Once (Una vez)
7.2
27,612
Drama. Romance
Glen Hansard es un cantante y compositor que interpreta sus canciones por las calles de Dublín, cuando no está trabajando en la tienda de su padre. Durante el día, para ganar algún dinero extra, interpreta conocidos temas para los transeúntes, pero por las noches, toca sus propios temas en los que habla de cómo le dejó su novia. Su talento no pasa desapercibido a Marketa Irglova, una inmigrante checa que vende flores en la calle. Ella ... [+]
18 de junio de 2012
18 de junio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena película romántica (aunque no entre de lleno en este género) que logra mucho con poco. A través de una trama por demás sencilla y gracias al carisma de sus personajes, su sencillez, naturalidad y ligereza de sus actuaciones, hace que la trama se desarrolle de forma suave y amena, sin caer en lo cursi ni en el sentimentalismo ni ningún aspecto barato o simplón. Destaca la excelente banda sonora a la cual se le podría reprochar que no siempre refleja la situación de la trama o de los personajes, y algunas secuencias con música pueden sentirse largas y sin mucho aporte. No es para nada algo imprescindible ni una gran muestra de originalidad, pero merece ser vista especialmente por quienes gusten del romance o de las historias sencillas de esas que dejan un dulce recuerdo.
21 de julio de 2012
21 de julio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguna vez tienes una oportunidad que valoras como imperdonable. Esta es la premisa necesaria para una vida retratada como efímera. Si no sabes lo que vendrá pero te ves forzado a vivir esta aventura.
Aprovecha el momento, muerde el anzuelo, siente el acicate. Promete, corre, vive.
Musical indie, así lo tildaron muchos para escapar del tabú del musical que muchos ya aborrecimos. Pero tienen razón, este musical se aleja del mainstream de los musicales, se acerca a un intento creativo y original, a pesar de envolver en canciones una historia que no deja de tener su dosis de moralina y romanticismo casposo.
Su guión no es banal, pero un poco soso. Sus personajes se dejan adorar pero no encandilan, así como sí podría hacerlo aquel técnico de sonido que parece salido de un drama más burgués. Pero a las fieras nos amansa la música, y aquí esta "Once", por una sola vez, nos ofrece un veneno imposible de rehuir. Canciones emocionantes, momentos de calma para sensibles y un final para todos los públicos que nos despierta entre la desidia y la aceptación.
Resignante romántica que juega muy bien sus bazas, sobre todo en muy poquito tiempo.
Aprovecha el momento, muerde el anzuelo, siente el acicate. Promete, corre, vive.
Musical indie, así lo tildaron muchos para escapar del tabú del musical que muchos ya aborrecimos. Pero tienen razón, este musical se aleja del mainstream de los musicales, se acerca a un intento creativo y original, a pesar de envolver en canciones una historia que no deja de tener su dosis de moralina y romanticismo casposo.
Su guión no es banal, pero un poco soso. Sus personajes se dejan adorar pero no encandilan, así como sí podría hacerlo aquel técnico de sonido que parece salido de un drama más burgués. Pero a las fieras nos amansa la música, y aquí esta "Once", por una sola vez, nos ofrece un veneno imposible de rehuir. Canciones emocionantes, momentos de calma para sensibles y un final para todos los públicos que nos despierta entre la desidia y la aceptación.
Resignante romántica que juega muy bien sus bazas, sobre todo en muy poquito tiempo.
1 de enero de 2013
1 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia, una canción y el amor. Película simple, realista, con una banda sonora que te envuelve. Con tintes casi de documental, esta película irlandesa, nos lleva al mundo de la música callejera, conociendo a sus protagonistas igual que ellos se van conociendo entre sí.
Lo +: La banda sonora
Lo -: Si vas con expectativas quizás te defraude
Lo +: La banda sonora
Lo -: Si vas con expectativas quizás te defraude
27 de junio de 2013
27 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Once es una pequeña película irlandesa de un presupuesto ínfimo, pero que se revela enorme ante los ojos del espectador. Once es una delicia, pero también un problema para el crítico de cine, que mediante un análisis frío de la obra encontrará escasos méritos para justificar su valía. Una descomposición de los elementos técnicos dejarían a Once en una dudosa situación. Su historia, sencillísima, bien podría haber sido la de un discreto telefilme.
Sin embargo, este sería un estudio parcial y erróneo de una obra que se adentra en el territorio del arte, que se contrapone al espectáculo vacío al que lamentablemente nos están acostumbrando, y que toma las emociones como herramienta fundamental para elevarse por encima de miles de películas con unos medios infinitamente superiores.
Estas emociones nacen, crecen y se reproducen por medio de canciones, silencios, y miradas. Cimientos sustentados por Glen Hansard y Markéta Irglova, grandes músicos y cantantes, y ahora resulta que grandes actores (sobre todo Hansard, genial), interpretando grandes canciones y grandes personajes.
Los matices con los que están creados los hace reales a la par que interesantes, los hace entrañables, y nos permite identificarnos con ellos de una manera pocas veces sentida. Miro Once y veo personas en vez de personajes, miro Once y veo vida en vez de cine.
Once no narra una historia, sino un encuentro entre dos personas en un mundo atestado de gente. Gente que acude al trabajo, que vuelve de hacer unas compras, que sale en busca de una copa o que retorna a su cama para al día siguiente volver a ir a trabajar, comprar y beber. Pero alguien se detiene. Es una chica que acostumbra a tocar el piano en una tienda de instrumentos musicales porque no tiene dinero para comprar uno. Se detiene frente a un chico que toca la guitarra en la calle. Aquí comienzan a hablar y conocerse.
Eso es Once. Una obra sencillísima, sincera, noble y pura. Una de esas películas de las que me gustaría estar hablando todo el día pero de las que poco se puede decir.
Más críticas en www.elcineenlasombra.com
Sin embargo, este sería un estudio parcial y erróneo de una obra que se adentra en el territorio del arte, que se contrapone al espectáculo vacío al que lamentablemente nos están acostumbrando, y que toma las emociones como herramienta fundamental para elevarse por encima de miles de películas con unos medios infinitamente superiores.
Estas emociones nacen, crecen y se reproducen por medio de canciones, silencios, y miradas. Cimientos sustentados por Glen Hansard y Markéta Irglova, grandes músicos y cantantes, y ahora resulta que grandes actores (sobre todo Hansard, genial), interpretando grandes canciones y grandes personajes.
Los matices con los que están creados los hace reales a la par que interesantes, los hace entrañables, y nos permite identificarnos con ellos de una manera pocas veces sentida. Miro Once y veo personas en vez de personajes, miro Once y veo vida en vez de cine.
Once no narra una historia, sino un encuentro entre dos personas en un mundo atestado de gente. Gente que acude al trabajo, que vuelve de hacer unas compras, que sale en busca de una copa o que retorna a su cama para al día siguiente volver a ir a trabajar, comprar y beber. Pero alguien se detiene. Es una chica que acostumbra a tocar el piano en una tienda de instrumentos musicales porque no tiene dinero para comprar uno. Se detiene frente a un chico que toca la guitarra en la calle. Aquí comienzan a hablar y conocerse.
Eso es Once. Una obra sencillísima, sincera, noble y pura. Una de esas películas de las que me gustaría estar hablando todo el día pero de las que poco se puede decir.
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29 de junio de 2015
29 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de esas películas que sabes que pasaran muchos años para que haya una de ese mismo nivel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Magnifico film europeo que nos muestra la historia de un muchacho que cantaba canciones de amor (escritas por él) en las noches y covers en la tarde, mientras que en la mañana trabaja ayudando a su papá arreglando artefactos. Un día se encuentra con una misteriosa muchacha que al pasar los minutos descubre que hay algo que los une: la música. Deciden grabar un CD maqueta y reclutan a otros músicos callejeros, el CD sale un éxito pero la muchacha rechaza la oferta de mudarse con el cantante y construir una vida de ensueño por seguir con la vida miserable y darle oportunidad al esposo que no veía hace mucho. El joven también hace lo mismo, se va a Londres a reunirse con su ex, pero antes de eso le regala un piano a la muchacha. Con un final agridulce nos muestra como el ser humano tiene miedo al cambio y como uno en la vida desaprovecha oportunidades.
El soundtrack es digno de elogiar. Y respecto al tiempo, es suficiente para tamaña obra de arte, ni muy breve, ni tampoco muy extensa.
El soundtrack es digno de elogiar. Y respecto al tiempo, es suficiente para tamaña obra de arte, ni muy breve, ni tampoco muy extensa.
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