Ágora
6.5
66,986
Aventuras. Romance
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del ... [+]
19 de octubre de 2009
19 de octubre de 2009
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Focalizar.
(Del ingl. to focalize).
2. tr. Centrar, concentrar, dirigir. U. t. c. prnl.
Salgo del cine perplejo. No entiendo como se puede intentar hablar de tantas cosas para acabar hablando prácticamente de nada. Y menos cuando el guión está firmado por Amenábar y Gil, dos personas que no son precisamente nuevos en esto de la narrativa audiovisual.
Por un lado tenemos la historia de Hipatia, una astrónoma que está como las maracas de machín, obsesionada con dar con los secretos del universo. A pesar de que en el trailer parece que la historia va sobre dicho personaje, esto no es del todo correcto. También tenemos a la recién legalizada cristiandad intentando hacerse con el control de toda Alejandría al más puro estilo Monty Phyton, tirando piedras a judíos y paganos a diestro y siniestro.
Estas dos historias se entrecruzan entre sí durante todo el metraje, y en situaciones de una intensidad profunda. Pero la emoción no llega, por mucho que uno quiere no llega. Y es que lo que se ha hecho es únicamente contar un pasaje de la historia antigua, sin más. Sin unos personajes más definidos que nos demuestren con veracidad que son humanos, con las emociones que ser de esta especie implica.
Me parece que el mayor fallo ha radicado en la dirección de actores ya que todos (exceptuando a la Weisz, preciosa como siempre) pecan de exageración en sus interpretaciones. Y esto hace que no me crea una palabra de lo que me cuentan, a pesar de que, paradójicamente, está basada en hechos reales.
Salgo helado de la sala, una pena…
(Del ingl. to focalize).
2. tr. Centrar, concentrar, dirigir. U. t. c. prnl.
Salgo del cine perplejo. No entiendo como se puede intentar hablar de tantas cosas para acabar hablando prácticamente de nada. Y menos cuando el guión está firmado por Amenábar y Gil, dos personas que no son precisamente nuevos en esto de la narrativa audiovisual.
Por un lado tenemos la historia de Hipatia, una astrónoma que está como las maracas de machín, obsesionada con dar con los secretos del universo. A pesar de que en el trailer parece que la historia va sobre dicho personaje, esto no es del todo correcto. También tenemos a la recién legalizada cristiandad intentando hacerse con el control de toda Alejandría al más puro estilo Monty Phyton, tirando piedras a judíos y paganos a diestro y siniestro.
Estas dos historias se entrecruzan entre sí durante todo el metraje, y en situaciones de una intensidad profunda. Pero la emoción no llega, por mucho que uno quiere no llega. Y es que lo que se ha hecho es únicamente contar un pasaje de la historia antigua, sin más. Sin unos personajes más definidos que nos demuestren con veracidad que son humanos, con las emociones que ser de esta especie implica.
Me parece que el mayor fallo ha radicado en la dirección de actores ya que todos (exceptuando a la Weisz, preciosa como siempre) pecan de exageración en sus interpretaciones. Y esto hace que no me crea una palabra de lo que me cuentan, a pesar de que, paradójicamente, está basada en hechos reales.
Salgo helado de la sala, una pena…
11 de octubre de 2009
11 de octubre de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coincido con los críticos profesionales: Buena historia, buenos personajes, buena ambientación, buenos diálogos, buena fotografía,...
...pero no coincido con algunos de ellos cuando afirman que no llega la emoción: yo sí me emocioné con su final.
Hacía mucho tiempo que no salía de un cine con la clara sensación de haber visto una gran película.
¡ gracias, Amenábar !
...pero no coincido con algunos de ellos cuando afirman que no llega la emoción: yo sí me emocioné con su final.
Hacía mucho tiempo que no salía de un cine con la clara sensación de haber visto una gran película.
¡ gracias, Amenábar !
7 de noviembre de 2009
7 de noviembre de 2009
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ágora es un gran bocado de buen cine. Está obligado a serlo porque bebe de una gran lista de películas excepcionales : Ben-Hur, La túnica sagrada, Quo Vadis?, Cleopatra, Los diez mandamientos, Espartaco; más lejos quedan los músculos épicos de Hollywood, el Gladiador de R. Crowe, la Troya de B. Pitt o el Alejandro Magno de C. Farrell.
Amenábar, ese director que se revela contra toda nimiedad, nos quiere hacer partícipes de una revelación absoluta: cuando el sol de la cultura cae, hasta los más pequeños proyectan grandes sombras. Pero se codifica tanto el mensaje que uno teme que el espectador se quede solamante en las estrellas, porque, tal vez, ya esté cansado de fanatismos, tristemente acostumbrado, y de fundamentalismos.
Se está acabando la antigüedad, Alejandría es el último bastión, su biblioteca la única esperanza y, esa excepcional mujer que encarna R. Weisz, el emblema viviente, la melancolía. Lamentablemente se queda todo ahí, en cultura aliñada con muchas estrellas, con muchas matemáticas pero con muy poco sentimiento. Lejos de emocionar, todo este despliegue de buenas intenciones aburre y decepciona, no llega nunca ese plus que se espera y no hay tensión amorosa 'no resuelta' que enmiende la cinta. Solamente, cultura y aliños.
La música es rotunda. Las interpretaciones correctas. La fotografía de Xavi Giménez está muy cerca de lo magistral. Amenábar se tira de cabeza hacia el lirismo y la gradilocuencia pero, esta vez, no llega a lo sublime.
Amenábar, ese director que se revela contra toda nimiedad, nos quiere hacer partícipes de una revelación absoluta: cuando el sol de la cultura cae, hasta los más pequeños proyectan grandes sombras. Pero se codifica tanto el mensaje que uno teme que el espectador se quede solamante en las estrellas, porque, tal vez, ya esté cansado de fanatismos, tristemente acostumbrado, y de fundamentalismos.
Se está acabando la antigüedad, Alejandría es el último bastión, su biblioteca la única esperanza y, esa excepcional mujer que encarna R. Weisz, el emblema viviente, la melancolía. Lamentablemente se queda todo ahí, en cultura aliñada con muchas estrellas, con muchas matemáticas pero con muy poco sentimiento. Lejos de emocionar, todo este despliegue de buenas intenciones aburre y decepciona, no llega nunca ese plus que se espera y no hay tensión amorosa 'no resuelta' que enmiende la cinta. Solamente, cultura y aliños.
La música es rotunda. Las interpretaciones correctas. La fotografía de Xavi Giménez está muy cerca de lo magistral. Amenábar se tira de cabeza hacia el lirismo y la gradilocuencia pero, esta vez, no llega a lo sublime.
11 de febrero de 2010
11 de febrero de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El asombro ante la vida. Varios siglos antes de Hipatia, Aristóteles habló de ello en las primeras frase de la "Metafísica", de algo que hacía siglos que se daba (presocráticos como Tales, poetas como Arquíloco, o retrocediendo más, un misterioso "tat twam asi" sánscrito), que se siguió dando durante siglos, y que seguirá dándose en las generaciones actuales.
Con aquellos que han pasado a la historia, y con otros muchos grandes desconocidos, la historia del conocimiento humano -de la filosofía, de la ciencia- continuó su heroíco curso hasta nuestros días; sin embargo es complicado apreciar en su totalidad esta aventura, la aventura común más noble que nosotros los seres humanos hemos tomado, y "Agora" nos ayuda y nos muestra parte de esta sublime empresa de nuestra especie.
En reflexiones de la protagonista ante resultados aparentemente negativos, en intervenciones de alumnos "demasiado pretenciosos" (que en realidad formulan objeciones que se discutirían durante siglos), en la euforia por los experimentos exitosos (que reproducen los que se hicieron posteriormente para cuestionar la física aristotélica), en el recuerdo de un anciano que rememora la teoría de un olvidado, "un tal Aristarco"...
Con todo esto, y más, "Agora" nos consigue mostrar, como si los presenciáramos con nuestros propios ojos, momentos históricos de la humanidad en su curso por comprender el universo en el que habita.
Es por supuesto irrelevante que sean ficticios, que Hipatia seguramente no los protagonizara, que ocurrieran siglos después; la historia de "Agora" es MUCHO más que algo como una película histórica sobre un personaje (lo cual de por sí ya me parecía interesante).
Encima -sobre todo gracias a unos efectivos y emocionantes zooms- consigue que tomemos consciencia (esa gran capacidad del cine!) del objeto de estudio de Hipatia: consciencia del cosmos y de nuestra posición en él, con el consiguiente asombro que ello produce...
Ante la maravillosa síntesis de algo tan grande que esta película consigue, ya ni me interesa parar a pensar en los defectos técnicos, históricos, en romances mejor o peor resueltos, o en que -esto sí es cierto- el tema es tan grandioso que podría haberse mostrado incluso mejor.
Con aquellos que han pasado a la historia, y con otros muchos grandes desconocidos, la historia del conocimiento humano -de la filosofía, de la ciencia- continuó su heroíco curso hasta nuestros días; sin embargo es complicado apreciar en su totalidad esta aventura, la aventura común más noble que nosotros los seres humanos hemos tomado, y "Agora" nos ayuda y nos muestra parte de esta sublime empresa de nuestra especie.
En reflexiones de la protagonista ante resultados aparentemente negativos, en intervenciones de alumnos "demasiado pretenciosos" (que en realidad formulan objeciones que se discutirían durante siglos), en la euforia por los experimentos exitosos (que reproducen los que se hicieron posteriormente para cuestionar la física aristotélica), en el recuerdo de un anciano que rememora la teoría de un olvidado, "un tal Aristarco"...
Con todo esto, y más, "Agora" nos consigue mostrar, como si los presenciáramos con nuestros propios ojos, momentos históricos de la humanidad en su curso por comprender el universo en el que habita.
Es por supuesto irrelevante que sean ficticios, que Hipatia seguramente no los protagonizara, que ocurrieran siglos después; la historia de "Agora" es MUCHO más que algo como una película histórica sobre un personaje (lo cual de por sí ya me parecía interesante).
Encima -sobre todo gracias a unos efectivos y emocionantes zooms- consigue que tomemos consciencia (esa gran capacidad del cine!) del objeto de estudio de Hipatia: consciencia del cosmos y de nuestra posición en él, con el consiguiente asombro que ello produce...
Ante la maravillosa síntesis de algo tan grande que esta película consigue, ya ni me interesa parar a pensar en los defectos técnicos, históricos, en romances mejor o peor resueltos, o en que -esto sí es cierto- el tema es tan grandioso que podría haberse mostrado incluso mejor.
11 de febrero de 2010
11 de febrero de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leyendo críticas y viendo votaciones veo que la película en general no tiene la respuesta que se merece ¡ay! si fuese americana... por lo tanto a la hora de realizar mi crítica estuve pensando en sencillamente despotricar contra toda esa gente que se dedica a intoxicar el cine español y adorar el cine americano o redactar una crítica alabando las muchas virtudes de esta película... y me he decidido por la segunda.
De nuevo el señor Amenábar nos deleita con otra espectacular película y ya van 5 sin bajar el listón. En esta ocasión tenemos una película de aventuras, de drama, de romance, de religión, de ciencia... abarca muchos y diversos temas. Los decorados y los paisajes son preciosos y están muy logrados, las interpretaciones son muy buenas, la historia muy bien contada, adjuntada en ocasiones con apéndices que la hacen aun más interesante y para terminar un final muy emotivo como merecía la ocasión.
Pues lo dicho... vosotros os lo perdéis.
De nuevo el señor Amenábar nos deleita con otra espectacular película y ya van 5 sin bajar el listón. En esta ocasión tenemos una película de aventuras, de drama, de romance, de religión, de ciencia... abarca muchos y diversos temas. Los decorados y los paisajes son preciosos y están muy logrados, las interpretaciones son muy buenas, la historia muy bien contada, adjuntada en ocasiones con apéndices que la hacen aun más interesante y para terminar un final muy emotivo como merecía la ocasión.
Pues lo dicho... vosotros os lo perdéis.
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