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Pacto de sangre

Cine negro. Intriga. Thriller Un agente de seguros (Fred MacMurray) y la mujer de uno de sus clientes (Bárbara Stanwyck) traman asesinarlo para cobrar un cuantioso seguro de accidentes suscrito a sus espaldas. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
Críticas 189
Críticas ordenadas por utilidad
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9
22 de octubre de 2010 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inquietante pelicula del maravilloso cine negro americano. El guión es muy sólido y la trama tiene ritmo sin ser frenética, lo cual está bien para que el espectador quede "enganchado" pero sin apabullarlo. Hay pocos personajes pero son muy buenos. McMurray lo hace muy bien pero no llega al nivel interpretativo de Stanwyck ni de Robinson. A éste último le pilló la década de los 40 y 50 un poco mayor pero aún le quedaba buena manga.
La banda sonora atrapa y es perfecta para la trama. La fotografía es pasable dentro del contexto, quizás lo más flojo de este film y aún así es buena.
En general una película redonda que engancha y mantiene el ritmo y la tensión sin decaer. Si te gusta el cine negro americano esta película ha de estar entre tus preferidas (detrás de todas las del semidios Bogart, lógicamente).
Se merece un 9 de nota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La vestimenta de la época resulta chocante en la actualidad, tanto los vestidos de las mujeres como los trajes de los hombres.
10
28 de septiembre de 2011 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deslumbrantes las descripciones de Fred MacMurray pensando consigo mismo propias de los guiones de Billy Wilder. Nos alarma de lo siguiente: cuando eres joven y consigues tener un trabajo estable y con poder para superar barreras legales es fácil caer en el error de dejarte arrastrar por la manipulación de un alma perdida escondida tras una corteza de belleza sublime y arrebatadora. La figura de Barbara Stanwyck se queda tan plasmada en la cámara que cuando saboreas el placer de la belleza de novo en tu vida real aparece detrás de tu retina la imagen de esta actriz durante algún tiempo. Genial el desarrollo de los acontecimientos. Me gustaría ir al cine y ver películas como ésta.
Nel
7
22 de enero de 2014 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de cine negro dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Fred MacMurray y Barbara Stanwyck. La película va sobre un hombre que intenta matar al marido de una clienta (El vende seguros) para estar con la mujer y ganar el dinero de la indemnización. El título original de esta película es traducido al español: Doble indemnización. El titulo español representa mejor el espíritu de la película. La perdición de el protagonista por la mujer. La película es puro cine negro y se nota nada más empezar a verla. La película usa algunas técnicas narrativas como los flashbacks y la voz en off que dan variedad al conjunto. Las interpretaciones son muy buenas destacando al ayudante de el protagonista.
9
9 de octubre de 2014 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquella persona que haya vivido desde los 30, los 20, ... hasta ahora (dudo que haya alguien que llegue a vivir tanto) serían los auténticos afortunados en el poder ver películas, porque ellos sabrían mejor que nadie como ha ido yendo la evolución del cine en todo este tiempo ... y digo 30,20 por no ir mucho más atrás.

Es muy difícil ver la grandeza y la calidad de las películas de antes en el mundo de ahora si no has vivido ese cambio de la industria del cine, ahora todo esta inventado, los efectos especiales ya sobrepasan la misma pantalla, las películas son cada vez un mayor plagio de otras, se crean Reboots, Remakes, ... el dinero lo doblega ahora todo y se mira más por la cantidad que por la calidad.

Realmente, cuando me paro a ver una de estas películas procuro liberar mi mente de todo complejo, de todo cliché, de todo "eso ya está inventado" e intentar meterme en la piel de una persona que hace 70 años vio esto, en aquellos tiempos, en aquella sociedad con sus conceptos sus protocolos sus censuras ... eso y calmarme antes de verla, prestar atención a cada cosa que digan sin quitar el más mínimo detalle ... es una buena forma de poder ver el porque estas películas son el buen cine como dicen y no el de ahora.

Desde mi humildad y de mi intento por apreciar estas cintas, "Perdición" (como tantas otras) tiene algo que marca la diferencia al cine de ahora, claro que estoy generalizando, siempre habrá películas buenas.

Las películas de antes se arriesgaban, evolucionaban, rompían los limites y sorprendían, no podemos decir eso de ahora donde como he dicho anteriormente, todo se repite y se repite.

Una cinta con un guión impecable, no le falta ni le sobra nada, perfectamente hecho, profundo, claro, completo, lleno de matices ... una narración sorprendente ya que la película es un flashback de principio a fin que trata sobre la pasión básicamente, la pasión o la química entre dos personas y la manera en que esa química nos puede hacer perder la razón y conocer un lado de nosotros que no llegamos a imaginar. Una cinta sobre la obsesión, la manipulación de los sentidos,... y cargada de drama pero también de momentos cómicos, manteniendo el ritmo de la cinta de una forma ligera, ninguna parte se hace pesada, cargada de tensión y de giro de acontecimientos.

Yo la he disfrutado mucho y uno aprende y se siente mejor cuando ve este cine, un cine que nada tiene que ver con el de ahora (repito, hablando en lineas generales)
10
29 de abril de 2016 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Billy Wilder que estas en los cielos, te damos gracias señor. Y una vez cumplidas nuestras obligaciones...
Cuarto trabajo de este "pequeño" polaco austrohungaro nacionalizado estadounidense. "Doble indemnización" era una novela del también estadounidense James M. Cain publicada en el 35 en ocho entregas en el diario Liberty. Obra inmediatamente posterior a "El cartero siempre llama dos veces" (1934). Obras ambas de la llamada novela negra, de ambiente sórdido y criminal que hundía sus raíces en el primer cuarto del siglo XX y que se publicaron en revistas como Black Mask que contribuyeron a darles nombre. Tuvieron gran aceptación en la década de los 30.
La censura de la Oficina Heys frustró su paso al cine. Era demasiado amoral para la época. Ocho años después se volvió a publicar junto a otros dos relatos en el libro "Three of Kind" y afortunadamente cayó en manos de Willder.
El guionista exitoso que había conseguido tomar las riendas dirigiendo sus propios trabajos se puso manos a la obra con un presupuesto de la Paramount de un millón de dólares. A su media naranja guionista Charles Brackett la cosa le pareció muy vulgar y se desentendió del asunto. El propio autor Cain estaba liado con un proyecto de Ford, así es que Billy de fijó en otro autor que no escribía mal, un tal Raymond Chandler, alcohólico, depresivo y mujeriego para más señas que malvivía de publicar sus relatos en revistas "pulp". Le vino dios (Wilder) a ver, abriéndole una puerta que desconocía, la de los guiones cinematográficos y los sueldos sustanciosos y conviertiendose a la postre en uno de los gurús del género negro. Genero que ni Wilder ni nadie por la época sabía que estaban haciendo, hasta que décadas después lo etiquetaron los franceses. Del encontronazo y la mala relación entre Wilder y Chandler surgió el impecable y excelso guión de "Perdición".
En ella todo encaja, incluso esa puerta que se abre en sentido contrario, incluso la apuesta por un Fred McMurray (George Raft rechazó el papel) actor de comedias que como la Stanwyck temían por su reputación al encarnar a dos criminales cegados por la pasión. Y por supuesto un inmenso Edward G. Robinson que es capaz cada vez que aparece de que nos olvidemos un poco de todos los demás.
Wilder hace confluir todas las influencias anteriores del género herederas en buena medida del expresionismo alemán que conocía muy bien y crea el molde perfecto a seguir e imitar quien pueda, rodando con un pragmatismo y eficacia brutal al servicio como siempre de la historia, en un blanco y negro como no podía ser de otra manera excelentemente fotografiado por John F. Seitz. La estridente música de Miklos Rózsa subraya la tensión y el dramatismo.
El genio de Wilder arriesga, nos cuenta el final desde el principio, nos regala la ambigüedad de unos personajes de los que se guardan para ellos sus sentimientos, nos atrapa con el desarrollo del crimen, nos cuenta una, también doble, historia de amor fatal entre un hombre y una mujer y dos hombres. Y para rizar el rizo es capaz de cortarse a si mismo un final que ya tenía rodado para que la historia no se cierre de forma convencional, adelantándose en años al cine que vendría después.
En un momento determinado a Fred McMurray se le ve su anillo de casado, cuando su personaje es soltero. Ya lo dijo el propio Wilder como colofón en "Con faldas y a lo loco": "Nadie es perfecto".
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