muy importante en una película tan íntima e introspectiva. El elenco de actores está correcto, destacando el cambio de registro entre partes de Benedict Cumberbatch, algo que, pese a que lógicamente es de alabar, también deja una pequeña sensación de frialdad ante la potencia que se podría haber conseguido obtener al contar una historia de tal calado y relevancia.
7 de diciembre de 2021
7 de diciembre de 2021
66 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
El casi siempre estupendo Benedict Cumberbatch hace aquí de un tirano ranchero de los años 20, machista, homófobo y bastante odioso en general.
Dirige Jane Campion, famosa por la laureada “El piano”, que siempre me ha parecido una película muy sobrevalorada.
“El poder del perro” (que lamentablemente no tiene nada que ver con el novelón de Don Winslow) es un drama intimista de ritmo muy lento y buena fotografía y actuaciones, pura carne de premios, visto el triunfo de la soporífera “Nomadland” y otras similares de reciente cosecha.
Pero desde mi punto de vista, su única baza es Cumberbatch, pues el argumento es apropiado para la ola inclusiva del cine del siglo XXI, pero que en el fondo nunca llega a ser un drama excelente de los que te tocan el alma.
Durante sus casi eternas más de dos horas, se intuye que se va a armar la gorda, según va creciendo la tensión. Sin embargo, a diferencia de los buenos western (género al que claramente no pertenece), le faltan personajes más duros, y también carece de la típica estructura de las historias de venganza, que podría haberla hecho mucho más entretenida.
Tampoco creo que mi admirada Kirsten Dunst, a la que hemos visto crecer en el cine, destaque demasiado aquí.
En definitiva, es el típico film que les encanta a los críticos por sus formas, pero que al espectador medio como yo (aunque vea ingentes cantidades de cine) le puede parecer extraordinariamente aburrido como casi todo el cine de autor.
Mención aparte se merece su banda sonora, con unas melodías muy poco acertadas de violín.
La película a lo mejor es muy buena… para otros.
Dirige Jane Campion, famosa por la laureada “El piano”, que siempre me ha parecido una película muy sobrevalorada.
“El poder del perro” (que lamentablemente no tiene nada que ver con el novelón de Don Winslow) es un drama intimista de ritmo muy lento y buena fotografía y actuaciones, pura carne de premios, visto el triunfo de la soporífera “Nomadland” y otras similares de reciente cosecha.
Pero desde mi punto de vista, su única baza es Cumberbatch, pues el argumento es apropiado para la ola inclusiva del cine del siglo XXI, pero que en el fondo nunca llega a ser un drama excelente de los que te tocan el alma.
Durante sus casi eternas más de dos horas, se intuye que se va a armar la gorda, según va creciendo la tensión. Sin embargo, a diferencia de los buenos western (género al que claramente no pertenece), le faltan personajes más duros, y también carece de la típica estructura de las historias de venganza, que podría haberla hecho mucho más entretenida.
Tampoco creo que mi admirada Kirsten Dunst, a la que hemos visto crecer en el cine, destaque demasiado aquí.
En definitiva, es el típico film que les encanta a los críticos por sus formas, pero que al espectador medio como yo (aunque vea ingentes cantidades de cine) le puede parecer extraordinariamente aburrido como casi todo el cine de autor.
Mención aparte se merece su banda sonora, con unas melodías muy poco acertadas de violín.
La película a lo mejor es muy buena… para otros.
6 de enero de 2022
6 de enero de 2022
42 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabía muy bien si redactar una crítica, más aún después de perder más de dos horas de mi valioso tiempo en esta bazofia inmunda, como para dedicarle algunos minutos más a escribir sobre ella... Pero después de leer algunas de las críticas "profesionales" y encontrar cosas como "...un viaje atávico al fondo de casi todo.", uno no puede dejar de intentar advertir a otros posibles incautos y evitarles tamaño sufrimiento.
Cómo siempre, sigo echando en falta el cero en las puntuaciones, pero en este caso le he dado un generoso 2, por la imponente fotografía y alguna actuación. Pero la película en sí, es un horror: lenta como ella sola, con una trama muy mal desarrollada y situaciones que no vienen a cuento y te encuentras sin explicación previa. Mención aparte merece la banda sonora, un desastre de proporciones épicas, que parece improvisada por un demente arañando platos con un tenedor y que contribuye a acentuar la desesperación del espectador por que acabe cuanto antes su sufrimiento.
Sí lees la crítica antes de ver la película, estás advertido. Si la lees después, sabes que llevo razón.
Cómo siempre, sigo echando en falta el cero en las puntuaciones, pero en este caso le he dado un generoso 2, por la imponente fotografía y alguna actuación. Pero la película en sí, es un horror: lenta como ella sola, con una trama muy mal desarrollada y situaciones que no vienen a cuento y te encuentras sin explicación previa. Mención aparte merece la banda sonora, un desastre de proporciones épicas, que parece improvisada por un demente arañando platos con un tenedor y que contribuye a acentuar la desesperación del espectador por que acabe cuanto antes su sufrimiento.
Sí lees la crítica antes de ver la película, estás advertido. Si la lees después, sabes que llevo razón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un viaje atávico al fondo de mis cojon*s es lo que es.
12 de enero de 2022
12 de enero de 2022
28 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película difícil de encuadrar en un género porque en ella confluyen varios.
Está promocionada como un western porque la acción sucede en las llanuras de Montana y se desarrolla entre vaqueros que tratan con ganado en los primeros años del siglo XX.
Utiliza recursos de melodrama para explicar la historia de dos hermanos de caracteres opuestos: el rudo y dominante Phil (Benedict Cumberbatch) y el apacible y apocado George (Jesse Plemons), y el conflicto que surge entre ellos cuando George decide contraer matrimonio con una viuda de la localidad, la sacrificada Rose (Kirsten Dunst).
El film se convierte en un thriller psicológico para narrar el acoso que sufren Rose y su hijo adolescente Peter (Kodi Smit-McPhee) por parte de Phil, para expresar su rechazo por sentirse abandonado y traicionado por su hermano.
Vuelve al territorio del western para narrar la extraña relación de aprendizaje y complicidad que surge entre Phil, el hermano violento y Peter, el hijastro de su hermano, auspiciada por los recuerdos del mentor de Phil en su adolescencia, un rudo vaquero llamado Bronco, cuya muerte parece que Phil no sabe superar.
La última parte del filme vuelve al melodrama y al thriller psicológico, si bien, prefiero referirme a ella en la zona de spoiler, para no dar ninguna pista que evite la sorpresa que el último giro del guion depara al espectador.
La directora ha calificado a su film como un western deconstruido, sin pretender quitarle la razón, diremos que tiene un ritmo algo lento y contemplativo, que huye de mostrar la violencia física, pero que está cargado de una gran tensión psicológica que se percibe en las miradas de los personajes, sin ayuda de ningún texto ni acción, gracias a la soberbia labor de los intérpretes.
Posiblemente sea la mejor interpretación de la carrera de Benedict Cumberbatch,que sabe dotar a su personaje de una masculinidad brutal que irá evolucionando progesivamente hacia una fragilidad emocional conmovedora, también resulta destacable la actuación de Kodi Smit-McPhee que también hace evolucionar al personaje de Peter desde el amaneramiento y la timidez hasta una determinación sobrecogedora, o las de Kirsten Dunst y Jesse Plemons, como sujetos pasivos y víctimas potenciales de la violencia doméstica.
Desde el punto de vista temático el film pretende abordar varios temas en si mismos delicados;
- Las relaciones fraternas y las relaciones de dominio o sumisión subyacentes.
- El encorsetamiento de la dureza masculina en entornos considerados tóxicamente viriles,
- Las pulsiones homosexuales inconfesables en esos entornos..
- La relación entre deseo sexual, su represión y la violencia.
- La impunidad de la violencia doméstica.
- La vulnerabilidad de los fuertes y la fortaleza de los débiles.
- La fuerza de los sentimientos de odio y venganza.
Todo ello mostrado con una sutileza exquisita y una visión alejada de los estereotipos tradicionales, en unos paisajes excepcionales que convierten las llanuras de Nueva Zelanda en los pastos de Montana, fotografiados con gran precisión y sensibilidad por la cámara de Ari Wegner, que también destaca al fotografiar los interiores del rancho de los Burbank, casi siempre en penumbra, expresando el aislamiento de sus habitantes.
Por todas estas razones parece que la película es firme candidata a los Oscar de este año, en especial, por las brillantes actuaciones de Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee, y sus representaciones de la psique masculina, presentadas desde el incisivo punto de vista de una mujer.
Está promocionada como un western porque la acción sucede en las llanuras de Montana y se desarrolla entre vaqueros que tratan con ganado en los primeros años del siglo XX.
Utiliza recursos de melodrama para explicar la historia de dos hermanos de caracteres opuestos: el rudo y dominante Phil (Benedict Cumberbatch) y el apacible y apocado George (Jesse Plemons), y el conflicto que surge entre ellos cuando George decide contraer matrimonio con una viuda de la localidad, la sacrificada Rose (Kirsten Dunst).
El film se convierte en un thriller psicológico para narrar el acoso que sufren Rose y su hijo adolescente Peter (Kodi Smit-McPhee) por parte de Phil, para expresar su rechazo por sentirse abandonado y traicionado por su hermano.
Vuelve al territorio del western para narrar la extraña relación de aprendizaje y complicidad que surge entre Phil, el hermano violento y Peter, el hijastro de su hermano, auspiciada por los recuerdos del mentor de Phil en su adolescencia, un rudo vaquero llamado Bronco, cuya muerte parece que Phil no sabe superar.
La última parte del filme vuelve al melodrama y al thriller psicológico, si bien, prefiero referirme a ella en la zona de spoiler, para no dar ninguna pista que evite la sorpresa que el último giro del guion depara al espectador.
La directora ha calificado a su film como un western deconstruido, sin pretender quitarle la razón, diremos que tiene un ritmo algo lento y contemplativo, que huye de mostrar la violencia física, pero que está cargado de una gran tensión psicológica que se percibe en las miradas de los personajes, sin ayuda de ningún texto ni acción, gracias a la soberbia labor de los intérpretes.
Posiblemente sea la mejor interpretación de la carrera de Benedict Cumberbatch,que sabe dotar a su personaje de una masculinidad brutal que irá evolucionando progesivamente hacia una fragilidad emocional conmovedora, también resulta destacable la actuación de Kodi Smit-McPhee que también hace evolucionar al personaje de Peter desde el amaneramiento y la timidez hasta una determinación sobrecogedora, o las de Kirsten Dunst y Jesse Plemons, como sujetos pasivos y víctimas potenciales de la violencia doméstica.
Desde el punto de vista temático el film pretende abordar varios temas en si mismos delicados;
- Las relaciones fraternas y las relaciones de dominio o sumisión subyacentes.
- El encorsetamiento de la dureza masculina en entornos considerados tóxicamente viriles,
- Las pulsiones homosexuales inconfesables en esos entornos..
- La relación entre deseo sexual, su represión y la violencia.
- La impunidad de la violencia doméstica.
- La vulnerabilidad de los fuertes y la fortaleza de los débiles.
- La fuerza de los sentimientos de odio y venganza.
Todo ello mostrado con una sutileza exquisita y una visión alejada de los estereotipos tradicionales, en unos paisajes excepcionales que convierten las llanuras de Nueva Zelanda en los pastos de Montana, fotografiados con gran precisión y sensibilidad por la cámara de Ari Wegner, que también destaca al fotografiar los interiores del rancho de los Burbank, casi siempre en penumbra, expresando el aislamiento de sus habitantes.
Por todas estas razones parece que la película es firme candidata a los Oscar de este año, en especial, por las brillantes actuaciones de Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee, y sus representaciones de la psique masculina, presentadas desde el incisivo punto de vista de una mujer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras el magistral giro de guion final, totalmente imprevisto, deberemos reconocer que la directora ha estado brindando claves desde el principio con total y absoluta honestidad narrativa, desde el mismo inicio del film, cuando Peter narra la importancia del amor de un hijo por su madre y la necesidad de protegerla a cualquier precio, pasando por el sórdido episodio del "suicidio" de su padre biológico, hasta que oímos su sorprendente declaración final al rememorar el versículo bíblico: " Libra de la espada mi alma, y mi vida, del poder del perro”,
1 de enero de 2022
1 de enero de 2022
34 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
El transcurso es demasiado lento, con escenas interminables, repetitivas. La estridente banda sonora termina de amodorrar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una vez que se casan (¿cómo se enamoran?: será verdad que la frase que cito en el título supondría la clave de muchos enlaces de la época, -no nos casamos porque tenemos una conexión muy grande, sino para dejar de estar solos,- vale que a la autora le interesa centrarse en otros personajes, pero de alguna forma nos tendría que ilustrar ese amor, no sé, unas pocas escenas perdidas, algún retazo que muestre que hay complicidad, pero nada) la película se centra en los personajes Cumberbatch y en el hijo, principalmente.
Quiere jugar a ser 'Pozos de ambición' pero no lo logra o mejor dicho no puede. Dónde allí había verdad en la crispación de Planview, y el hilo argumental del extenso largometraje lo constituían unas pocas escenas, que generaban una atmósfera sobrecogedora, aquí la narración no interesa en absoluto salvo instantes puntuales que le pueden llevar al espectador a reflexionar sobre un tema determinado.
Ya desde el principio la carga psicológica de algunas escenas las veo de atrezzo, como deseando llamar la atención en sacrificio de la naturalidad.
Por el otro si bien al final encajan todas las piezas (Cumberbatch era homosexual, odiaba a Dunst por robarle a su hermano y despreciaba al hijo de esta porque en realidad lo deseaba pero no lo podía tener, -interesante eso, ante la incapacidad de profesar un sentimiento (amor), manifiestas el contrario (odio), ahí pasaría a cobrar sentido una frase del músico Lil Wayne, "El odio no es más que una forma de amor que no ha encontrado una manera lógica de expresarse"-), pero la dirección de Campion es morosa y aunque el argumento sea bueno, el relato no lo es.
Quiere jugar a ser 'Pozos de ambición' pero no lo logra o mejor dicho no puede. Dónde allí había verdad en la crispación de Planview, y el hilo argumental del extenso largometraje lo constituían unas pocas escenas, que generaban una atmósfera sobrecogedora, aquí la narración no interesa en absoluto salvo instantes puntuales que le pueden llevar al espectador a reflexionar sobre un tema determinado.
Ya desde el principio la carga psicológica de algunas escenas las veo de atrezzo, como deseando llamar la atención en sacrificio de la naturalidad.
Por el otro si bien al final encajan todas las piezas (Cumberbatch era homosexual, odiaba a Dunst por robarle a su hermano y despreciaba al hijo de esta porque en realidad lo deseaba pero no lo podía tener, -interesante eso, ante la incapacidad de profesar un sentimiento (amor), manifiestas el contrario (odio), ahí pasaría a cobrar sentido una frase del músico Lil Wayne, "El odio no es más que una forma de amor que no ha encontrado una manera lógica de expresarse"-), pero la dirección de Campion es morosa y aunque el argumento sea bueno, el relato no lo es.
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