El topo
6.4
24,858
Intriga. Thriller
Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
9 de agosto de 2017
9 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inteligente, complejo, sutil, apasionante. El nuevo film de Alfredson es una lección magistral de cine en general y de cine de espías en particular.
Ejemplar en el desarrollo de la complicada trama, impecable en su descripción de personajes y muy imaginativo en su narrativa y puesta en escena, el director ha conseguido el film de espías ideal. No nos impone giros imposibles a última hora, ni una resolución mascada y digerida de la trama, ni sacrifica una descripción elaborada de personajes a favor de esta. El equilibrio es perfecto.
Alfredson sabe hasta dónde contar para que el espectador haga el resto del trabajo. Él sugiere y nosotros intuimos. Es una película que requiere un poco de esfuerzo por parte del espectador, pero merece la pena. Es lo que han hecho los maestros del cine desde sus orígenes. Gracias, Sr Alfredson, por no tomarnos por tontos.
Los departamentos técnicos brillan a gran altura, en especial los virtuosos trabajos de fotografía, montaje y música original (con Iglesias como auténtico Topo de la función), que se convierten en valiosas herramientas narrativas en manos de un director con el talento de este director sueco. Impresionante la labor de actores. Creo que es el mejor casting del año.
Todo funciona en esta película de ritmo perfecto y la precisión de un reloj suizo. Los premios se los habrán llevado otras películas este año (algunas tan brillantes y entrañables como The Artist). Pero eso no debería hacer caer en el olvido a una de las pocas obras maestras que ha dado el cine este año.
Ejemplar en el desarrollo de la complicada trama, impecable en su descripción de personajes y muy imaginativo en su narrativa y puesta en escena, el director ha conseguido el film de espías ideal. No nos impone giros imposibles a última hora, ni una resolución mascada y digerida de la trama, ni sacrifica una descripción elaborada de personajes a favor de esta. El equilibrio es perfecto.
Alfredson sabe hasta dónde contar para que el espectador haga el resto del trabajo. Él sugiere y nosotros intuimos. Es una película que requiere un poco de esfuerzo por parte del espectador, pero merece la pena. Es lo que han hecho los maestros del cine desde sus orígenes. Gracias, Sr Alfredson, por no tomarnos por tontos.
Los departamentos técnicos brillan a gran altura, en especial los virtuosos trabajos de fotografía, montaje y música original (con Iglesias como auténtico Topo de la función), que se convierten en valiosas herramientas narrativas en manos de un director con el talento de este director sueco. Impresionante la labor de actores. Creo que es el mejor casting del año.
Todo funciona en esta película de ritmo perfecto y la precisión de un reloj suizo. Los premios se los habrán llevado otras películas este año (algunas tan brillantes y entrañables como The Artist). Pero eso no debería hacer caer en el olvido a una de las pocas obras maestras que ha dado el cine este año.
28 de octubre de 2017
28 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni pestañear se puede en esta sinfonía de personajes a cual mejor interpretado y ese quizás es su único defecto, te distraes no ya con la complicada trama que para eso es una peli de espías, lo que te distrae es la excelente galería de personalidades diferentes y el núcleo conductor, Smiley, un soberbio Gary Oldman.
No me canso de verla porque siempre descubres algo nuevo que se te pasó por alto la última vez que la viste. Una delicia.
No me canso de verla porque siempre descubres algo nuevo que se te pasó por alto la última vez que la viste. Una delicia.
7 de marzo de 2018
7 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trama "complicada", es decir hay que pensar, no te lo dan todo masticadito y mono al estilo americano ni las espías son buenorras porque sí, un elenco de actores que ya quisiera para sí cualquier director, que creo que también hizo un buen trabajo. Sin más. Eso es un peliculón.
Cuando quiero saber de qué va o dudo si ver una película, vengo a filmaffinity y leo las críticas, las ordeno por votos y leo la primera página y la última (la que pone dieces y la que pone unos). La vi porque todo lo que haga Gary Oldman merece la pena verla, y efectivamente así es; pero pongo esta crítica porque una de esas críticas que le dan un uno dicen que Oldman es "muy mal actor" ... en fin, no os perdáis esta película. Que le dieran un Oscar hace un par de días es solo una cuestión de justicia, ya era hora, porque esta película ya merece la pena por verlo a él perfecto, como siempre, en su papel (Lo mismo opino de Tomn Hardy)
Cuando quiero saber de qué va o dudo si ver una película, vengo a filmaffinity y leo las críticas, las ordeno por votos y leo la primera página y la última (la que pone dieces y la que pone unos). La vi porque todo lo que haga Gary Oldman merece la pena verla, y efectivamente así es; pero pongo esta crítica porque una de esas críticas que le dan un uno dicen que Oldman es "muy mal actor" ... en fin, no os perdáis esta película. Que le dieran un Oscar hace un par de días es solo una cuestión de justicia, ya era hora, porque esta película ya merece la pena por verlo a él perfecto, como siempre, en su papel (Lo mismo opino de Tomn Hardy)
13 de abril de 2018
13 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estéticamente una película muy elegante, de gran factura y magnífico reparto. Pero el guión es difícil de seguir y no llega a transmitir la emoción que esperarías de una película de espías. Uno no consigue conectar con la trama y se acaba haciendo larga y aburrida.
31 de mayo de 2018
31 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine de espías, basada en una obra del especialista en el género John Le Carré que a mi entender, Tomas Alfredson lleva a la pantalla con muchísimo respeto por el clima que este autor imprimía a sus obras, eludiendo totalmente la tentación, de hacer un cine comercial y asequible que desvirtuaría lo que este escritor pretendía.
Años 70, pleno apogeo de la Guerra Fría. En la cúpula de los servicios secretos británicos, Control, jefe de la cúpula, envía a un agente a Budapest, para reclutar a un general, posible desertor de las filas comunistas y poder así ganar otro poderoso aliado.
Pero alguien les traiciona y la operación se convierte en una auténtica chapuza que les genera un gran conflicto diplomático.
Debido a eso, se ve obligado a presentar su dimisión, al igual que algunos otros agentes, entre ellos el señor Smiley, el protagonista de nuestra historia.
Este se dispone a gozar de una merecida jubilación pero pronto, es citado por su antiguo jefe, que le comunica que sus jubilaciones no responden a la chapuza de Budapest, sino que se los han quitado de encima porque hay un topo infiltrado en la cúpula que se está haciendo con el poder.
Le pide a Smiley que investigue el caso, ya que desde fuera, junto con otros jubilados y con algún agente leal de dentro, les será más fácil atraparlo.
Así comienza esta historia que, aviso a navegantes, nos presenta una trama densa, compleja, en el que los personajes lo que hacen es prácticamente un trabajo de investigación y el espectador, se ve obligado a prestar mucha atención, si no quiere perder el hilo.
Y es que aquí, no vamos a ver tiros ni persecuciones ni nada parecido. Aquí, vamos a ver, la vida de unos hombres grises, aburridos, casi sin vida personal, haciendo más trabajo de despacho que otra cosa y es que la vida del espionaje, de la cúpula al menos, no tiene nada que ver con Mata Hari, James Bond, Chacal o cualquier otro espía que os venga a la cabeza, sino más bien, con hombres ya talluditos, con acceso a muchísima información del mundo entero, una especie de Googles vivientes y sin vida personal.
Por eso considero que Tomas Alfredson acierta en la adaptación, porque nos presenta una película austera, fría, sin adornos de ningún tipo, en ambientes grises, oficinas grises y emociones grises.
Sólo nos ofrece una trama impecable, sin trampa ni cartón, que si queremos seguirla, no podremos distraernos ni un minuto, porque todo se basa en las conversaciones entre los personajes que nos irán haciendo encajar el puzzle. Si eso no es suficiente para algunos, mejor no la vean. Pero a los que les interese, cómo se comportan los mandamases, sus intereses, sus ambiciones y sus deslealtades, quedarán muy satisfechos.
Años 70, pleno apogeo de la Guerra Fría. En la cúpula de los servicios secretos británicos, Control, jefe de la cúpula, envía a un agente a Budapest, para reclutar a un general, posible desertor de las filas comunistas y poder así ganar otro poderoso aliado.
Pero alguien les traiciona y la operación se convierte en una auténtica chapuza que les genera un gran conflicto diplomático.
Debido a eso, se ve obligado a presentar su dimisión, al igual que algunos otros agentes, entre ellos el señor Smiley, el protagonista de nuestra historia.
Este se dispone a gozar de una merecida jubilación pero pronto, es citado por su antiguo jefe, que le comunica que sus jubilaciones no responden a la chapuza de Budapest, sino que se los han quitado de encima porque hay un topo infiltrado en la cúpula que se está haciendo con el poder.
Le pide a Smiley que investigue el caso, ya que desde fuera, junto con otros jubilados y con algún agente leal de dentro, les será más fácil atraparlo.
Así comienza esta historia que, aviso a navegantes, nos presenta una trama densa, compleja, en el que los personajes lo que hacen es prácticamente un trabajo de investigación y el espectador, se ve obligado a prestar mucha atención, si no quiere perder el hilo.
Y es que aquí, no vamos a ver tiros ni persecuciones ni nada parecido. Aquí, vamos a ver, la vida de unos hombres grises, aburridos, casi sin vida personal, haciendo más trabajo de despacho que otra cosa y es que la vida del espionaje, de la cúpula al menos, no tiene nada que ver con Mata Hari, James Bond, Chacal o cualquier otro espía que os venga a la cabeza, sino más bien, con hombres ya talluditos, con acceso a muchísima información del mundo entero, una especie de Googles vivientes y sin vida personal.
Por eso considero que Tomas Alfredson acierta en la adaptación, porque nos presenta una película austera, fría, sin adornos de ningún tipo, en ambientes grises, oficinas grises y emociones grises.
Sólo nos ofrece una trama impecable, sin trampa ni cartón, que si queremos seguirla, no podremos distraernos ni un minuto, porque todo se basa en las conversaciones entre los personajes que nos irán haciendo encajar el puzzle. Si eso no es suficiente para algunos, mejor no la vean. Pero a los que les interese, cómo se comportan los mandamases, sus intereses, sus ambiciones y sus deslealtades, quedarán muy satisfechos.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here