La noche americana es una película que rinde homenaje al cine de una manera excepcional. El director François Truffaut nos muestra los entresijos y dificultades que se dan en el trabajo detrás de cámaras en la producción de una película. Con una trama ágil y amena, Truffaut nos lleva de la mano en un viaje lleno de referencias y “guiños” al mundo del cine.

Los personajes, que oscilan entre la ficción y la realidad, son interpretados magistralmente por su elenco, especialmente por Jean-Pierre Léaud y Jacqueline Bisset. Su papel como Julie está lleno de matices y se convierte en una pieza clave para que el espectador se adentre en la trama.

Uno de los elementos más destacables de La noche americana es su puesta en escena, y es que el filme es una auténtica “carta de amor” al cine. Truffaut nos muestra referencias a grandes directores y películas, como por ejemplo, a la emblemática Ciudadano Kane. Además, la realización de la obra dentro de otra obra es un recurso que se usa con destreza, mostrando la complejidad de la producción cinematográfica.

Desde mi punto de vista personal, La noche americana es una obra imprescindible para todos aquellos que aman y admiran el séptimo arte. Esta película nos brinda la oportunidad de adentrarnos en el mundo detrás de cámaras, mostrando que el rodaje de una película es mucho más complicado de lo que parece.

Para mi gusto esta película de Truffaut tiene un valor documentalista alto pero no me parece que esté muy bien trazada la psicología de los personajes, ya que, en ocasiones, resulta confusa o poco trazada por la carga de la narración didáctica. Que me perdone el maestro.

Nota: Muy interesante ver al director como actor haciendo de director.