Sería estupendo disponer de una sustancia capaz de hacerte aprovechar las capacidades mentales al máximo. Ese es el planteamiento de esta película, llevando al límite las consecuencias para el protagonista.

Muchas veces, durante el filme, no sabes si estás viendo algo que no se toma demasiado en serio a sí mismo o, por el contrario, estamos ante una de suspense con todas las de la ley. Es cierto que tiene esos vaivenes, pero al mismo tiempo no se puede negar que la película engancha desde el comienzo y se pasa volando. Es muy entretenida y divertida.

Los actores están bastante bien. Mención especial para el matón ruso, una suerte de Jason Staham pasado de rosca del que siempre esperas que haga algo extraño. El ritmo del filme, como he dicho anteriormente, es bastante elevado. En definitiva, estamos ante una cinta muy entretenida con la que vale la pena pasar el rato.

Así que ya sabéis, aprovechad vuestra inteligencia al máximo, pero tened en cuenta que, a veces, pasarse de listo tiene sus consecuencias.

Entretenimiento puro con una buena historia que mezcla adicciones, algo de thriller y de bajos fondos, intrigas, éxito y el anhelo de superación y omnipotencia del hombre.

El montaje es muy bueno y los efectos especiales son buenos. Contribuyen a la sensación de vértigo , de caos que sufre el personaje. Estos efectos no llegan a ser tan estéticos como en los films de Aronofsky, pero consiguen crear un efecto lisérgico con mucho peso en la historia.

Buenas actuaciones, Cooper cumple con nota pero está claro que su registro natural es más el de galán que el de marginado social. De Niro, sencillamente genial (You talkin'me?).

Muy buena dirección. ¿Comercial? Pues sí, ¿y? Te divierte, te entretiene y el pulso constante que tiene el film junto con su potente arranque te tienen abandonado del mundo real y centrado en esta buena historia durante todo el metraje. Sorpresas, giros inesperados, algunas peleas, persecuciones, intrigas y locura.

Es una película que entretiene con razonable inteligencia (aunque daba para mucho más) y elegancia.

En ocasiones cuando revisas una película al cabo de unos años, te das cuenta que no es la misma... Pero la causa no es la película... Quien ha cambiado eres tú.

Le di un 10 hace casi 9 años... Y no creo que ahora hubiera modificado la nota, aunque si la percepción que en este tiempo tengo de todo. Recuerdo que me gustó, evidentemente por eso la valoré con la máxima puntuación. No recordaba que hubiese sido interpretada por Bradley Cooper, ni siquiera que Robert De Niro participara en ella, en un papel de viejo sabueso de grandes corporaciones financieras.

Si, recordaba la precipitación por alcanzar metas del escritor Eddie Morra, las razones que lo llevaron al lugar donde se situaba... pero a partir de ahí... NADA.

Como un cóctel de adrenalina para la mente, la trama de está pelicula se desenvuelve al interior de un laberinto intrincado, atrapándonos en sus giros y vueltas audaces. Bradley Cooper brilla como una estrella en pleno ascenso, encarnando a un personaje cuya sed de conocimiento se convierte en su droga personal. La dirección de Neil Burger cual mano invisible nos guía por esta travesía vertiginosa, utilizando una estética visual que fusiona elegancia y audacia; la música no se queda atras, pues enmarca cada momento, como un acompasado latido acelerado.

"Sin límites" es una sinfonía de posibilidades infinitas, recordándonos que, cuando nos atrevemos a explorar los rincones más profundos de nuestra mente, el resultado puede ser verdaderamente extraordinario.

Acomodado en mi butaca observo a Bradley Cooper en lo alto de un rascacielos. La cosa promete. Me tomo la pastilla. El guaperas de Bradley (aunque ahora hecho un desparpajo) camina por la gran manzana. Comienzo a ver números y flashazos alrededor de mí. A Bradley parece ocurrirle lo mismo. De repente mi cerebro se pone a 100. No puedo controlarlo. Necesito un desafío intelectual. La historia cae en picado. Estoy perdido. Escenas absurdas. Diálogos penosos. El guión no tiene gancho. Me pongo nervioso. Bostezo. Reflexiono sobre la decadencia de Robert de Niro. Me tumbo. No puedo controlarlo. Lucho contra mis párpados para que no se cierren. Ójala se acabe ya ésta mierda. Tengo sueño. Le he perdido la gracia a la película. Parece que nunca acaba. Me pongo más nervioso. Me tomo otra pastilla. No puedo controlarlo. La historia alcanza su clímax. Yo también...

Se encienden las luces. Sonrío. Títulos de crédito. Aplaudo. Ya puedo dormir tranquilo...