Es una pena que el género de la comedia romántica se haya quedado tan estancado. Curiosamente, y a pesar de ello, tiene la curiosa cualidad de seguir triunfando entre el público aun con productos tan mediocres como "La Proposición."

Baste decir que en el minuto cinco de metraje, toda la historia ya ha sido contada: sabes cómo va a acabar, cuándo se va a producir el desencuentro de la pareja y los grandes cambios que sufrirán en sus vidas. Pero todo este gran tópico es además narrado con poca gracia y nulo pulso narrativo.

En cuanto a lo primero, apenas me divertí viendo la película. No es que las interpretaciones sean malas, que no lo son, sino que los gags son especialmente sosos y convencionales. El personaje de Ramón, omnipresente a lo largo de la obra es, además, cargante como pocos. Y es una lástima que una comedia romántica (como género), quede al final sólamente en "romántica."

En cuanto a lo segundo, hay excesivas escenas metidas con calzador y, sobre todo, bochornosas. Jamás olvidaré la ridícula situación de la abuela adora-árboles en mitad del bosque, que nadie sabía muy bien qué pintaba allí. O la del striper metido en kilos. O la del padre en connivencia con el agente de gobierno. Sí, el tío pasaba por allí para vigilar el posible fraude de ley. Qué grandes funcionarios tienen en los EEUU.

Si a todo esto añadimos que Sandra Bullock podría ser la madre (o la hermana muy mayor) de Ryan Reynolds, y apuntillamos con la poca química entre ellos, no es de extrañar que acabemos el visionado de la película con una extraña sensación de: "¿pero que ha sido esto?"

A ver si ahora que ya tiene un Óscar, la profesión de Sandrita tira por otors derroteros.

Cuatro motivos para verla:

-Es mejor que "Premonition".
-Sandra Bullock conserva un bello cuerpo, ¿o el desnudo es doblado?
-Betty White se conserva aún mejor.
-Las fotos de Alaska son muy bonitas, aunque se echa de menos al Dr. Fleischman.

Pero no sé si esto es bastante para invertir tiempo y dinero...

Aunque a mí personalmente Sandra Bullock no me desagrada tampoco lo hace Ryan Reynolds pese a tener algunos bodrios de por medio pero la verdad es que se dio mucho bombo a esta cinta cuando se estrenó y a mí no me terminaba de llamar la atención pero finalmente la he acabado viendo varios años después y la verdad es que me ha decepcionado bastante ya que no cumple ni como comedia ni como entretenimiento.
Una cinta con una pareja que aparentemente puede desbordar mucha química entre ambos que finalmente a mí no me han convencido, Bullock sobreactuando bastante, véase la escena que da vergüenza ajena ella bailando en el bosque y varias escenas absurdas y mil veces vistas con muchas cosas muy típicas y harto de ver cosas previsibles. Si se podría decir que la cinta mínimamente entretiene aunque su guión sea absurdo por los cuatro costados y de comedia no tenga nada porque parece más un drama que otra cosa con algún sentimentalismo barato por ahí suelto y muchos clichés que sangran a los ojos. Quizás a las mujeres les gustará pero habiendo visto recientemente El diablo viste de Prada y me dejó frío, esta me ha dejado en coma prácticamente porque es una cinta despreciable o al menos a mí no me ha transmitido nada ni siquiera risa que es lo mínimo que debe hacer. Mala.

Es tan plúmbeamente previsible, tópica, estereotípica, ligera, sentimental, americana, hollywoodiense y necia, que me pregunto por qué no le pongo un 1. Es una mezcolanza de "Doctor en Alaska", "Una noche fuera de control" (no por el argumento sino por la falta de gracia, y aunque esta sea posterior) y "La boda de mi mejor amiga", no recomendada para menores de 7 años y encaminada a la glorificación de la familia con todos los rituales pseudotrascendentes que ella conlleva. Ah, sí, ahora me acuerdo del porqué de la nota: al menos me reí cuando la abuela por fin (parecía que) la palmaba.

Perfecta para ese día antes de acostarte para ir a clase o al trabajo la mañana siguiente. Indicada para no pensar y desconectar la noche antes de un exámen o en los malos momentos. Adecuada para pasar un rato entretenido con una simpática película (predecible en su totalidad como si de un Déjà Vu se tratara) aunque adivinando el nudo y el desenlace de la misma. Alcanza lo aceptable y no más.