Dolor y gloria
2019 

6.8
32,490
Drama
Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única ... [+]
2 de abril de 2019
2 de abril de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “Dolor y gloria” Pedro Almodóvar se abre en canal, muy a lo gonzo, como valeroso último recurso para alcanzar su mejor versión en su vertiente más reflexiva, y funciona. Aunque en verdad nunca detectas la fina linea que separa realidad de ficción, como tampoco ves la que separa a Antonio Banderas del manchego.
Salvador Mallo es un director de cine que empieza a vislumbrar el crepúsculo de su vida. Ese inevitable momento en el que pasado, presente y futuro se entremezclan. Es ahí donde las obsesiones y traumas presentes en los trabajos más recientes de Almodóvar vuelven a aflorar, pero aquí lo hacen de forma más redonda y personal. Un pasado mal enterrado que vuelve desencadenado por un fortuito encuentro del presente, esa incomoda sensación de culpa perpetua que nos encierra en nosotros mismos y nos aleja del resto, la lucha entre el amor y la pasión, el dolor del alma que se entremezcla con el dolor del cuerpo, el no estar a la altura de lo que la gente espera de nosotros, el sentido de la vida… Toda esa amarga mezcolanza de sentimientos se dan la mano en “Dolor y gloria” fruto de un guion magnífico.
Visual y escénicamente el cineasta también retorna a su mejor versión. La cinta es una delicia, destacando la realización, la fotografía y el diseño de producción. Y a ello se le une el plano interpretativo, con un grupo de actores bastante más sobrios de lo que el cine de Almodóvar nos tiene acostumbrados, pero igualmente efectivos. Aquí los sentimientos son más sutiles y delicados, no hay hueco para el exceso; y ello nos depara escenas verdaderamente notables. La representación teatral del personaje de Asier Etxeandia, o las escenas del Salvador Mallo adulto con su madre son verdaderamente poderosas.
La suma del fondo y de la forma convierten “Dolor y gloria” en una obra de evidente mención. Si es cierto que, dada la sutileza del conjunto, es posible que los sentimientos del espectador tarden en aflorar. Por ello la película gustará más en frío que en caliente, lo que le añade también un grato poso al producto. Una cinta que el devoto de Pedro Almodóvar sabrá aprovechar más que el aficionado esporádico, que duda cabe.
Y no puedo cerrar esta review sin lanzar una pregunta al aire. ¿Solo a mi el Alberto Crespo de Asier Etxeandia me ha resultado clavado físicamente al ´Tig´ Trager de Kim Coates de la serie “Sons of Anarchy”?…
Salvador Mallo es un director de cine que empieza a vislumbrar el crepúsculo de su vida. Ese inevitable momento en el que pasado, presente y futuro se entremezclan. Es ahí donde las obsesiones y traumas presentes en los trabajos más recientes de Almodóvar vuelven a aflorar, pero aquí lo hacen de forma más redonda y personal. Un pasado mal enterrado que vuelve desencadenado por un fortuito encuentro del presente, esa incomoda sensación de culpa perpetua que nos encierra en nosotros mismos y nos aleja del resto, la lucha entre el amor y la pasión, el dolor del alma que se entremezcla con el dolor del cuerpo, el no estar a la altura de lo que la gente espera de nosotros, el sentido de la vida… Toda esa amarga mezcolanza de sentimientos se dan la mano en “Dolor y gloria” fruto de un guion magnífico.
Visual y escénicamente el cineasta también retorna a su mejor versión. La cinta es una delicia, destacando la realización, la fotografía y el diseño de producción. Y a ello se le une el plano interpretativo, con un grupo de actores bastante más sobrios de lo que el cine de Almodóvar nos tiene acostumbrados, pero igualmente efectivos. Aquí los sentimientos son más sutiles y delicados, no hay hueco para el exceso; y ello nos depara escenas verdaderamente notables. La representación teatral del personaje de Asier Etxeandia, o las escenas del Salvador Mallo adulto con su madre son verdaderamente poderosas.
La suma del fondo y de la forma convierten “Dolor y gloria” en una obra de evidente mención. Si es cierto que, dada la sutileza del conjunto, es posible que los sentimientos del espectador tarden en aflorar. Por ello la película gustará más en frío que en caliente, lo que le añade también un grato poso al producto. Una cinta que el devoto de Pedro Almodóvar sabrá aprovechar más que el aficionado esporádico, que duda cabe.
Y no puedo cerrar esta review sin lanzar una pregunta al aire. ¿Solo a mi el Alberto Crespo de Asier Etxeandia me ha resultado clavado físicamente al ´Tig´ Trager de Kim Coates de la serie “Sons of Anarchy”?…
10 de noviembre de 2019
10 de noviembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar a decir nada sobre la película quiero comentar una cuestión;
Ésta es la segunda película de Pedro Almodóvar que he visto, la primera fue 'Todo sobre mi madre', y con esto quiero decir que no era seguidor de Almodóvar, hasta hora. Una película me puede parecer buena, muy buena, pero hasta que no se vuelve a producir (y de forma repetitiva) ese nivel de satisfación no se puede considerar la calidad de un autor como algo auténtico.
Dolor y gloria es auténtica, 'Todo sobre mi madre' tambien lo fue y lo sigue siendo. Almodóvar es un tipo que plantea cuestiones muy interesantes, y sobretodo, incómodas. Su persistencia sobre la sexualidad, cómo afecta el entorno en el que creces sobre uno msimo (y sobre tus más cercanos), el ser diferente (y de ahí de donde nace la brillantez o la mediocridad) y cómo aceptan o no los demás esa diferencia, y lo más importante, cómo te sientes tú cuando eso ocurre y a qué nivel te afecta.
Muchos de estos interrogantes son tratados en Dolor y gloria (y muchos más), la nueva película de Pedro Almodóvar que, no sólo por temática sino también por técnica, me parece una película sensacional. La fotografía, acompañada de una puesta en escena exquisita (el manejo del color), es preciosa, tanto en entornos rurales como cívicos. La dirección (los planos, encuadres y simetría de todo lo que enfoca Pedro es... ) demuestra un nivel de perfección de quien está detrás de las cámaras.
Antonio Banderas logra uno de sus mejores trabajos como intérprete, dando vida a un director de cine que sufre una crisis creativa, donde también entra en juego el personaje de Alberto al que da vida Asier Etxeandia, un muy notable secundario, junto con la madre del protagonista Jacinta Mallo, interpretada por Penélope Cruz. Suman Nora Navas (que tiene, como el resto, un papel muy importante), Leonardo Sbaraglia ('Al final del túnel), Julieta Serrano y Cecilia Roth ( aparecen más pero se pueden considerar cameos).
Quiero gritar a los cuatro vientos lo siguiente:
¡Éste es el cine español que quiero ver!, estoy muy cansado de que en España sólo (como regla general) se hagan comedias. Muy cansado.
Sí, lo sé. sé que por ahí rondan 'Quien a hierro mata y 'Mientras dure la guerra'. Creedme cuando digo que lo sé. En cuanto pueda también las veré.
Si de verdad queréis ver buen cine español, ved Dolor y gloria, para mí una de las mejores películas que he visto este año. Con mucha temática de la que poder debatir con los demás.
Una muy buena película.
Ésta es la segunda película de Pedro Almodóvar que he visto, la primera fue 'Todo sobre mi madre', y con esto quiero decir que no era seguidor de Almodóvar, hasta hora. Una película me puede parecer buena, muy buena, pero hasta que no se vuelve a producir (y de forma repetitiva) ese nivel de satisfación no se puede considerar la calidad de un autor como algo auténtico.
Dolor y gloria es auténtica, 'Todo sobre mi madre' tambien lo fue y lo sigue siendo. Almodóvar es un tipo que plantea cuestiones muy interesantes, y sobretodo, incómodas. Su persistencia sobre la sexualidad, cómo afecta el entorno en el que creces sobre uno msimo (y sobre tus más cercanos), el ser diferente (y de ahí de donde nace la brillantez o la mediocridad) y cómo aceptan o no los demás esa diferencia, y lo más importante, cómo te sientes tú cuando eso ocurre y a qué nivel te afecta.
Muchos de estos interrogantes son tratados en Dolor y gloria (y muchos más), la nueva película de Pedro Almodóvar que, no sólo por temática sino también por técnica, me parece una película sensacional. La fotografía, acompañada de una puesta en escena exquisita (el manejo del color), es preciosa, tanto en entornos rurales como cívicos. La dirección (los planos, encuadres y simetría de todo lo que enfoca Pedro es... ) demuestra un nivel de perfección de quien está detrás de las cámaras.
Antonio Banderas logra uno de sus mejores trabajos como intérprete, dando vida a un director de cine que sufre una crisis creativa, donde también entra en juego el personaje de Alberto al que da vida Asier Etxeandia, un muy notable secundario, junto con la madre del protagonista Jacinta Mallo, interpretada por Penélope Cruz. Suman Nora Navas (que tiene, como el resto, un papel muy importante), Leonardo Sbaraglia ('Al final del túnel), Julieta Serrano y Cecilia Roth ( aparecen más pero se pueden considerar cameos).
Quiero gritar a los cuatro vientos lo siguiente:
¡Éste es el cine español que quiero ver!, estoy muy cansado de que en España sólo (como regla general) se hagan comedias. Muy cansado.
Sí, lo sé. sé que por ahí rondan 'Quien a hierro mata y 'Mientras dure la guerra'. Creedme cuando digo que lo sé. En cuanto pueda también las veré.
Si de verdad queréis ver buen cine español, ved Dolor y gloria, para mí una de las mejores películas que he visto este año. Con mucha temática de la que poder debatir con los demás.
Una muy buena película.
26 de enero de 2020
26 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Almodóvar es un fenómeno más interesante desde el punto de vista sociológico que cinematográfico. Él ha sabido crear en torno suyo a toda una cohorte de actores y actorcillos, que le deber el ser y el haber, y no cesan de cantar sus glorias. Por otro lado, se ha ganado a un sector del público anti lo que sea, por su fama de "irreverente y progresista de izdas", gente a la que, en cualquier caso, ya le gustan sus pelis antes de verlas. Y por último, pero no menos importante, goza del caluroso apoyo de todo el colectivo LGTBI. Con todos esos avales, lo difícil es intentar juzgar sus películas del modo más objetivo posible. En este caso, Dolor y Gloria es un auto homenaje de Almodóvar a Almodóvar, que sólo a él se le perdona, porque a cualquier otro director le estarían poniendo a caldo por contarnos (otra vez y por partida doble), la historia de su madre (menuda madre debió ser esa mujer), de sus amigos gays (ya van no sé cuantos), y de su afición por las drogas (otro elemento recurrente). Antonio Banderas, encarna a la figura de Almodóvar en el film y su interpretación, sin ser mala, es bastante plana y carente de recursos. En definitiva: vayan a verla si les gusta Almodóvar...y el Banderas.
1 de febrero de 2020
1 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno no puede discutir mucho a Almodóvar porque formó el que es a mi parecer el segundo o tercer mejor cine del mundo. No voy a discutirlo. Pero sí decir que nunca me sentí identificado con ese cine. Que no me llega. No me mueve un pelo ni sus historias ni su imagen, ni su sello, ni nada. Y ésto es lo que me pasa con ésta película en particular. No me llega. Me parece todo demasiado impersonal. Que sí, que su marca se ve, que las actuaciones son una genialidad. No sé cómo hace Penélope Cruz para creerle todo lo que hace, es una genia total, no hace falta decirlo. Y también Banderas lleva adelante su papel de manera excelente. Pero eso no dice nada. Porque la historia es un viaje por ningún lado que te lleva a ningún lado. ¿Que es una autografía? ¿Y? ¿Por eso tiene que gustarme? No, la verdad es que me aleja más que tenga que explicarlo en un póster o en una conferencia de prensa.
2 de febrero de 2020
2 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi la peli en el cine vine y le puse un 8. Tenía muy recientes los excelentes trabajos de Juan Gatti, Alberto Iglesias, Antonio Banderas y Asier Etxeandia.
Meses después la eligen como candidata española a los Oscar y los norteamericanos la seleccionan. Ojo. Y me digo, voy a volver a verla. Pero en este segundo visionado se me ha caído la venda y he sido capaz de valorar globalmente la película y he visto que sólo por Juan, Alberto, Antonio y Asier, no merecía ese 8.
Ahora he descubierto cosas que antes no vi. Ahora no he visto la dirección de Pedro Almodóvar, he visto a una Penelope repetitiva y encasillada, incongruencias graves, temas sin resolver que podrían haber resultado interesantes, ausencia de trama, de pobre guion original. De vivir de las rentas. De acomodarse. De Marketing a tope.
Definitivamente para que una peli sea películón, debe pasar lo que yo llamo la prueba del carbono 14, es decir, que aunque pasen años, la veas de nuevo y te siga interesando. Es más, el deleite debe ir in crescendo, de más a mucho más.
Justo lo contrario que me ha pasado con Dolor y Gloria y en tan sólo unos meses.
Por tanto, rectifico mi calificación y le pongo un 3 (floja)
Prometo no verla más en virtud del grato recuerdo de Mujeres al borde, Todo sobre mi madre y algunas otras, no sea que le plante un 1.
Si le dan el Oscar el 1 se lo pondré a la Academia de Hollywood, por mucho que me guste la distinción a una película española.
Meses después la eligen como candidata española a los Oscar y los norteamericanos la seleccionan. Ojo. Y me digo, voy a volver a verla. Pero en este segundo visionado se me ha caído la venda y he sido capaz de valorar globalmente la película y he visto que sólo por Juan, Alberto, Antonio y Asier, no merecía ese 8.
Ahora he descubierto cosas que antes no vi. Ahora no he visto la dirección de Pedro Almodóvar, he visto a una Penelope repetitiva y encasillada, incongruencias graves, temas sin resolver que podrían haber resultado interesantes, ausencia de trama, de pobre guion original. De vivir de las rentas. De acomodarse. De Marketing a tope.
Definitivamente para que una peli sea películón, debe pasar lo que yo llamo la prueba del carbono 14, es decir, que aunque pasen años, la veas de nuevo y te siga interesando. Es más, el deleite debe ir in crescendo, de más a mucho más.
Justo lo contrario que me ha pasado con Dolor y Gloria y en tan sólo unos meses.
Por tanto, rectifico mi calificación y le pongo un 3 (floja)
Prometo no verla más en virtud del grato recuerdo de Mujeres al borde, Todo sobre mi madre y algunas otras, no sea que le plante un 1.
Si le dan el Oscar el 1 se lo pondré a la Academia de Hollywood, por mucho que me guste la distinción a una película española.
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