La novicia rebelde
1965 

6.9
58,887
Musical. Drama
Austria, 1938. María es una alegre novicia que abandona la abadía para convertirse en la institutriz de los siete hijos de un militar retirado, el capitán von Trapp, viudo desde hace poco tiempo. La casa de los von Trapp funciona como un cuartel, pero María consigue devolver la alegría a los niños y ganarse su respeto y cariño. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2024
24 de agosto de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sonrisas y Lágrimas sigue a María, una joven novicia que es enviada a la casa de la familia Von Trapp para trabajar como institutriz de los siete hijos del estricto capitán Georg Von Trapp. A través de la música y su espíritu alegre, María logra ganarse el cariño de los niños y suavizar el corazón del capitán. La historia, ambientada en Austria poco antes de la Segunda Guerra Mundial, muestra cómo la familia encuentra la unión y la esperanza en medio de tiempos difíciles.
La película transmite un mensaje poderoso sobre el poder transformador de la música y el amor. María, con su entusiasmo y calidez, enseña a los niños y al capitán que la vida se disfruta mejor cuando se vive con alegría y corazón abierto.
La película ofrece una crítica velada al autoritarismo, tanto en el ámbito familiar como en el contexto más amplio de la amenaza nazi que se cierne sobre Europa. El capitán Von Trapp, inicialmente un hombre rígido y controlador, representa la transición de un enfoque autoritario a uno más compasivo y democrático, en gran parte gracias a la influencia de María. Además, la película destaca la importancia de la resistencia pacífica frente a la opresión, un tema relevante tanto en su contexto histórico como en la actualidad.
Clásico musical del cine americano.
La película transmite un mensaje poderoso sobre el poder transformador de la música y el amor. María, con su entusiasmo y calidez, enseña a los niños y al capitán que la vida se disfruta mejor cuando se vive con alegría y corazón abierto.
La película ofrece una crítica velada al autoritarismo, tanto en el ámbito familiar como en el contexto más amplio de la amenaza nazi que se cierne sobre Europa. El capitán Von Trapp, inicialmente un hombre rígido y controlador, representa la transición de un enfoque autoritario a uno más compasivo y democrático, en gran parte gracias a la influencia de María. Además, la película destaca la importancia de la resistencia pacífica frente a la opresión, un tema relevante tanto en su contexto histórico como en la actualidad.
Clásico musical del cine americano.
8 de noviembre de 2011
8 de noviembre de 2011
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julie Andrews, tras el exitazo de "Mary Poppins", volvió a enfrascarse en un musical de tono infantil, repleto de canciones noñas y pasteleo de todo tipo, del que lo mejor que se puede decir es que es relativamente bonito.
"Sonrisas y lágrimas" es mucho peor película que "Mary Poppins" y además hoy día ha envejecido mucho peor. Resulta casi ridículo el peinado y los vestidos de Andrews, su presunta rebeldía de novicia en el convento, sus brincos y atusamientos entre los prados cuán Heidi "flower power". Hay una sobrecarga de canciones, todas correctas pero muy pocas memorables, hay unas dosis demasiado tangible de moralina y un argumento, en fin, de todo menos creíble.
Este Andrews y los 7 (mala analogía con la sin par Anita Obregón) es una película eficaz, una gran producción pero nunca una gran película. Con toda su cargante parafernalia de bailes, disciplina y canciones, en esos siete niños ejemplarmente amaestrados y falsamente traviesos, no logra ni emocionar ni convencer.
Eleanor Parker está y es muy guapa y Christopher Plummer hace bien su serio papel. Los paisajes son bellísimos (¿ven ustedes como antes que Peter Jackson y su latosa saga del anillo ya se rodaban, con muchos millones, bonitos paisajes?) y, en fin, es un clásico al que yo no doy tal nombre. Simplemente es una correcta, bastante pesada, película. Y sin perdón.
"Sonrisas y lágrimas" es mucho peor película que "Mary Poppins" y además hoy día ha envejecido mucho peor. Resulta casi ridículo el peinado y los vestidos de Andrews, su presunta rebeldía de novicia en el convento, sus brincos y atusamientos entre los prados cuán Heidi "flower power". Hay una sobrecarga de canciones, todas correctas pero muy pocas memorables, hay unas dosis demasiado tangible de moralina y un argumento, en fin, de todo menos creíble.
Este Andrews y los 7 (mala analogía con la sin par Anita Obregón) es una película eficaz, una gran producción pero nunca una gran película. Con toda su cargante parafernalia de bailes, disciplina y canciones, en esos siete niños ejemplarmente amaestrados y falsamente traviesos, no logra ni emocionar ni convencer.
Eleanor Parker está y es muy guapa y Christopher Plummer hace bien su serio papel. Los paisajes son bellísimos (¿ven ustedes como antes que Peter Jackson y su latosa saga del anillo ya se rodaban, con muchos millones, bonitos paisajes?) y, en fin, es un clásico al que yo no doy tal nombre. Simplemente es una correcta, bastante pesada, película. Y sin perdón.
9 de junio de 2021
9 de junio de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El musical The sound of music (1965), también conocido como La novicia rebelde, tiene como protagonista a una aspirante a monja que siente pasión por la naturaleza y la música. Dirigido por Robert Wise, con Julie Andrews y Christopher Plummer. Obtuvo el Oscar a mejor película.
Por Nicolás Bianchi
En 1965 los Rolling Stones lanzaron el sencillo (I can´t get no) Satisfaction, los Beatles editaron dos discos, que incluían temas como Yesterday, Norwegian Wood o Help! y Bob Dylan firmó Like a rolling stone. En la Guerra de Vietnam, ese mismo año, se produjeron los primeros enfrentamientos a gran escala. Es la época en la que los jóvenes se diferencian del resto de la sociedad y adquieren identidades como la que les proveyó el movimiento hippie, en crecimiento durante este momento de la historia.
En el contexto de su tiempo el personaje principal de The sound of music es una representación moderada y azucarada de la primavera juvenil que se vivenció en los años 60. Se trata de una monja que le gusta la vida al aire libre, el contacto con la naturaleza, que no sigue las reglas de etiqueta y disciplina, y que además tiene pasión por la música. Adónde va lleva una guitarra, lo que también es una marca de identidad.
Robert Wise ya había alcanzado el éxito con los personajes también jóvenes de West Side story (1961). Aquí la historia transcurre en Salzburgo, Austria, a fines de los años 30, cuando la Alemania nazi está por subsumir al país dentro de su órbita. María (Julie Andrews) vive en un convento donde sigue la formación religiosa pero presenta un espíritu distinto al de sus hermanas.
Las transgresiones de la novicia son módicas. Pasea por las colinas bucólicas que están fuera del pueblo y es aficionada a la música. Por su forma de ser la rectora de la abadía considera que es la apropiada para ser la institutriz de la familia von Trapp, integrada por el padre, el capitán viudo interpretado por Christopher Plummer, y sus siete hijos. Los niños viven bajo una disciplina similar a la militar y presentan distintos problemas de conducta. A la par el capitán es un hombre frío y distante, que está por contraer un nuevo matrimonio con una rica baronesa (Eleanor Parker).
La presencia de María va a llevar alegría a la muy acartonada familia. Los niños van a explotar sus habilidades musicales mientras que su padre el capitán pierde el gesto adusto y la mirada gélida. Los conflictos en la trama surgen primero cuando María comienza a desarrollar sentimientos amorosos por el capitán, que son mutuos por lo que ponen a los personajes en un dilema, y después cuando los nazis se conviertan en una amenaza concreta.
La película nunca pierde su aire inocente, familiar e intencionadamente ingenuo. En West Side story se podía entrever un comentario sobre la juventud y la marginalidad, o la violencia y los arrabales, que aquí se encuentra ausente. The sound of music cuenta con varios hits musicales, compuestos por Oscar Hammerstein II, que se instalaron en la historia del medio audiovisual y que han sido reutilizados, versionados, mencionados miles de veces. Allí seguramente esté su mayor legado.
Por Nicolás Bianchi
En 1965 los Rolling Stones lanzaron el sencillo (I can´t get no) Satisfaction, los Beatles editaron dos discos, que incluían temas como Yesterday, Norwegian Wood o Help! y Bob Dylan firmó Like a rolling stone. En la Guerra de Vietnam, ese mismo año, se produjeron los primeros enfrentamientos a gran escala. Es la época en la que los jóvenes se diferencian del resto de la sociedad y adquieren identidades como la que les proveyó el movimiento hippie, en crecimiento durante este momento de la historia.
En el contexto de su tiempo el personaje principal de The sound of music es una representación moderada y azucarada de la primavera juvenil que se vivenció en los años 60. Se trata de una monja que le gusta la vida al aire libre, el contacto con la naturaleza, que no sigue las reglas de etiqueta y disciplina, y que además tiene pasión por la música. Adónde va lleva una guitarra, lo que también es una marca de identidad.
Robert Wise ya había alcanzado el éxito con los personajes también jóvenes de West Side story (1961). Aquí la historia transcurre en Salzburgo, Austria, a fines de los años 30, cuando la Alemania nazi está por subsumir al país dentro de su órbita. María (Julie Andrews) vive en un convento donde sigue la formación religiosa pero presenta un espíritu distinto al de sus hermanas.
Las transgresiones de la novicia son módicas. Pasea por las colinas bucólicas que están fuera del pueblo y es aficionada a la música. Por su forma de ser la rectora de la abadía considera que es la apropiada para ser la institutriz de la familia von Trapp, integrada por el padre, el capitán viudo interpretado por Christopher Plummer, y sus siete hijos. Los niños viven bajo una disciplina similar a la militar y presentan distintos problemas de conducta. A la par el capitán es un hombre frío y distante, que está por contraer un nuevo matrimonio con una rica baronesa (Eleanor Parker).
La presencia de María va a llevar alegría a la muy acartonada familia. Los niños van a explotar sus habilidades musicales mientras que su padre el capitán pierde el gesto adusto y la mirada gélida. Los conflictos en la trama surgen primero cuando María comienza a desarrollar sentimientos amorosos por el capitán, que son mutuos por lo que ponen a los personajes en un dilema, y después cuando los nazis se conviertan en una amenaza concreta.
La película nunca pierde su aire inocente, familiar e intencionadamente ingenuo. En West Side story se podía entrever un comentario sobre la juventud y la marginalidad, o la violencia y los arrabales, que aquí se encuentra ausente. The sound of music cuenta con varios hits musicales, compuestos por Oscar Hammerstein II, que se instalaron en la historia del medio audiovisual y que han sido reutilizados, versionados, mencionados miles de veces. Allí seguramente esté su mayor legado.
29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que Sonrisas y lágrimas tiene escenas preciosas y Julie Andrews está maravillosa, el guión es un despropósito y a la peli le sobran 45 minutos y algunos números musicales.
La historia es bastante forzada y la relación entre personajes fluye de una manera rápida y muy artificial. A pesar de su halo de irrealidad tiene momentazos y canciones conmovedoras. En la versión al castellano cometieron el error de doblar las canciones. Recomiendo encarecidamente que cuando se pongan a cantar cambiemos la pista de audio y activemos los subtítulos, porque dobladas las canciones son horribles. Algunas no se salvan ni en VO, pero no tiene sentido tener un martirio extra. Y es una pena estropear canciones tan bonitas como My favorite things.
La peli arranca con una preciosísima escena aérea con Julie en los Alpes, que además de emblemática es poesía. En general tiene fotografías muy bonitas.
La historia es bastante forzada y la relación entre personajes fluye de una manera rápida y muy artificial. A pesar de su halo de irrealidad tiene momentazos y canciones conmovedoras. En la versión al castellano cometieron el error de doblar las canciones. Recomiendo encarecidamente que cuando se pongan a cantar cambiemos la pista de audio y activemos los subtítulos, porque dobladas las canciones son horribles. Algunas no se salvan ni en VO, pero no tiene sentido tener un martirio extra. Y es una pena estropear canciones tan bonitas como My favorite things.
La peli arranca con una preciosísima escena aérea con Julie en los Alpes, que además de emblemática es poesía. En general tiene fotografías muy bonitas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una novicia dulce y encantadora acaba cuidando los niños de un zumbado (de los chungos) y por algún motivo se enamoran. No preguntes. Al señor no hay por donde cogerlo.
El tipo se marcha durante largas temporadas a divertirse con una pandilla de ricos y una novia baronesa para no tener que estar con sus hijos, a los que martiriza y anula porque le recuerdan a su difunta esposa. Se enamora de Julie Andrews principalmente porque es austriaca, y a partir de ahí empieza a reconciliarse con sus hijos. No al revés. Para este hombre los hijos no son la causa de nada, sólo la consecuencia.
La trama política, aunque está contada desde una perspectiva anti-nazi, menos mal, es totalmente sobrante. Solo aporta metraje y locuras.
Lo que no se cuenta (porque son tres horas y la cosa se está alargando) es que la familia al completo muere en las montañas huyendo de los nazis. Pretenden pasar la frontera a pata, sin provisiones, sin agua, sin calzado adecuado y cargados de niños. Quizá lleven la guitarra, no me acuerdo ahora. La película termina con un plano de todo el pateo montañoso que les queda para llegar a zona segura. Lógicamente se entiende que mueren por el camino.
El tipo se marcha durante largas temporadas a divertirse con una pandilla de ricos y una novia baronesa para no tener que estar con sus hijos, a los que martiriza y anula porque le recuerdan a su difunta esposa. Se enamora de Julie Andrews principalmente porque es austriaca, y a partir de ahí empieza a reconciliarse con sus hijos. No al revés. Para este hombre los hijos no son la causa de nada, sólo la consecuencia.
La trama política, aunque está contada desde una perspectiva anti-nazi, menos mal, es totalmente sobrante. Solo aporta metraje y locuras.
Lo que no se cuenta (porque son tres horas y la cosa se está alargando) es que la familia al completo muere en las montañas huyendo de los nazis. Pretenden pasar la frontera a pata, sin provisiones, sin agua, sin calzado adecuado y cargados de niños. Quizá lleven la guitarra, no me acuerdo ahora. La película termina con un plano de todo el pateo montañoso que les queda para llegar a zona segura. Lógicamente se entiende que mueren por el camino.
6 de marzo de 2014
6 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que sea muy aficionado al musical. Pero esta aunque tiene sus bonitas canciones y una Julie Andrews espléndida. Algunos momentos me resultaron de una ñoñería insoportable. Menos mal que estaban la ya mencionada Julie Andres y Christopher Plummer para salvar el entuerto
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es interesante la parte final cuando la familia huye del teatro y se esconde.
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