Dreamgirls
6.0
8,198
Musical. Drama
Ambientada en los años 60 y 70. Effie, Deena y Lorrell forman un prometedor grupo musical llamado The Dreamettes. El ambicioso agente Curtis Taylor (Jamie Foxx) las descubre durante un concurso y les ofrece la oportunidad de su vida: hacer los coros para el famosísimo James "Thunder" Early (Eddie Murphy). Poco a poco, Curtis empieza a controlar el aspecto físico y la música de las chicas para acabar lanzándolas como The Dreams. Pero los ... [+]
17 de abril de 2007
17 de abril de 2007
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El musical es un género que ha sido rejuvenecido en los últimos tiempos gracias a películas como “Moulin Rouge” o “Chicago”. Las viejas historias de siempre, puestas al día por nuevos directores, amigos de la estética videoclipera y que acercan este género al nuevo gran público.
El turno ahora le ha tocado a Bill Condon (un director con una filmografía de lo más variopinta), que dirige una versión de otro clásico de Broadway. Y por meter alguna variación, los protagonistas son de raza negra. Así nos sirve la película para meter un par de reivindicaciones sociales...y, de paso, nos ganamos al público afroamericano.
Está claro que “Dreamgirls” es un producto (en el peor sentido de la palabra) en el que todo está medido al milímetro, para que la película se convierta en una “arrasapremios” (cosa que, por fortuna, no ocurrió del todo), a la vez que un gran éxito de público. El guión es un cliché tras otro. Repeticiones de personajes que ya habíamos visto en otras películas que a su vez nos recordaban a los de otras distintas. Por cierto, supongo que en la admiración general que ha despertado Eddie Murphy habrá influido sobremanera su carrera anterior (y posterior, no nos olvidemos de Norbitt). Porque el hombre no lo hace mal, pero de ahí a las excelencias que se hablan, media un abismo. Por cierto, que su compañera Hudson sí que consiguió el Oscar...es innegable el poderío de su voz, y la fuerza que derrocha cuando canta, pero tampoco es la mejor interpretación del año, ni mucho menos.
Sí me pareció atisbar algo de originalidad por parte de Condon a la hora de llevar a imágenes esta historia. Una especie de deseo de dejar algo de su impronta...pero la cosa se queda en agua de borrajas. La película es muy larga y las canciones excesivas (¿a qué viene ese empeño en decirlo todo cantando?), y cual musical clásico (o película de Disney) se aprovecha la menor coyuntura para cantarse las verdades...
Todo lo anterior hace que la gran ambientación, el magnífico vestuario, la brillante fotografía, etc, etc. sólo sirvan para que este producto no se venga abajo definitivamente.
El turno ahora le ha tocado a Bill Condon (un director con una filmografía de lo más variopinta), que dirige una versión de otro clásico de Broadway. Y por meter alguna variación, los protagonistas son de raza negra. Así nos sirve la película para meter un par de reivindicaciones sociales...y, de paso, nos ganamos al público afroamericano.
Está claro que “Dreamgirls” es un producto (en el peor sentido de la palabra) en el que todo está medido al milímetro, para que la película se convierta en una “arrasapremios” (cosa que, por fortuna, no ocurrió del todo), a la vez que un gran éxito de público. El guión es un cliché tras otro. Repeticiones de personajes que ya habíamos visto en otras películas que a su vez nos recordaban a los de otras distintas. Por cierto, supongo que en la admiración general que ha despertado Eddie Murphy habrá influido sobremanera su carrera anterior (y posterior, no nos olvidemos de Norbitt). Porque el hombre no lo hace mal, pero de ahí a las excelencias que se hablan, media un abismo. Por cierto, que su compañera Hudson sí que consiguió el Oscar...es innegable el poderío de su voz, y la fuerza que derrocha cuando canta, pero tampoco es la mejor interpretación del año, ni mucho menos.
Sí me pareció atisbar algo de originalidad por parte de Condon a la hora de llevar a imágenes esta historia. Una especie de deseo de dejar algo de su impronta...pero la cosa se queda en agua de borrajas. La película es muy larga y las canciones excesivas (¿a qué viene ese empeño en decirlo todo cantando?), y cual musical clásico (o película de Disney) se aprovecha la menor coyuntura para cantarse las verdades...
Todo lo anterior hace que la gran ambientación, el magnífico vestuario, la brillante fotografía, etc, etc. sólo sirvan para que este producto no se venga abajo definitivamente.
25 de julio de 2007
25 de julio de 2007
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película con un poco de recelo por que estaba seguro de que no me iba a gustar.
Pero me sorprendió gratamente.
No por su trama, ni por las coreografías (que fue lo que me gustó de "Chicago" por ejemplo) sino por el espectáculo musical, por las increibles voces de los protagonistas y por la increible interpretación de Jennifer Hudson, que pensaba que tantos premios serían exagerados, pero lo cierto es que cuando ella aparece en escena se rige en el auténtico motor de la película. Es ella la que mantiene el interés.
Eddie Murphy no está mal, pero no me parece una gran interpretación ni mucho menos, me parece demasiado histriónico y Beyoncè no creo que haya nacido para ser actriz, su papel es muy plano pero ella no ayuda a hacerlo más creible.La tercera dreamgirl si me parece que hace un papel decente.
Los numeros musicales son tan numerosos que no hay momento para pensar que la trama es más simple que la del mecanismo de un reloj de arena.
Eso y Jamie Fox(este tipo nunca me ha parecido buen actor, bien es cierto que no le he visto en "Ray") son lo peor de la película.
Pero me sorprendió gratamente.
No por su trama, ni por las coreografías (que fue lo que me gustó de "Chicago" por ejemplo) sino por el espectáculo musical, por las increibles voces de los protagonistas y por la increible interpretación de Jennifer Hudson, que pensaba que tantos premios serían exagerados, pero lo cierto es que cuando ella aparece en escena se rige en el auténtico motor de la película. Es ella la que mantiene el interés.
Eddie Murphy no está mal, pero no me parece una gran interpretación ni mucho menos, me parece demasiado histriónico y Beyoncè no creo que haya nacido para ser actriz, su papel es muy plano pero ella no ayuda a hacerlo más creible.La tercera dreamgirl si me parece que hace un papel decente.
Los numeros musicales son tan numerosos que no hay momento para pensar que la trama es más simple que la del mecanismo de un reloj de arena.
Eso y Jamie Fox(este tipo nunca me ha parecido buen actor, bien es cierto que no le he visto en "Ray") son lo peor de la película.
3 de febrero de 2007
3 de febrero de 2007
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta película no se la recomiendo a nadie que vaya al cine a ver "cine". Sí, en cambio, a quien quiera ir al cine a ver videoclips, uno tras otro (que ya está para eso la MTV). No hay diálogo ni trama, solamente "cantan"; por lo menos si las canciones fuesen buenas... pero es que son todas iguales, larguísimas y aburridas, menos alguna que canta Eddie Murphy que te puede divertir. No sé cómo es posible que tenga tantas nominaciones... para mí, la única que se salva la de Eddie Murphy, que tampoco es que esté brillante... Por otro lado, es muy repetitiva y desde el principio de la película te esperas lo que va a suceder a continuación. En fin, me he dado cuenta que no se puede fiar uno de las críticas...
11 de abril de 2007
11 de abril de 2007
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he aburrido a la media hora de película. Demasiadas canciones superfluas.
Superficial hasta la saciedad y totalmente previsible en todas las escenas.
Unicamente destaco la voz (que no la actuación) de Jennifer Hudson. Ni siquiera me pareció tan buena la actuación de Eddie Murphy, me pareció en su papel de siempre y en muchas ocasiones recordando (supongo que por sus gestos) a otros personajes suyos solo que esta vez sin hacer reir.
Y que conste que no es que no me gusten los musicales..."Chicago" me encantó.
Lo dicho que hace un cuarto de hora que la he visto y ya no me acuerdo de ella.
Superficial hasta la saciedad y totalmente previsible en todas las escenas.
Unicamente destaco la voz (que no la actuación) de Jennifer Hudson. Ni siquiera me pareció tan buena la actuación de Eddie Murphy, me pareció en su papel de siempre y en muchas ocasiones recordando (supongo que por sus gestos) a otros personajes suyos solo que esta vez sin hacer reir.
Y que conste que no es que no me gusten los musicales..."Chicago" me encantó.
Lo dicho que hace un cuarto de hora que la he visto y ya no me acuerdo de ella.
4 de agosto de 2007
4 de agosto de 2007
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bill Condon continúa su periplo como biógrafo cinematográfico de algunas de las personalidades más relevantes (y en cierto modo oscuras) de la América del siglo XX. Así, tras ahondar con esmero y tacto en las vidas de James Whale y Alfred Kinsey, le toca el turno a unas de las formaciones musicales femeninas más célebres, las Supremes. Esta vez la cosa no es oficial, imagino que por desavenencias con Diana Ross, pero sigue funcionando gracias a la firme narrativa de Condon y el espléndido trabajo de los actores. La interpretación de Jennifer Hudson ha sido ya suficientemente alabada, así que prefiero centrarme en la de otra negra damisela que compone un personaje adorable y hermoso: Anika Noni Rose es su nombre, y la relación que establece en el film con Eddie Murphy, pese a no ser exactamente original, me parece conmovedora y lo más interesante de la función. Una función con múltiples pistas.
En la primera de ellas, la mayor, podemos encontrar un verosímil tratado sobre la integridad artística y las inmorales artimañas de las casas discográficas. Es una crítica eficaz y afilada, narrada al modo de Hollywood y un poco previsble, pero finalmente convincente. Ideal para proyectarla en una reunión de ejecutivos de Gestmusic. En otra pista de tamaño inferior podemos vislumbrar la moral de la época retratada desde un punto de vista artístico, con ese tiburón blanco aniquilando sin piedad el honor de los pequeños (y verdaderamente importantes) artistas negros. Como en Kinsey, observando a un personaje concreto se puede captar la forma de pensar de una determinada generación. Finalmente, hay una tercera pista, que engloba a las otras dos y que, paradojas del destino, luce menos vistosa que las demás. Me refiero a la parte musical (musical de género, no de temática), integrada por composiciones nuevas que no terminan de brillar en todo su esplendor y que, en algunos casos, resultan incluso decepcionantes.
Vista globalmente, Dreamgirls no alcanza ni la emoción de Dioses y monstruos ni la agudeza de Kinsey (quizás su filme más logrado), pero tampoco supone un paso atrás en su carrera. Es, simple y llanamente, un divertimento chispeante y levemente crítico sobre la música, el arte, la amistad y el poder, que también agradará a los aficionados a las biografías musicales y las curvas de Beyoncé.
Lo mejor: Eddie Murphy y Anika Noni Rose.
Lo peor: algunas canciones demasiado sosas y/o edulcoradas.
En la primera de ellas, la mayor, podemos encontrar un verosímil tratado sobre la integridad artística y las inmorales artimañas de las casas discográficas. Es una crítica eficaz y afilada, narrada al modo de Hollywood y un poco previsble, pero finalmente convincente. Ideal para proyectarla en una reunión de ejecutivos de Gestmusic. En otra pista de tamaño inferior podemos vislumbrar la moral de la época retratada desde un punto de vista artístico, con ese tiburón blanco aniquilando sin piedad el honor de los pequeños (y verdaderamente importantes) artistas negros. Como en Kinsey, observando a un personaje concreto se puede captar la forma de pensar de una determinada generación. Finalmente, hay una tercera pista, que engloba a las otras dos y que, paradojas del destino, luce menos vistosa que las demás. Me refiero a la parte musical (musical de género, no de temática), integrada por composiciones nuevas que no terminan de brillar en todo su esplendor y que, en algunos casos, resultan incluso decepcionantes.
Vista globalmente, Dreamgirls no alcanza ni la emoción de Dioses y monstruos ni la agudeza de Kinsey (quizás su filme más logrado), pero tampoco supone un paso atrás en su carrera. Es, simple y llanamente, un divertimento chispeante y levemente crítico sobre la música, el arte, la amistad y el poder, que también agradará a los aficionados a las biografías musicales y las curvas de Beyoncé.
Lo mejor: Eddie Murphy y Anika Noni Rose.
Lo peor: algunas canciones demasiado sosas y/o edulcoradas.
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