Los caballeros
7.2
26,993
2 de diciembre de 2020
2 de diciembre de 2020
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Divertida, gamberra, alocada, extravagante, disparatada con un ritmo trepidante y mareante por momentos Ritchie se divierte (sobre todo con el vestuario) y nos divierte sin más pretensiones que ello con un rocambolesco e inverosímil guión que juega sus mejores bazas en una galería de personajes caricaturescos impecablemente interpretados por todo el elenco. El de Colin Farrell es todo un hallazgo. No les busquen los tres pies al gato y dejense llevar. Ritchie dice que está trabajando en una serie sobre la película. Pues eso.
cineziete.wordpress.com
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20 de junio de 2021
20 de junio de 2021
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El Ritchie vuelve a lo que mejor sabe hacer (¿lo único que sabe hacer?), otra versión de la peli que le dio la fama tras errar perdido por Hollywood, haciendo Aladdillin y El rey Artruño. Lo necesitaba.
Desde luego no es algo nuevo, pero funciona y no resulta forzado, te dejas llevar y acabas pasándolo bien con esta comedia de gangsters que sí que introduce un factor de metacine, de guionista listillo, con el que Guy impone cierta distancia sobre sí mismo, aunque esto tampoco es nada original.
Su rollo siempre ha tenido mucho de artificio videoclipero de su época y no falta aquí ese poso “moderno” (el Hunnam es un hipster de manual y hasta los canis british y los drogatas derrochan estilo). Festival de montajes paralelos, rupturas de la linealidad, un buen timing que no decae, y desde luego, constantes gracietas y ocurrencias (visuales o dialogadas) y un desfile de personajes caricaturescos y siempre molones (el prota -Mateo-, por cierto, aparece de manera más “indirecta” como parte del relato de un narrador).
Sucesión inagotable, por cierto, de temazo tras temazo (se le da bien empalmar música con imagen a este hombre) que ayudan a la buena digestión.
Desde luego no es algo nuevo, pero funciona y no resulta forzado, te dejas llevar y acabas pasándolo bien con esta comedia de gangsters que sí que introduce un factor de metacine, de guionista listillo, con el que Guy impone cierta distancia sobre sí mismo, aunque esto tampoco es nada original.
Su rollo siempre ha tenido mucho de artificio videoclipero de su época y no falta aquí ese poso “moderno” (el Hunnam es un hipster de manual y hasta los canis british y los drogatas derrochan estilo). Festival de montajes paralelos, rupturas de la linealidad, un buen timing que no decae, y desde luego, constantes gracietas y ocurrencias (visuales o dialogadas) y un desfile de personajes caricaturescos y siempre molones (el prota -Mateo-, por cierto, aparece de manera más “indirecta” como parte del relato de un narrador).
Sucesión inagotable, por cierto, de temazo tras temazo (se le da bien empalmar música con imagen a este hombre) que ayudan a la buena digestión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muy bien el reparto y bien aprovechado, llevándose la palma el Grant haciendo de Hans Landa y como maestro de ceremonias en una trama demencial (como mandan los cánones “noir”) que juega a rizar el rizo más de la cuenta, a trampear al espectador con giros y llevarlo por donde quiere.
Uno se pregunta si esto tiene sentido e intenta atar todos los cabos; al menos se da pie a cosas tan simpáticas como la persecución callejera de los niñatos, o la secuencia del Hunnam en el piso de los yonkis superstar. Nos sueltan un mensaje que no recuerdo de las anteriores, sobre lo viejo y lo nuevo, la reivindicación de una aristocracia del crimen con elegancia y con principios, aunque sin andarse con tonterías cuando se requiere… frente a la inhumanidad del negocio actual (los malos son los chinos y los judíos) y a la caza del beneficio económico sin más (¿nos quiere decir algo este señor, tras su paso por el cine familiar y para la chavalada?).
Es clara la pulla contra las nuevas generaciones, los millenials llorones con dinero y los niños-rata con internet y smartphone, que lo quieren todo para ya mismo; al final esto es la historia de uno que es el puto amo y siempre lo será, más optimista y menos crepuscular que lo apuntado en un principio. Y la chica de la peli es la chica de la peli, por muy cool (como una más) que nos la quieran vender (al final la tienen que rescatar y todo). Y pobrecitos los nobles británicos, a quienes sajan a impuestos...
Uno se pregunta si esto tiene sentido e intenta atar todos los cabos; al menos se da pie a cosas tan simpáticas como la persecución callejera de los niñatos, o la secuencia del Hunnam en el piso de los yonkis superstar. Nos sueltan un mensaje que no recuerdo de las anteriores, sobre lo viejo y lo nuevo, la reivindicación de una aristocracia del crimen con elegancia y con principios, aunque sin andarse con tonterías cuando se requiere… frente a la inhumanidad del negocio actual (los malos son los chinos y los judíos) y a la caza del beneficio económico sin más (¿nos quiere decir algo este señor, tras su paso por el cine familiar y para la chavalada?).
Es clara la pulla contra las nuevas generaciones, los millenials llorones con dinero y los niños-rata con internet y smartphone, que lo quieren todo para ya mismo; al final esto es la historia de uno que es el puto amo y siempre lo será, más optimista y menos crepuscular que lo apuntado en un principio. Y la chica de la peli es la chica de la peli, por muy cool (como una más) que nos la quieran vender (al final la tienen que rescatar y todo). Y pobrecitos los nobles británicos, a quienes sajan a impuestos...
24 de julio de 2021
24 de julio de 2021
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¿Por qué Guy Ritchie hizo Aladdin? ¿Por qué hizo Barridos por la marea? ¿Por qué hace proyectos que se quedan en nada como Rey Arturo? ¿Por qué se notaba tanto su desgana en Sherlock Holmes 2: Juego de sombras? A Guy Ritchie lo que le gusta en realidad son sus películas que tiran del submundo londinense como en Snatch, RocknRolla o en la reciente The Gentlemen. Imagino que para costear estas últimas sobre delincuentes debe hacer su trabajo mercenario en las primeras películas, los blockbusters... Si Aladdin era la confirmación de su terrible desgaste, The Gentlemen es un signo de esperanza que ha hecho que ya esté preparando una miniserie que ampliará el tono de la película.
Como Quentin Tarantino, ese espejo donde Guy Ritchie ha querido mirarse muchas veces, intenta centrarse más en la trama, en cómo se cuenta, que en lo que cuenta. Trocea, salta para delante, vuelve para detrás, se juega con la idea del metacine… Poco se puede decir del argumento: un señor del crimen, que controla el tráfico de marihuana, quiere ceder su trono sin que antes acaben con él, mientras un investigador privado chantajea a su segundo y narra los distintos enfrentamientos que ha habido para tomar el poder.
No esperen a Shakespeare (ni siquiera a Scorsese), esperen más bien una entretenida obra de género criminal que no aburre en ningún momento, aunque tire de la brutalidad y el salvajismo hiperbólico para aparentar que la trama tiene más de lo que tiene. Es la fórmula de Guy Ritchie y le suele funcionar cuando habla de lo que le gusta.
En parte, logra eso gracias a un reparto en estado de gracia donde destacan Matthew McConaughey como el mafioso que desea retirarse Michael Pearson, Charlie Hunnam como el lugarteniente con TOC Ray, Hugh Grant como el chantajista Fletcher y, en roles más secundarios, Henry Golding como el candidato a ser el señor de la mafia china Dry Eye, Colin Farrell como el liante a nivel de barrio Coach, Jeremy Strong como el hortera señor del crimen Matthew y Michelle Dockery como la señora de Pearson, Rosalind.
Durante las casi dos horas de duración, en The Gentlemen no hay momento para el aburrimiento: hay acción, traiciones, venganzas, humor, crítica a las drogas duras y a los antiguos lores ingleses que viven de las rentas (o lo intentan), del periodismo banal y de los nuevos medios como YouTube (donde cualquiera puede hacerse famoso colgando un crimen; hasta se hace un guiño a Black Mirror).
La próxima vez que Guy Ritchie haga alguna de las suyas, tendremos confianza en que sea algo como The Gentlemen, ya sabemos que, cuando no hace de las suyas, sino de las de otros, nos sale lo que nos sale. Hasta entonces, buena suerte, rey de la selva.
Como Quentin Tarantino, ese espejo donde Guy Ritchie ha querido mirarse muchas veces, intenta centrarse más en la trama, en cómo se cuenta, que en lo que cuenta. Trocea, salta para delante, vuelve para detrás, se juega con la idea del metacine… Poco se puede decir del argumento: un señor del crimen, que controla el tráfico de marihuana, quiere ceder su trono sin que antes acaben con él, mientras un investigador privado chantajea a su segundo y narra los distintos enfrentamientos que ha habido para tomar el poder.
No esperen a Shakespeare (ni siquiera a Scorsese), esperen más bien una entretenida obra de género criminal que no aburre en ningún momento, aunque tire de la brutalidad y el salvajismo hiperbólico para aparentar que la trama tiene más de lo que tiene. Es la fórmula de Guy Ritchie y le suele funcionar cuando habla de lo que le gusta.
En parte, logra eso gracias a un reparto en estado de gracia donde destacan Matthew McConaughey como el mafioso que desea retirarse Michael Pearson, Charlie Hunnam como el lugarteniente con TOC Ray, Hugh Grant como el chantajista Fletcher y, en roles más secundarios, Henry Golding como el candidato a ser el señor de la mafia china Dry Eye, Colin Farrell como el liante a nivel de barrio Coach, Jeremy Strong como el hortera señor del crimen Matthew y Michelle Dockery como la señora de Pearson, Rosalind.
Durante las casi dos horas de duración, en The Gentlemen no hay momento para el aburrimiento: hay acción, traiciones, venganzas, humor, crítica a las drogas duras y a los antiguos lores ingleses que viven de las rentas (o lo intentan), del periodismo banal y de los nuevos medios como YouTube (donde cualquiera puede hacerse famoso colgando un crimen; hasta se hace un guiño a Black Mirror).
La próxima vez que Guy Ritchie haga alguna de las suyas, tendremos confianza en que sea algo como The Gentlemen, ya sabemos que, cuando no hace de las suyas, sino de las de otros, nos sale lo que nos sale. Hasta entonces, buena suerte, rey de la selva.
16 de agosto de 2021
16 de agosto de 2021
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Dirigida por Guy Ritchie "The Gentlemen: Los señores de la mafia" es la vuelta del director al estilo que lo encumbró con "Snatch, cerdos y diamantes". Un estilo que nos adentra de nuevo en los ambientes criminales de Londres con personajes burdos pero muy auténticos, humor negro y un montón de escenas rodadas a un ritmo vertiginoso. La película se centra en el negocio de Mickey Pearson (Matthew McConaughey), un americano que consigue construir un imperio de granjas de marihuana instaladas bajo las mansiones de las clases burguesas con escaso dinero, pero los problemas empiezan cuando quiere retirarse del negocio y vender el imperio al mejor postor. Siendo una película divertida y con mucha acción, a veces quizás demasiada sale muy beneficiada gracias al espectacular reparto entre los que destacan Charlie Hunnam, Hugh Grant, Colin Farrell, Jeremy Strong y por encima de todos el protagonista, Matthew McConaughey.
En resumen, Guy Ritchie ha vuelto a sus orígenes con la que probablemente sea su mejor película. Muy recomendable.
En resumen, Guy Ritchie ha vuelto a sus orígenes con la que probablemente sea su mejor película. Muy recomendable.
10 de noviembre de 2021
10 de noviembre de 2021
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Como si del retorno del hijo pródigo se tratase, el inglés Guy Ritchie vuelve al subgénero que le dio fama mundial, como son las historias de mafiosos, de la mano del "no estaba muerto, estaba de comedias románticas" Matthew McConaughey como cabecilla principal de la función en la que una plantación de marihuana hará volver locos a alguna gente de mala reputación (o buena, según como se mire).
McConaughey, Charlie Hunnam, Hugh Grant, Colin Farrell y compañía se verán envueltos de una forma u otra en el asunto de una venta de la susodicha plantación de marihuana propiedad de Mickey Pearson en el que comparte con 'Revolver' la apariencia de una narración más sobre gángsters que nos cuenta el tito Ritchie (si bien aquí mejor llevada que en aquel filme de 2005 con buenas intenciones, pero mal desarrollo), mas en el fondo de toda la cuestión está el tema de viejas generaciones contra nuevas generaciones.
Mientras va transcurriendo el asunto, se va dando pinceladas de esto en temas como tratan los adultos y los jóvenes la tecnología, con la presencia de las redes sociales y los 'likes' como droga o la disputa de mafiosos de generaciones distintas. Me parece un trasfondo bastante interesante de tratar, ya que es bastante evidente el cambio tecnólogico que ha sucedido a un ritmo vertiginoso en el que hace solo 30-35 años nos tratábamos mediante cartas y ahora se puede hablar con cualquier persona del mundo en cuestión de segundos. Un acierto el tema y el como introducirlo de forma de quede natural por parte de Ritchie como, también, autor del guion.
Además de eso, tenemos un regreso del director de 'Lock & Stock' o 'Snatch. Cerdos y diamantes' al submundo de la mafia en un más que buen estado de forma arropado por actores de más que reconocida solvencia en el que destacaría a Hugh Grant interpretando a Fletcher como el personaje más jugoso y, en menor medida, a Matthew McConaughey a quien no recuerdo verle tan visceral en otros filmes y le sienta bien esta versión más salvaje.
¿Recomendable? Por supuesto.
7.5
McConaughey, Charlie Hunnam, Hugh Grant, Colin Farrell y compañía se verán envueltos de una forma u otra en el asunto de una venta de la susodicha plantación de marihuana propiedad de Mickey Pearson en el que comparte con 'Revolver' la apariencia de una narración más sobre gángsters que nos cuenta el tito Ritchie (si bien aquí mejor llevada que en aquel filme de 2005 con buenas intenciones, pero mal desarrollo), mas en el fondo de toda la cuestión está el tema de viejas generaciones contra nuevas generaciones.
Mientras va transcurriendo el asunto, se va dando pinceladas de esto en temas como tratan los adultos y los jóvenes la tecnología, con la presencia de las redes sociales y los 'likes' como droga o la disputa de mafiosos de generaciones distintas. Me parece un trasfondo bastante interesante de tratar, ya que es bastante evidente el cambio tecnólogico que ha sucedido a un ritmo vertiginoso en el que hace solo 30-35 años nos tratábamos mediante cartas y ahora se puede hablar con cualquier persona del mundo en cuestión de segundos. Un acierto el tema y el como introducirlo de forma de quede natural por parte de Ritchie como, también, autor del guion.
Además de eso, tenemos un regreso del director de 'Lock & Stock' o 'Snatch. Cerdos y diamantes' al submundo de la mafia en un más que buen estado de forma arropado por actores de más que reconocida solvencia en el que destacaría a Hugh Grant interpretando a Fletcher como el personaje más jugoso y, en menor medida, a Matthew McConaughey a quien no recuerdo verle tan visceral en otros filmes y le sienta bien esta versión más salvaje.
¿Recomendable? Por supuesto.
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