Pacto de sangre
1944 

8.4
35,318
Cine negro. Intriga. Thriller
Un agente de seguros (Fred MacMurray) y la mujer de uno de sus clientes (Bárbara Stanwyck) traman asesinarlo para cobrar un cuantioso seguro de accidentes suscrito a sus espaldas. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2010
5 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lejos, la mejor película de cine negro jamás hecha.
Sobre Billy Wilder no hay mucho que decir, incursionó en todos los géneros y en cada uno demostró su idoneidad y maestría para el cine. Las comedias (El picazón del séptimo año, "Some like it hot"), su GRAN drama (Sunset Boulevard) y por supuesto Double Indemnity.
Sobresalen sus dos protagonistas, en especial la femme fatal Barbara Stanwyck: inteligente, encantadora, hermosa, sexy, en conclusión "fatal".
A los que no la vieron, veanla YA; y los que la vimos, disfrutemos nuevamente con este gran clásico. Es verdad que Hollywood abusó de su poder e intentó vendernos porquería, no obstante, no podemos negar la calidad de alguna de sus producciones.
Chapó para Billy Wilder y Barbara Stanwyck.
Sobre Billy Wilder no hay mucho que decir, incursionó en todos los géneros y en cada uno demostró su idoneidad y maestría para el cine. Las comedias (El picazón del séptimo año, "Some like it hot"), su GRAN drama (Sunset Boulevard) y por supuesto Double Indemnity.
Sobresalen sus dos protagonistas, en especial la femme fatal Barbara Stanwyck: inteligente, encantadora, hermosa, sexy, en conclusión "fatal".
A los que no la vieron, veanla YA; y los que la vimos, disfrutemos nuevamente con este gran clásico. Es verdad que Hollywood abusó de su poder e intentó vendernos porquería, no obstante, no podemos negar la calidad de alguna de sus producciones.
Chapó para Billy Wilder y Barbara Stanwyck.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El primer " monólogo" ejecutado por el protagonista es envidiable, digno de un realismo bien sucio que nada tiene que envidiarle a Bukowski o Auster.
Agonizante Fred MacMurray graba: "Tenías toda la razón, esa mujer no era buena".
Hay trampas de las que dificilmente escapamos, la muerte es mujer.
Agonizante Fred MacMurray graba: "Tenías toda la razón, esa mujer no era buena".
Hay trampas de las que dificilmente escapamos, la muerte es mujer.
11 de abril de 2013
11 de abril de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las joyas que Billy Wilder nos trae al mundo. Bajo una dirección espectacular y un guión cuanto menos perfecto, Billy presenta una película que ha llegado a ser considerada como su ópera prima, junto a su bien querida "Con faldas y a lo loco". La obra maestra del cine negro.
Adoro la forma y convicción con la que actúa Fred McMurray en su papel de comercial de seguros. Desde sus diálogos eróticos hasta la frialdad necesaria para conseguir una mujer, McMurray lleva a cabo un papel complejo y que construye toda una realidad entorno a él. Por la parte que le corresponde a Stanwyck cabe destacar su gran interpretación en la película y la facilidad con la que se mete en el papel, una femme fatale total. La meticulosidad de tal interpretación es palpable en todo momento y la sensualidad que irradia cuando baja las escaleras enamora a primera vista. No, yo tampoco le he quitado ojo a ese brazalete de su tobillo. Sin embargo, si tuviera que elegir un actor que destaca por encima de los demás y cuyo papel consigue el mayor grado de credibilidad se trataría de Edward G. Robinson. Junto a su enanito es el encargado de desvelar los casos de timo a las compañias de seguros en su interpretación a Keyes. La intriga y suspense que inflinge sobre el espectador cuando lleva a cabo la investigación principal es tan abismal que merece un reconocimiento extraordinario. Como decía: una obra maestra donde las haya. Capaz de entretener, divertir, entusiasmar, sorprender y poner de los nervios todo en uno. De Billy tenía que ser.
Adoro la forma y convicción con la que actúa Fred McMurray en su papel de comercial de seguros. Desde sus diálogos eróticos hasta la frialdad necesaria para conseguir una mujer, McMurray lleva a cabo un papel complejo y que construye toda una realidad entorno a él. Por la parte que le corresponde a Stanwyck cabe destacar su gran interpretación en la película y la facilidad con la que se mete en el papel, una femme fatale total. La meticulosidad de tal interpretación es palpable en todo momento y la sensualidad que irradia cuando baja las escaleras enamora a primera vista. No, yo tampoco le he quitado ojo a ese brazalete de su tobillo. Sin embargo, si tuviera que elegir un actor que destaca por encima de los demás y cuyo papel consigue el mayor grado de credibilidad se trataría de Edward G. Robinson. Junto a su enanito es el encargado de desvelar los casos de timo a las compañias de seguros en su interpretación a Keyes. La intriga y suspense que inflinge sobre el espectador cuando lleva a cabo la investigación principal es tan abismal que merece un reconocimiento extraordinario. Como decía: una obra maestra donde las haya. Capaz de entretener, divertir, entusiasmar, sorprender y poner de los nervios todo en uno. De Billy tenía que ser.
16 de julio de 2013
16 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un agente de seguros es embaucado por una señora para hacerle un seguro de vida a su esposo y después, asesinarlo. El problema surge cuando la señora se enamora del agente. Además del dinero lo quiere a él. Fred MacMurray hace de impecable agente de seguros. Seducido. Edward G. Robinson, compañero de oficina parece que va a descubrir el engaño.
28 de mayo de 2014
28 de mayo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera gran película de Billy Wilder fue una de las primeras películas en llevar la popular estética del cine negro. Una pelicula ampliamente reconocida como uno de los mejores ejemplos de cine negro en el cine estadounidense, siendo considerada un gran clásico dentro de la industria hollywoodense . La película fue nominada a siete premios de la Academia ( mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor fotografía) aunque, increíblemente, no ganó ninguno, y por eso siempre digo que no hay que fiarse de los premios, solo son datos anecdoticos.
Perdición es una adaptación superlativa de la novela clásica de James M. Cain (el autor de el cartero siempre llama dos veces), que se inspiró en una causa célebre en 1927 (el caso del asesinato de Albert Snyder). Wilder co-escribió el guión junto a Raymond Chandler, guionista de "Extraños en un tren".
La película combina brotes duros, con realismo y un diseño estilizado que acentúa sutilmente los temas centrales de la historia, como la manipulación, la duplicidad y la sospecha. El director de fotografía John Seitz emplea todas los puntos fuertes del cine noir (ángulos de cámara especialmente afilados y sombras marcadamente expresionistas) para crear una atmósfera de amenaza que acecha y genera paranoia lentamente, que es amplificada por la tensión que crea la música de Miklos Rozsa. La inclinación de Wilder para la comedia aflora en algunos momentos bien escogidos, donde la tensión está marcada de forma inesperada.
La idea central de la película es cruel, se centra en la manipulación de Phyllis a Neff y como este reacciona cuando se da cuenta que ha sido engañado. Lo que comienza como un plan meticulosamente planeado, degenera poco a poco en el inquietante juego del gato y el ratón entre dos personas profundamente defectuosas, que con cada segundo que transcurre sospechan mas el uno del otro, culminando en un enfrentamiento explosivo.
Perdición es una adaptación superlativa de la novela clásica de James M. Cain (el autor de el cartero siempre llama dos veces), que se inspiró en una causa célebre en 1927 (el caso del asesinato de Albert Snyder). Wilder co-escribió el guión junto a Raymond Chandler, guionista de "Extraños en un tren".
La película combina brotes duros, con realismo y un diseño estilizado que acentúa sutilmente los temas centrales de la historia, como la manipulación, la duplicidad y la sospecha. El director de fotografía John Seitz emplea todas los puntos fuertes del cine noir (ángulos de cámara especialmente afilados y sombras marcadamente expresionistas) para crear una atmósfera de amenaza que acecha y genera paranoia lentamente, que es amplificada por la tensión que crea la música de Miklos Rozsa. La inclinación de Wilder para la comedia aflora en algunos momentos bien escogidos, donde la tensión está marcada de forma inesperada.
La idea central de la película es cruel, se centra en la manipulación de Phyllis a Neff y como este reacciona cuando se da cuenta que ha sido engañado. Lo que comienza como un plan meticulosamente planeado, degenera poco a poco en el inquietante juego del gato y el ratón entre dos personas profundamente defectuosas, que con cada segundo que transcurre sospechan mas el uno del otro, culminando en un enfrentamiento explosivo.
18 de febrero de 2013
18 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película cumbre del cine negro, dirigida por Billy Wilder. El guion es una adaptación de la novela Pacto de sangre (cuyo título original era Double Indemnity, el título de la película en inglés) del escritor James M. Cain, escrita en 1935 y basada en una historia real ocurrida en 1927. Obtuvó siete nominaciones a los Oscar, incluyendo el de mejor película.
En ella podemos ver como Walter Neff (Fred MacMurray), en connivencia con Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck) va a intentar que el marido de ella firme un seguro de vida y que posteriormente este tenga un "accidente" en un tren en el que tiene que viajar por motivos de trabajo, de esta forma su mujer cobraría del seguro.
Al principio, la intención de Neff es intentar conseguir que Dietrichson firme el seguro de automovil, pero éste queda prendado de Phyllis y a partir de un matrimonio sin amor todo se va gestando.
Tras su muerte, Barton Keyes (Edward G. Robinson), encargado de investigar los fraudes en las reclamaciones del seguro, se pone manos a la obra, llegando a la conclusión de que la señora Dietrichson puede ser complice de asesinato junto al novio de la hija del señor Dietrichson. Durante este tiempo Neff se entreta de que Phyllis fue enfermera de la primera mujer de Dietrichson, de la cual sospecha su hijastra fue culpable de su muerte.
Todos los echos se nos cuentan a modo de flashback donde un Neff herido, tras una trifulca con Phyllis, a la que el mismo asesina, le cuenta mediante la grabación de su voz al propio Keyes lo sucedido y el porque del asesinato.
Lo mejor: gran historia y muy creíbles intepretaciones. Barbara Stanwyck borda a la perfección el papel de mujer que fatal que lleva a matar a un hombre, el cual se encuentra enamorado de ella. Edward G. Robinson, impresionante en su papel de "sabueso", dispuesto a acabar con cualquier fraude a la compañía.
Lo peor: nada.
En ella podemos ver como Walter Neff (Fred MacMurray), en connivencia con Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck) va a intentar que el marido de ella firme un seguro de vida y que posteriormente este tenga un "accidente" en un tren en el que tiene que viajar por motivos de trabajo, de esta forma su mujer cobraría del seguro.
Al principio, la intención de Neff es intentar conseguir que Dietrichson firme el seguro de automovil, pero éste queda prendado de Phyllis y a partir de un matrimonio sin amor todo se va gestando.
Tras su muerte, Barton Keyes (Edward G. Robinson), encargado de investigar los fraudes en las reclamaciones del seguro, se pone manos a la obra, llegando a la conclusión de que la señora Dietrichson puede ser complice de asesinato junto al novio de la hija del señor Dietrichson. Durante este tiempo Neff se entreta de que Phyllis fue enfermera de la primera mujer de Dietrichson, de la cual sospecha su hijastra fue culpable de su muerte.
Todos los echos se nos cuentan a modo de flashback donde un Neff herido, tras una trifulca con Phyllis, a la que el mismo asesina, le cuenta mediante la grabación de su voz al propio Keyes lo sucedido y el porque del asesinato.
Lo mejor: gran historia y muy creíbles intepretaciones. Barbara Stanwyck borda a la perfección el papel de mujer que fatal que lleva a matar a un hombre, el cual se encuentra enamorado de ella. Edward G. Robinson, impresionante en su papel de "sabueso", dispuesto a acabar con cualquier fraude a la compañía.
Lo peor: nada.
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