Intriga internacional
1959 

8.2
71,686
Intriga
Debido a un malentendido, a Roger O. Thornhill, un ejecutivo del mundo de la publicidad, unos espías lo confunden con un agente del gobierno llamado George Kaplan. Secuestrado por tres individuos y llevado a una mansión en la que es interrogado, consigue huir antes de que lo maten. Pero cuando al día siguiente regresa a la casa acompañado de la policía, le espera una sorpresa. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2017
26 de abril de 2017
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El título original (poco traducible) es tan feo como el que le pusieron en español, pero eso importa poco cuando se trata de una de las mejores películas del maestro del suspense, así tal cual.
No está su actor fetiche James Stewart, pero poco se puede criticar a un Cary Grant que estaba en su mejor momento y que encarna también perfectamente a ese personaje arquetípico de Hitchcock: el hombre normal y tranquilo que se ve envuelto sin querer en un auténtico follón que le viene muy grande.
Alfred (que aparece justo tras los créditos perdiendo un autobús), nos lleva de la mano del protagonista y sabemos lo mismo que este publicista, sin entender todo el conjunto de lo que está pasando hasta casi el final.
Lo que me gusta del protagonista es que, aunque peligre su vida, nunca pierde el sentido del humor. Es imposible que no nos caiga bien, con sus frases ingeniosas. Se nota que estamos hablando de otra época en el cine, de galanes de Hollywood que nunca perdían los papeles y que siempre vestían con traje y corbata, algo que prácticamente solo perdura en un famoso agente con licencia para matar que proviene también de estos años.
La película tiene una trama estupenda llena de giros y sorpresas, y que engancha mucho. No aburre a pesar de durar más de dos horas porque tiene mucha variedad de situaciones, desde la comicidad de un Cary Grant borracho a las “perlas” de su madre, desde la famosa escena del desierto y el avión a la larga secuencia final en el monte Rushmore. Es todo un clásico entre los clásicos, que no envejece. Más bien es como el buen vino, pues los años la hacen mejor. Si sabemos valorarla como una película bastante buena hoy en día, no me imagino la sensación que despertaría en el público de su momento. Quiero decir que tiene más mérito aún por la falta de medios y de efectos especiales que había en comparación con la época actual.
En fin, ¿qué más se puede decir? Es una película imprescindible para los cinéfilos, y de la que bien poco más puedo yo aportar, habida cuenta de que es muy conocida (salvo por los que sean más jóvenes y no quieran saber nada del cine con más de tres décadas de antigüedad), y de que en este momento supera las 100 críticas en esta página.
Mejor termino aquí y lo único que digo es: ¡Si no la habéis visto, vedla!
Curiosidad: Veo que cuando está en el tren y tiene la escena romántica con Eva Marie Sant, hay una conversación que hoy en día es inocente pero que en los años 50 podría escandalizar un poco, así que parece que la versión en DVD cambia el doblaje en esa breve escena, lo que no me extraña porque supongo que esa parte fue censurada por la España de Franco. Patético, pero comprensible en aquella época.
No está su actor fetiche James Stewart, pero poco se puede criticar a un Cary Grant que estaba en su mejor momento y que encarna también perfectamente a ese personaje arquetípico de Hitchcock: el hombre normal y tranquilo que se ve envuelto sin querer en un auténtico follón que le viene muy grande.
Alfred (que aparece justo tras los créditos perdiendo un autobús), nos lleva de la mano del protagonista y sabemos lo mismo que este publicista, sin entender todo el conjunto de lo que está pasando hasta casi el final.
Lo que me gusta del protagonista es que, aunque peligre su vida, nunca pierde el sentido del humor. Es imposible que no nos caiga bien, con sus frases ingeniosas. Se nota que estamos hablando de otra época en el cine, de galanes de Hollywood que nunca perdían los papeles y que siempre vestían con traje y corbata, algo que prácticamente solo perdura en un famoso agente con licencia para matar que proviene también de estos años.
La película tiene una trama estupenda llena de giros y sorpresas, y que engancha mucho. No aburre a pesar de durar más de dos horas porque tiene mucha variedad de situaciones, desde la comicidad de un Cary Grant borracho a las “perlas” de su madre, desde la famosa escena del desierto y el avión a la larga secuencia final en el monte Rushmore. Es todo un clásico entre los clásicos, que no envejece. Más bien es como el buen vino, pues los años la hacen mejor. Si sabemos valorarla como una película bastante buena hoy en día, no me imagino la sensación que despertaría en el público de su momento. Quiero decir que tiene más mérito aún por la falta de medios y de efectos especiales que había en comparación con la época actual.
En fin, ¿qué más se puede decir? Es una película imprescindible para los cinéfilos, y de la que bien poco más puedo yo aportar, habida cuenta de que es muy conocida (salvo por los que sean más jóvenes y no quieran saber nada del cine con más de tres décadas de antigüedad), y de que en este momento supera las 100 críticas en esta página.
Mejor termino aquí y lo único que digo es: ¡Si no la habéis visto, vedla!
Curiosidad: Veo que cuando está en el tren y tiene la escena romántica con Eva Marie Sant, hay una conversación que hoy en día es inocente pero que en los años 50 podría escandalizar un poco, así que parece que la versión en DVD cambia el doblaje en esa breve escena, lo que no me extraña porque supongo que esa parte fue censurada por la España de Franco. Patético, pero comprensible en aquella época.
30 de septiembre de 2017
30 de septiembre de 2017
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Aquel disparatado caso en que un ejecutivo es confundido por un inexistente agente secreto por la mafia extranjera se ha convertido en una de las más representativas películas de Espionaje. La intriga atrapa al espectador desde los primeros minutos y culmina una vez aparecen los créditos finales y aumenta en cada memorable escena en que Cary Grant, probablemente en el papel más importante de su vida, huye tantas veces de ser asesinado. Además de lo ya mencionado, la película es tan memorable por el impacto visual que ocasionó muchas de sus escenas, especialmente cuando el protagonista esquiva el avión fumigador en pleno desierto y cuando este lucha contra los mafiosos en el monte Rushmore. Es inevitable mencionar que muchas de estas escenas pueden resultar inverosímiles pero ante tremendo espectáculo visual es fácil obviar esos detalles y seguir disfrutando.
26 de abril de 2021
26 de abril de 2021
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Cuando Hitchcock salió de los apartamentos y empezó a viajar, descubrimos que muchas de sus películas tenían un enfoque colosal. Atrapa a un ladrón y la campiña francesa, El hombre que sabía demasiado y el África del Norte, Vértigo y la bahía de San Francisco y Con la muerte en los talones y este extraordinario viaje desde Nueva York hasta Dakota del Sur. Espacios abiertos, persecuciones, huidas y mucho suspense hasta que se decidió por hacer una película de acción. Pocos saben hoy el verdadero nombre del personaje que interpreta Cary Grant, pero casi todos sabrían poner el rostro del actor si les nombrases a George Kaplan. Hitchcock vuelve al falso culpable, a la agonía, al tipo que huye y persigue a la vez, a la femme fatale (rubia, por supuesto) y a ese momento en las alturas que tan mal cuerpo nos dejó en su anterior película. Porque siempre ha tiempo para redimirse.
14 de junio de 2021
14 de junio de 2021
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Para ser un director con el que no me suelo llevar decepciones (salvo 'Vertigo (De entre los muertos)' que creo que algún día la debería revisar) hace tiempo que no veía nada de la autoría del maestro del suspense. Y hoy en el reencuentro más esperado por nadie me ha devuelto esa satisfacción que sus obras suelen darme; esta vez con uno de sus múltiples filmes archiconocidos como es 'Con la muerte en los talones' donde Cary Grant termina en el lugar equivocado en el momento inoportuno lo que le lleva a estar constantemente perseguido y mirando por encima del hombro.
Cary Grant con el talento que le hizo uno de los rostros de preferencia del cine clásico estadounidense y su estilo al vestir da vida a este Roger O. Thornhill que trabaja en el mundo de la publicidad y recorrerá la aventura de su vida. Para ser honestos, no he visto mucho de la carrera de Grant mas, aunque hace una interpretación bastante sólida y creíble haciendo que el espectador sufra con él en su odisea, me extrañaría que esta fuese su mejor interpretación en vida.
Acompañando a Cary Grant destacan James Mason, Martin Landau y Eva Marie Saint, esta última siendo el rostro habitual de actriz rubia que suelen protagonizar las cintas de 'Hitch'. Una Eva Marie destacando como la verdadera co-protagonista por relevancia en la historia y por nivel alto en su papel dejando atrás a Mason y Landau con papeles más contenidos. No es de extrañar que Roger se enamorara de ella puesto que la actriz luce arrebatadora y seductora.
La historia podría ser de las que menos tiene para analizar en la carrera de Hitchcock al no tener tantos matices y tratarse de una historia de suspense sin más; no obstante, consigue entre las interpretaciones del elenco y el ritmo impuesto en la narración que sea un largometraje que apenas aburre y mantiene bastante entretenido, todo ello adornado con algunas escenas fantásticas como en la subasta o la mítica secuencia de la persecución en avioneta y la banda sonora de Bernard Herrmann impregnando a la historia de más suspense y ritmo de persecución todavía.
Una de esas películas que hay que ver una vez en la vida.
Cary Grant con el talento que le hizo uno de los rostros de preferencia del cine clásico estadounidense y su estilo al vestir da vida a este Roger O. Thornhill que trabaja en el mundo de la publicidad y recorrerá la aventura de su vida. Para ser honestos, no he visto mucho de la carrera de Grant mas, aunque hace una interpretación bastante sólida y creíble haciendo que el espectador sufra con él en su odisea, me extrañaría que esta fuese su mejor interpretación en vida.
Acompañando a Cary Grant destacan James Mason, Martin Landau y Eva Marie Saint, esta última siendo el rostro habitual de actriz rubia que suelen protagonizar las cintas de 'Hitch'. Una Eva Marie destacando como la verdadera co-protagonista por relevancia en la historia y por nivel alto en su papel dejando atrás a Mason y Landau con papeles más contenidos. No es de extrañar que Roger se enamorara de ella puesto que la actriz luce arrebatadora y seductora.
La historia podría ser de las que menos tiene para analizar en la carrera de Hitchcock al no tener tantos matices y tratarse de una historia de suspense sin más; no obstante, consigue entre las interpretaciones del elenco y el ritmo impuesto en la narración que sea un largometraje que apenas aburre y mantiene bastante entretenido, todo ello adornado con algunas escenas fantásticas como en la subasta o la mítica secuencia de la persecución en avioneta y la banda sonora de Bernard Herrmann impregnando a la historia de más suspense y ritmo de persecución todavía.
Una de esas películas que hay que ver una vez en la vida.
30 de noviembre de 2024
30 de noviembre de 2024
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Un título esencial en la filmografía de Hitchcock y en la historia del cine. Una obra maestra absoluta que, sin embargo, a mí me deja tibio.
La película es un torbellino de espionaje, misterio y humor diseñada para entretener desde el primer minuto. Sigue a un hombre común arrastrado a un complot internacional, casi como si Hitchcock hubiera querido rehacer 39 escalones demostrando la evolución de su dominio narrativo. Sin embargo, el suspense se ve empañado por la previsibilidad, relegando la trama a una entretenida mezcla de humor y aventuras.
El filme juega con la idea de un individuo atrapado en un sistema que no comprende (uno de los temas favoritos del director) pero su tono ligero consume cualquier profundidad dramática. Este desequilibrio se refleja en la elección de Cary Grant, cuya imagen de galán y su destreza en pantalla difícilmente pueden identificar al hombre común. Más que un personaje superado por la situación, es un héroe que supera con facilidad a espías entrenados, desviando la tensión hacia el espectáculo. Es por eso que la película, más que a la intriga, se pone al servicio de sus dos estrellas: director y actor.
Por un lado, Hitchcock despliega su virtuosismo técnico, como en la escena de la avioneta, un ejemplo perfecto de suspense construido a partir del espacio vacío. Por otro, Cary Grant combina carisma y humor con maestría, consolidando su lugar como icono.
Ya el título original, North by Northwest (literalmente Norte por Noroeste), advierte de la dirección insólita que tomará el relato. Alude a una orientación imposible, señalando que no es una película de intriga seria, sino un entretenidísimo delirio cinematográfico. Quien busque suspense puro quizá se sienta desorientado, pero quien acepte el juego disfrutará de una de las aventuras más estilizadas del cine.
La película es un torbellino de espionaje, misterio y humor diseñada para entretener desde el primer minuto. Sigue a un hombre común arrastrado a un complot internacional, casi como si Hitchcock hubiera querido rehacer 39 escalones demostrando la evolución de su dominio narrativo. Sin embargo, el suspense se ve empañado por la previsibilidad, relegando la trama a una entretenida mezcla de humor y aventuras.
El filme juega con la idea de un individuo atrapado en un sistema que no comprende (uno de los temas favoritos del director) pero su tono ligero consume cualquier profundidad dramática. Este desequilibrio se refleja en la elección de Cary Grant, cuya imagen de galán y su destreza en pantalla difícilmente pueden identificar al hombre común. Más que un personaje superado por la situación, es un héroe que supera con facilidad a espías entrenados, desviando la tensión hacia el espectáculo. Es por eso que la película, más que a la intriga, se pone al servicio de sus dos estrellas: director y actor.
Por un lado, Hitchcock despliega su virtuosismo técnico, como en la escena de la avioneta, un ejemplo perfecto de suspense construido a partir del espacio vacío. Por otro, Cary Grant combina carisma y humor con maestría, consolidando su lugar como icono.
Ya el título original, North by Northwest (literalmente Norte por Noroeste), advierte de la dirección insólita que tomará el relato. Alude a una orientación imposible, señalando que no es una película de intriga seria, sino un entretenidísimo delirio cinematográfico. Quien busque suspense puro quizá se sienta desorientado, pero quien acepte el juego disfrutará de una de las aventuras más estilizadas del cine.
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