Pinocho
4.7
4,009
Fantástico. Aventuras. Drama. Comedia. Musical
Versión en acción real y CGI del aclamado cuento sobre una marioneta que se embarca en una trepidante aventura para convertirse en un niño de verdad. La historia también presenta a otros personajes, como Gepetto, el carpintero que fabrica a Pinocho y lo trata como a su propio hijo; Pepito Grillo, que hace las veces de guía y “conciencia” de Pinocho o el Hada Azul. (FILMAFFINITY)
21 de septiembre de 2022
21 de septiembre de 2022
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este esperpento te dicen que está dirigido por un parvulario de P3 y te lo crees. Pero cuando te dicen que es una producción encabezada por el que hizo Forrest gump, y te parece una broma. Ya si además te dicen que está protagonizada por Tom Hanks y te preguntas si te toman el pelo, mirando las notas. Pues no, es mala de solemnidad. No funciona nada, el Cgi es para que te pille algo feo en la vista de lo mal hecho que está todo. Un desperdicio de dinero y tiempo. Ahorraros este bodrio por vuestra salud mental. Para eso mirad el clásico de 1940.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pinocho no muere al final. XD
15 de septiembre de 2022
15 de septiembre de 2022
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mera presencia de Tom Hanks no es suficiente para llegar a la altura que disney nos tiene acostumbrado, esta muy por debajo de la media con una trama tan acelerada como simétrica, termina aburriendo, desde mi punto de vista, pinocho se merece otro tipo de película, porque por mas que se intente demostrar que todo el mundo quiere aprovecharse de el, como es este el caso, hay muchas cosas positivas en le historia original que se omiten por priorizar las malas.-
22 de septiembre de 2022
22 de septiembre de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegó por fin el esperado estreno del 'Pinocho' en live action de Robert Zemeckis que, protagonizado por Tom Hanks y sin paso por las salas cinematográficas, integra Disney+. Con ligeros cambios, la película reproduce casi literalmente el de 1940 y, al hacerlo, peca por falta de osadía y audacia.
Volver a visitar un clásico inmortal no es diferente a reversionar canción. Y así como en este último caso lo importante no es reproducirla nota por nota sino hacerla decir algo nuevo, no ocurre algo distinto cuando se quiere llevar nuevamente a la pantalla una historia tan emblemática como el Pinocho de Carlo Collodi (1882) o su correspondiente adaptación animada de Walt Disney (1940).
En ese sentido, que estén involucrados Robert Zemeckis o Tom Hanks puede hacernos de antemano abrigar la esperanza de que en efecto así sea, pero siempre está, desde ya, el temor a que la película caiga en el saco de las casi textuales adaptaciones a live action que los estudios Disney vienen realizando últimamente.
Es cierto que Disney tiene de todo y se ha atrevido sanamente a audaces reversiones como Maléfica, Cruella o Mulan, que saben despegarse del material de origen con personalidad y brillo propio, pero esta adaptación de Pinocho se inscribe más bien en el estilo de las casi textuales El Rey León, La Bella y la Bestia o Dumbo. Y al igual que las mencionadas, uno se termina preguntando por el sentido de hacerla.
Robert Zemeckis es un realizador que a lo largo de su carrera se ha caracterizado por dotar de emoción y personalidad a sus películas, aun cuando muchas veces haya sido considerado como simple y fiel discípulo de Steven Spielberg. Aquí ha decidido optar por una fidelidad casi cobarde a aquel clásico filme al punto de estar su sello ausente por completo, de modo semejante al Dumbo de Tim Burton.
La historia de Pinocho es ya tan conocida que no tiene sentido contar el argumento y si vieron la película de 1940, hay que decir que la misma es casi repetida escena por escena y diálogo por diálogo. La novedad está, desde ya, en el uso de tecnologías actuales y, sobre todo, del CGI, no haciendo falta decir que visualmente luce muy bien y se pueden destacar recreaciones muy logradas como el taller de Geppetto (cuyos relojes cucú incluyen figurillas icónicas de otros filmes de Disney) o la Isla de los juegos: por debajo de ello, muy poca sustancia…
Y así como Zemeckis está desperdiciado, otro tanto ocurre con Tom Hanks que, más allá del impacto de verlo ya hacer papeles de anciano y del carisma y oficio que habitualmente aporta, no se despega mucho del Geppetto de la versión animada, al que reproduce gesto por gesto dejando así pasar la oportunidad de aportarle algo nuevo.
Algunas situaciones están pintadas de modo más aterrador, tal el caso de esos “espectros de humo” que aquí vemos reclutar a los niños convertidos en burros o bien el de la criatura que se traga tanto a Geppetto como a Pinocho y que esta vez no es una ballena sino un monstruo más indefinido, mezcla de gran cetáceo, dragón marino y calamar gigante. En cambio, el titiritero Stromboli interpretado por Giuseppe Battiston, no genera ni de cerca el terror que provoca el de la película animada.
En el otro extremo, no faltan elementos de agenda política actual, particularmente en cuanto a la diversidad étnica (el hada azul es afro-británica, interpretada por Cynthia Erivo) y a una mayor incorporación de personajes femeninos con algún papel activo como el caso de Fabiana (Kyanne Lamaya), joven titiritera que ayuda a Pinocho a escapar de las garras de Stromboli y que se comunica con él a través de una marioneta igualmente femenina a la que llama Sabina.
Un cambio que me llamó mucho la atención es el lugar absolutamente secundario e irrelevante que tiene el crecimiento de la nariz de Pinocho. Esa situación, tan icónica de la película original, aparece aquí una única vez y de forma deliberada, ya que es esa escena, también incluida en la película de animación, en que Pinocho miente a propósito para que le crezca.
Otro cambio, en este caso más ligado al discurso hoy vigente en cuanto a “mensaje”, es la no inclusión de niños fumando en la Isla de los Juegos, aun cuando en la antigua película ello apareciera, justamente, con connotaciones negativas.
En cuanto a la animación de CGI, Pinocho es una reproducción exacta del de aquel filme y prácticamente lo mismo puede decirse de los distintos animales que aparecen en la historia, como el entrañable Pepe Grillo o Juan el Honesto. En algunos casos se vuelve más discutible la utilización del recurso, como con Fígaro o Cleo, que no hablan ni hacen nada que no pudieran hacer un gato y un pez de carne y hueso (o lo que sea que tengan los peces).
¿Significa todo lo dicho que Pinocho sea un tostón? No, es entretenida pero es una película sin sorpresa y sin alma en la cual Zemeckis se ha resignado a la copia fiel. Veremos qué nos depara la de Guillermo del Toro, que pinta bastante más oscura…
Los ejecutivos de Disney deberían replantearse si este es el camino que quieren o el de Cruella. De momento y en lo personal, me he quedado con ganas de una adaptación a la altura de Zemeckis y Hanks, oportunidad que se ha dejado pasar.
Y si algo hacía grande al viejo Walt era el saber salirse de los textos originales para crear un camino propio. Resulta no solo paradójico sino hasta una traición a su espíritu que ahora se opte por el anquilosamiento de las viejas versiones y, para colmo, da la impresión de que mantendrán esa línea con las próximas adaptaciones de La Sirenita, Blancanieves o Bambi. Y si las películas pierden la sorpresa, también pierden la magia. ¿Podría pasarle algo peor a una película de Disney?
Puntuación: 4 sobre 10.
Volver a visitar un clásico inmortal no es diferente a reversionar canción. Y así como en este último caso lo importante no es reproducirla nota por nota sino hacerla decir algo nuevo, no ocurre algo distinto cuando se quiere llevar nuevamente a la pantalla una historia tan emblemática como el Pinocho de Carlo Collodi (1882) o su correspondiente adaptación animada de Walt Disney (1940).
En ese sentido, que estén involucrados Robert Zemeckis o Tom Hanks puede hacernos de antemano abrigar la esperanza de que en efecto así sea, pero siempre está, desde ya, el temor a que la película caiga en el saco de las casi textuales adaptaciones a live action que los estudios Disney vienen realizando últimamente.
Es cierto que Disney tiene de todo y se ha atrevido sanamente a audaces reversiones como Maléfica, Cruella o Mulan, que saben despegarse del material de origen con personalidad y brillo propio, pero esta adaptación de Pinocho se inscribe más bien en el estilo de las casi textuales El Rey León, La Bella y la Bestia o Dumbo. Y al igual que las mencionadas, uno se termina preguntando por el sentido de hacerla.
Robert Zemeckis es un realizador que a lo largo de su carrera se ha caracterizado por dotar de emoción y personalidad a sus películas, aun cuando muchas veces haya sido considerado como simple y fiel discípulo de Steven Spielberg. Aquí ha decidido optar por una fidelidad casi cobarde a aquel clásico filme al punto de estar su sello ausente por completo, de modo semejante al Dumbo de Tim Burton.
La historia de Pinocho es ya tan conocida que no tiene sentido contar el argumento y si vieron la película de 1940, hay que decir que la misma es casi repetida escena por escena y diálogo por diálogo. La novedad está, desde ya, en el uso de tecnologías actuales y, sobre todo, del CGI, no haciendo falta decir que visualmente luce muy bien y se pueden destacar recreaciones muy logradas como el taller de Geppetto (cuyos relojes cucú incluyen figurillas icónicas de otros filmes de Disney) o la Isla de los juegos: por debajo de ello, muy poca sustancia…
Y así como Zemeckis está desperdiciado, otro tanto ocurre con Tom Hanks que, más allá del impacto de verlo ya hacer papeles de anciano y del carisma y oficio que habitualmente aporta, no se despega mucho del Geppetto de la versión animada, al que reproduce gesto por gesto dejando así pasar la oportunidad de aportarle algo nuevo.
Algunas situaciones están pintadas de modo más aterrador, tal el caso de esos “espectros de humo” que aquí vemos reclutar a los niños convertidos en burros o bien el de la criatura que se traga tanto a Geppetto como a Pinocho y que esta vez no es una ballena sino un monstruo más indefinido, mezcla de gran cetáceo, dragón marino y calamar gigante. En cambio, el titiritero Stromboli interpretado por Giuseppe Battiston, no genera ni de cerca el terror que provoca el de la película animada.
En el otro extremo, no faltan elementos de agenda política actual, particularmente en cuanto a la diversidad étnica (el hada azul es afro-británica, interpretada por Cynthia Erivo) y a una mayor incorporación de personajes femeninos con algún papel activo como el caso de Fabiana (Kyanne Lamaya), joven titiritera que ayuda a Pinocho a escapar de las garras de Stromboli y que se comunica con él a través de una marioneta igualmente femenina a la que llama Sabina.
Un cambio que me llamó mucho la atención es el lugar absolutamente secundario e irrelevante que tiene el crecimiento de la nariz de Pinocho. Esa situación, tan icónica de la película original, aparece aquí una única vez y de forma deliberada, ya que es esa escena, también incluida en la película de animación, en que Pinocho miente a propósito para que le crezca.
Otro cambio, en este caso más ligado al discurso hoy vigente en cuanto a “mensaje”, es la no inclusión de niños fumando en la Isla de los Juegos, aun cuando en la antigua película ello apareciera, justamente, con connotaciones negativas.
En cuanto a la animación de CGI, Pinocho es una reproducción exacta del de aquel filme y prácticamente lo mismo puede decirse de los distintos animales que aparecen en la historia, como el entrañable Pepe Grillo o Juan el Honesto. En algunos casos se vuelve más discutible la utilización del recurso, como con Fígaro o Cleo, que no hablan ni hacen nada que no pudieran hacer un gato y un pez de carne y hueso (o lo que sea que tengan los peces).
¿Significa todo lo dicho que Pinocho sea un tostón? No, es entretenida pero es una película sin sorpresa y sin alma en la cual Zemeckis se ha resignado a la copia fiel. Veremos qué nos depara la de Guillermo del Toro, que pinta bastante más oscura…
Los ejecutivos de Disney deberían replantearse si este es el camino que quieren o el de Cruella. De momento y en lo personal, me he quedado con ganas de una adaptación a la altura de Zemeckis y Hanks, oportunidad que se ha dejado pasar.
Y si algo hacía grande al viejo Walt era el saber salirse de los textos originales para crear un camino propio. Resulta no solo paradójico sino hasta una traición a su espíritu que ahora se opte por el anquilosamiento de las viejas versiones y, para colmo, da la impresión de que mantendrán esa línea con las próximas adaptaciones de La Sirenita, Blancanieves o Bambi. Y si las películas pierden la sorpresa, también pierden la magia. ¿Podría pasarle algo peor a una película de Disney?
Puntuación: 4 sobre 10.
4 de marzo de 2023
4 de marzo de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo particularmente a todas las revisiones de clásicos animados de la DISNEY, que nos están llegando una tras otra no les veo tantas pegas como les pone la gente, en realidad son productos muy entretenidos como este nuevo PINOCHO, aunque si bien es cierto que ninguno de ellos supera a los originales.
Ahora bien tiene muchas cosas que no me convencen, un uso exagerado y excesivo del CGI con algunos efectos especiales, bastante mal hechos. Un TOM HANKS más flojo que nunca y pensaba que nunca diría algo así de uno de los mejores actores de todo los tiempos, pero detrás del disfraz y ese peluca se esconde un GEPETTO bastante insustancial y sin chicha.
Uno de mis directores favoritos ROBERT ZEMECKIS está detrás de las cámaras y siempre es un aval, aunque no llega al nivel de las recordadas NAUFRAGO, FORREST GUMP o la trilogía de REGRESO AL FUTURO, su sello siempre está presente.
Para pasar el rato y esperando ver las nuevas adaptaciones sobre todo la propuesta de GUILLERMO DEL TORO.
Ahora bien tiene muchas cosas que no me convencen, un uso exagerado y excesivo del CGI con algunos efectos especiales, bastante mal hechos. Un TOM HANKS más flojo que nunca y pensaba que nunca diría algo así de uno de los mejores actores de todo los tiempos, pero detrás del disfraz y ese peluca se esconde un GEPETTO bastante insustancial y sin chicha.
Uno de mis directores favoritos ROBERT ZEMECKIS está detrás de las cámaras y siempre es un aval, aunque no llega al nivel de las recordadas NAUFRAGO, FORREST GUMP o la trilogía de REGRESO AL FUTURO, su sello siempre está presente.
Para pasar el rato y esperando ver las nuevas adaptaciones sobre todo la propuesta de GUILLERMO DEL TORO.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No entiendo algunos cambios pero lo que mas me chirría en la historia, es que la ballena original pase a ser aquí casi un monstruo prehistórico.
19 de septiembre de 2022
19 de septiembre de 2022
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película podía haber estado muy bien, porque es casi calcada al clásico original de animación, pero una vez más y debido principal y desgraciadamente al rollo este de la inclusividad tan de moda actualmente aunque sea un sin sentido, está haciendo que destruyan muchas cosas que muchos apreciábamos. Lo siguiente es "La Sirenita", ya lo sabemos.
En este caso os hago un resumen de varios problemas importantes de la película:
1) La primera torta nos la dan con el hada negra. No tiene sentido, pero pase.
2) Luego la maestra que lleva a los niños también es negra. Ojo que yo de racista 0, pero no veo lógico que según que papel pongan a una persona de una raza que no parece encajar, no sé a mí me chirría.
Supuestamente Italia en el siglo XIX, dudo mucho que hubiera profesoras negras.
3) Ahora a Pinocho, por lo menos en la versión española, "los malos" le ofrecen que se influencer. Pues hombre no se... suena ridículo.
4) Temas clave:
* Pinocho ya no deja la escuela, no le dejan entrar.
* Pepito Grillo desgraciadamente ya no tiene casi importancia en la trama.
* El tema del crecimiento de la nariz ahora le sirve de ayuda para escapar. La película pierde su moraleja.
5) ¿Por qué hace falta cambiar a la ballena original por un monstruo marino con tentáculos???
Y ahora Pinocho es como una fuera borda. Absolutamente ridículo.
Dejando de lado lo comentado quedan en mi opinión 3 detalles a destacar.
1) Tom Hanks es lo mejor de la película. Una lástima que el sólo no pueda salvar una película que es una porquería.
2) El 3D es muy malo y no se aprecia integrado con la imagen real, no sé como se ha dado un paso atrás en la tecnología. Casi parece que lo hayan querido hacer tipo Roger Rabbit, porque de otra forma no entiendo por qué el CGI se ve tan mal en esta película.
3) Las canciones y para mi sorpresa, por lo menos en la versión española, no valen nada, y no recordarás ninguna minutos después de oírlas.
En resumen y como decía. Decepción. :(
Se pierde el mensaje de la película original.
En este caso os hago un resumen de varios problemas importantes de la película:
1) La primera torta nos la dan con el hada negra. No tiene sentido, pero pase.
2) Luego la maestra que lleva a los niños también es negra. Ojo que yo de racista 0, pero no veo lógico que según que papel pongan a una persona de una raza que no parece encajar, no sé a mí me chirría.
Supuestamente Italia en el siglo XIX, dudo mucho que hubiera profesoras negras.
3) Ahora a Pinocho, por lo menos en la versión española, "los malos" le ofrecen que se influencer. Pues hombre no se... suena ridículo.
4) Temas clave:
* Pinocho ya no deja la escuela, no le dejan entrar.
* Pepito Grillo desgraciadamente ya no tiene casi importancia en la trama.
* El tema del crecimiento de la nariz ahora le sirve de ayuda para escapar. La película pierde su moraleja.
5) ¿Por qué hace falta cambiar a la ballena original por un monstruo marino con tentáculos???
Y ahora Pinocho es como una fuera borda. Absolutamente ridículo.
Dejando de lado lo comentado quedan en mi opinión 3 detalles a destacar.
1) Tom Hanks es lo mejor de la película. Una lástima que el sólo no pueda salvar una película que es una porquería.
2) El 3D es muy malo y no se aprecia integrado con la imagen real, no sé como se ha dado un paso atrás en la tecnología. Casi parece que lo hayan querido hacer tipo Roger Rabbit, porque de otra forma no entiendo por qué el CGI se ve tan mal en esta película.
3) Las canciones y para mi sorpresa, por lo menos en la versión española, no valen nada, y no recordarás ninguna minutos después de oírlas.
En resumen y como decía. Decepción. :(
Se pierde el mensaje de la película original.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y al final ni siquiera se sabe si Pinocho se convierte en un niño de verdad. Se da por hecho que no...
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