Vals con BashirAnimación
7.5
23,589
Animación. Drama. Bélico
Documental animado sobre la matanza de refugiados palestinos en Sabra y Chatila (Líbano) en 1982. Una noche, en un bar, un viejo amigo le cuenta a Folman una pesadilla recurrente en la que le persiguen siempre 26 perros. Los dos hombres llegan a la conclusión de que la pesadilla tiene que ver con una misión que realizaron para el ejército israelí durante la primera guerra con el Líbano a principios de los años ochenta. A Folman le ... [+]
25 de septiembre de 2010
25 de septiembre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos critican esta película argumentando que trata de una manera muy superficial la matanza de refugiados palestinos en Sabra y Chatila (Líbano) y en general todo el conflicto de la Guerra del Líbano de 1982.
A esos que la critican por eso, ¿quién les dijo que esta era la obra total sobre el conflicto del Líbano? Esta obra es tan sólo un punto de vista de ese acontecimiento, como cualquier película es sólo un punto de vista sobre cualquier cosa, nunca la verdad absoluta.
La verdad absoluta sólo se puede construir a partir de las pequeñas verdades que se han ido creando y gestando en las más grandes e inquietas mentes de la humanidad y Vals con Bashir es uno de los primeros intentos para poner un poco de luz sobre ese hecho en concreto. Ya habrá otros directores (o pintores, escritores, dramaturgos, etc.) que pongan otros reflectores a ese acontecimiento, hasta que la luz sea tanta que podamos juzgar abiertamente los sucesos ahí ocurridos.
Mientras ocurre eso nos podemos deleitar con la intensidad narrativa y la delicadeza sonora de esta película.
A esos que la critican por eso, ¿quién les dijo que esta era la obra total sobre el conflicto del Líbano? Esta obra es tan sólo un punto de vista de ese acontecimiento, como cualquier película es sólo un punto de vista sobre cualquier cosa, nunca la verdad absoluta.
La verdad absoluta sólo se puede construir a partir de las pequeñas verdades que se han ido creando y gestando en las más grandes e inquietas mentes de la humanidad y Vals con Bashir es uno de los primeros intentos para poner un poco de luz sobre ese hecho en concreto. Ya habrá otros directores (o pintores, escritores, dramaturgos, etc.) que pongan otros reflectores a ese acontecimiento, hasta que la luz sea tanta que podamos juzgar abiertamente los sucesos ahí ocurridos.
Mientras ocurre eso nos podemos deleitar con la intensidad narrativa y la delicadeza sonora de esta película.
25 de abril de 2011
25 de abril de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las guerras siempre son duras y tristes, y si aún te impacta cuando se ven imágenes de conflictos bélicos desde la comodidad del hogar, cómo deberá ser vivirlo en primera persona y presenciar cómo mueren personas ante tí sin que tu puedas evitarlo porque o matas o te matan. Eso es algo simplemente descorazonador que deja una profunda marcha psicológica de sufrimiento o culpabilidad en las personas que lo presencian, a veces tan grande que su memoria opta inconscientemente por desvanecer de la memoria las imagenes de devastación y masacres para evitar la impotencia y el dolor y poder llevar una vida normal.
Eso fue lo que le ocurrió a Ari Folman, perotagonista y a su vez director, tras la guerra del Líbano de 1982, de la que sólo tiene un recuerdo y no sabe si es cierto o no, por lo que decide recopilar información hablando con los distintos excombatientes que participaron con él, para reconstruir sus recuerdos de guerra, y así dejar de preocuparse por lo que pudo haber hecho en aquella masacre.
Interesante y curiosa película que fusiona, con gran audacia los dibujos animados, en este caso para nada infantiles, con el documental, mostrándonos combinadas a lo largo del hilo de la historia (el conflicto del Líbano) imágenes de gran crudeza sobre los desastres de la guerra y otras oníricas producto de la fantasía de algunos de los soldados.
Eso fue lo que le ocurrió a Ari Folman, perotagonista y a su vez director, tras la guerra del Líbano de 1982, de la que sólo tiene un recuerdo y no sabe si es cierto o no, por lo que decide recopilar información hablando con los distintos excombatientes que participaron con él, para reconstruir sus recuerdos de guerra, y así dejar de preocuparse por lo que pudo haber hecho en aquella masacre.
Interesante y curiosa película que fusiona, con gran audacia los dibujos animados, en este caso para nada infantiles, con el documental, mostrándonos combinadas a lo largo del hilo de la historia (el conflicto del Líbano) imágenes de gran crudeza sobre los desastres de la guerra y otras oníricas producto de la fantasía de algunos de los soldados.
15 de junio de 2013
15 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante manera de mostrar los sucesos que de la memoria post-traumática se desaparecieron y van llegando paso a paso. Esta película tiene desde mi punto de vista una secuencia lineal perfecta del argumento y eso acompañado de una musicalización y unos sonidos excelentes da muchas razones para aplaudirla. Porque se llama ¿Waltz with Bashir? sépalo usted mismo y aproveche de retener en su memoria los excelentes detalles audiovisuales que en esta obra se encuentran.
28 de marzo de 2016
28 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
22 años he vivido, y aunque no parezcan muchos nunca había pensado que la animación pudiera mostrar el horror de manera tan creativa y concisa. Con lucidez onírica y psicológica, con originalidad sombría, con música silente convierte cada segundo de la película en denuncias y remordimientos, retrata la realidad de una batalla y de una masacre al mismo tiempo que desentraña la vertiente introspectiva de participantes en tal batalla.
Vals con Bashir documenta e impresiona haciéndolo, bailando ella misma al son del esperpento de la Guerra del Líbano, al son de la indiferencia de Sharón, al son de las balas y los escombros en Sabra y Chatila. Vals con Bashir baila al son del horror.
Vals con Bashir documenta e impresiona haciéndolo, bailando ella misma al son del esperpento de la Guerra del Líbano, al son de la indiferencia de Sharón, al son de las balas y los escombros en Sabra y Chatila. Vals con Bashir baila al son del horror.
9 de septiembre de 2017
9 de septiembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dura película de animación que cuenta la historia de como un soldado israelí, Ari Folman (el mismo director), intenta recuperar la memoria y dar luz a recuerdos reprimidos de su participación en la guerra del Líbano, más concretamente en las matanzas de refugiados palestinos, a través de conversaciones y entrevistas con compañeros de armas y personajes que anduvieron por allí.
La emotividad, al tensión y el dolor flotan en el ambiente desde el primer momento de la película con la muestra de un sueño angustioso que se cuenta a nuestro protagonista. A partir de aquí la historia se desarrolla y podemos ver dos niveles de la Historia que se cuentan en simultaneidad: la de los hechos de la intervención israelí en el Líbano y la intrahistoria de Ari. A través de imágenes que muestran horribles actos de violencia y la vida castrense, se nos transmite la locura de una guerra (cualquier guerra) sin sentido. Muchas de estas imágenes se acompañan con movida música civil que nada tiene de triste; esto hace que las escenas se vuelvan algo fruto de la locura y la perversidad, reforzando el síndrome disociativo (estar pero no estar) que produce la guerra en sus participantes. Es ésto lo que se nos muestra desde el primer momento de la intrahistoria de Ari, los problemas psicológicos, como la censura o los sentimientos de culpa, de unos jóvenes "mandaos".
La animación usada en la película puede convencer más o menos, pero sin duda le da carácter e identidad a la obra, haciendo que cualquier fotograma sea reconocido en cualquier lugar.
La emotividad, al tensión y el dolor flotan en el ambiente desde el primer momento de la película con la muestra de un sueño angustioso que se cuenta a nuestro protagonista. A partir de aquí la historia se desarrolla y podemos ver dos niveles de la Historia que se cuentan en simultaneidad: la de los hechos de la intervención israelí en el Líbano y la intrahistoria de Ari. A través de imágenes que muestran horribles actos de violencia y la vida castrense, se nos transmite la locura de una guerra (cualquier guerra) sin sentido. Muchas de estas imágenes se acompañan con movida música civil que nada tiene de triste; esto hace que las escenas se vuelvan algo fruto de la locura y la perversidad, reforzando el síndrome disociativo (estar pero no estar) que produce la guerra en sus participantes. Es ésto lo que se nos muestra desde el primer momento de la intrahistoria de Ari, los problemas psicológicos, como la censura o los sentimientos de culpa, de unos jóvenes "mandaos".
La animación usada en la película puede convencer más o menos, pero sin duda le da carácter e identidad a la obra, haciendo que cualquier fotograma sea reconocido en cualquier lugar.
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