Este es mi caso. Ve uno películas de acción en las que intenta pasar un buen rato, sin buscar nada extraordinario, pero que a los cinco minutos no pierda el interés por pensar que está ante otra más del montón.

Pues he aquí que "John Wick" propone algo que sin querer reinventar el género, posee todos los ingredientes para mantenerte enganchado a la pantalla:
- una trama sencilla, una historia de un mercenario que quiere tomarse un descanso pero al que le resulta imposible
- escenas de acción tanto con armas como sin ellas de lo más espectacular que se pueden ver
- una dirección, acompañada de unos efectos visuales y una coreografía absolutamente brillantes, bañadas de una violencia brutal pero que no hace mella en el espectador quizá por su interminable sucesión de víctimas.
- y un Keanu Reeves que parece que nació para este papel.

Tod ello hacen de esta película una de las mejores de su género, no lo digo yo, está en innumerables listas de mejores películas de acción.
Hay contadas veces en las que el género puede dar alguna sorpresa y proponer algo tan sencillo ( en apariencia ) como espectacular, que resulta un entretenimiento de primera.

De acuerdo. Segundas partes nunca son buenas pero "John Wick 2" es una excelente segunda parte muy atrapante llena de acción con Keanu Reeves como John Wick en una película de acción que me engancha de principio a fin.
No se hace pesada ni aburrida sino que es muy ligera y me encantó.
La verdad es una excelente película que vería de nuevo.

Pulgar arriba.

Es lo que hay que hacer con este tipo de películas. Y más con un Keanu Reeves cabreado por haber tenido que volver a una vida que ya había dejado atrás. La saga de John Wick me parece una de las mejores en el género de thriller de acción: balazos, peleas, adrenalina... lo que se pide a una saga de este tipo.

Sigue fuerte en los puntos que destacaban en la original: en un mundo de asesinos a sueldo, John Wick es el más duro. Carisma puro. Le doy un nueve porque pierde el efecto de novedad que tuvo la primera película. Aun así, cualquier historia es buena para introducir una nueva aventura del tío que mató a tres hombres con un lápiz. Nuevas escenas icónicas, como la del lápiz o la persecución en la estación, así como la pelea con Cassian.

Nadie se vio venir el éxito en que se convertirían las películas de John Wick, de hecho, si seguimos a este paso y se hace trilogía, estaremos ante una de las putas sagas de acción más importantes en la historia del cine.
La película utiliza el mismo recurso que la primera, de más está decir que no es original, sino más exagerada que su antecesora. Claro que la trama es continuista y que la fórmula se repite, pero está ejecutada de manera espectacular, ordenada, y atractiva, haciendo que te diviertas las 2 horas.

Provoca sensaciones en tu culo que vas a recordar por un largo tiempo, y en más de una escena vas a tener el pene tan duro, erecto y largo, que por inercia te lo vas a chupar.

Todos los actores están muy bien, desde la que hace de mudita, Ruby Rose, el cantante y actor Common, hasta el impecable Ian McShane . Pero obvio el que hace saltar la leche en pantalla es Keanu Reeves, a los 52 años vuelve a ser un producto en alta demanda, y es que esta película, junto con la anterior están entre los mejores e importantes proyectos de su carrera. La química con Laurence Fishburne te deja pura nostalgia de lo que fue Matrix, y se agradecen esas escenas, de hecho casi me largo a llorar.

Una película para mí funciona muy bien cuando gusta no solamente a los seguidores del género sino también a los que no, y es que John Wick: Chapter 2 puede gustar a cualquier tipo de público.

Es para verla en el cine? Si, obligatoria, el sonido es de lo mejor, te cagás encima, banda sonora perfecta, los modos en el uso de las armas, el "jiu jitsu", "kickboxing", todo mezclado en medio de un baile de tiroteos y una coreografía de la concha de su puta madre haciéndote mojar la cola de forma extraordinaria. No cabe duda que su director Chad Stahelski es un entendido del tema, recordemos que el tipo es un doble de riesgo muy reconocido en el ambiente de Hollywood.

De principio a fin, no paré de cagarme de risa, sinceramente no recuerdo cuál fue la última película de acción en la que disfruté tanto. Los primeros 10 minutos son espectaculares, y durante el segundo acto hay una escena en la que perdí la cuenta la cantidad de gente que acuesta Reeves.

Entre las mejores del cine de acción que he visto en mi puta vida.

A los escasos minutos de proyección, el desenfreno de cadáveres, tiros y violencia ya evidenciaban lo que cabría esperar del resto del metraje de “John Wick 2”, cinta estrenada con el subtítulo de “Pacto de sangre”. Se trata de un proyecto ideado como una loa a las peleas coreografiadas y a la furia desmedida, a la acción entendida como feroz desahogo que busca el alivio provocado por el ensañamiento. Dicen que, para alguien que acumula grandes dosis de rabia contenida, no hay nada tan reparador como ponerse unos guantes de boxeo y dedicarse a golpear un saco. En tal caso, los creadores de esta historia deben albergar en su interior un torrente de agresividad que han tratado de liberar y saciar a través de la filmación de estas luchas y enfrentamientos.
Su director, Chad Stahelski, ha desarrollado una larga carrera como especialista de cine, participando en la saga “Matrix” y en títulos como “Alien: Resurrección”, “El mañana nunca muere”, “Spiderman 2”, “La jungla 4.0”, “X-Men orígenes: Lobezno” y “Los juegos del hambre”, entre un largo etcétera. Hasta la fecha sólo ha realizado dos películas, precisamente las dos entregas de “John Wick”. La primera se estrenó en el año 2014 y ahora llega a las carteleras la segunda. Stahelski posee, sin duda, un conocimiento muy preciso de las técnicas de rodaje de confrontaciones físicas y un elevado dominio de la plasmación de secuencias arriesgadas. Porque esa -y no otra- es la base de este largometraje. Así que, quienes busquen una experiencia cinematográfica cimentada sobre los combates cuerpo a cuerpo, las contiendas intensas y cualquier manifestación descarnada de resolución de conflictos, tienen en este film una vía interesante para canalizar sus aspiraciones. En ese sentido, es justo reconocer que, desde el punto de visual, deslumbra a ratos.
No obstante, a mí me cuesta aguantar más de dos horas sentado en una butaca si el principal reclamo que me ofrecen consiste en una sobredosis de furor intenso. A los pocos minutos pierdo el interés por la trama y sus personajes, y la proyección se me hace eterna, por más que a muchos otros espectadores les resulte muy gratificante y recomendable esta pizca de originalidad a la hora de plasmar semejante coctel de balas, golpes y muerte. Pero todos los que aspiren a algo más sentirán que el guion no avanza, enredado en una apabullante y perpetua exhibición de guantazos, patadas y disparos. Pese a ello, algunas de sus propuestas me sorprendieron y varias de sus escenas están revestidas de una cierta elegancia visual. Por momentos uno no sabe si está asistiendo a una dura refriega o un extraño ballet. En todo caso, dentro de este subgénero tan peculiar, se trata de una apuesta con un nivel de ingenio superior a la media.
El legendario asesino John Wick se ve obligado a salir de su retiro porque un antiguo socio se halla inmerso en un complot para controlar la siniestra hermandad internacional de asesinos. Comprometido por un juramento de sangre, Wick viaja a Roma para ayudarle. Allí se tendrá que enfrentar en una guerra despiadada a algunos de los mercenarios más letales del mundo.
Dos de los protagonistas de la trilogía “Matrix” -Keanu Reeves y Laurence Fishburne- encabezan el reparto. El primero encarna al personaje que da nombre a la cinta y lleva a cabo una recreación eficaz. El segundo continúa explotando su sugestiva presencia física ante la cámara. Los actores Ruby Rose, John Leguizamo e Ian McShane completan el equipo artístico.
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