Haz click aquí para copiar la URL

Scarface, el terror del Hampa

Cine negro. Thriller Tony Camonte (Paul Muni), un pistolero de origen italiano, ignorante y sin escrúpulos, es el lugarteniente de Johnny Lovo (Osgood Perkins), el hampón más poderoso del South End de Chicago. Ambicioso y cruel, Camonte, que por una cicatriz que le cruza el rostro recibe el apelativo de Cara cortada, elimina poco a poco a los rivales de su jefe hasta que, con la ayuda de su amigo Gino Rinaldo (George Raft), le arrebata el poder también a él ... [+]
Críticas 79
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
10
25 de marzo de 2008
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un pequeño detalle de esta obra maestra de Hawks ilustra lo expuesto por el título de la crítica:
Hay un momento en el que la narración quiere dar a entender que ha pasado un mes desde un hecho hasta el siguiente, que ha transcurrido un tiempo con la violencia como telón de fondo. Existen dos maneras de enfocar esta escena de transición:

a. Insertar un rótulo ( Un mes más tarde...), dar el salto temporal sin avisar pero crear un diálogo para resaltar ese mes que ha pasado...

b. Optar, como se hace en este filme, por la solución más económica y la más adecuada al medio visual que es el cine: mostrar en primer término un calendario al cual se le caen las hojas de los días al ritmo de la violenta ráfaga de una ametralladora que se situa en el fondo de la imagen.

La opción que toma Scarface en este caso concreto es acertadísima y explica dos ideas (el paso del tiempo y la violencia vertiginosa de la época) en una sóla imagen, ejemplo de eficaz economía narrativa.

Este tipo de detalles forman parte del lenguje puramente cinematográfico que aún hoy en día algunos no conocen, prefiriendo crear aburridas y dilatadas escenas demasiado explicativas y reiterativas. Scarface está repleto de pequeños y grandes detalles visuales como éste (constantes elipsis, la utilización de la cruz en las escenas de muerte, la espléndida solución narrativa en la primera escena de la película, hallazgos narrativos como el encendido de una cerilla en la estrella de la policía, la utilización de los muros de metal del domicilio del protagonista...).
Siendo una película con setenta y ocho años de antigüedad (rodada en 1930 aunque no estrenada hasta 1932), Scarface es una de las obras que ha hecho un uso más intensivo del lenguaje cinematográfico en toda la historia del cine.
7
6 de julio de 2006
38 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Explicadas en anteriores críticas las curiosidades que rodearon a la producción, intentaré advertirle al espectador primerizo de lo que se va a encontrar. Estamos ante una película muy entretenida, con un buen guión que ofrece momentos intensos y oscuros, aunque escasos –la mayoría localizados hacia el final–, pero que es evidente que ha envejecido mal: está plagada de ingenuidades –la que todos recordamos es la hiperbólica caricatura del secretario; que es graciosa, pero que no ayuda precisamente a tomarse en serio la historia–, ninguno de los actores hace un gran papel –la he visto en versión original y en dos versiones diferentes dobladas al castellano– y el pasquín xenófobo sobraba.
Cuando se desencadena la oleada de asesinatos, por ejemplo, ninguno de los tiroteos llega a estremecer, fundamentalmente porque no se termina de desarrollar bien la empatía en la primera parte del film.

En mi modesta opinión, se mejoró muchísimo la fórmula del "cine negro biográfico" –el término me lo acabo de inventar– en los años posteriores. No habría hecho falta recordar películas como "Uno de los nuestros", "Una historia del Bronx", la trilogía de "El padrino" o, finalmente, el remake de esta película que hicieron en el 83 Oliver Stone y Brian de Palma, que, a pesar de caer en el exceso, me parece mejor. Y si nos atenemos sólo al género de cine negro, encontraremos mejores muestras aún, algunas incluso anteriores a 1932 –nunca está de más volver repasar la filmografía de Lang–.
9
1 de noviembre de 2010
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde aquí hago extensible la recomendación de FA a todo cinéfilo, imprescindible por muchas cosas, porque empieza como un huracán, porque acaba con un estrepitoso final y porque da señales de cómo se han de hacer las cosas (nada menos que ochenta años ya) para que el espectador se quede clavado en su sitio y no pestañee. Espectáculo visual y espectáculo interpretativo de un enorme Paul Muni. Las comparaciones son necesarias, Brian de Palma hizo su versión y muchos somos los que hemos reconocido a Al Pacino como el único pobre diablo rodeado de todo lo que sabemos, hasta que por fin y con mucho miedo a la decepción he decidido averiguar qué tenía el original. El orden es lo de menos, en mi caso la primera versión ha venido después. Y es que la realización de Hawks es enorme, más breve y sintética, eso desde luego, y bajo mi punto de vista un punto por encima. Puede que el B/N le dé eso especial que buscamos los que gustamos de mirar atrás, a mí una película bien hecha pero de los años treinta como este caso, siempre me atraerá más. Puede que sea una cuestión de romanticismo.

Es cierto que muchos mamporros son gratuitos, a mí eso hasta me da igual, que la figura del secretario se la podrían haber ahorrado, también, pero resulta que son tantas cosas las que hacen que opine que es una película inolvidable que ante la necesidad de argumentarlo más simplemente diría: "X" El símbolo tan repetido en muchas escenas memorables es el protagonista junto a Paul Muni; las persecuciones, los asesinatos, las peleas, las palabras, todo es esencialmente una enorme "X", símbolo del contenido, de una manera de hacer cine, cine puro, virtuoso, enorme, esencial para cualquiera. Un lujo. Pocas veces es más acertada una frase hecha, pero es que como el buen vino, Scarface ha envejecido de forma maravillosa. Una gozada.
9
6 de noviembre de 2008
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Scarface es un peliculón, una obra maestra, con un guión perfecto, una dirección magistral, unos actores construyendo personajes mil veces imitados... En Scarface está El padrino y todo el cine de gansters y mafiosos que se ha hecho después de su estreno: asombra que en 1932, transcurridos apenas 4 años de la llegada del cine sonoro, se haya podido levantar un monumento cinematocráfico como éste, con tantas ideas (y planos y secuencias) de las que han bebido muchas otras películas posteriores de su género. Y asombra que se realizara en el momento en que los hechos que narra estaban ocurriendo o acababan de ocurrir: no es una mirada romántica y nostálgica sino crítica y dura, a veces brutal.

El doblaje al español es muy malo: imprescindible ver en versión original (subtitulada en su caso).
9
28 de noviembre de 2008
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chicago años 30. No, no es la película de Nicholas Ray de 1958. Estoy hablando del verdadero Chicago en los años 30 y Howard Hawks filmando "in situ", como aquel que dice, un documental de época: Scarface. Bandas de gangsters repartiéndose el negocio de la prohibición. Para ti el North side, para mí el South side. Cada cual en su casa y balas en las de todos.

Este es el resumen, muy sucinto, de una película arriesgada tanto por la época en que se rodó (1930, aunque se demoró su estreno en un par de años) como por las sobredosis de violencia. ¿Problemas con la censura? Evidentemente, si, porque a pesar de un cierto tono de comedia (el personaje de secretario particular de Camonte es todo un poema) y a pesar de que las balas son de fogueo (es un suponer) la película destila violencia por cada uno de sus poros. Y tiene muchos. Y por si fuese poca, la que no se ve se imagina. La caída de las hojas del calendario a "metralletazo limpio" no puede significar más que una sola cosa. Todos los días, un fiambre, por lo menos.

Bueno, tampoco es cuestión de regodearse en estas cosas. Pero la mezcla de gatillos ultrasensibles y dedos nerviosos resultaba demasiado provocadora incluso para aquellos tiempos donde la policía se veía desbordada por las leyes permisivas de las armas de fuego y por las "seguridades jurídicas". La cultura de Tony Camonte alcanza para solicitar "un Habeas Corpus de esos". Así estaba el patio. Los necios heredando la tierra como en el mandato divino. No...no era esto.

Lo que sí es cierto y no hay error es la excelente interpretación de Paul Muni, un actor bastante desconocido y al que quiero, una vez más, reivindicar. Se ha dicho que, a diferencia de otros actores (ejemplo Gary Cooper) Muni se metía en la piel de los personajes, se transformaba en ellos, en Cara cortada Tony Camonte, en Émile Zola o en tantos otros. El espectador no veía a Muni y pensaba que era Zola. No. El espectador veía y sigue viendo, a Zola, a Scarface. Hasta ese punto el arte de la imbricación actor-personaje. En ese sentido Paul Muni es un actor de proporciones colosales.

Resumiendo, la película es una de las míticas del género, a la altura de El enemigo público a la que recuerda en alguna escena, como por ejemplo aquella donde se está derramando la cerveza mientras Camonte y su banda anotan los "pedidos" con plus incluido. Su final también ha sido objeto de controversia e incluso la censura lo llegó a cambiar por otro más "light". No obstante en una película con 28 muertos en ella, ¿qué más light podemos esperar?.

Por si lo que les he contado no les parece suficiente, una perlita final. El extraño amor de Cesca, la hermanita superprotegida, con destellos absolutamente "contranatura" , máxime después de las mil y una, no noches precisamente, que le gasta el brother.

No se la pierdan.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para