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Un profeta

Thriller. Drama El joven Malik El Djebena (Tahar Rahim), un francés de origen árabe, ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. Aunque al principio la vida en la cárcel le resulta muy dura porque está completamente solo, se adapta rápidamente y, gracias a su carisma, se gana poco a poco la simpatía de los miembros de la mafia corsa, que tienen sobornados a los guardias y controlan todo lo que pasa en prisión.
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7
4 de marzo de 2012 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
...comparado con los corsos. La comparación con "Celda 211" es caprichosa, pero me sale sin querer por la cercanía de los visionados. Esta es una película carcelaria francesa, con todos los elementos del género y todos los rasgos locales que la ubican en un tiempo y un lugar. Hay temática racial (los árabes) y alusiones políticas (los corsos). El tratamiento del tema es descarnado y no elude escenas de una crueldad inusitada. Hay una primera parte en que conocemos al personaje protagonista (un joven árabe-francés) y seguimos sus primeros pasos en la prisión, hasta que se ubica como machaca del mafioso. La factura resulta cercana al documental, en cuanto a tratamientos de vida cotidiana y detalles del funcionamiento de una prisión. Luego hay una segunda parte con más acción, que resulta más típica del cine policiaco, con tiros, secuestros e intercambios entre delincuentes. El conjunto resulta atractivo y se mantiene la atención por la trama, aunque a veces se complique un poco. El mundo que se retrata se rige por la ley de la selva, por lo que los modelos de conducta son inexistentes. El protagonista no deja de ser un delincuente, aunque sus actos se justifiquen por su propio instinto de superviviencia. Los servidores de la Ley tampoco quedan muy bien parados. Cine negro europeo, en fin, eficaz y bien narrado.
8
1 de diciembre de 2012 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jacques Audiard (no he visto nada más de él) tiene un control de los "tempos" de la acción que te deja perplejo. La historia dura 2 horas y media y el 95% transcurre en un solo escenario (una cárcel); pues bien, la película consigue con el simple hecho del control de la acción, que te intereses cada vez más por lo que te está contando. De hecho, es precisamente cuando acaba la película cuando te das cuenta de la duración de la misma. De chapeau!.

Otro de los aciertos de la película es el magnífico guión e interpretación de cada uno de los actores; sobre todo de los dos protagonistas: uno, como el joven que es ingresado en la cárcel con 19 años y que asistes a su verdadera madurez dentro de la misma; a cómo controla las situaciones y cómo comienza a hacerse un hueco en ese mundo carcelario. Genial cómo nos hace testigo, poco a poco y sin sobresaltos, de su evolución. De miedoso e inexperto a tener la sartén por el mango.

El otro es el mafioso corso, el que controla la situación de la cárcel; el que usa a unos y otros para conseguir sus fines. El llamado "puto amo". Aquí, Jacques Audiard nos relata su involución (también con cuentagotas): cómo pasa de ser el puto amo a uno más. Genial los momentos iniciales y finales de ambos personajes: de un "no me mires a la cara cuando me hables" a la última escena. Genial.

Entre medio, "Un profeta" es un magnífico drama carcelario que huye de todos los tópicos habidos y por haber en este tipo de tramas; nos encontramos ante un drama carcelario más cerca del hiperrealismo que de recurrir a los esteriotipos propios de este cine. Y, dentro de ello, hace un verdadero y muy interesante análisis de la forma de actuar de la Mafia (en este caso corsa, pero bien podría ser siciliana) desde dentro de la propia cárcel. Ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes

Lo mejor: La manera tan ágil en que está contada la película (no hay momentos aburridos ni peñazos, todo gracias a un grandísimo montaje) y el uso de la música en determinadas secuencias. La fotografía fría y ruda para enfatizar el ambiente carcelario. Cada una de las interpretaciones, cada uno de los personajes. Como escenas: el primer asesinato que comete en protagonista (asistes a los preparativos y enseñanzas de cómo llevarlo a cabo); la escena del ciervo; y, sobre todo, la escena que ocurre en Paris a cargo del protagonista y su "hermano"; sin contar con el último fotograma con el que logra un perfecto resumen de todo lo que te ha estado contando.

Lo peor: Parece mentira que a una película francesa tenga que decirle que nada, pero es que no le veo que le sobre nada. Me estaré haciendo viejo y demasiado permisivo... :-(((

En resumen, "Un profeta" es una grandiosa película sobre la Mafia, que le encantará a todo aquel que haya disfrutado con "El Padrino", "El precio del poder" o "Los Soprano" (e incluiría hasta "Prison Break", por lo de drama carcelario). De hecho, he leído por ahí que también tiene mucho de "The wire", pero como aún no he visto la serie... :-? Vamos, que sólo le falta que haya sido rodada en tiempo real... :-DDD
9
1 de junio de 2013 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director francés Jacques Audiard ya me había sorprendido gratamente con un anterior trabajo, "Lee mis labios" y aquí, tras dos horas y media de intenso cine, me ha acabado por convencer. Cierto que esta película no es para todos los gustos, que se puede hacer algo lenta y que su metraje puede ser excesivo pero es cine del bueno con un actor tocado con una varita mágica como es el francés de origen argelino, Tahar Rahim, que se hace dueño de ella y que, junto con el veterano Niels Arestrup, componen una pareja de antagonistas digna de elogiar. Arestrup ya había interpretado a otro villano en un trabajo anterior de Jacques Audiard. Película dura, muy bien interpretada, merecidamente aclamada y seguida, con un Tahar Rahim perfecto en el papel de novato que acaba reinando en el reino de las prisiones, un gélido Niels Arestrup que da verdadero miedo, un Adel Bencherif más que correcto como único amigo del protagonista y un Hichem Yacoubi en un corto papel como víctima y guardián del mismo. Más que recomendable muestra del mejor cine francés.
7
10 de septiembre de 2023 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director de esta película Jacques Audiard proviene de una familia históricamente relacionada con el cine. Comenzó su carrera como guionista y se dedicó a la dirección hasta 10 años después, en 1994, con Watch Men Fall, que ganó 3 Premios César. A lo largo de su carrera, sus películas han obtenido numerosos reconocimientos internacionales, pero ha sido ¨Un Profeta¨ la que le ha impulsado a importantes premios en festivales de todo el mundo. Ello trata de un joven condenado a seis años de prisión, Malik El Djebena (Tahar Rahim), de 19 años, que no sabe leer ni escribir. Al llegar a la cárcel completamente solo, el parece mucho más joven y frágil que los demás presos. Allí está al mando de una banda Corsa que gobierna fuertemente la prisión, -liderada por César Luciani (Niels Arestrup)- quien le asigna una serie de 'misiones' que debe llevar a cabo, endureciéndolo y ganándose la confianza del líder de la banda en el proceso. Pero Malik es bravo y aprende rápido, y se atreve a desarrollar en secreto sus propios planes. ¡Escapando de la prisión de la vida!.

Esta espléndida película contiene drama, suspense, violencia, emoción, acción, espantosos asesinatos y resultando bastante entretenida, a pesar de ser demasiado larga. La película trata historias reales de la vida carcelaria, por lo que el film se desarrolla en las cuatro paredes de una cárcel, celdas y patio, involucrando a los reclusos, sus grupos sociales: los Corsos y los Musulmanes y los preparativos para llevar a cabo crímenes fuera de prisión. Cuenta la historia de Malik, un chico de apenas 19 años que no sabe leer ni escribir, que ingresa en prisión con una condena de 6 años, al ser el más débil será sometido a diversas pruebas, pero pronto aprende a plantar cara a la mafia corsa que controla la prisión. La película cuenta las experiencias auténticas de los presos en una prisión que es un infierno en la tierra, donde rige la ley del más fuerte, lo que refleja la dura existencia de los reclusos.

Mayoría de los actores dan actuaciones consistentes, aunque muchos de ellos son casi aficionados frente a las cámaras, sorprende aún más el resultado obtenido. De hecho, el director Audiard conoció a Tahar, quien acabaría siendo el protagonista de la película, compartiendo coche de camino a un set de rodaje. El reparto lo completan actores igualmente inexpertos como Adel Bencheriff o Hichem Yacoubi, además de otros de larga trayectoria en el cine francés como Niels Arestrup ó Gilles Cohen.

La película estuvo bien dirigida por Jacques Audiard, quien obtiene interpretaciones fenomenales de los protagonistas, quienes esencialmente no son actores. Cuando se trata del duro y frio cine criminal, Jacques Audiard tiene pocos iguales en Europa, y su violento y apasionante drama carcelario ¨Un profeta¨ lo muestra ampliando su alcance con un mando impecable. Audiard es un buen escritor y cineasta francés. En los años ochenta escribió los guiones de algunas películas de éxito como "Mortelle Randonnee" (1983), "Reveillon Chez Bob" (1984), "Saxo" (1987), "Frequence Meurtre" (1988) y "Grosse Fatigue" (1994). La mayoría de esas películas eran thrillers dirigidos por prestigiosos cineastas como Claude Miller y Michel Blanc. También dirigió algunos cortometrajes muy bien recibidos. Gracias al éxito de estas películas pudo, en 1994, reunir dinero para realizar su primera película "Regarde Les Hommes Tomber", protagonizada por Mathieu Kassovitz. Kassovitz también se convirtió en la estrella de su segunda película, "Un Heros Tres Discret", estrenada en el Festival de Cannes en 1996, donde ganó el premio al mejor guión. En 2001 realizó su tercera película, "Sur Mes Levres", sobre una historia de amor entre dos outsiders. Su "De Battre Mon Coeur Sest Arrête" fue estrenado en el festival de Berlín de 2005 y siguiendo ¨The Sisters Brothers¨(2018) y Les Olympiades, Paris 13e (2021). Pero su mayor éxito sigue siendo ¨Un profeta¨. Con esas películas, Audiard se ha convertido en el nuevo maestro del thriller francés ó "polar" y heredero de otros grandes directores franceses como Jean-Pierre Melville y Henri Georges-Clouzot.¨Un profeta¨ obtuvo varios premios: Gran Premio del Jurado de Cannes ; 9 Premios César incluyendo mejor película, mejor director y mejor actor; BAFTA a la mejor película extranjera; 2 Premios del Cine Europeo; Nominada al Oscar y al Globo de Oro. Los datos de esta película francesa son impresionantes.
8
13 de diciembre de 2024 1 de -1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe una relación entre tiempo y libertad. Mientras disponga de más tiempo libre es probable que un individuo experimente mayor sensación de libertad.

Es una obviedad para un recluso, que el tiempo en la cárcel no significa mayor libertad. Estar en la cárcel es su trabajo, perder el tiempo (cuando no existe reinserción), donde lo más probable es que aprenda técnicas para delinquir.

La falta de libertad supone una deshumanización del hombre. Libertad. ¿Para qué?, diría Nietzsche, pero convengamos que el libre albedrío se facilita al tener más tiempo para razonar y de esta forma tomar mejores decisiones.

Para el reo la dosis de miedo será mayor que la de una persona libre. No es lo mismo tener miedo a perder el trabajo al terror que significa que lo asesinen, lo esclavicen, lo sodomicen, en fin, situaciones críticas donde siempre está en juego la dignidad.

"El profeta" es una película del género carcelario, de acción trepidante y dónde suele sobrevivir el más fuerte. Una arista clisé es la del preso inexperto que se transforma en líder gracias a su inteligencia.

El guion y la dirección de Jacques Audiard posee la precisión de un reloj suizo, ningún detalle queda al azar, quizás la primera parte conlleva el aprendizaje de Malik (educación formal y penitenciaria) y la segunda sección es un despliegue de la ambición que le permite desarrollar dicha instrucción.

El lenguaje cinematográfico es de excepción, con un montaje que funde la áspera realidad con rasgos oníricos, en algún momento insinúa espiritualidad a través del título y la capacidad de Malik de anticiparse a los demás, incluso a los planes más retorcidos de los mafiosos.

La película se deja ver fácilmente, el espectador no se da cuenta de las dos horas y media, aunque la verosimilitud no es uno de sus aliados.

Cualquier habitante libre de Chile quisiera para sí tantas oportunidades como en estas tierras francesas donde se puede progresar dentro de la cárcel. Aparte Malik es un protagonista privilegiado, posiblemente un superdotado al que las leyes no supieron entender. La historia es bastante artificiosa.

Recuerdo ese magnífico filme, “La milla verde” (Frank Darabont), estrenada a fines de siglo, donde los presos y los alguaciles eran buenas personas y hasta el alcaide creía en la bondad. La novela de Stephen King presentaba un escenario muy poco probable, pero igual el escritor le otorgaba verosimilitud. La cárcel era una especie de purgatorio donde hay un representante de Dios en la tierra, especie de ángel que termina con la vida a otro ser humano por amor a unos niños indefensos.

“Un profeta” no posee estos elementos místicos, sino es más bien el aprendizaje de un mafioso en ciernes.

Algo de espiritualidad y sobre todo amistad, se vivenciaba en otra película de Frank Darabont, "Sueños de Fuga" (1994). Tampoco hay gran verosimilitud, pero tanto “Un profeta” como “Sueños de fuga” hacen alusión al mundo exterior como un mundo de oportunidades, unas delictuales y otras de libertad, pero hacen ver que un recluso tendrá probabilidades de progresar en la vida, que su paso por la cárcel fue sólo un accidente.

La vida es más que perder el tiempo y desgraciadamente al interior de las cárceles eso sucede con frecuencia, mientras el miedo y el instinto de subsistencia hacen que la pérdida de libertad saque lo peor del ser humano.

Las mejores exponentes del género carcelario quizás deban éxito al hecho de que venden una ilusión y en la población más vulnerable genera esa sensación de tener muchas más oportunidades siendo libre. Volvemos al tema: ¿Libertad para qué?

Alguien argumentará que Nelson Mandela estuvo 27 años en cautiverio y logró ser presidente tras esa experiencia, pero lo que no se cuenta es que Mandela recibió una educación bastante privilegiada y estudió leyes antes de transformarse en el activista que luchó contra las diferencias raciales del Apartheid. No fue la cárcel la que le enseñó a gobernar, fue la educación que adquirió fuera de ella. Fue un cautiverio privilegiado por las visitas que se le permitían, no era un prisionero propiamente tal, de alguna forma su celda se transformó en su lugar de trabajo.

¿Qué nos impulsa como seres humanos? No creo que sea el miedo o la incertidumbre ante un futuro desesperanzador. Un poco de miedo será deseable, el temor a la muerte define nuestra vida de alguna manera. La seguridad extrema nos convierte en personas sin motivación, por eso la actitud de estar siempre cerca de la muerte, a un accidente de distancia, es en cierta forma constructiva.

El prisionero suele estar cerca de la muerte, pero no tiene libertad ni puede valorar el tiempo. No dejar huella en esta vida es el mayor desperdicio genético. Esa dosis exacta de miedo que nos hace evolucionar, no la vamos a encontrar al interior de una prisión. ¿Sólo en libertad el tiempo jugará a nuestro favor?

En cuanto al protagonista, pertenece a una minoría racial y al comienzo es ultra discriminado; por estos lares un poco lo contrario, los reclusos extranjeros muchas veces son mayoría y pertenecen a mafias internacionales que controlan el crimen organizado.

Llegan al punto de transformar sus celdas en oficinas para delinquir.

Mandela entendió que la prisión podía ser un lugar de trabajo, pero fue un visionario de la igualdad de derechos, su legado a la humanidad trascendió más allá de las leyes que recibió de educación.

Chile no será un país desarrollado si las cárceles cobijan trabajadores a tiempo completo.

Un Estado fallido en donde los presos tienen más derechos que los ciudadanos.

“El profeta” me hizo apreciar el significado del tiempo. La historia a veces resulta inverosímil, pero nunca descabellada. Los asesinatos crecen exponencialmente. Muchos han vulnerado las fronteras y los bienes públicos no satisfacen las demandas de la población.

No será de mi predilección el género carcelario, pero cuando una película transporta a distintos escenarios, sin lugar a dudas merece su visionado.
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spoiler:
En la película “Un profeta”, el ciudadano francés de origen árabe representa una minoría racial fuera y dentro de la cárcel, por lo que el miedo de un muchacho joven sin grupo de pertenencia será mayor al de avezados delincuentes de grupos nacionalistas. Malik intenta pasar desapercibido, mantenerse al margen de abusos sexuales, cuando de inmediato el cabecilla de la mafia corsa no le deja elección. Pierde el libre albedrío y deberá asesinar a otro recluso que va atestiguar contra los intereses de alguien. El dinero compra a los guardias y desde las celdas estos corsos manejan negocios externos con otras mafias. Malik para sobrevivir asesina y se gana la protección de César, será tiempo de hibernar y ver cómo funciona todo al interior del penal.

Malik, en menos de diez días, transita desde el terror más profundo a una tranquilidad abismal. No es aparente, trabaja para los corsos y su red al interior del penal, les hace favores y se camufla de esclavo. En sólo un año conoce a otro preso árabe que lidera a otros reclusos, aprende a leer e incluso se da tiempo para entender el dialecto corso para enhebrar planes futuros. Trabajará para César (el mafioso corso) a pesar de los maltratos, en algún punto querrá asesinarlo, pero lo necesita para futuros negocios. Claro, en las cárceles francesas no sólo aprenden a leer rápido, sino que además enseñan economía a los jóvenes delincuentes.

Malik apenas se gana un mínimo de confianza de los mafiosos, de inmediato deja de sentir miedo (extraño) y dedica su tiempo libre (no es broma) a maquinar como manipularlos e incluso a ganar dinero a costa de ellos. César lo hace trabajar incluso en esos días de libertad, aunque Malik está maquinando una empresa delictual a gran escala. Como verán este profeta no tiene nada de espiritual, menos mal, porque un detalle por el estilo hubiera sido difícil de asimilar para un espectador inteligente.

Pero lo inverosímil va aumentando con el correr de los minutos. Malik no es sólo súper inteligente y con habilidades sociales, cosa poco común, sino que es: (1) asesino exprés entrenado en una semana; (2) piensa bajo presión como el más libre de los ciudadanos; (3) engaña a varios grupos delictuales al mismo tiempo cual Maquiavelo; (4) no recibe adiestramiento con armas, pero en su primera incursión no hierra un solo tiro; y quizás lo más extraño (5) al parecer en Francia se asesina gente a plena luz del día, arrastrando cadáveres y se puede escapar donde un amigo criminal sin que la policía lo detenga.

Hay tiempo en las cárceles, pero el miedo está a tope y maquinar engañar a muchas bandas a la vez, en ese encierro no hay tiempo para pensar, siempre peligra tu vida, nadie será tan arriesgado como el protagonista de “Un profeta”, el tiempo muerto llamará a la cautela, a desconfiar del entorno.
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