El gran dictador
1940 

8.6
86,941
Comedia
Un humilde barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la Primera Guerra Mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada, y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de ... [+]
10 de agosto de 2011
10 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Mozart del cine se hizo oir a viva voz y volvió a demostrar que jamás hubo, hay ni habrá nadie que llegue a acercarse al cuarto de la mitad de su genialidad.
El genio más grande del cine creó y protagonizó la mejor crítica contra la guerra, los dictadores, en especial de Hitler, y la megalomanía que se haya hecho nunca.
Podremos ver en esta cinta su pensamiento y opiniones personales en contra de los señores de la guerra y sus ansias de poder. Un discurso más que emocionante de un Charles Chaplin que en su vida estuvo muy afectado por el holocausto y la gerra civil española y el sufrimiento que esos conflictos acarrearon a la gente de su tiempo.
Esta obra de arte está llena de escenas que permanecerán por siempre en la memoria de los amantes del buen cine apoyadas a su vez por unas interpretaciones excelentes en la que sobresalen el propio genio y Jack Oakie como "Napoloni". Con un idioma inventado por Chaplin e improvisadamente interpretado por el mismo, y la gesticulación única e inimitable del Dios inglés, esta película es para mi gusto uno de los halagos a los sentidos más grandes que han existido.
Impresionante e inmejorable.
El genio más grande del cine creó y protagonizó la mejor crítica contra la guerra, los dictadores, en especial de Hitler, y la megalomanía que se haya hecho nunca.
Podremos ver en esta cinta su pensamiento y opiniones personales en contra de los señores de la guerra y sus ansias de poder. Un discurso más que emocionante de un Charles Chaplin que en su vida estuvo muy afectado por el holocausto y la gerra civil española y el sufrimiento que esos conflictos acarrearon a la gente de su tiempo.
Esta obra de arte está llena de escenas que permanecerán por siempre en la memoria de los amantes del buen cine apoyadas a su vez por unas interpretaciones excelentes en la que sobresalen el propio genio y Jack Oakie como "Napoloni". Con un idioma inventado por Chaplin e improvisadamente interpretado por el mismo, y la gesticulación única e inimitable del Dios inglés, esta película es para mi gusto uno de los halagos a los sentidos más grandes que han existido.
Impresionante e inmejorable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El discurso de Hynkel en el idioma de Tomania.
El discurso final de Chaplin mostrando sus sentimientos de cara al mundo.
La mítica escena en que Hynkel juega con la bola del mundo es el cine en su máxima belleza.
El discurso final de Chaplin mostrando sus sentimientos de cara al mundo.
La mítica escena en que Hynkel juega con la bola del mundo es el cine en su máxima belleza.
29 de febrero de 2012
29 de febrero de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo mi punto de vista una gran obra de arte, que juega con los tiempos que se vivían en 1940 en el mundo, pero que visto con el recorrer del tiempo ha perdido algo de frescura. Sin duda Charles Chaplin tiene mejores obras, y ésta tiene un exceso de Charlot en una obra que se podría haber hecho más con el actor que con el personaje. Hay que tener en cuenta que la película se rodó cuando aún EE.UU. no había entrado como beligerante en la IIª Guerra Mundial, lo que si otorga a la película un cierto toque propagandístico en los tiempos que corrían, y una mención valerosa ya que aborda el tema tomando partido y posicionándose, caricaturizando a los dictadores de pacotilla que existían en ese momento en Europa. Poco más, tampoco destaca por ser la más cómica de Charlot. Aunque dos de sus actores estuvieron nominados para sendos oscar, no destaca por una interpretación memorable. En definitiva una película para ver con una visión histórica más que cinematográfica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si en algo destaca la película es por su alegato final por un mundo sin dictadores y en paz, y por ser una película para la gloria personal de su mentor, de Charles Chaplin, que interpreta dos personajes totalmente opuestos en su forma de actuar y de ser.
30 de abril de 2012
30 de abril de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charles Chaplin dirigió en 1940 una de las más importantes sátiras que ha dado el mundo del cine. Una película que se rodó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler estaba atemorizando al mundo entero.
Esta comedia con un control de las escenas brillante fue dirigida sin pensar la gravísima situación que iba a tomar el rumbo de la historia. Lo grande que lo hace, es que en cierto modo es una predicción de lo que iba a ocurrir en un futuro.
La comedia sigue siendo divertida, aunque cuenta con algunos momentos que no resultan tan efectivos como otros. Dichas escenas seguramente funcionarían en su día, pero actualmente no es así. No obstante, hablamos de 2 ó 3 escenas; el resto es fantástico.
Por primera vez oímos la voz de Charles Chaplin y de su gran personaje Charlot. Esa voz que tantas veces uno se había imaginado, y que por primera vez uno oye.
Nos encotramos ante un gran clásico que ha regalado una de las imágenes míticas del cine; la del dictador jugando con la bola del mundo. No obstante, debo reconocer que mis escenas favoritas son las del barbero afeitando a ritmo de música clásica, y las del dictador dando un discurso en un idioma inventado.
En fin, comedia divertida con la que uno se ríe sin cesar. Una comedia que tiene una doble cara, ya que mientras uno se ríe no para de pensar que en la época en la que se rodó la historia que se cuenta, un grupo de millones de personas la veían con otros ojos.
Esta comedia con un control de las escenas brillante fue dirigida sin pensar la gravísima situación que iba a tomar el rumbo de la historia. Lo grande que lo hace, es que en cierto modo es una predicción de lo que iba a ocurrir en un futuro.
La comedia sigue siendo divertida, aunque cuenta con algunos momentos que no resultan tan efectivos como otros. Dichas escenas seguramente funcionarían en su día, pero actualmente no es así. No obstante, hablamos de 2 ó 3 escenas; el resto es fantástico.
Por primera vez oímos la voz de Charles Chaplin y de su gran personaje Charlot. Esa voz que tantas veces uno se había imaginado, y que por primera vez uno oye.
Nos encotramos ante un gran clásico que ha regalado una de las imágenes míticas del cine; la del dictador jugando con la bola del mundo. No obstante, debo reconocer que mis escenas favoritas son las del barbero afeitando a ritmo de música clásica, y las del dictador dando un discurso en un idioma inventado.
En fin, comedia divertida con la que uno se ríe sin cesar. Una comedia que tiene una doble cara, ya que mientras uno se ríe no para de pensar que en la época en la que se rodó la historia que se cuenta, un grupo de millones de personas la veían con otros ojos.
9 de noviembre de 2012
9 de noviembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído críticas tanto negativas como positivas, y creo que en ambas hay un extremismo tanto de sobrevaloración como de infravaloración. Muchos tachan a la película de oportunista y le restan valentía, pero lo cierto es que cuando se estrenó la película, a pesar de que la II Guerra Mundial ya había estallado, Estados Unidos se mantenía neutral y miraba al continente europeo de reojo, pero sin ánimo de meterse en el ajo, de hecho existía un fuerte antisemitismo en Estados Unidos por aquel entonces, y hasta que Japón no atacó Pearl Harbor (Al año siguiente del estreno de la película) estos movimientos contra los judíos no disminuyeron, por lo que no creo que sea oportunista, mas bien una llamada de reaccíon hacia el gobierno norteamericano. Creo que los actos en la película se desarrollan con mucha fluidez, empleando gags bastante efectivos, y aunque muchos creen que la pantomima de Chaplin se perdió cuando decidió hablar, creo que en esta película esta brillante y soberbio interpretando al dictador de Tomania, es mas, el drama judío resulta menos efectivo en el metraje (no por ello peor) y la recreación tanto del Gueto como de los campos de concentración no es nada veraz, obviamente justificable dado que la película se rodó antes de que se desvelase todo el cotarro que los alemanes montaron en Polonia. El reparto trabaja muy bien, y la trama es entretenida, tal vez la historia de amor que quiere meter el realizador sobra un poco, pero creo que es una película que nos enseña a ver y a analizar a las dictaduras occidentales de los años 40 desde otro punto de vista, cómico pero muy veraz. Memorable el discurso final, muy americano, pero memorable.
6 de febrero de 2013
6 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente muy buena, probablemente de las mejores que he visto.
Tiene algo que te engancha desde el primer momento típico de Chaplin. Además me gustó que fuera sonora porque no aguanto las películas mudas.
En cuanto al argumento: buenos diálogos y actuaciones buenas.
Me encantó.
Tiene algo que te engancha desde el primer momento típico de Chaplin. Además me gustó que fuera sonora porque no aguanto las películas mudas.
En cuanto al argumento: buenos diálogos y actuaciones buenas.
Me encantó.
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