RoboCop
5.0
15,773
Ciencia ficción. Acción
Año 2028. La compañía multinacional OmniCorp domina la tecnología robótica. Sus robots han ganado todo tipo de guerras fuera de los Estados Unidos y ahora quieren probarlos dentro del país. Por su parte, Alex Murphy, un policía de Detroit, trata de acabar con la ola de crímenes que arrasa la ciudad. Cuando Alex resulta gravemente herido en acto de servicio, OmniCorp utiliza sus conocimientos de ciencia robótica para salvarlo y también ... [+]
14 de mayo de 2014
14 de mayo de 2014
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La obsesión de la seguridad nacional abre el dilema sobre un dominio de robótica extrema, una oscura empresa pacifista que sin embargo nunca genera una verdadera expectación, está bien montada y es activa, pero no hay un fenómeno social, familiar o político, es un esfuerzo para que este nuevo "Robocop" tenga corazón y alma, pero ni tan siquiera parece ofrecer venganza, ni cuestiona el valor de la vida o la función de la ciencia, quizás intentaran vender un producto más equilibrado, pero se padecen las ganas de algo más visceral, por encima de las posibilidades tecnológicas y las habilidades actuales, resulta difícil que cualquier espectador obvie todo lo resumido y se deje llevar.
Una conducción demasiado errática añade confusión a este terreno inexplorado, cuando hay tanta libertad de expresión éste suele ser el resultado, pero es que además el super policía no se difumina con las malas calles, tiene unos cambios de rumbo que parece que son los que producen esos bajones de dopamina, por cierto, paralelos a los del espectador, el descontrol de la máquina introduce a la película en un caos sin atractivo ni dosificación, de sentimiento mediático y sobrecargado de decisiones de despacho, todo para ingeniarse una situación límite que no saben resolver, un engaño, otro fracaso de enorme presupuesto.
Una conducción demasiado errática añade confusión a este terreno inexplorado, cuando hay tanta libertad de expresión éste suele ser el resultado, pero es que además el super policía no se difumina con las malas calles, tiene unos cambios de rumbo que parece que son los que producen esos bajones de dopamina, por cierto, paralelos a los del espectador, el descontrol de la máquina introduce a la película en un caos sin atractivo ni dosificación, de sentimiento mediático y sobrecargado de decisiones de despacho, todo para ingeniarse una situación límite que no saben resolver, un engaño, otro fracaso de enorme presupuesto.
18 de febrero de 2014
18 de febrero de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pasado verano tuve la ocasión de volver a reencontrarme con la película original en pantalla grande y comprobé que sigue funcionando con una fuerza inusitada, gracias a su novedoso planteamiento y a las toneladas de acción macarra y de mala leche.
En su momento sorprendió entre los adolescentes y la chavalería, terminamos adorando al personaje y devorábamos sus secuelas una y otra vez (la segunda y la tercera fueron carne de la edad dorada de los videoclubs).
Ahora nos llega con bastante recelo el remake, mucho más tecnificado, con efectos especiales punteros, y lo más sorprendente, con un guión sólido y en ocasiones alejado de la cinta de Verhoeven.
Siempre las comparaciones son odiosas, y atentar contra los mitos de juventud resulta muy duro, y es comprensible que las críticas negativas comenzarán incluso antes de arrancar el rodaje.
Pero contra todo pronóstico, la nueva película funciona, y aunque sea incapaz de levantar una nueva generación de fans, sí que cumple con creces convirtiéndose en una propuesta por encima de la media en lo que a remakes se refiere.
No encontraréis sangre, gore, y violencia extrema, todo es mucho más aséptico, son otros tiempos que se alejan irremediablemente de aquellos gloriosos años 80, donde muchos directores cruzaban la raya una y otra vez, y no pasaba absolutamente nada.
En un siglo donde los niños están sobreprotegidos ante cualquier atisbo de violencia en cine o en televisión, es incomprensible un acercamiento como el que hizo el holandés Paul Verhoeven.
El director José Padilha tenía ante sí un reto complicado, superar el original, y aunque desde luego no lo hace, si que se le acerca e incluso en ocasiones se coloca en paralelo. El acierto fundamental estriba en las nuevas aportaciones, que las hay y son muy acertadas, al igual que su reparto encabezado por el protagonista masculino de la serie “The killing”, Joel Kinnaman y los siempre efectivos Gary Oldman y Michael Keaton, siendo este último el que más sorprende cuando adopta el “modo villano” de la historia.
Y un guiño musical importante para los fans, en las dos (escasas) ocasiones que suena el poderoso tema de Basil Poledouris, a más de uno le entrarán ganas de patrullar por las violentas calles de Detroit.
Es una lástima que sus modestos resultados en taquilla no relancen la franquicia, ya que en esta película no solamente hay buen cine de entretenimiento, sino también buen cine.
En su momento sorprendió entre los adolescentes y la chavalería, terminamos adorando al personaje y devorábamos sus secuelas una y otra vez (la segunda y la tercera fueron carne de la edad dorada de los videoclubs).
Ahora nos llega con bastante recelo el remake, mucho más tecnificado, con efectos especiales punteros, y lo más sorprendente, con un guión sólido y en ocasiones alejado de la cinta de Verhoeven.
Siempre las comparaciones son odiosas, y atentar contra los mitos de juventud resulta muy duro, y es comprensible que las críticas negativas comenzarán incluso antes de arrancar el rodaje.
Pero contra todo pronóstico, la nueva película funciona, y aunque sea incapaz de levantar una nueva generación de fans, sí que cumple con creces convirtiéndose en una propuesta por encima de la media en lo que a remakes se refiere.
No encontraréis sangre, gore, y violencia extrema, todo es mucho más aséptico, son otros tiempos que se alejan irremediablemente de aquellos gloriosos años 80, donde muchos directores cruzaban la raya una y otra vez, y no pasaba absolutamente nada.
En un siglo donde los niños están sobreprotegidos ante cualquier atisbo de violencia en cine o en televisión, es incomprensible un acercamiento como el que hizo el holandés Paul Verhoeven.
El director José Padilha tenía ante sí un reto complicado, superar el original, y aunque desde luego no lo hace, si que se le acerca e incluso en ocasiones se coloca en paralelo. El acierto fundamental estriba en las nuevas aportaciones, que las hay y son muy acertadas, al igual que su reparto encabezado por el protagonista masculino de la serie “The killing”, Joel Kinnaman y los siempre efectivos Gary Oldman y Michael Keaton, siendo este último el que más sorprende cuando adopta el “modo villano” de la historia.
Y un guiño musical importante para los fans, en las dos (escasas) ocasiones que suena el poderoso tema de Basil Poledouris, a más de uno le entrarán ganas de patrullar por las violentas calles de Detroit.
Es una lástima que sus modestos resultados en taquilla no relancen la franquicia, ya que en esta película no solamente hay buen cine de entretenimiento, sino también buen cine.
20 de febrero de 2014
20 de febrero de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por: John Harold Giraldo Herrera
Docente universitario y periodista
[email protected]
Una casualidad resulta al ver que el remake famoso de ciencia ficción de Hollywood, el Robot policía hecho de un humano, es menos de acción y más de drama. Algo pasa cuando merman las acciones y se incrementan las escenas donde se re-crea la ciencia, o los absortos hechos sobre lo que implica que la humanidad transite hacia su mecanización, o que converja con cyborgs. Robocop captura la atención de los espectadores, quienes se adentran en los adelantos tecnocientíficos, al paso que se vive el mundo y sus realidades en medio de un plató noticioso, donde un presentador de noticias hace las veces de controlador de todos los demás.
Ahí también se encuentra otro dato curioso, el medio televisivo en cabeza de un semidios no es un árbitro ni menos un informador periodístico, es la autoridad, el juez, la parte, la noticia, en fin, un apoderado de lo que se debe y no debe hacer y en eso el Robocop cuenta con una gran incidencia para ser o no ser, para ir en la mengua de los actos desbordados de inseguridad; en la primera versión de esta película en 1987, se decía: “Este es su noticiero, denos tres minutos y le daremos el mundo”. Ahora no se da el mundo, se dice qué es lo correcto y qué importa, como en Detroit prohibieron las máquinas, lo primero será persuadir para que las acepten: “Hasta la policía, los hombres y mujeres que juraron ampararnos siempre, se pueden sobornar; ellos son corruptibles. Las maquinas sin embargo son libres de corrupción”, dice Novak, el presentador. Luego, el otro protagonista principal es un científico, uno que se encuentra a los designios del mercader del miedo y las balas.
Ahora, el miedo, la coacción, los hechos de salir en busca de la seguridad en cada patio trasero de los Estados Unidos, la violencia y el control, están ahí gravitando en la película. De manera que balas hay pocas, hechos llamativos alrededor de un cyborg se ponen frente a nosotros, nos inquietan y queremos saber qué pasará. Ese giro de la película depende en gran medida del director, se trata de un brasilero José Padilha, quien antes nos había sorprendido con una película de mucha factura narrativa, pero donde las balas eran un común denominador, allá en la favelas, nos mostró cómo operaba un súper comando de la policía, y le valió para dos filmes, Tropa de élite. Así varios directores latinoamericanos le andan colocando su toque a los fabricadores de sueños en Hollywood.
La lucha entonces es la de saber si ese humano ya hecho máquina (el nuevo hombre de Hojalata) podrá ser querido por los demás, y al tiempo ser controlado por sí mismo, mientras que la corporación Omnicorp que lo ha creado hace muchos más. Robocop es un comodín de la ciencia ficción, un espejo que nos pone una mirada hacia el futuro, un futuro que pisamos, donde ya un ser humano se puede revestir de metal mientras el corazón sigue latiendo y la conciencia dictaminando los pareceres de la vida.
sigo en spoiler
Docente universitario y periodista
[email protected]
Una casualidad resulta al ver que el remake famoso de ciencia ficción de Hollywood, el Robot policía hecho de un humano, es menos de acción y más de drama. Algo pasa cuando merman las acciones y se incrementan las escenas donde se re-crea la ciencia, o los absortos hechos sobre lo que implica que la humanidad transite hacia su mecanización, o que converja con cyborgs. Robocop captura la atención de los espectadores, quienes se adentran en los adelantos tecnocientíficos, al paso que se vive el mundo y sus realidades en medio de un plató noticioso, donde un presentador de noticias hace las veces de controlador de todos los demás.
Ahí también se encuentra otro dato curioso, el medio televisivo en cabeza de un semidios no es un árbitro ni menos un informador periodístico, es la autoridad, el juez, la parte, la noticia, en fin, un apoderado de lo que se debe y no debe hacer y en eso el Robocop cuenta con una gran incidencia para ser o no ser, para ir en la mengua de los actos desbordados de inseguridad; en la primera versión de esta película en 1987, se decía: “Este es su noticiero, denos tres minutos y le daremos el mundo”. Ahora no se da el mundo, se dice qué es lo correcto y qué importa, como en Detroit prohibieron las máquinas, lo primero será persuadir para que las acepten: “Hasta la policía, los hombres y mujeres que juraron ampararnos siempre, se pueden sobornar; ellos son corruptibles. Las maquinas sin embargo son libres de corrupción”, dice Novak, el presentador. Luego, el otro protagonista principal es un científico, uno que se encuentra a los designios del mercader del miedo y las balas.
Ahora, el miedo, la coacción, los hechos de salir en busca de la seguridad en cada patio trasero de los Estados Unidos, la violencia y el control, están ahí gravitando en la película. De manera que balas hay pocas, hechos llamativos alrededor de un cyborg se ponen frente a nosotros, nos inquietan y queremos saber qué pasará. Ese giro de la película depende en gran medida del director, se trata de un brasilero José Padilha, quien antes nos había sorprendido con una película de mucha factura narrativa, pero donde las balas eran un común denominador, allá en la favelas, nos mostró cómo operaba un súper comando de la policía, y le valió para dos filmes, Tropa de élite. Así varios directores latinoamericanos le andan colocando su toque a los fabricadores de sueños en Hollywood.
La lucha entonces es la de saber si ese humano ya hecho máquina (el nuevo hombre de Hojalata) podrá ser querido por los demás, y al tiempo ser controlado por sí mismo, mientras que la corporación Omnicorp que lo ha creado hace muchos más. Robocop es un comodín de la ciencia ficción, un espejo que nos pone una mirada hacia el futuro, un futuro que pisamos, donde ya un ser humano se puede revestir de metal mientras el corazón sigue latiendo y la conciencia dictaminando los pareceres de la vida.
sigo en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Alex Murphy, el detective que nos cautiva por su honor y su sacrificio, es ahora menos que un cuerpo. Su quehacer en el mundo parece tener una ruta, una razón de ser. En medio de tantas casualidades fue él y no otro el llamado a cubrir su conciencia de ciencia y tecnología, de armas y sofisticados adelantos. Novak dice esto de él: “El hombre nunca estuvo a la altura, pero Alex Murphy un robot policía... si lo está”.
Muchas preguntas nos invaden ¿podrá el hombre convivir con la máquina?, ¿es posible vivir cubierto de metal y seguir teniendo conciencia de sí?, ¿cuándo saldrán de la pantalla los robots y estarán ahí con nosotros acechando?, ¿Puede la ciencia rearmarnos como lo hicieron con Pinocho y luego darnos la vida? Todas estas son preguntas inocuas, Robocop vino para una nueva temporada, ahí Alex estará.
Muchas preguntas nos invaden ¿podrá el hombre convivir con la máquina?, ¿es posible vivir cubierto de metal y seguir teniendo conciencia de sí?, ¿cuándo saldrán de la pantalla los robots y estarán ahí con nosotros acechando?, ¿Puede la ciencia rearmarnos como lo hicieron con Pinocho y luego darnos la vida? Todas estas son preguntas inocuas, Robocop vino para una nueva temporada, ahí Alex estará.
17 de febrero de 2014
17 de febrero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sabía que esta versión moderna de "Robocop" no iba a ser mejor que la de antaño de 1987, y es que el director José Padilha, que tan habilmente dirigió las geniales "Tropa de Élite" 1 y 2, no ha sido lo mismo con esta nueva peli de "Robocop". La verdad es que yo echo de menos aquella primera película de la saga del robot justiciero de Paul Verhoeven, ya que aunque indudablemente en este reciente film también haya actores tan buenos como conocidos, ni por esas deja de ser inferior a la de hace 27 años.
Ni siquiera la banda sonora es mejor, que no es que sea mala pero no es de la misma calidad que la versión de antaño.
Aunque este detalle es lo de menos, ya que no es importante, pero si el hecho de que la peli no sea lo que se esperaba de ella, que es exactamente lo ha pasado en esta ocasión.
Una lástima, porque podía haber sido todo un peliculón.
Ni siquiera la banda sonora es mejor, que no es que sea mala pero no es de la misma calidad que la versión de antaño.
Aunque este detalle es lo de menos, ya que no es importante, pero si el hecho de que la peli no sea lo que se esperaba de ella, que es exactamente lo ha pasado en esta ocasión.
Una lástima, porque podía haber sido todo un peliculón.
20 de febrero de 2014
20 de febrero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Necesaria? No. ¿Aporta algo nuevo? Sí. ¿Merece la pena? Sorprendentemente, sí, mucho más de lo que aparenta a simple vista.
La película plantea cuestiones como los límites de las multinacionales para conseguir sus objetivos de ventas, la eutanasia (aunque no está marcado especialmente este punto, se trata de manera muy adecuada y humana), el valor de la familia, los ataques con drones en territorio extranjero, la manipulación de los informativos, la corrupción en la política, los peligros de la tecnología, las diferencias entre un hombre y una máquina... Este último punto es mucho más interesante de lo que pueda parecer, valorando a través de temas como la consciencia o la capacidad de decisión qué es lo que diferencia a un ser humano de un robot y por qué hay ciertas acciones que un ser humano puede realizar y un robot no (amar, valorar una vida más allá de datos meramente racionales, tomar decisiones basándose en datos emocionales y racionales...).
El diseño de los diferentes robots, vehículos y armas futuristas es muy realista, lo que ayuda a que nos creamos que estamos en ese Detroit futurista de 2028 y veamos los peligros que nos presenta la película como algo mucho más cercano. Esto también ayuda a que nos identifiquemos con el protagonista y deseemos que triunfe su parte humana por encima de la robótica, pues pese a que la robótica le ha salvado la vida, si termina controlándole y eliminando sus impulsos humanos, ¿ha salvado realmente su vida?
En definitiva, estamos ante una película de acción muy bien hecha, con más trama y profundidad de lo que nos tiene acostumbrado el cine de acción últimamente, y con unos cambios lo suficientemente importantes como para justificar el pago de la entrada para este remake de un clásico de los 80.
Crítica completa aquí:
http://sayonarababyblog.blogspot.com.es/2014/02/innecesario-pero-muy-interesante-remake.html
La película plantea cuestiones como los límites de las multinacionales para conseguir sus objetivos de ventas, la eutanasia (aunque no está marcado especialmente este punto, se trata de manera muy adecuada y humana), el valor de la familia, los ataques con drones en territorio extranjero, la manipulación de los informativos, la corrupción en la política, los peligros de la tecnología, las diferencias entre un hombre y una máquina... Este último punto es mucho más interesante de lo que pueda parecer, valorando a través de temas como la consciencia o la capacidad de decisión qué es lo que diferencia a un ser humano de un robot y por qué hay ciertas acciones que un ser humano puede realizar y un robot no (amar, valorar una vida más allá de datos meramente racionales, tomar decisiones basándose en datos emocionales y racionales...).
El diseño de los diferentes robots, vehículos y armas futuristas es muy realista, lo que ayuda a que nos creamos que estamos en ese Detroit futurista de 2028 y veamos los peligros que nos presenta la película como algo mucho más cercano. Esto también ayuda a que nos identifiquemos con el protagonista y deseemos que triunfe su parte humana por encima de la robótica, pues pese a que la robótica le ha salvado la vida, si termina controlándole y eliminando sus impulsos humanos, ¿ha salvado realmente su vida?
En definitiva, estamos ante una película de acción muy bien hecha, con más trama y profundidad de lo que nos tiene acostumbrado el cine de acción últimamente, y con unos cambios lo suficientemente importantes como para justificar el pago de la entrada para este remake de un clásico de los 80.
Crítica completa aquí:
http://sayonarababyblog.blogspot.com.es/2014/02/innecesario-pero-muy-interesante-remake.html
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