Sólo los amantes sobreviven
2013 

6.5
11,850
Fantástico. Drama. Romance
Ambientada en unas Detroit y Tánger románticamente desoladas, Adam, un músico underground profundamente deprimido por la dirección que han tomado los actos de la humanidad, se reúne con su dura y enigmática amante, Eve, quien no tiene problemas en reconocer su condición de vampiro. Su historia de amor ha prevalecido durante varios siglos, pero su libertino idilio pronto es interrumpido por la llegada de Ava, la salvaje e incontrolable ... [+]
5 de septiembre de 2017
5 de septiembre de 2017
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Jim Jarmusch nos presenta en esta película, el romance entre dos seres hematófagos que han transitado los tiempos y han visto la grandeza y también la decadencia de la humanidad. Con un ritmo lento casi hipnótico, Jarmusch saca partido de esta historia de vampiros hastiados de la vida; pero a la vez unidos por el amor que solo pueden tenerse los seres en extinción, por el sentido de prevalecer y protegerse y además por ser ellos, de alguna manera, los más vivos entre los muertos. Con música que acompaña bien, algunas buenas tomas y movimientos de cámara, esta película merece verse, no es la gran historia, pero es una diferente visión de los vampiros.
25 de noviembre de 2019
25 de noviembre de 2019
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El problema de la eternidad es que dura demasiado. Cuando la humanidad da la espalda a históricos logros científicos, la creatividad literaria, la sensibilidad musical o la conservación del planeta, un vampiro inmerso en una depresión perpetua, encerrado en una casa derruida de una ciudad devastada, sueña con una bala con la punta de madera. Un final para aquellos que no tienen final y no hallan su sitio.
En 'Solo los amantes sobreviven', Jim Jarmusch cuenta la historia de dos vampiros enamorados, separados por miles de kilómetros y que tratan de sobrevivir en un mundo que odian. Adán malvive en Detroit coleccionando guitarras, componiendo música funeraria y quejándose de la indiferencia que la civilización muestra hacia la cultura. Desde Tánger, Eva emprende un viaje para ver a su amado y salvarlo de su apatía, y juntos recibirán la inesperada visita de la hermana pequeña de Eva, cuyos actos sacudirán su tranquila existencia.
La película presenta tres defectos importantes. El primero de ellos, el ritmo. La lentitud del filme de Jarmusch es exasperante, y sus tiempos muertos provocan que las dos horas de duración se hagan larguísimas. El segundo, la inacción. Exceptuando el final, solo un hecho trastoca la vida de los dos protagonistas, en tanto que el resto del metraje se emplea en profundizar en el hastío que ambos sufren hacia la sociedad actual. Por último, su principal aspecto negativo -o el más cargante- es la apuesta tan descarada del realizador norteamericano por la pedantería. Es su sello, es ser 'cool', moderno, 'hipster'... pónganle la etiqueta que prefieran. Es subirse a un púlpito disfrazado de erudito con la encomiable misión de culturizar a las masas, cuando su verdadera meta en la vida es encontrar discos de vinilo de 180 gramos.
Sin embargo, 'Solo los amantes sobreviven' también tiene puntos fuertes. La inmortal historia de amor que relata es muy emotiva, aunque lo que realmente una a los personajes sea el hecho de entenderse el uno al otro en un mundo que no les pertenece y del que se sienten ajenos. A su vez, la actuación de Tom Hiddleston y Tilda Swinton es notable, comedida para encarnar a unos vampiros, pero idónea para adaptarse a la cultura 'underground' y a los sentimientos depresivos que requiere la historia de Jarmusch. Aunque lo más reseñable de la cinta es su música. Compuesta por SQÜRL -la propia banda del director- y con un sugestivo tema de la cantante libanesa Yasmine Hamdan, el cineasta estadounidense crea con ella secuencias hipnóticas y momentos de mucha carga expresiva, a pesar de que la trama no avance.
Fiel a su singular modo de reinterpretar los géneros -ya lo hizo con el 'western' en 'Dead Man' o con su sumurái de 'Ghost Dog'- y empecinado en rechazar el cine comercial -le llevó siete años conseguir la financiación para la película-, Jarmusch ha creado una obra solo destinada a sus seguidores o a aquellos con la sensibilidad a flor de piel. Si usted no es de los primeros, es muy posible que salga de la sala con ganas de asesinar al director por haberle robado dos horas de su vida. Si es de los segundos, puede que se conmueva ante la historia de dos seres que acaban comprendiendo que hasta la eternidad debería tener un final y que toda la cultura del mundo no se puede comparar con la intensidad de quien respira sabiendo que el próximo beso puede ser el último.
Diario de Navarra / La séptima mirada
En 'Solo los amantes sobreviven', Jim Jarmusch cuenta la historia de dos vampiros enamorados, separados por miles de kilómetros y que tratan de sobrevivir en un mundo que odian. Adán malvive en Detroit coleccionando guitarras, componiendo música funeraria y quejándose de la indiferencia que la civilización muestra hacia la cultura. Desde Tánger, Eva emprende un viaje para ver a su amado y salvarlo de su apatía, y juntos recibirán la inesperada visita de la hermana pequeña de Eva, cuyos actos sacudirán su tranquila existencia.
La película presenta tres defectos importantes. El primero de ellos, el ritmo. La lentitud del filme de Jarmusch es exasperante, y sus tiempos muertos provocan que las dos horas de duración se hagan larguísimas. El segundo, la inacción. Exceptuando el final, solo un hecho trastoca la vida de los dos protagonistas, en tanto que el resto del metraje se emplea en profundizar en el hastío que ambos sufren hacia la sociedad actual. Por último, su principal aspecto negativo -o el más cargante- es la apuesta tan descarada del realizador norteamericano por la pedantería. Es su sello, es ser 'cool', moderno, 'hipster'... pónganle la etiqueta que prefieran. Es subirse a un púlpito disfrazado de erudito con la encomiable misión de culturizar a las masas, cuando su verdadera meta en la vida es encontrar discos de vinilo de 180 gramos.
Sin embargo, 'Solo los amantes sobreviven' también tiene puntos fuertes. La inmortal historia de amor que relata es muy emotiva, aunque lo que realmente una a los personajes sea el hecho de entenderse el uno al otro en un mundo que no les pertenece y del que se sienten ajenos. A su vez, la actuación de Tom Hiddleston y Tilda Swinton es notable, comedida para encarnar a unos vampiros, pero idónea para adaptarse a la cultura 'underground' y a los sentimientos depresivos que requiere la historia de Jarmusch. Aunque lo más reseñable de la cinta es su música. Compuesta por SQÜRL -la propia banda del director- y con un sugestivo tema de la cantante libanesa Yasmine Hamdan, el cineasta estadounidense crea con ella secuencias hipnóticas y momentos de mucha carga expresiva, a pesar de que la trama no avance.
Fiel a su singular modo de reinterpretar los géneros -ya lo hizo con el 'western' en 'Dead Man' o con su sumurái de 'Ghost Dog'- y empecinado en rechazar el cine comercial -le llevó siete años conseguir la financiación para la película-, Jarmusch ha creado una obra solo destinada a sus seguidores o a aquellos con la sensibilidad a flor de piel. Si usted no es de los primeros, es muy posible que salga de la sala con ganas de asesinar al director por haberle robado dos horas de su vida. Si es de los segundos, puede que se conmueva ante la historia de dos seres que acaban comprendiendo que hasta la eternidad debería tener un final y que toda la cultura del mundo no se puede comparar con la intensidad de quien respira sabiendo que el próximo beso puede ser el último.
Diario de Navarra / La séptima mirada
13 de agosto de 2020
13 de agosto de 2020
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Ermitaños, melómanos, cultos, interesados por la ciencia y la biología, los vampiros de Jim Jamursch en Only Lovers Left Alive (2013) son una rara avis en un mundo que, para ellos, es cada vez más peligroso.
Por Nicolás Bianchi
Como si fuera un juego de épocas, los vampiros de Jarmusch se ven amenazados por lo que ellos llaman ‘zombies’, o sea los seres humanos mortales, que devastan el planeta y los ponen a ellos, por la tecnología o por la contaminación de la sangre, al filo de la muerte y la extinción. Los monstruos creados en tiempos victorianos en peligro por la sociedad de consumo. El mundo es un lugar demasiado pequeño para todos.
Adam (Tom Hiddleston) es músico, coleccionista de antigüedades, que quizás para él no lo sean tanto, y atraviesa una suerte de crisis existencial. Habita en un caserón en Detroit, en uno de esos barrios que la retracción de la industria dejó semi vacíos. Eve (Tilda Swinton), su amante y esposa, vive en Tánger y, luego de una extraña teleconferencia, decide viajar a Estados Unidos para visitar a su amado. Son inmortales, pueden ser pareja y vivir cada uno en un continente distinto, no hay ningún problema con la distancia cuando el tiempo no apremia.
Adam y Eve, nombres bíblicamente sugestivos, disfrutan de la compañía del otro, escuchan música, leen libros de todas las épocas e intercambian sus conocimientos sobre biología. Dentro del universo de Jarmusch suena lógico que con todo el tiempo del mundo disponible estas criaturas se dediquen con pasión al arte y a la ciencia. En las noches que son el día también pueden pasear en auto por la ciudad. Luego yacen juntos y se enredan juntos para dormir, como solo dos seres que se aman pueden hacerlo.
Los vampiros ya no cazan sino que obtienen su suministro vital de los hospitales, comprándoselo a médicos ambiciosos. Las ciudades pobladas de cámaras de seguridad son peligrosas para quienes necesitan ocultarse de día. Los que transitan por las calles de noche portan en su sangre residuos de drogas y quizás enfermedades, por lo que la provisión desde los centros de salud es lo más seguro.
Adam cuenta con Ian (Anton Yelchin) un joven dealer que le consigue todo lo que necesita, desde guitarras viejas a una sugestiva bala de madera. ¿Adam se quiere defender de un par o está pensando en otra cosa, en un fin? Cuando su crisis está en cuestión irrumpe Ava (Mia Wasikowska), la hermana menor de Eve, una joven eléctrica e insufrible que pone en riesgo constante el plan de discreción de los amantes. A partir de este punto, lo que está en juego es la supervivencia.
Only Lovers Left Alive cuenta con mucho humor, porque además del habitual tono liviano de Jarmusch se presentan una serie de chistes que son efectivos. Y también con mucha calidez, que se desprende de la relación de la pareja de protagonistas. Como es habitual en Jarmusch las referencias culturales, musicales y culturales son frondosas. Tal es así que Adam, en una de las paredes de su casa, posee una colección de fotos de notables, entre los que se encuentran los músicos Joe Strummer y Screamin´ Jay Hawkins, ambos fallecidos y con participaciones en films del director.
El desenlace no es ni lo más efectivo ni lo más importante de la película, cuyo núcleo es el ejercicio de estilo que supone combinar al hipster vagabundo habitual de los relatos de Jarmusch con el tradicional género de vampiros. Porque eso de andar cazando gente por ahí, a la desesperada y sin encanto, es ya una moda pasada.
Por Nicolás Bianchi
Como si fuera un juego de épocas, los vampiros de Jarmusch se ven amenazados por lo que ellos llaman ‘zombies’, o sea los seres humanos mortales, que devastan el planeta y los ponen a ellos, por la tecnología o por la contaminación de la sangre, al filo de la muerte y la extinción. Los monstruos creados en tiempos victorianos en peligro por la sociedad de consumo. El mundo es un lugar demasiado pequeño para todos.
Adam (Tom Hiddleston) es músico, coleccionista de antigüedades, que quizás para él no lo sean tanto, y atraviesa una suerte de crisis existencial. Habita en un caserón en Detroit, en uno de esos barrios que la retracción de la industria dejó semi vacíos. Eve (Tilda Swinton), su amante y esposa, vive en Tánger y, luego de una extraña teleconferencia, decide viajar a Estados Unidos para visitar a su amado. Son inmortales, pueden ser pareja y vivir cada uno en un continente distinto, no hay ningún problema con la distancia cuando el tiempo no apremia.
Adam y Eve, nombres bíblicamente sugestivos, disfrutan de la compañía del otro, escuchan música, leen libros de todas las épocas e intercambian sus conocimientos sobre biología. Dentro del universo de Jarmusch suena lógico que con todo el tiempo del mundo disponible estas criaturas se dediquen con pasión al arte y a la ciencia. En las noches que son el día también pueden pasear en auto por la ciudad. Luego yacen juntos y se enredan juntos para dormir, como solo dos seres que se aman pueden hacerlo.
Los vampiros ya no cazan sino que obtienen su suministro vital de los hospitales, comprándoselo a médicos ambiciosos. Las ciudades pobladas de cámaras de seguridad son peligrosas para quienes necesitan ocultarse de día. Los que transitan por las calles de noche portan en su sangre residuos de drogas y quizás enfermedades, por lo que la provisión desde los centros de salud es lo más seguro.
Adam cuenta con Ian (Anton Yelchin) un joven dealer que le consigue todo lo que necesita, desde guitarras viejas a una sugestiva bala de madera. ¿Adam se quiere defender de un par o está pensando en otra cosa, en un fin? Cuando su crisis está en cuestión irrumpe Ava (Mia Wasikowska), la hermana menor de Eve, una joven eléctrica e insufrible que pone en riesgo constante el plan de discreción de los amantes. A partir de este punto, lo que está en juego es la supervivencia.
Only Lovers Left Alive cuenta con mucho humor, porque además del habitual tono liviano de Jarmusch se presentan una serie de chistes que son efectivos. Y también con mucha calidez, que se desprende de la relación de la pareja de protagonistas. Como es habitual en Jarmusch las referencias culturales, musicales y culturales son frondosas. Tal es así que Adam, en una de las paredes de su casa, posee una colección de fotos de notables, entre los que se encuentran los músicos Joe Strummer y Screamin´ Jay Hawkins, ambos fallecidos y con participaciones en films del director.
El desenlace no es ni lo más efectivo ni lo más importante de la película, cuyo núcleo es el ejercicio de estilo que supone combinar al hipster vagabundo habitual de los relatos de Jarmusch con el tradicional género de vampiros. Porque eso de andar cazando gente por ahí, a la desesperada y sin encanto, es ya una moda pasada.
25 de octubre de 2021
25 de octubre de 2021
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Respecto a esta película, entiendo el ejercicio de proyectar como sería la vida en sociedad de unos vampiros en pleno siglo XXI y, más importante todavía, veo la crítica a la Humanidad (excesivamente derrotista en mi opinión) que Jim Jarmush propone, en boca de unos personajes que han vivido suficiente tiempo como para ver genocidios, guerras religiosas, científicos humillados y asesinados por sus descubrimientos, inventos silenciados en pro de otros intereses (Tesla, por ejemplo)… Es decir, el guion, me parece interesante sin duda. Y por citar otro de los aspectos que subrayaría, el diseño artístico también destaca.
Dicho lo cual, me ha parecido que le sobraba metraje, incluso que rellenaban por extenderla (como la historia de la hermana…). Sinceramente he luchado por aguantar hasta el final, y la música de spa de fondo, tampoco me ha ayudado. Ojalá John Hurt hubiera tenido más metraje (lo que no significa más minutos de película), aunque Tilda Swinton y Tom Hiddleston no lo hacen nada mal.
Dicho lo cual, me ha parecido que le sobraba metraje, incluso que rellenaban por extenderla (como la historia de la hermana…). Sinceramente he luchado por aguantar hasta el final, y la música de spa de fondo, tampoco me ha ayudado. Ojalá John Hurt hubiera tenido más metraje (lo que no significa más minutos de película), aunque Tilda Swinton y Tom Hiddleston no lo hacen nada mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
PD: En serio después de las decenas de artimañanas que hemos visto en el subgénero vampírico para matar “chupa-sangres”… que si balas de plata, que si estacas en el corazón, que si decapitar…. ¿Era tan fácil como darles sangre en mal estado para acabar con ellos?
15 de enero de 2022
15 de enero de 2022
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Poética y pausada visión de la historia de amor entre vampiros.
El tono del film está lleno de elegancia, de estilo y es muy cool. Artístico, fatalista en su visión del mundo, decadente pero lleno de elegancia. Son algunos de los tópicos que se adjudican a los vampiros en el cine. Aquí con una adaptación moderna (¡incluso hipster!) del mito y con un fetichismo musical notable.
El ritmo es lento y elegante. No hay mucha acción y aunque estás toda la película fascinado por estos vampiros guaperas y molones y sus interesantes conversaciones echas de menos algo de "marcha".
La puesta en escena, vestuarios, ubicaciones...son sobresalientes. Le va genial al film y lo realza sin despistarnos de la historia.
Fotografía sobresaliente: buenos encuadres, composiciones cromáticas exquisitas, buen uso de la nostalgia y del recuerdo...un festín para los ojos al alcance de cualquier espectador.
Es verdad que es un film algo autocomplaciente y soso en algún momento puntual pero el magnetismo de los actores, la buena dirección (elegante aunque lenta) y el ambiente sombrío de una Detroit casi apocalíptica te embrujan desde el primer momento.
El tono del film está lleno de elegancia, de estilo y es muy cool. Artístico, fatalista en su visión del mundo, decadente pero lleno de elegancia. Son algunos de los tópicos que se adjudican a los vampiros en el cine. Aquí con una adaptación moderna (¡incluso hipster!) del mito y con un fetichismo musical notable.
El ritmo es lento y elegante. No hay mucha acción y aunque estás toda la película fascinado por estos vampiros guaperas y molones y sus interesantes conversaciones echas de menos algo de "marcha".
La puesta en escena, vestuarios, ubicaciones...son sobresalientes. Le va genial al film y lo realza sin despistarnos de la historia.
Fotografía sobresaliente: buenos encuadres, composiciones cromáticas exquisitas, buen uso de la nostalgia y del recuerdo...un festín para los ojos al alcance de cualquier espectador.
Es verdad que es un film algo autocomplaciente y soso en algún momento puntual pero el magnetismo de los actores, la buena dirección (elegante aunque lenta) y el ambiente sombrío de una Detroit casi apocalíptica te embrujan desde el primer momento.
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