El abogado del diablo
1997 

6.7
44,213
Intriga. Terror
Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven y brillante abogado que nunca ha perdido un caso. Vive en Florida y es feliz junto a su esposa Mary Ann (Charlize Theron). Un día, recibe la visita de un abogado de Nueva York que representa a un poderoso bufete que tiene la intención de contratarlo. Al frente de la prestigiosa empresa se encuentra John Milton (Al Pacino), un hombre mundano, brillante y carismático, que alberga planes muy oscuros ... [+]
20 de julio de 2013
20 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de entrar a Filmaffinity para votar esta película ya sospechaba que me encontraría con un 6 de nota media. Porque lo que la separa de una nota mayor es (una vez más) la tendencia de Hollywood a subestimar al público.
'Pactar con el diablo' es demasiado gráfica, demasiado explícita. Y no me refiero a los desnudos femeninos que la salpican ni a los momentos escabrosos. Hackford tiene tendencia a explicarse demasiado y a subrayar las pistas del argumento con efectos especiales de sonrisas deformadas y golpes musicales. No vaya a ser que el espectador se pierda. Y de tanto llevarnos de la manita, nos trata como a niños.
No puedo evitar pensar que con una aproximación más contenida y menos histriónica la narración hubiera ganado muchos enteros. Menos contar y más sugerir. Pero aún así se trata de una película con muchas más virtudes que defectos.
El texto es realmente bueno y tiene muchas capas. Como no he leído la novela de Andrew Neiderman no sé si hay que atribuirlo al material de base o al guión de Tony Gilroy y Jonathan Lemkin. El caso es que toca con mucho acierto y desde una perspectiva semi-fantástica temas filosóficos universales. Y los hace entretenidos y fascinantes, oiga.
Luego está el evidente talento de Taylor Hackford para lo visual. Y aunque la dirección de actores no parece su fuerte, Al Pacino y Keanu Reeves no solo sostienen la película con efectividad sino que la elevan por momentos. Charlize Theron todavía estaba lejos del nivel interpretativo que más tarde ha demostrado tener, pero su belleza angelical y su posterior transformación cumplen con creces lo que se pedía de su personaje.
He visto 'Pactar con el diablo' tres veces desde su estreno y cada nuevo visionado me ha dejado un mejor sabor de boca que el anterior. Quizá porque al conocer el argumento de antemano deja de tener importancia la previsibilidad y me concentro en disfrutarla.
Sin duda, una buena película.
'Pactar con el diablo' es demasiado gráfica, demasiado explícita. Y no me refiero a los desnudos femeninos que la salpican ni a los momentos escabrosos. Hackford tiene tendencia a explicarse demasiado y a subrayar las pistas del argumento con efectos especiales de sonrisas deformadas y golpes musicales. No vaya a ser que el espectador se pierda. Y de tanto llevarnos de la manita, nos trata como a niños.
No puedo evitar pensar que con una aproximación más contenida y menos histriónica la narración hubiera ganado muchos enteros. Menos contar y más sugerir. Pero aún así se trata de una película con muchas más virtudes que defectos.
El texto es realmente bueno y tiene muchas capas. Como no he leído la novela de Andrew Neiderman no sé si hay que atribuirlo al material de base o al guión de Tony Gilroy y Jonathan Lemkin. El caso es que toca con mucho acierto y desde una perspectiva semi-fantástica temas filosóficos universales. Y los hace entretenidos y fascinantes, oiga.
Luego está el evidente talento de Taylor Hackford para lo visual. Y aunque la dirección de actores no parece su fuerte, Al Pacino y Keanu Reeves no solo sostienen la película con efectividad sino que la elevan por momentos. Charlize Theron todavía estaba lejos del nivel interpretativo que más tarde ha demostrado tener, pero su belleza angelical y su posterior transformación cumplen con creces lo que se pedía de su personaje.
He visto 'Pactar con el diablo' tres veces desde su estreno y cada nuevo visionado me ha dejado un mejor sabor de boca que el anterior. Quizá porque al conocer el argumento de antemano deja de tener importancia la previsibilidad y me concentro en disfrutarla.
Sin duda, una buena película.
21 de julio de 2013
21 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de las reflexiones que deja el personaje de Al Pacino al final de la película en un monólogo brillante, un final no exento de sorpresas, en el que Pacino directamente se sale.
Una interpretación inolvidable (Me gustó mucho en 'El padrino', pero creo que aquí se supera incluso) que ni siquiera recibió nominación al Oscar.
Una película que trata sobre la vanidad del ser humano y las consecuencias que estas pueden tener, aunque está llevada al extremo.
'Pactar con el diablo' es provocativa e inquietante. Con alguna escena no apta para estómagos sensibles, pero sin ser excesivamente desagradable (quizá la peor en ese aspecto es la del niño en la habitación).
Una jovencísima Charlize Theron (variedad de peinaos incluidos) y un Keanu Reeves pre-Matrix completan el reparto principal de 'Pactar con el diablo'. Dos de los actores no estadounidenses de mayor relevancia en los años siguientes.
Le he puesto un 7 pero si hubiese decimales creo que un 7'5 sería más adecuado. El 6'7 que tiene de media se me antoja algo escaso.
Mira pero no toques. Toca, pero no pruebes. Prueba pero no saborees. ¿No ves en tu mente a José Mota?
Una interpretación inolvidable (Me gustó mucho en 'El padrino', pero creo que aquí se supera incluso) que ni siquiera recibió nominación al Oscar.
Una película que trata sobre la vanidad del ser humano y las consecuencias que estas pueden tener, aunque está llevada al extremo.
'Pactar con el diablo' es provocativa e inquietante. Con alguna escena no apta para estómagos sensibles, pero sin ser excesivamente desagradable (quizá la peor en ese aspecto es la del niño en la habitación).
Una jovencísima Charlize Theron (variedad de peinaos incluidos) y un Keanu Reeves pre-Matrix completan el reparto principal de 'Pactar con el diablo'. Dos de los actores no estadounidenses de mayor relevancia en los años siguientes.
Le he puesto un 7 pero si hubiese decimales creo que un 7'5 sería más adecuado. El 6'7 que tiene de media se me antoja algo escaso.
Mira pero no toques. Toca, pero no pruebes. Prueba pero no saborees. ¿No ves en tu mente a José Mota?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sorprendente final. Pero me alegra que fuese así, sobretodo por el personaje de Charlize Theron que lo pasa fatal en la realidad alternativa 1
29 de agosto de 2013
29 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un batiburrillo de efectos especiales y un galimatías inverosímil, dirigido por Taylor Hackford, que se sustenta en una poderosa interpretación de Al Pacino. La película tiene un look bastante atractivo y algunos momentos antológicos como el final, pero resulta ser un producto bastante pecaminoso. Pactar con el diablo aborda temas como la codicia, la ambición, la tentación o el entusiasmo peligroso.
Hackford provoca al espectador con imágenes inquietantes y perturbadoras, algunas de ellas llegan a ser irritantes e incluso sacan de quicio. Al Pacino, con una excelente caracterización, casi imperceptible, compone un personaje cautivador y embaucador, en el que subyace algo terrorífico. Es sin duda el personaje más interesante de la película, por no decir la única cosa interesante.
Pactar con el diablo logra crear un buen suspense, que aunque peque de efectista, no deja de ser una película intrigante.
Hackford provoca al espectador con imágenes inquietantes y perturbadoras, algunas de ellas llegan a ser irritantes e incluso sacan de quicio. Al Pacino, con una excelente caracterización, casi imperceptible, compone un personaje cautivador y embaucador, en el que subyace algo terrorífico. Es sin duda el personaje más interesante de la película, por no decir la única cosa interesante.
Pactar con el diablo logra crear un buen suspense, que aunque peque de efectista, no deja de ser una película intrigante.
14 de mayo de 2020
14 de mayo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenemos ante nosotros una perfecta amalgama entre elementos novedosos de terror y el realismo más apasionado y cruel.
Keanu Reeves representa de forma extraordinaria al abogado Kevin Lomax, el ser que tendrá todo un viacrusis emocional y marital como consecuencia de haber defendido durante años a acusados culpables salvándolos del peso de la ley, siempre por la conservación de su estatus como litigante y también, por supuesto, por el dinero.
La esposa del abogado representa la destrucción física y emocional dentro del matrimonio. Ella ha solapado toda la carrera de su marido hasta que vive en carne propia las consecuencias de esto pero es muy tarde cuando se da cuenta del mal que han causado al mundo por una falsa estabilidad.
El mismo abogado también abre los ojos a su realidad, sin embargo él a diferencia de su pareja pretende hacer caso omiso a estas señales enfocándose mejor en los casos que tiene que defender una vez llega al bufete en Nueva York. Para él ya no hay marcha atrás y prefiere continuar con la falsa grandeza que ha definido su labor como abogado, dejando incluso de lado lo que hasta entonces creía como felicidad a lado de su esposa, dejando ver que, ante todo, está él mismo y su bienestar*.
Por otro lado tenemos la representación del mal, el carismático abogado Jonh Milton, con una actuación como siempre magistral de Al Pacino el cual se vuelve el personaje que muestra los beneficios de la vanidad y el pecado al protagonista, no es un pervertidor en sí, solamente es quién pone en sus manos las maravillas de dejarse llevar por sus más oscuros deseos.
Volviendo al tema del perfecto equilibrio entre lo real y lo sobrenatural está el hecho de que el Derecho, y la manera en que es utilizado por los abogados más ruines, demuestra que la mejor manera de propagar y sustentar el mal es a través de las leyes, que son en sí las reglas humanas, las que permiten el supuesto orden social pero que son en realidad la farsa más grande donde incluso los males provenientes de otras realidades pueden encontrar su lugar, su nido y su crecimiento.
El monólogo final se vuelve el clímax perfecto al unir finalmente ambos mundos, al reunir a todo el mal como concepto y como personificación.
Sencillamente poderosa, no le doy el 10 porque tarda poco más de media hora en mostrar sus cartas y porque la última escena se muestra más como una ambición del director por darle su toque especial, algo que desentona totalmente y nos recuerda que la obra habla por sí sola, no vale meter la cuchara cuando la película marca sus pasos.
Keanu Reeves representa de forma extraordinaria al abogado Kevin Lomax, el ser que tendrá todo un viacrusis emocional y marital como consecuencia de haber defendido durante años a acusados culpables salvándolos del peso de la ley, siempre por la conservación de su estatus como litigante y también, por supuesto, por el dinero.
La esposa del abogado representa la destrucción física y emocional dentro del matrimonio. Ella ha solapado toda la carrera de su marido hasta que vive en carne propia las consecuencias de esto pero es muy tarde cuando se da cuenta del mal que han causado al mundo por una falsa estabilidad.
El mismo abogado también abre los ojos a su realidad, sin embargo él a diferencia de su pareja pretende hacer caso omiso a estas señales enfocándose mejor en los casos que tiene que defender una vez llega al bufete en Nueva York. Para él ya no hay marcha atrás y prefiere continuar con la falsa grandeza que ha definido su labor como abogado, dejando incluso de lado lo que hasta entonces creía como felicidad a lado de su esposa, dejando ver que, ante todo, está él mismo y su bienestar*.
Por otro lado tenemos la representación del mal, el carismático abogado Jonh Milton, con una actuación como siempre magistral de Al Pacino el cual se vuelve el personaje que muestra los beneficios de la vanidad y el pecado al protagonista, no es un pervertidor en sí, solamente es quién pone en sus manos las maravillas de dejarse llevar por sus más oscuros deseos.
Volviendo al tema del perfecto equilibrio entre lo real y lo sobrenatural está el hecho de que el Derecho, y la manera en que es utilizado por los abogados más ruines, demuestra que la mejor manera de propagar y sustentar el mal es a través de las leyes, que son en sí las reglas humanas, las que permiten el supuesto orden social pero que son en realidad la farsa más grande donde incluso los males provenientes de otras realidades pueden encontrar su lugar, su nido y su crecimiento.
El monólogo final se vuelve el clímax perfecto al unir finalmente ambos mundos, al reunir a todo el mal como concepto y como personificación.
Sencillamente poderosa, no le doy el 10 porque tarda poco más de media hora en mostrar sus cartas y porque la última escena se muestra más como una ambición del director por darle su toque especial, algo que desentona totalmente y nos recuerda que la obra habla por sí sola, no vale meter la cuchara cuando la película marca sus pasos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*Increíble la razón que le da a Milton para que no le quite el caso de Cullen, donde sabe que puede llegar a odiar a su esposa por requerir de sus cuidados. Prefiere enfocarse en su racha de ganador antes que velar por lo realmente importante. Y el Diablo no es nadie para oponerse a que se haga el mal, obvio.
14 de agosto de 2022
14 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que el título del film es muy spoilero, he de admitir que no me esperaba que el visionado ofreciera un thriller sobrenatural, aunque también hay que decir que la película está claramente dividida en 2 partes. No obstante, no hay que correr y vayamos, como digo muchas veces, poco a poco. La trama nos presenta a un abogado que nunca ha perdido un caso y precisamente por eso le contrata una empresa de Nueva York. Una vez que se encuentra allí, tanto él como su mujer empiezan a notar cosas extrañas y perturbadoras. Si en la primera parte del metraje vemos la típica cinta de juicios y juzgados, la segunda pega un cambio importante y nos muestra, como ya había indicado anteriormente, un thriller con tintes satánicos. Así que esta es una propuesta que consigue sorprender debido a sus giros argumentales. Lo cierto es que llama mucho la atención ese descenso a los infiernos por parte del protagonista, y como arrastra a su esposa en el proceso. Una historia realista y cotidiana se va oscureciendo hasta volverse aterradora desde el punto de vista fantástico. Los actores principales no pueden estar mejor, lo cual ayuda, y bastante, a que el espectador entre en los hechos que se van produciendo a lo largo de la narración. Keanu Reeves demuestra que pese a su falta de expresión facial es capaz de desenvolverse en otros géneros aparte del de acción, Charlize Theron ya era una actriz prometedora, pues aquí lo demostró con creces mediante todo ese sufrimiento que padece su personaje durante gran parte de la producción, y que decir sobre Al Pacino, que siempre que habla, suelta unos discursos para el recuerdo. Luego tenemos a una sensual Connie Nielsen, que, por supuesto, no pasa inadvertida.
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