Ghostbusters: El legado
6.1
13,062
Fantástico. Comedia
Una madre soltera y sus dos hijos llegan a una pequeña ciudad, descubriendo su conexión con los cazafantasmas originales y el legado secreto que dejó su abuelo tras de sí. Secuela directa de "Cazafantasmas 2". (FILMAFFINITY)
16 de diciembre de 2021
16 de diciembre de 2021
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la primera Cazafantasmas se estrenó, yo aún era muy pequeño para ir al cine. Incluso con la segunda, tampoco era lo suficiente mayor como para elegir las películas que mis padres me llevaban a ver, así que no vi ninguna de las dos en pantalla grande. Todavía faltarían un par de años para que pudiera ver ambas películas por la tele, por lo que, no voy a negarlo, tampoco formaron una parte esencial de mi infancia. Me gustaron, me lo pasé bien viéndolas, pero en un principio no me enamoraron instantáneamente. Fue con el paso de los años, con sucesivos visionados y con la llegada de mi adolescencia que aprendí a apreciarlas como una parte importante de la cultura popular y a disfrutarlas cada vez que tenía la oportunidad de verlas. Por eso, durante muchos años, cada rumor de una posible Cazafantasmas 3 me hacía recuperar la ilusión de ver por primera vez una película protagonizada por ellos en el cine. Como todos sabemos, eso nunca ocurrió... hasta ahora. O eso parecía.
Tras el fallido reboot feminista de 2016, muchos recibimos con alegría la noticia de que volverían a intentarlo de nuevo, esta vez con una verdadera secuela de las originales. En diciembre de 2021 ese momento ha llegado. ¿Ha merecido la pena la espera? Pues, sí y no. Para empezar, si de algo se da cuenta uno tras ver esta película, es que a estas alturas del partido una verdadera secuela de aquellas es prácticamente imposible. Ha transcurrido demasiado tiempo y los actores están demasiado cascados (y por cierto, sus actores de doblaje también lo están), lo suyo era hacer una película pasando el testigo, y esta, en parte, es eso. O debería serlo, ya que el desarrollo y la conclusión no dan mucho pie a continuar con una secuela directa. Al final todo se reduce a un ejercicio de nostalgia. Básicamente es un homenaje a la primera película, ni siquiera a la saga completa, puesto que la secuela se ignora por completo y parece que nunca hubiera ocurrido. Y ahí es donde reside el problema. Aunque tenemos una entretenida película, técnicamente impecable, con muy buenos mimbres y bastante disfrutable, se recrea mucho en recordarnos constantemente la primera película, y no nos confundamos, los que conocemos los guiños disfrutamos encontrándolos repartidos por todo el metraje, pero eso no basta para hacer una película.
Cazafantasmas: Más allá es demasiado deudora del pasado, en ciertos aspectos es casi un remake, y eso no la deja crecer. Todo se queda en un disfrutable recordatorio que, al contrario de su título, no va más allá. Y es una pena, porque estoy seguro de que el público más joven disfrutará con estos nuevos protagonistas, y los más nostálgicos apreciarán el homenaje, pero creo que, al final, nos hemos dejado algo por el camino.
Tras el fallido reboot feminista de 2016, muchos recibimos con alegría la noticia de que volverían a intentarlo de nuevo, esta vez con una verdadera secuela de las originales. En diciembre de 2021 ese momento ha llegado. ¿Ha merecido la pena la espera? Pues, sí y no. Para empezar, si de algo se da cuenta uno tras ver esta película, es que a estas alturas del partido una verdadera secuela de aquellas es prácticamente imposible. Ha transcurrido demasiado tiempo y los actores están demasiado cascados (y por cierto, sus actores de doblaje también lo están), lo suyo era hacer una película pasando el testigo, y esta, en parte, es eso. O debería serlo, ya que el desarrollo y la conclusión no dan mucho pie a continuar con una secuela directa. Al final todo se reduce a un ejercicio de nostalgia. Básicamente es un homenaje a la primera película, ni siquiera a la saga completa, puesto que la secuela se ignora por completo y parece que nunca hubiera ocurrido. Y ahí es donde reside el problema. Aunque tenemos una entretenida película, técnicamente impecable, con muy buenos mimbres y bastante disfrutable, se recrea mucho en recordarnos constantemente la primera película, y no nos confundamos, los que conocemos los guiños disfrutamos encontrándolos repartidos por todo el metraje, pero eso no basta para hacer una película.
Cazafantasmas: Más allá es demasiado deudora del pasado, en ciertos aspectos es casi un remake, y eso no la deja crecer. Todo se queda en un disfrutable recordatorio que, al contrario de su título, no va más allá. Y es una pena, porque estoy seguro de que el público más joven disfrutará con estos nuevos protagonistas, y los más nostálgicos apreciarán el homenaje, pero creo que, al final, nos hemos dejado algo por el camino.
2 de enero de 2025
2 de enero de 2025
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta peli me enamoró. Es básicamente la tercera parte de Cazafantasmas que esperamos durante muchos años y que nos trajo por fin el hijo del director de la original con esta propuesta de Goonies + Cazafantasmas.
La peli es una oda a la nostalgia, una película que intenta capturar la esencia de las originales de los 80 mientras introduce a una nueva generación de cazadores de fantasmas. La historia sigue a una familia que se muda a una casa antigua en un pueblo remoto, donde descubren la conexión de su abuelo con los originales Cazafantasmas y se embarcan en una aventura para salvar el mundo de una nueva amenaza paranormal. O no tan nueva…
La película está dirigida por Jason Reitman, que como he dicho es el hijo del director de las películas originales, Ivan Reitman. Y no había nadie mejor para continuar con el legado de su padre, porque está llena de referencias y guiños a las primeras películas, pero también tiene un absoluto respeto por el material original.
Y sí, aunque la película bebe mucho de la nostalgia, la peli es muy buena y es un total divertimento.
La peli es una oda a la nostalgia, una película que intenta capturar la esencia de las originales de los 80 mientras introduce a una nueva generación de cazadores de fantasmas. La historia sigue a una familia que se muda a una casa antigua en un pueblo remoto, donde descubren la conexión de su abuelo con los originales Cazafantasmas y se embarcan en una aventura para salvar el mundo de una nueva amenaza paranormal. O no tan nueva…
La película está dirigida por Jason Reitman, que como he dicho es el hijo del director de las películas originales, Ivan Reitman. Y no había nadie mejor para continuar con el legado de su padre, porque está llena de referencias y guiños a las primeras películas, pero también tiene un absoluto respeto por el material original.
Y sí, aunque la película bebe mucho de la nostalgia, la peli es muy buena y es un total divertimento.
25 de diciembre de 2021
25 de diciembre de 2021
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película concebida como un gran masturbador que ofrece poco a poco guiños y detalles de la peli original a un espectador que se va poniendo cada vez más palote, nostálgicamente hablando. Como tal, está todo bastante bien ideado, de manera coherente aunque impersonal, pero también es un poco lo que debió de haber sido la nueva trilogía de SW y no fue, quizá porque esto es mucho más intrascendente y sencillo, sin tanta expectativa ni afán por estirarlo todo.
El objetivo, conciliar la pura maniobra comercial, atrayendo al público de toda la vida y siendo algo totalmente deudor de lo ya visto (hasta el villano-villana es el mismo)… con captar también a la chiquillada y a los hijos de este público mediante un producto lo bastante autosuficiente para quienes vengan de nuevas, por mucho que lo primero sea la auténtica razón de ser y lo que tanta gente lleva demandando desde hace tiempo contra las palabras de Bill Murray; el cliente es quien tiene siempre la razón, y si lo que la peña quería era esto, pues bienvenido sea frente a la anterior, que más bien intentaba repetir la premisa desde cero pero sin ese factor sentimental que en el fondo es lo que la sostiene.
Millonésima explotación del legado spielbergiano y ochentero de las aventurillas juveniles, tan retro y tan encantadoramente falso como ese restaurante de comida rápida temático de los años 50 (y eso que los 80 ya tenían una buena parte de evocación de otro tiempo), no se olvida de la temática padres-hijos, de los conflictos paternofiliales sin resolver ni del progenitor ausente, con unos adultos que siguen siendo niños (esto sí que es muy actual) y el Rudd como encarnación de ese fan viejuno que no sabe comunicarse con las nuevas generaciones, quienes a su vez redescubren ese legado polvoriento, estigmatizado o incluso prostituido (la comercialización posterior, la extinción de lo maravilloso...). La trama va un poco dilatada para lo que es, con alguna secuencia de acción espectacular bien tirada, pero con un grupito que tarda en conformarse, entre detalles de “american gothic” de ese, misterios locales, el cacique del pueblo… mas chistes zoomers, multirracialidad y el lado intrépido y divertido de la ciencia felizmente reconciliado con las creencias magufas tan de la actualidad.
Muy bien el tal Finn, un firme candidato a apetecible twink judío y ambivalente de moda (cuidado, Chalamet). Muy mal, como siempre, lo de esos pretendidos adolescentes interpretados por actores que en la vida real son más mayores, ofreciendo una imagen un tanto distorsionada de estas edades; nos hacen sentirnos como putos degenerados porque nos ponen cachondos unos supuestos críos que en realidad tienen la edad legal o incluso uno o dos años extra de propina.
El objetivo, conciliar la pura maniobra comercial, atrayendo al público de toda la vida y siendo algo totalmente deudor de lo ya visto (hasta el villano-villana es el mismo)… con captar también a la chiquillada y a los hijos de este público mediante un producto lo bastante autosuficiente para quienes vengan de nuevas, por mucho que lo primero sea la auténtica razón de ser y lo que tanta gente lleva demandando desde hace tiempo contra las palabras de Bill Murray; el cliente es quien tiene siempre la razón, y si lo que la peña quería era esto, pues bienvenido sea frente a la anterior, que más bien intentaba repetir la premisa desde cero pero sin ese factor sentimental que en el fondo es lo que la sostiene.
Millonésima explotación del legado spielbergiano y ochentero de las aventurillas juveniles, tan retro y tan encantadoramente falso como ese restaurante de comida rápida temático de los años 50 (y eso que los 80 ya tenían una buena parte de evocación de otro tiempo), no se olvida de la temática padres-hijos, de los conflictos paternofiliales sin resolver ni del progenitor ausente, con unos adultos que siguen siendo niños (esto sí que es muy actual) y el Rudd como encarnación de ese fan viejuno que no sabe comunicarse con las nuevas generaciones, quienes a su vez redescubren ese legado polvoriento, estigmatizado o incluso prostituido (la comercialización posterior, la extinción de lo maravilloso...). La trama va un poco dilatada para lo que es, con alguna secuencia de acción espectacular bien tirada, pero con un grupito que tarda en conformarse, entre detalles de “american gothic” de ese, misterios locales, el cacique del pueblo… mas chistes zoomers, multirracialidad y el lado intrépido y divertido de la ciencia felizmente reconciliado con las creencias magufas tan de la actualidad.
Muy bien el tal Finn, un firme candidato a apetecible twink judío y ambivalente de moda (cuidado, Chalamet). Muy mal, como siempre, lo de esos pretendidos adolescentes interpretados por actores que en la vida real son más mayores, ofreciendo una imagen un tanto distorsionada de estas edades; nos hacen sentirnos como putos degenerados porque nos ponen cachondos unos supuestos críos que en realidad tienen la edad legal o incluso uno o dos años extra de propina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El logo del coche destapado y la luz que justo se apaga es un “todavía no, tened paciencia” en toda regla, hasta culminar en un gran clímax de nostálgica obscenidad, reuniendo al reparto viejuno en su última actuación en un festín de emotividad que va a por la lagrimita sin hacer prisioneros.
Son los años dorados de Reagan esos bichillos de gominola liándola parda en el establecimiento perfectamente gris y ordenado de nuestra rutina de treintañeros y cuarentones. La niña protagonista se pasa un poco de repelente y la escena post-créditos ya sí que está totalmente de más y rendida al guiñito (por cierto, el de “a quién vas a llamar” es superchorra).
Son los años dorados de Reagan esos bichillos de gominola liándola parda en el establecimiento perfectamente gris y ordenado de nuestra rutina de treintañeros y cuarentones. La niña protagonista se pasa un poco de repelente y la escena post-créditos ya sí que está totalmente de más y rendida al guiñito (por cierto, el de “a quién vas a llamar” es superchorra).
10 de diciembre de 2021
10 de diciembre de 2021
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenemos a Jason Reitman relevando a su padre, el responsable de las dos cintas originales, Ivan Reitman, ofreciéndonos una continuación directa de la primera entrega. Un homenaje directo al corazón pisando el acelerador de la nostalgia, homenaje también para Harold Ramis coguionista y coprotagonista de las películas originales interpretando a Egon Spengler, que falleció en 2014. Creo que aún siendo una película previsible es única a la vez, entretenida, divertida, que funciona como un reloj, provocándome risas y ciertas mariposas ochenteras en el estómago. La película tiene algo del espíritu de Cuenta conmigo, Súper 8 y de todas esas películas con las que crecimos en los 80. Mckenna Grace es para mí la gran revelación, lleva todo el peso del resurgir a sus espaldas. Phoebe es inteligente, rara, carismática, valiente y con mucho liderazgo, consiguiendo que te enamores de su personaje en los primeros minutos. ¿Podrá la franquicia de Ghostbusters vivir más allá de los recuerdos nostálgicos? . Yo creo que si , ya que demuestra que se puede actualizar una franquicia sin denigrar al referente original, dando paso a una nueva generación mezclando lo pasado con lo nuevo respetando los cimientos. Un tributo entrañable , sin pretensiones, hecho con mucho cariño, si eres de la generación Cazafantasmas la vas a gozar y si no…..también. A quien vas a llamar?
13 de diciembre de 2021
13 de diciembre de 2021
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tienes ya cierta edad y creciste con el cine ochentero, esto te va a encantar.
A un ritmo más actual (no tan trepidante como los films de antaño), se hace una película entretenida de la que no te separas ni un solo momento. Obviamente, se le añade un toque sentimental que viene como anillo al dedo a una historia de fantasmas.
Gran secuela para una película mítica.
A un ritmo más actual (no tan trepidante como los films de antaño), se hace una película entretenida de la que no te separas ni un solo momento. Obviamente, se le añade un toque sentimental que viene como anillo al dedo a una historia de fantasmas.
Gran secuela para una película mítica.
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