Aniquilación
2018 

6.0
29,924
Ciencia ficción. Thriller. Terror
Cuando su marido desaparece durante una misión secreta para regresar sin recordar nada, la bióloga Lena se une a una expedición a una misteriosa región acordonada por el gobierno de los Estados Unidos. El grupo, compuesto por 5 mujeres científicas, investiga la zona X, un intrigante lugar controlado por una poderosa fuerza alienígena. La zona X es un lugar al que han ido otras expediciones, pero del que ninguna ha vuelto. (FILMAFFINITY) [+]
12 de marzo de 2018
12 de marzo de 2018
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decir que va a dividir a mucha gente es tal vez quedarse corto. Si eso es bueno malo se lo dejo a otros que sepan de cine más que yo. Pero esta película me ha convencido desde el principio hasta el final. No voy a decir que me ha hecho aplaudir. Ni tampoco la voy a calificar como una obra maestra. Pero es buena.
La trama en sí la he encontrado compleja, falta de respuestas. Y eso es fundamentalmente lo que va a gustar o disgustar a partes iguales. Natalie Portman está en su línea: correcta. Se nota que Oscar Isaac rodó sus escenas en los descansos de Los Últimos Jedi: no aparece tanto como se le quisiera.
Una película sorprendente, de muy difícil digestión, pero que se queda contigo una vez termina y demuestra el talento que Alex Garland posee. Y eso en estos días es muy preciado.
La trama en sí la he encontrado compleja, falta de respuestas. Y eso es fundamentalmente lo que va a gustar o disgustar a partes iguales. Natalie Portman está en su línea: correcta. Se nota que Oscar Isaac rodó sus escenas en los descansos de Los Últimos Jedi: no aparece tanto como se le quisiera.
Una película sorprendente, de muy difícil digestión, pero que se queda contigo una vez termina y demuestra el talento que Alex Garland posee. Y eso en estos días es muy preciado.
15 de marzo de 2018
15 de marzo de 2018
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un panorama cada vez más apretado y competitivo, unido al cambio de las tendencias del público mayoritario, los grandes estudios no están dispuestos a correr riesgos en sus producciones; sobretodo en aquellos géneros (como el de la ciencia ficción) que tradicionalmente son considerados como difíciles para la taquilla, a no ser que esté repleto de batallas interestelares. Se podría poner como ejemplo el caso de "Blade Runner 2049" de Dennis Villeneuve, tardía segunda parte del filme de culto firmado en los ochenta por Ridley Scott, que a pesar de su indiscutible calidad, así como el respeto y la fidelidad con su homóloga precedente, fracasó estrepitosamente en la taquilla debido, en gran medida, a las mismas razones que hicieran estrellarse en las carteleras a la cinta de Ridley, las cuales eran que pecaba de ser 'demasiado intelectual' y contener poca acción, ya que el espectador tras ver a Harrisond Ford equipado con su pistola en el póster se creía que vería algo similar a lo visto en 'La guerra de las galaxias'; es decir, a Ford pegando tiros a diestro y siniestro.
Una de esas majors que no está dispuesta a jugársela es la Paramount Pictures, sobretodo desde la irrupción de su nuevo director Jim Gianopulos. Según cita Hollywood Reporter de una fuente interna, el mandamás se ha dedicado a 'ver qué (merecía la pena) estrenar en cines y qué no en nuestra época'. En este sentido, una de esas películas controvertidas afectadas por estas medidas es "Aniquilación", segundo trabajo como director de Alex Garland (tras la fabulosa "Ex Machina"), el cual adapta libremente la novela homónima de Jeff Vandermeer; primer volumen de la Trilogía Southern Reach, una serie que crea un mundo como nunca se ha imaginado y que nos enfrenta al extraño ser que se esconde dentro de cada individuo.
La premisa gira en torno a la bióloga Lena, que tras el enigmático regreso de su marido tras una larga misión secreta, se incorpora a una expedición hacia una misteriosa región acordonada por el gobierno de los Estados Unidos. El grupo, compuesto por cinco mujeres científicas, investiga la zona X, un lugar controlado por una poderosa fuerza alienígena después de que una especie de meteorito impactara cerca de un faro.
Con "Aniquilación" se podría afirmar que Alex Garland se consolida como uno de los referentes del cine de ciencia ficción en la actualidad, ofreciendo propuestas interesantes y novedosas con respecto a la falta de imaginación reinante en nuestros días, a causa de la proliferación de los numerosos remakes, reboots, secuelas y spin offs que inundan semana tras semana las carteleras cinematográficas. Si existe un género dado al ingenio, ese es sin lugar a dudas el de la ciencia ficción, en el que engloba dentro de sus múltiples vertientes todo tipo de fantasías científicas, que pueden compaginar a la perfección con otros géneros dispares al imaginario. En este caso en concreto, "Aniquilación" parte de un argumento puramente fantástico, con una narrativa de exploración de un terreno inhóspito tras la irrupción de un objeto extraterrestre, dando paso posteriormente a pinceladas de auténtico terror psicológico y al miedo a lo desconocido, creando una atmósfera opresiva y perturbadora. La expedición hacia la Zona X no es más que un macguffin, una excusa para colocar a los personajes en una situación límite; y a partir de allí, dar rienda suelta a los temas que realmente quiere tratar, a través del diálogo y la metáfora visual. Sus cinco protagonistas se adentran en la Zona X para combatir sus demonios personales, perfectamente expuestos y desarrollados por Garland. Es un argumento similar al visto en la obra maestra de Andrei Tarkovski "Stalker" (salvando mucho las distancias, evidentemente), así como a la premisa del fabuloso remake de "La cosa" de John Carpenter y el de la mítica serie de televisión "Perdidos", con aquella isla repleta de misterios cada vez más extraños y atmósferas enrarecidas.
Natalie Portman es la protagonista absoluta del filme, apareciendo en casi todas las escenas, haciendo un excelente trabajo de contención, interpretando a un personaje que sostiene todo el peso argumental de la cinta. Los diferentes flashbacks perfilan de maravilla su arco narrativo, y exponen sus motivaciones y matices; además, también le aportan cierto empaque a Oscar Isaac, posiblemente el único personaje masculino con cierta entidad en la trama. En menor medida, destaca una estupenda Jennifer Jason Leigh, la cual podríamos afirmar que su colaboración con Quentin Tarantino (y su posterior nominación a los premios Oscar) la ha rescatado de su injusto olvido, dándole un segundo aire a su carrera. El resto de personajes están bastante estereotipados, siendo a mi entender, lo más flojo del filme. También destaca su ambientación exquisita, en la cual todo está cuidado hasta el mínimo detalle (impresionantes los últimos quince minutos, con detalles como la gotita de sangre o el vaso de agua), haciendo gala de una exuberancia visual, con una alucinante visión multicromática de barroquismo vegetal que nos permite asistir a un poema plasmado en imágenes, como si estuviéramos contemplando una obra de arte expresionista digna del mejor Monet.
Quizás, su mayor inconveniente es que una propuesta de este calado no se haya estrenado en la pantalla grande, debido a las pusilánimes políticas de una major que no está dispuesta a asumir ningún tipo de riesgo; aunque, por lo menos, nos queda el consuelo de que su estreno en la plataforma digital por excelencia Netflix, ha ayudado a que llegue a mucha más gente, que con unos pocos clicks y una simple suscripción, han podido disfrutar del talento de Garland desde la comodidad de su casa.
Una de esas majors que no está dispuesta a jugársela es la Paramount Pictures, sobretodo desde la irrupción de su nuevo director Jim Gianopulos. Según cita Hollywood Reporter de una fuente interna, el mandamás se ha dedicado a 'ver qué (merecía la pena) estrenar en cines y qué no en nuestra época'. En este sentido, una de esas películas controvertidas afectadas por estas medidas es "Aniquilación", segundo trabajo como director de Alex Garland (tras la fabulosa "Ex Machina"), el cual adapta libremente la novela homónima de Jeff Vandermeer; primer volumen de la Trilogía Southern Reach, una serie que crea un mundo como nunca se ha imaginado y que nos enfrenta al extraño ser que se esconde dentro de cada individuo.
La premisa gira en torno a la bióloga Lena, que tras el enigmático regreso de su marido tras una larga misión secreta, se incorpora a una expedición hacia una misteriosa región acordonada por el gobierno de los Estados Unidos. El grupo, compuesto por cinco mujeres científicas, investiga la zona X, un lugar controlado por una poderosa fuerza alienígena después de que una especie de meteorito impactara cerca de un faro.
Con "Aniquilación" se podría afirmar que Alex Garland se consolida como uno de los referentes del cine de ciencia ficción en la actualidad, ofreciendo propuestas interesantes y novedosas con respecto a la falta de imaginación reinante en nuestros días, a causa de la proliferación de los numerosos remakes, reboots, secuelas y spin offs que inundan semana tras semana las carteleras cinematográficas. Si existe un género dado al ingenio, ese es sin lugar a dudas el de la ciencia ficción, en el que engloba dentro de sus múltiples vertientes todo tipo de fantasías científicas, que pueden compaginar a la perfección con otros géneros dispares al imaginario. En este caso en concreto, "Aniquilación" parte de un argumento puramente fantástico, con una narrativa de exploración de un terreno inhóspito tras la irrupción de un objeto extraterrestre, dando paso posteriormente a pinceladas de auténtico terror psicológico y al miedo a lo desconocido, creando una atmósfera opresiva y perturbadora. La expedición hacia la Zona X no es más que un macguffin, una excusa para colocar a los personajes en una situación límite; y a partir de allí, dar rienda suelta a los temas que realmente quiere tratar, a través del diálogo y la metáfora visual. Sus cinco protagonistas se adentran en la Zona X para combatir sus demonios personales, perfectamente expuestos y desarrollados por Garland. Es un argumento similar al visto en la obra maestra de Andrei Tarkovski "Stalker" (salvando mucho las distancias, evidentemente), así como a la premisa del fabuloso remake de "La cosa" de John Carpenter y el de la mítica serie de televisión "Perdidos", con aquella isla repleta de misterios cada vez más extraños y atmósferas enrarecidas.
Natalie Portman es la protagonista absoluta del filme, apareciendo en casi todas las escenas, haciendo un excelente trabajo de contención, interpretando a un personaje que sostiene todo el peso argumental de la cinta. Los diferentes flashbacks perfilan de maravilla su arco narrativo, y exponen sus motivaciones y matices; además, también le aportan cierto empaque a Oscar Isaac, posiblemente el único personaje masculino con cierta entidad en la trama. En menor medida, destaca una estupenda Jennifer Jason Leigh, la cual podríamos afirmar que su colaboración con Quentin Tarantino (y su posterior nominación a los premios Oscar) la ha rescatado de su injusto olvido, dándole un segundo aire a su carrera. El resto de personajes están bastante estereotipados, siendo a mi entender, lo más flojo del filme. También destaca su ambientación exquisita, en la cual todo está cuidado hasta el mínimo detalle (impresionantes los últimos quince minutos, con detalles como la gotita de sangre o el vaso de agua), haciendo gala de una exuberancia visual, con una alucinante visión multicromática de barroquismo vegetal que nos permite asistir a un poema plasmado en imágenes, como si estuviéramos contemplando una obra de arte expresionista digna del mejor Monet.
Quizás, su mayor inconveniente es que una propuesta de este calado no se haya estrenado en la pantalla grande, debido a las pusilánimes políticas de una major que no está dispuesta a asumir ningún tipo de riesgo; aunque, por lo menos, nos queda el consuelo de que su estreno en la plataforma digital por excelencia Netflix, ha ayudado a que llegue a mucha más gente, que con unos pocos clicks y una simple suscripción, han podido disfrutar del talento de Garland desde la comodidad de su casa.
20 de mayo de 2018
20 de mayo de 2018
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al bucear en la obra del autor de la inquietante “Ex Machina” descubro que he asistido al primer acto de una trilogía escrita por el estadounidense Jeff VanderMeer. Sin conocer las diferencias y similitudes entre la obra escrita y rodada, aunque todo apunta a que el argumento, al menos, se mantiene intacto, lo primero que me viene a la mente es la necesidad de esta película en el momento actual.
El cine como cultura de masas supone un filtro por el que se recogen y se transforman los imaginarios sociales, políticos, culturales e, incluso, científicos. Uno de los temas recogidos en la cinta es el feminismo. No es una película feminista, pero habla de feminismo. Cinco mujeres protagonizan la siguiente expedición, de dónde nadie ha vuelto, por un giro del destino que tiene que ver con el empoderamiento en el campo de estudio de cada una, por sus circunstancias personales y, también, por la voluntad que les motiva a descubrir la verdad de lo que ocurre dentro de la zona prohibida.
La historia se podía contar con hombres, pero el autor eligió un grupo de mujeres, y, sin conocer de qué manera son representadas en la novela, en la película actúan cómo mujeres, esto es, cómo la persona que cada una es según la psicología del personaje, no se tienen que convertir en la teniente tal o en el soldado cual, ni estar enfadadas, ni hacer dominadas, ni decir palabrotas o escupir al suelo mientras beben whisky. No es la primera película de heroínas, pero no me viene a la mente una película donde los símbolos masculinos no estuvieran presentes de una forma u otra y que no se tratara de una película que adaptara hechos reales. Me acuerdo de Death Proof, de Tarantino, pero en ésta, el grupo de chicas necesitan utilizar un símbolo propio de la masculinidad del hombre como es el coche; o Kill Bill, del mismo autor, pero recordemos la proyección de la sombra del maestro, Bill o Hattori Hanzo, el hacedor de katanas, sobre el tema que mueve la película, la venganza, que se encuentran en el origen, en el medio y en el fin de la película, otorgando los motivos la capacidad y los recursos para que ésta se produzca y consume. Sin duda este tema daría para un debate que no se puede continuar aquí por un problema de espacio.
Quienes se acerquen a la película buscando un momento de disfrute, encontraran un thriller científico que les mantendrá en vilo hasta los últimos compases con un despliegue de medios y actores fabuloso. Si, además, deciden ponerse las gafas de la crítica, encontrarán elementos que les permitirán corroborar ese dialogo, más o menos oculto según la ocasión, que se produce entre el cine y la sociedad.
Manuel A Gonzalez
@capitanparidas
El cine como cultura de masas supone un filtro por el que se recogen y se transforman los imaginarios sociales, políticos, culturales e, incluso, científicos. Uno de los temas recogidos en la cinta es el feminismo. No es una película feminista, pero habla de feminismo. Cinco mujeres protagonizan la siguiente expedición, de dónde nadie ha vuelto, por un giro del destino que tiene que ver con el empoderamiento en el campo de estudio de cada una, por sus circunstancias personales y, también, por la voluntad que les motiva a descubrir la verdad de lo que ocurre dentro de la zona prohibida.
La historia se podía contar con hombres, pero el autor eligió un grupo de mujeres, y, sin conocer de qué manera son representadas en la novela, en la película actúan cómo mujeres, esto es, cómo la persona que cada una es según la psicología del personaje, no se tienen que convertir en la teniente tal o en el soldado cual, ni estar enfadadas, ni hacer dominadas, ni decir palabrotas o escupir al suelo mientras beben whisky. No es la primera película de heroínas, pero no me viene a la mente una película donde los símbolos masculinos no estuvieran presentes de una forma u otra y que no se tratara de una película que adaptara hechos reales. Me acuerdo de Death Proof, de Tarantino, pero en ésta, el grupo de chicas necesitan utilizar un símbolo propio de la masculinidad del hombre como es el coche; o Kill Bill, del mismo autor, pero recordemos la proyección de la sombra del maestro, Bill o Hattori Hanzo, el hacedor de katanas, sobre el tema que mueve la película, la venganza, que se encuentran en el origen, en el medio y en el fin de la película, otorgando los motivos la capacidad y los recursos para que ésta se produzca y consume. Sin duda este tema daría para un debate que no se puede continuar aquí por un problema de espacio.
Quienes se acerquen a la película buscando un momento de disfrute, encontraran un thriller científico que les mantendrá en vilo hasta los últimos compases con un despliegue de medios y actores fabuloso. Si, además, deciden ponerse las gafas de la crítica, encontrarán elementos que les permitirán corroborar ese dialogo, más o menos oculto según la ocasión, que se produce entre el cine y la sociedad.
Manuel A Gonzalez
@capitanparidas
11 de septiembre de 2018
11 de septiembre de 2018
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Annihilation” es un caso complicado. No voy a caer en el topicazo simplista de “o la amas o la odias”, pero es cierto que LA GENTE, en general, es bastante radical con la nueva obra de Alex Garland. Las opiniones navegan entre “una de las mejores películas de ciencia ficción del siglo XXI” y “bodrio pretencioso”, pero la existencia está llena de grises, y creo que son fundamentales en esta obra para entenderla. Por ello, vamos a alejarnos del amor o del odio absoluto dejando claro previamente que la cosa no esta mal del todo, pero que no me supone la revolución loquísima en el género que muchas personas contemplan.
Al mundo le ha crecido algo muy extraño, y Natalie Portman debe aventurarse a descubrir que es. Junto a su equipo, nos adentraremos en un mundo desconocido que nos obligará a reordenar las reglas del mundo que conocemos para adaptarnos a otras, que funcionan de otro modo. Además, se añaden a la fórmula elementos muy de thriller de terror -que nos pueden recordar a las mismísimas “Alien” o “Distrito 9”-, otros puntitos de thriller psicológico y un trasfondo filosófico para conformar una experiencia intensa y repleta de sorpresas que, por otro lado, no es capaz de deshacerse de la estructura formal del género, dejando la sensación de estar viendo la misma aventura de siempre con nuevo contenido.
Por suerte, el visionado es muy grato y Garland parece haber aprendido a gestionar el ritmo de su narración. “Ex machina” se me hizo un poco bola en su día en este aspecto, pero “Annihilation” sí que logra mantenerme pegado al asiento gracias a unas secuencias de suspense muy bien medidas y a una gestión de la narrativa correcta, que no coloca todo el peso en el diálogo expositivo. Ayuda mucho la amplitud del reparto, contando con unos personajes femeninos interesantes y bien construidos que Garland va destrozando en directo sin compasión alguna. Tengo que destacar a Tessa Thompson, que nos deja un personaje que logra hacernos olvidar su rol en “Westworld”. Y creedme: odio a su personaje de “Westworld”.
Otro pilar fuerte de “Annihilation” es su apartado visual, en el que mezcla un diseño de producción muy sólido con una dirección de fotografía cumplidora. Sus responsables, Mark Digbi y Rob Hardy respectivamente, dan forma a un universo repleto de color y formas imposibles lo suficientemente peculiar como para ser uno de los principales distintivos de la obra e, incluso, parte de su narrativa. Me gusta mucho la gama de colores escogida y nos deja estampas preciosas, que incluso toquetean la poesía visual, peeero debo criticar que en ocasiones se puede volver excesivo. La imagen a ratos parece barroca y sucia, muy alejada de la elegancia de la que hacía gala el anterior trabajo del director y que, no nos engañemos, era uno de sus aspectos fundamentales.
Pero si “Annihilation” tiene un punto flaco, no es otro que su propio mensaje, o sus múltiples lecturas, y cuidado porque en este párrafo rozamos el SPOILER. Garland es un rayado, y se nota reflexivo a la hora de abordar las cuestiones que plantea. Sin embargo, no creo que sepa enfocar estas reflexiones, pues luchan constantemente unas con otras. Una primera lectura muy muy cargadita de movidas por sí misma, una alegoría de fondo demasiado explícita y que no tiene mucho que ver, reflexiones feministas de por medio y un universo que, de simplemente funcionar, nos plantea serias dudas. Los elementos son agradables por separado, pero juntos conforman un pastiche que se muestra desordenado y algo aleatorio. Creo que Garland merece un estudio exhaustivo sobre cómo maneja sus mensajes -PORQUE “EX MACHINA” SE LAS TRAÍA, TAMBIÉN-, y no dudo que lo acabe haciendo en un futuro próximo: ahora mismo, no sabría si meterlo en lo fantástico o en lo pretencioso.
Ante la duda, prefiero dejarlo en ese océano inmenso de las películas notables que cuentan con un visionado grato. No me considero un intelectual de mierda, pero creo haber desentrañado sus secretos con relativa facilidad tras un primer visionado, por lo que no me siento llamado al segundo. Ahora bien, eso no quita que la obra sea perfectamente disfrutable y controvertida: no todas las propuestas que jueguen a desafiarnos como espectadores deben acabar magistralmente su jugada. A veces basta con, simple y llanamente, entregarnos algo con la suficiente profundidad como para no permitirnos desconectar un segundo. Y sin estar a la altura de obras tan gigantescas para mi como “La Llegada” debo decir que lo ha conseguido.
Al mundo le ha crecido algo muy extraño, y Natalie Portman debe aventurarse a descubrir que es. Junto a su equipo, nos adentraremos en un mundo desconocido que nos obligará a reordenar las reglas del mundo que conocemos para adaptarnos a otras, que funcionan de otro modo. Además, se añaden a la fórmula elementos muy de thriller de terror -que nos pueden recordar a las mismísimas “Alien” o “Distrito 9”-, otros puntitos de thriller psicológico y un trasfondo filosófico para conformar una experiencia intensa y repleta de sorpresas que, por otro lado, no es capaz de deshacerse de la estructura formal del género, dejando la sensación de estar viendo la misma aventura de siempre con nuevo contenido.
Por suerte, el visionado es muy grato y Garland parece haber aprendido a gestionar el ritmo de su narración. “Ex machina” se me hizo un poco bola en su día en este aspecto, pero “Annihilation” sí que logra mantenerme pegado al asiento gracias a unas secuencias de suspense muy bien medidas y a una gestión de la narrativa correcta, que no coloca todo el peso en el diálogo expositivo. Ayuda mucho la amplitud del reparto, contando con unos personajes femeninos interesantes y bien construidos que Garland va destrozando en directo sin compasión alguna. Tengo que destacar a Tessa Thompson, que nos deja un personaje que logra hacernos olvidar su rol en “Westworld”. Y creedme: odio a su personaje de “Westworld”.
Otro pilar fuerte de “Annihilation” es su apartado visual, en el que mezcla un diseño de producción muy sólido con una dirección de fotografía cumplidora. Sus responsables, Mark Digbi y Rob Hardy respectivamente, dan forma a un universo repleto de color y formas imposibles lo suficientemente peculiar como para ser uno de los principales distintivos de la obra e, incluso, parte de su narrativa. Me gusta mucho la gama de colores escogida y nos deja estampas preciosas, que incluso toquetean la poesía visual, peeero debo criticar que en ocasiones se puede volver excesivo. La imagen a ratos parece barroca y sucia, muy alejada de la elegancia de la que hacía gala el anterior trabajo del director y que, no nos engañemos, era uno de sus aspectos fundamentales.
Pero si “Annihilation” tiene un punto flaco, no es otro que su propio mensaje, o sus múltiples lecturas, y cuidado porque en este párrafo rozamos el SPOILER. Garland es un rayado, y se nota reflexivo a la hora de abordar las cuestiones que plantea. Sin embargo, no creo que sepa enfocar estas reflexiones, pues luchan constantemente unas con otras. Una primera lectura muy muy cargadita de movidas por sí misma, una alegoría de fondo demasiado explícita y que no tiene mucho que ver, reflexiones feministas de por medio y un universo que, de simplemente funcionar, nos plantea serias dudas. Los elementos son agradables por separado, pero juntos conforman un pastiche que se muestra desordenado y algo aleatorio. Creo que Garland merece un estudio exhaustivo sobre cómo maneja sus mensajes -PORQUE “EX MACHINA” SE LAS TRAÍA, TAMBIÉN-, y no dudo que lo acabe haciendo en un futuro próximo: ahora mismo, no sabría si meterlo en lo fantástico o en lo pretencioso.
Ante la duda, prefiero dejarlo en ese océano inmenso de las películas notables que cuentan con un visionado grato. No me considero un intelectual de mierda, pero creo haber desentrañado sus secretos con relativa facilidad tras un primer visionado, por lo que no me siento llamado al segundo. Ahora bien, eso no quita que la obra sea perfectamente disfrutable y controvertida: no todas las propuestas que jueguen a desafiarnos como espectadores deben acabar magistralmente su jugada. A veces basta con, simple y llanamente, entregarnos algo con la suficiente profundidad como para no permitirnos desconectar un segundo. Y sin estar a la altura de obras tan gigantescas para mi como “La Llegada” debo decir que lo ha conseguido.
14 de marzo de 2018
14 de marzo de 2018
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi Alex Garland me atrapó, sorprendió, hipnotizó y gustó más con Ex Machina. Lo digo, no por nada, sino porque esta parece que es la reinvención del género, la puta hostia y obra de culto instantánea y a lo mejor no. Si que es verdad, que con Netflix en el punto de mira de la exigencia, le hacía falta una película para reivindicarse. Igual que tras DC ser criticada vorazmente, vino 'Wonder Woman' a aportar un pelín de frescura y agrado para todos y parecía la reinvención del género, y tampoco. Pero si que es cierto, que hasta para los que no tenemos ese odio de algunos a la plataforma, no se puede evitar esa sensación de que parecía que los "estrenos exclusivos en Netflix" eran más "deshechos que no valían ni para cines" como los antaño "directo a dvd".
Dicho esto, los primeros 3/4 de películas es una aventura de supervivencia por páramos silvestres como se han hecho muchas, con personajes que van muriendo, que si te mata la naturaleza, te acecha la locura de las circunstancias y esas cosas. Aún así, de forma más que solvente y con un planteamiento diferente, original, sazonado además con una buena pero no excesiva ración de violencia y gora. Un misterio interesante y elementos molones de ciencia ficción y genética avanzada. Pero realmente lo mejor está concentrado en su clímax final, una media hora, en la que, pese a no estar ausente en el resto del metraje, tiene especial atención a la belleza e hipnosis visual, con sensación de haberte tomado algún psicotrópico. Y deja ese poso de dudas, preguntas, debate, matices que la convierten, quizá no en la obra que algunos califican pero sí en un referente actual más que interesante y recomendable para el género.
P.D. La volveré a ver en un futuro en real HD y no en la calidad pésima que ha ofrecido Netflix. Pagas por un servicio y dan ganas de obtenerla por otras fuentes a posteriori.
Dicho esto, los primeros 3/4 de películas es una aventura de supervivencia por páramos silvestres como se han hecho muchas, con personajes que van muriendo, que si te mata la naturaleza, te acecha la locura de las circunstancias y esas cosas. Aún así, de forma más que solvente y con un planteamiento diferente, original, sazonado además con una buena pero no excesiva ración de violencia y gora. Un misterio interesante y elementos molones de ciencia ficción y genética avanzada. Pero realmente lo mejor está concentrado en su clímax final, una media hora, en la que, pese a no estar ausente en el resto del metraje, tiene especial atención a la belleza e hipnosis visual, con sensación de haberte tomado algún psicotrópico. Y deja ese poso de dudas, preguntas, debate, matices que la convierten, quizá no en la obra que algunos califican pero sí en un referente actual más que interesante y recomendable para el género.
P.D. La volveré a ver en un futuro en real HD y no en la calidad pésima que ha ofrecido Netflix. Pagas por un servicio y dan ganas de obtenerla por otras fuentes a posteriori.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here