Haz click aquí para copiar la URL

Dolor y gloria

Drama Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única ... [+]
Críticas 293
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
4
28 de abril de 2020 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que no soy fan de Almodóvar, aunque me gusten algunas de sus películas, curiosamente (porque creo que voy contra el sentir general) las de los años 80, más luego la estupenda "Todo sobre mi madre" , "Hable con ella" y "Volver". En los últimos años sus películas se caracterizan por ritmo lento, pedantería, esteticisimo y altas dosis de egocentrismo (sin embargo "Julieta" no está mal). Las de la etapa 1980-1990, siendo descocadas y extravagantes, tenían más ritmo y contaban historias interesantes, y tampoco dejaban de lado el romanticismo o el drama. Además plasmaban bien cierta cultura pop española y Almodóvar no metía a su ego por todos lados.

"Dolor y gloria", pese a la casi unanimidad de la crítica en prensa, el número de premios (y casi gana el Oscar) y el éxito de taquilla, es una más de esta reposada última etapa del director, cargada de confesiones y autorreferencias, tal vez algo inevitable porque ya son varias décadas de carrera y él tiene ya 70 años. Vale, no está mal eso. Pero algo distinto es hacer películas hablando continuamente de él, él, él, todo el rato, como si fuera el único que tiene problemas de salud, mentales o sexuales.

Reconozco la valentía del director para volcar tanto de él en la película (aunque no deja de tener su razón egocéntrica, creo que el manchego hace tiempo que ya sólo sabe hablar de sí mismo), el atractivo de la variedad cromática de la fotografía y las buenas actuaciones de Banderas, Etxeandia o Serrano, pero por lo demás es una película casi soporífera , que transmite poco o nada, por lo que me resulta indiferente lo que le ocurra a Salvador/Almodóvar. Eso sí, muchas drogas y mucha impostura con los libros y cuadros metidos con calzador, teniendo todo un pretencioso tono intelectualizante que hace las delicias de ciertos críticos de cine, como el pedante Luis Martínez de "El Mundo", uno de sus mayores fans.

(Dios, si esa especie de tedioso Power Point lo llega a hacer otro director...)
3
16 de noviembre de 2020 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy preocupado. Ya hace algún tiempo que he observado que cada vez que una película (normalmente de un autor "consagrado") es aclamada unánimemente por la crítica y en consecuencia entra dentro de todas las quinielas para los Oscars, es casi una garantía de que no me va a gustar. Me pasó con "Roma", de Cuarón y con "Cold war", que casi me matan de aburrimiento. Pero uno es así de bien pensante y confía que esta vez no va a pasar lo mismo con la de Almodovar.

La primera vez que la vi, hace unos meses, cuando la estrenaron en Netflix, tanto mi mujer como yo caímos dormidos a mitad de película. Pero bueno, vamos a ser sinceros, a veces me he quedado frito hasta con una de James Bond. Quizá teníamos sueño aquel día. Así que ayer al ver que la echaban en la 1 a las 10 sin anuncios ni nada nos dijimos mutuamente que deberíamos darle una segunda oportunidad. Somos así de inocentes.

Pero nada. Haciendo esfuerzos ímprobos conseguimos acabarla. La lástima es que no tuvimos ninguna satisfacción a cambio. Ni dolor ni pena ni gloria. Nada. Solo el tedio más absoluto.

Entiendo que el señor Almodovar (o el personaje que interpreta Banderás, me da igual que el guion sea autobiográfico o no), tenga sus recuerdos de la infancia, de su juventud, con sus alegrías y sus penas, sus pasiones, sus desengaños. Como cualquiera. Pero de ahí a que lo que nos cuente sobre eso tenga algo de interés, de emoción o de gracia, hay mucho trecho. Y a mi por lo menos, no ha llegado a conmoverme en lo más mínimo. En ningún momento.

Y por eso decía al principio que estoy preocupado. ¿Estaré yo mal de la cabeza? ¿Seré un ser insensible que no entiende de sentimientos profundos? A veces estas cosas me hacen dudar. Afortunadamente he visto por aquí que no estoy solo. Hay muchas, muchas críticas de otros cinéfilos de a pie, como yo, de los que no tienen que pagar favores a nadie, que coinciden plenamente conmigo. Y eso siempre consuela. Quizá yo sea una persona normal.
3
3 de octubre de 2021 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras unas fantásticas críticas, alguna de un profesional bastante afín, me atreví a ver este rollo. Pensaba que Almodovar, después de 30 años, había vuelto a realizar otro gran trabajo; me equivoqué.

Toda la estética, vestuarios, decorados y estilismos, son notables; también la fotografía, los grafismos, incluso la música. Si alguien se conforma con un buen producto visual, le gustará la película, pero yo no encontré nada más.

También para los que nos gusta mucho como trabaja Banderas, igual puede merecer la pena el visionado de este auténtico petardo.
5
4 de octubre de 2021 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maricón. España. En la orilla.
En una película de Almodóvar una manzana nunca es una manzana y tampoco lo parece, ni falta que le hace, apostamos que piensa.
En una película de Almodóvar una manzana es la foto de la foto de una manzana que después ha sido coloreada, retocada, maqueada, filtrada y vuelta a empezar otra vez.
En una película de Almodóvar eso mismo pasa un poco con todo o el resto, ese juego de capas o espejos ciegos, esa fotocopia hasta el infinito de un reflejo, ese ensimismado ombligo vuelto hacia dentro, encapsulado vacío; te distancia tanto efecto, te cuesta mucho meterte dentro de ello, no te crees nada, suena a falso, forzado, hueco, el imitador que plagia al falsificador que se copia a sí mismo en un eterno bucle autocomplaciente y solipsista, onanismo, narciso mirándose arrobado en un sin agua río, frío, perfecto, maníaco, compulsivo, loco, enfermo, exquisito, pop, relamido, neurótico, clínico, médico, torturado, híbrido, ahíto, laberinto, pena, cuento, me repito.
Estriptis. Roman à clef. Autoficción. Álter ego. Todo eso tan bueno.
Yo no soy yo, tampoco aquel. El otro es siempre mademoiselle, para servirle a usted.
Los fantasmas del pasado atacan al jefe de todo esto.
Almodóvar, que no Antonio, el que, por cierto, está estupendo, también casi todos los demás, Asier, por ejemplo, casi siempre ha sido obeso y un obseso, y muy seguramente sedentario, yo de aquí no me muevo, y controlador y peliagudo, muy preocupado y atorado, todo atado y bien atado, además de otras posibilidades placenteras que aquí ya no tocan y que también a veces merman, el cuerpo siempre muy lejos o como a rastras de la mente, un superdotado de la asimilación, chupa que te chupa, cultura, y la acumulación que nunca acaba de cuajar en él, no hace cuerpo, es solo decorado, se acaba imponiendo siempre su oceánico ego, aguado yo, tanta información que se queda en fetiche, fachada, autor de relumbrón que muere ahogado en su propio vómito satisfecho, que se ha dañado o pasado, o del problema de algunos listos que creen que pueden también domar su materia corruptible, hacer trampas al solitario, hacer con este cuerpecito mío que se ha convertido en río algo parecido a lo que tratan de hacer con el resto de la humanidad, dar gato por liebre, engañar a la muerte, trastear con la existencia entera como si fuera más o menos arte, carne.
Relaja la raja.
Y si además entras de lleno en la vorágine médica, ese placebo infinito, estás definitivamente perdido, carne de cañón, sangre de medicamento, cobaya humana, de ahí no sales, millones de veces peor que el caballo más salvaje o todos los miles de millones de chinos que en el mundo han sido, que la mala cocaína, eso sí que da mono del bueno y crea yonquis sin remedio, los pobres, esclavitud moderna, de la de veras, o vete, por no hablar de otras cosas más bestias dentro de ese ámbito siniestro, cualquier día de la semana a una consulta de uno de cabecera, el mal a espuertas, tocando con los nudillos sangrantes la puerta.
Hasta la mitad le perdonamos la vida a Peeeeedro, tampoco seamos tan crueles, no lo merece, después cae, se hunde progresivamente, la obra de teatro, se cree Tennessee Williams, es un pestiño y el personaje del hermoso de Sbaraglia es un infierno, desastre completo, increíble, insufrible, ridículo muermo. La madre muerta vale, no nos entendemos, los hijos decepcionamos, las madres no son como nosotros, nos queremos mucho, pero tanto amor nunca es suficiente.
La mala educación 2. De hecho, es un tema, hasta cierto punto más o menos disimulado, recurrente en su obra, la mezcla de la autobiografía con el juego de la metaficción.
Es interesante, más contenida y austera y racional de lo habitual en él, pero me pierde para su causa con su loco control formal y con su yo hinchado como verdadera y realmente única preocupación, castillos en el aire, bagatelas, autopsia sin anestesia, carroña bella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar.
La debilidad de la soledad de los ganadores.
Davalú o el dolor.
Rodar para estar. Vivir rodando.
Leer y apuntar. No hay más.
La niña santa. Marilyna y Natalia ya no nadan. Baladas italianas.
El dolor es la única prueba real de que vivimos; ay, luego existo.
Que poco me quejo para lo mucho que me cruje el hueso. Rosalía y la arcadia. Frida Kahlo.
Shakespeare, Chejov, Cocteau... Almodóvar... en riguroso orden de aparición en el mundo, los últimos y los primeros.
Envejecer es una gran putada, acaso no haya otra, lo demás, remedo. No hacerlo sea probablemente peor.
Me quedo como estoy, que me saquen con los pies por delante.
7
24 de marzo de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy estimable película del maestro Almodóvar, que a modo de confesión en el diván de un psicólogo, nos va desgranando gran parte de su vida, al menos los acontecimientos, sentimientos y sucesos que le han ido marcando a lo largo de su intensa vida. Una vida de creación donde, en efecto, el dolor y la gloria se intercalan hasta llegar un punto, un momento, donde la creación del artista, en este caso cinematográfico, se paraliza hasta hacer fútil su vida.
Almodóvar, elegantemente, sin desarrollar un dramatismo explosivo, suavemente, sin prisas pero sin pausas, nos envuelve con gracia, ironía, enormes dosis de dulzura, amor y cariño hacia su madre y sentimientos encontrados para con sus amores y amistades pasados. Y lo hace de forma muy entretenida, siempre interesante, con excelentes diálogos y escenas llenas de candor.
Emplea un montaje inteligente que alterna diferentes etapas de su vida y, como siempre, demuestra su maestría en la dirección artística.
La incapacidad de crear de nuevo, la lucha contra los propios demonios interiores, la reconciliación, son elementos de una cinta que si no es la mejor de Almodóvar estará cerca (mi preferida es y creo que siempre seguirá siendo "Átame", pero más por razones sentimentales y de nostalgia).
Muy buenas interpretaciones, sobre todo de un Asier Etxeandía enorme, con el que empatizas en todo momento. Su personaje es un auténtico bombón. En cuanto a Banderas, le ves y oyes y es un perfecto sosías del propio Almodóvar. Sus gestos, maneras y forma de hablar son calcados. Conseguirá muchos premios, seguro.
En definitiva, que me ha gustado mucho y la recomiendo, claro.

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para