Europa
7.3
10,621
Drama. Bélico. Intriga
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Leo Kessler, un joven americano de origen alemán, se traslada a Alemania para trabajar con su tío en una compañía de ferrocarriles. Su trabajo le permitirá viajar, fascinado, por un país destruido por la guerra; pero también tendrá que enfrentarse poco a poco a los horrores de la barbarie nazi. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2012
25 de diciembre de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lars Von Trier no es un director fácil de digerir. Cierta parte de la filmografía arroja pesimismo como jarro de agua fría; su visión negra del mundo puede llegar a desanimar al más animoso ser humano. No obstante, eso no resta ni ápice de validez a su trabajo como autor, marcado, especialmente en sus últimas obras, por una curiosa y fascinante concepción del cine como terapia personal que con parsimonia abate hasta el abismo de la locura. Provocador, trasgresor, desquiciado, inconformista, polémico… adjetivos que se quedan más bien cortos para una descripción que se ajuste al Danés, que en 1991 filma ‘Europa’; película co-guionizada por el mismo, Niels Vorsel y Tómas Gislason y enmarcada en una decadente Alemania de post-guerra que le vale el máximo reconocimiento en Sitges.
Un joven americano de orígenes germanos viaja a Alemania para trabajar en la compañía de ferrocarriles de su tío. Criado en un sistema diferente, bajo valores diferentes, se convertirá en un cordero a la espera de ser atacado por las hienas. Notable protagónico Jean-Marc Barr, en su viaje psicológico por la asolada barbarie nazi; una realidad que le atrapará y le impedirá escapar ni aun cuando la belleza asome la cabeza en esta dicotomía de utopía y desengaño. Cumple su propósito hacernos sentir extraños, perdidos, solos ante el peligro de un ambiente desconocido y hostil. Aunándonos con este joven al que también se dirige el narrador.
La obra del danés hipnotiza, literalmente desde el mismo inicio que se abre paso con una imponente voz sobre las vías de el tren. Un minuto basta para inducir al letargo en vigilia. Un sueño... o ¿una pesadilla? Porque el pesimismo de Von Trier subsume al espectador en un pozo de melancolía de donde ni los rayos de luz que en ocasiones colorean la pantalla de forma simbólica y segundas lecturas son capaces de escapar de una puesta en escena elegante y genial, a veces deliciosamente surrealista – curiosa superposición de imágenes sobre los planos-, también con tintes de cine clásico, todavía en las antípodas del Dogma 5 y la cámara en mano que caracterizarían posteriores obras del autor y una banda sonora que otorga una densa carga de suspense e inseguridad. Mención aparte merece la estupenda fotografía (de Henning Bendtsen , Jean-Paul Meurisse, Edward Klosinski) que aúpa un filme casi redondo y una de las mejores obras del director danés.
@DavidCarideS
Un joven americano de orígenes germanos viaja a Alemania para trabajar en la compañía de ferrocarriles de su tío. Criado en un sistema diferente, bajo valores diferentes, se convertirá en un cordero a la espera de ser atacado por las hienas. Notable protagónico Jean-Marc Barr, en su viaje psicológico por la asolada barbarie nazi; una realidad que le atrapará y le impedirá escapar ni aun cuando la belleza asome la cabeza en esta dicotomía de utopía y desengaño. Cumple su propósito hacernos sentir extraños, perdidos, solos ante el peligro de un ambiente desconocido y hostil. Aunándonos con este joven al que también se dirige el narrador.
La obra del danés hipnotiza, literalmente desde el mismo inicio que se abre paso con una imponente voz sobre las vías de el tren. Un minuto basta para inducir al letargo en vigilia. Un sueño... o ¿una pesadilla? Porque el pesimismo de Von Trier subsume al espectador en un pozo de melancolía de donde ni los rayos de luz que en ocasiones colorean la pantalla de forma simbólica y segundas lecturas son capaces de escapar de una puesta en escena elegante y genial, a veces deliciosamente surrealista – curiosa superposición de imágenes sobre los planos-, también con tintes de cine clásico, todavía en las antípodas del Dogma 5 y la cámara en mano que caracterizarían posteriores obras del autor y una banda sonora que otorga una densa carga de suspense e inseguridad. Mención aparte merece la estupenda fotografía (de Henning Bendtsen , Jean-Paul Meurisse, Edward Klosinski) que aúpa un filme casi redondo y una de las mejores obras del director danés.
@DavidCarideS
17 de enero de 2006
17 de enero de 2006
18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pretenciosa lo es, y mucho, como todo en el famoso danés que nos ocupa, pero subyugante también lo es, y mucho mucho (tal vez demasiado). Visualmente es originalísima, artificiosa pero efectiva como pocas. Angustia (junto a la genial narración de Von Sidow) y sumerge a la perfección al espectador en la Europa podrida de la época con una historia dramática con tintes de thriller sobre almas altruistas (muy buen Jean-Marc Barr) de las que se aprovechan los demás para lograr sus objetivos. Desmitificador retrato de nuestro continente durante la posguerra, es "Europa" la primera obra maestra Lars Von Trier.
27 de noviembre de 2010
27 de noviembre de 2010
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aburrida y tendenciosa. Una historia muy insulsa, en la que menos en el ultimo cuarto de hora, no pasa nada, y cuando digo que no pasa nada, no me refiero a que no haya escenas, que las hay, pero menos una o dos, no cuentan nada de especial. Cuando acaba la peli, te quedas con la sensación de haber visto un cortometraje muy largo. He leído que esta es una de las mejores películas de Von Trier, si es así, creo que me aburriré mucho con sus otras películas (si es que las veo ). Pues eso, que había odio maravillas de ella y me ha decepcionado muchísimo.
20 de mayo de 2009
20 de mayo de 2009
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Original y lograda película, que trata un tema relacionado con la 2ª Guerra Mundial sin caer en tópicos u obviedades, y que demuestra el afán de Von Trier por, no sólo hacer cine diferente, si no por dar, a su manera la nota. En este caso, mediante el uso de un narrador que parece estar practicándonos una terapia de hipnosis y la alternancia, ya sea en planos diferentes o en el mismo, del blanco y negro con el color. ¿La razón? A saber.
A pesar de eso, a lo que no hay que otorgarle más importancia de la que tiene, el danés consigue un relato sólido y muy intenso; intensidad que contrasta con esa fotografía de tonos oscuros y apagados, que conforman una atmósfera gris perfecta para recrear un país devastado por la guerra, cuyas heridas todavía no han cicatrizado.
Pues a partir de eso, llega el delirio técnico, en el que Trier nos regala planos antológicos y escenas de las que te verías una docena de veces. Por ejemplo, ese suicidio (y no diré más, pero atención especial al orgásmico plano tomado bajo el agua), durante el cual los tonos rojos invaden la pantalla, y que se combina con un perfectamente filmado y hermoso coito sobre una maqueta, al cual yo, gracias a la magia del cine, le he encontrado ciertas segundas lecturas y un paralelismo con el posterior desarrollo de la cinta.
Destacar, además, una bella banda sonora y un buen reparto. Aunque Jean-Marc Barr no consigue transmitir como debería la angustia vital de su personaje durante el extrañamente taquicárdico tramo final del film.
A pesar de eso, a lo que no hay que otorgarle más importancia de la que tiene, el danés consigue un relato sólido y muy intenso; intensidad que contrasta con esa fotografía de tonos oscuros y apagados, que conforman una atmósfera gris perfecta para recrear un país devastado por la guerra, cuyas heridas todavía no han cicatrizado.
Pues a partir de eso, llega el delirio técnico, en el que Trier nos regala planos antológicos y escenas de las que te verías una docena de veces. Por ejemplo, ese suicidio (y no diré más, pero atención especial al orgásmico plano tomado bajo el agua), durante el cual los tonos rojos invaden la pantalla, y que se combina con un perfectamente filmado y hermoso coito sobre una maqueta, al cual yo, gracias a la magia del cine, le he encontrado ciertas segundas lecturas y un paralelismo con el posterior desarrollo de la cinta.
Destacar, además, una bella banda sonora y un buen reparto. Aunque Jean-Marc Barr no consigue transmitir como debería la angustia vital de su personaje durante el extrañamente taquicárdico tramo final del film.
14 de octubre de 2009
14 de octubre de 2009
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante propuesta de del genial danés, ya podía vislumbrarse que ahí había talento e ideas nuevas. Su manera de filmar y de narrar la historia mostraban una propuesta distinta a todo lo que se estaba viendo por aquellas épocas. El tema de los nazis y los judíos parece ser una obsesión a cierta altura de la carrera de la mayoría de los grandes directores, los Malditos Bastardos de Tarantino, El pianista de Polanki, La lista de Spielberg y La vida es bella de Benigni son algunos de los que recuerdo en este momento, pero aparece como una constante ésta tendencia. El el caso de Lars von Trier, Europa es un film bellamente filmado, con ciertos aires innovadores en su factura, la mezcla del color con el blanco y negro es un condimento hermoso para destacar ciertas secuencias, pero un poco flojo el guión y por escasos momentos se pone un poquito pesada. Pero considero que es una bella propuesta fílmica y a los fanáticos de von Trier nos permite asomarnos al comienzo de lo que fué y és una carrera asombrosa. En cada nueva película se fué superando por eso es válido ver Europa, para comprender los orígenes de un talentoso excepcional.
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