Haz click aquí para copiar la URL

Imparable

Acción. Thriller Un experimentado ingeniero de ferrocarriles (Denzel Washington) está a punto de ser despedido de su empresa, pero antes conoce al novato (Chris Pine) que lo va a sustituir. La situación cambia cuando un tren lleno de un peligroso combustible empieza a saltarse estaciones a toda velocidad poniendo en peligro la vida de miles de personas. (FILMAFFINITY)
Críticas 122
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
5
27 de noviembre de 2010 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película se puede observar con claridad la calidad del sistema ferroviario español, y las deficiencias del americano. Para empezar, las empresas ferroviarias son privadas, no tienen red electrificada, las locomotoras son de gasolina, y la cantidad de pasos a nivel existentes es más que alarmante. Por lo que debemos estar orgullosos de nuestro sistema ferroviario, que es de los más modernos, ecológicos, baratos y puntuales del mundo. Lo segundo, ole los huevos de los ingenieros que diseñaron la curva esa de la muerte , donde se va a salir el tren; es para matarlos.

Como punto a favor de los americanos, cabe señalar que puedes diseñar el trazado de las vías como te de la gana, ya que si todos los maquinistas son como Denzel no hay ningún tipo de problema.

En conclusión, la película por un lado es didáctica y por otro lado, burla las leyes de la probabilidad, ya que ese compendio de coincidencias es prácticamente imposible, y menos probable todavía, es que un maquinista tire marcha atrás la pila de kilómetros para parar un tren que va a 200 y pico por hora, con gasolina a tope, con sustancias peligrosas, sin frenos y de casi un kilómetro de largo; y eso, recordémoslo señores, que estaba despedido. Nada más que por eso, esta película se merece un diez.
6
28 de diciembre de 2010 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película menor de Tony Scott, quien, por otra parte, se deleita en producir asiduamente cine palomitero de cierta calidad. "Imparable" no alcanza ni de lejos el nivel de algunas de sus producciones, como "el Último Boy-Scout", "Amor a Quemarropa" o la fantástica "Dejá Vú", pero está a ños luz de cagarros como "Dominó" o "Fanático".

El defecto más grave que arrastra la película durante su metraje es, probablemente, que es bastante sosa. El guión podía haberse resumido en un par de párrafos, lo que me lleva a pensar que la película también podría limitarse a unos 30 minutos. Esa falta de chicha es subsanada con los zooms repentinos de Scott (marca registrada) y con unos 800 planos de los trenes. Jamás había visto tanto tren ni de tantas maneras: de frente, de espaldas, boca arriba, boca abajo... Si el tío Tony decide dedicarse al porno, tiene el éxito asegurado.

Los protagonistas, por su parte, trabajan con el piloto automático, lo cual no quiere decir que estén mal en absoluto, aunque tampoco muy bien. Pero por supuesto, no es una película de grandes interpretaciones. En cuanto a los secundarios, su papel es casi anecdótico, con excepción del malvado Kevin Dunn y de Ethan Suplee, que suele hacer siempre de tonto. ¿Por qué será?

En todo caso, la sensación última es que la película está rodada con cierta desgana, como si fuera un trámite. Ya se sabe, un guión desangelado, un director irregular y uinos actores poco motivados constituyen demasiados errores humanos como para que la película pueda en algún momento remontar el vuelo.

Lo mismito que les pasó a los ferroviarios de Pennsylvania.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Se echa de menos algo más de épica. Que alguno de los protagoinistas hubiera muerto al final habría quedado muy dramático. Pero ya se sabe lo que pasa con los casos reales trasladados al cine.
- Cuando Chris Pine frena el tren finalmente, pensé: "¿Ya está? ¿Y esto no lo podían haber hecho mucho antes?"
7
11 de marzo de 2011 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tony Scott es un tipo que sabe muy bien lo que se hace, es decir, se sabe al dedillo cómo hacer que una película de acción sea trepidante y sabe perfectamente lo que quieren los fans de dicho género. “Imparable” no es un peliculón ni tampoco un filme a prueba de espectadores exigentes, pero sí que es una buena película dentro de su género. Así pues, mi primera recomendación es muy sencilla: si buscas una cinta de acción entretenida, entonces estás de enhorabuena porque esta lo es, y mucho. Por el contrario, no te la aconsejo si lo que quieres ver es otra clase de cine más elaborado.

“Imparable” es una efectiva mezcla de acción adrenalítica y del cine clásico de catástrofes. En apenas veinte minutos ya nos han presentado a los personajes y han desatado el conflicto. A partir de ese punto te espera una interesante y adictiva lucha contra un monstruo de metal que avanza a toda máquina y sin control. Para ello, Tony Scott no escatima en ofrecer espectaculares imágenes del tren rebañando con todo lo que pilla por delante, peligrosas escenas filmadas desde muchos ángulos diferentes y sobre todo acción, mucha acción, con un pulso narrativo endiablado. Habrá espectadores que dirán que es cine demasiado comercial, cine de consumo rápido y todo aquello que quieran decirle de manera peyorativa, pero lo cierto es que da con creces lo que a priori promete: tensión, acción a raudales y entretenimiento palomitero del bueno.

En el apartado técnico hay que destacar una fotografía perfecta, una puesta en escena espectacular con impactantes efectos especiales (casi todos ellos realizados a la vieja usanza, o sea, sin abusar de efectos digitales generados por ordenador) y unos efectos sonoros espléndidos. Todo esto se agradece y hace que la cinta funcione como un pasatiempo mayúsculo.

Ahora vamos con la parte que flojea un poquito en el filme. Personalmente, señalaría en su contra la forma de rodar las escenas en las oficinas donde los técnicos intentan solucionar el problema del tren y, también, las de la gente que ve en la televisión lo que está pasando. Joder, parece que están viendo los últimos 5 minutos de la final de la copa de Europa con su equipo volcado sobre la portería rival buscando el empate… no hacía falta tantos giros de cámara en esas escenas ni tampoco tanta tensión artificial. Luego, tenemos el poco desarrollo de los personajes. De acuerdo que el trío protagonista, Denzel Washington, Chris Pine y Rosario Dawson, cumple con creces en sus papeles. No obstante, eso no quita que sus personajes sean tan planos o incluso más que el propio guión. Y por último, tenemos una forma de rematar la faena bastante empalagosa y propia de un telefilme de sobremesa.
8
22 de agosto de 2012 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es un detector de prejuiciosos. La decidí ver algo asustado por miedo al estilo de dirección superficial de los thrillers de los últimos tiempos y , sin embrago, me encuentro con una verdadera película de super-héroes, auténticos super-héroes destinada a subvalorarse por los flipaos de la vieja Europa (mentalmente viejísima) que buscan ecos de realismo, personajes "profundos" (afligidos lloricas como Fassbender en Shame) y que luego valoran con demasiada ligereza una película europea que denuncie cualquier situación de desigualdad social sin atender a la calidad artística de la película.

¿Quien coño se piensa que dos ferroviarios en España lleven acabo una gesta así? Lo fácil sería pensar en dos tíos cabreados por llegar media hora tarde a casa. En Europa los fachas y progres antihérores es difícil que se paren a ver una película como Imparable sin prejuicios.

Las comparaciones con Speed son odiosas ya que esta peli no es una chupapollada de thriller anti terrorista. Tony Scott es el verdadero héroe de acción con la cámara, porque normalmente tanto plano y tanto movimiento queda reservado a directores pretenciosos de modernidad, sin embrago flipé en cada minuto por la fluidez real narrativamente hablando. Tony Scott no tiene en su haber obras artísticas como su hermano (Blade Runner o Los Duelistas) exceptuando The Hunger (para mí una obra maestra aunque todo el mundo diga que es flojita) pero hay que reconocer que él ha sido mucho más regular y ha dado muchas menos decepciones al los espectadores.

La dirección, el montaje, la ambientación musical y la fotografía son de 10. El uso del color de los hermanos Scott en todas sus películas debería ser de estudio en las escuelas de cine y de publicidad.

Algunos pensarán que este tipo de películas son insustanciales, pero pueden estar seguros de que inspiran cosas inimaginables. Recuerden Top Gun, ese homenaje a la gente con cojones y que cree en sí misma que inspiró a miles de norteamericanos a unirse a las fuerzas armadas, y que hubiera sido mejor valorada si Tom Cruise hubiese sido un tipo feo y si no hubiera acabado en el forro de las carpetas de vuestras hermanas y compañeras de cole.

Mejor busquen inspiración en la próxima mierda española sobre la guerra civil donde un niño/a guapo/a de las series de antena 3 nos recuerda de forma realista (normalmente con actuación inverosímil) las penitas que ahora rondan las cabezas de los que no lo sufrieron. Pero cuando a alguien le llaman para hacer un personaje terciario en un thriller americano se le hace el culito cocacola.

Tony Scott descanse en paz.
5
31 de enero de 2019 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un monstruo de hierro y metales se dirige descontrolado arrastrando vagones de materiales tóxicos y destrozando todo aquello que se encuentra a su paso.
No hay quien lo pare, su destino es descarrilar en una ciudad, y tampoco queda tiempo para evacuar a todo el mundo...

Cuántos medios de transporte y locomoción existen y cuántos desastres se han inventado en la ficción sobre ellos; demasiados, lo que nos deja un tanto inseguros a la hora de tener que subirnos en uno, la verdad. Barcos ("La Aventura del Poseidón"), aviones ("Aeropuerto"), incluso autobuses ("Speed"), y, claro está, también los trenes han sido objeto de múltiples catástrofes; Tony Scott, en la que sería la última película de su vida, eligió éste último medio...y parece que le cogió gusto a la cosa, porque ya se había metido en un subterráneo con "Asalto al Tren Pelham 123".
"Imparable", escrita por Mark Bomback, el iluminado genio que firmó "La Jungla 4.0" y el "remake" de "Desafío Total", fue un proyecto que se tomó su tiempo en despegar, sufriendo innumerables cambios de presupuesto, casting y demás, quedando en espera tres años hasta que Scott decidiera ponerse tras las cámaras en sustitución de Martin Campbell. Lo más interesante de todo es que la historia, dramatizada y exagerada para lograr el debido impacto en cines, se basa en un suceso real que fue bautizado como el Incidente CSX-8888 o Incidente "Crazy Eights".

El 15 de Mayo de 2.001, el tren 8888, sin los frenos conectados y con dos tanques de fenol fundido acoplados, partió desde Walbridge, en Ohio, recorriendo una distancia de más de 100 kilómetros a 82 km./h. totalmente descontrolado; fallaron todo tipo de intentos hasta que dos trabajadores a bordo de una locomotora decidieron perseguir al tren en marcha y engancharse a él para detenerlo. No hubo víctimas mortales ni ocurrió ningún desastre; el argumento perfecto para una película de acción y catástrofes, hecha para poner en tensión al espectador y poco más.
Ahora, el CSX-8888 se reemplaza por el AC-777, el cual provocará una hecatombe en Stanton a menos que los valientes Frank Barnes, un veterano a punto de jubilarse, y Will Colson, un novato recién entrado en el mundillo, hagan lo posible por pararlo. Y ya está, así avanza la película, a mil por hora durante los 94 minutos de metraje, sin dar un momento de respiro; Scott demuestra así, y por última vez, su capacidad para enganchar al espectador sirviéndose de un ritmo vibrante y excitante y un aluvión de efectos especiales y cámaras mareantes hasta el tedio en la línea de Michael Bay, todo ello engarzado en una trama llena de los típicos clichés de este tipo de producciones que no sorprende ni lo más mínimo.

Todo lo que aparece en "Imparable" ya lo hemos visto en docenas de películas clásicas del estilo y en productos televisivos de calidad obviamente inferior: un tren descontrolado va a estrellarse en una ciudad, una amenaza que hay que detener a toda costa, pero todos los intentos de los "expertos" fracasan, claro está, así que sólo los personajes principales podrán lograrlo. Entran aquí los estereotipos: dos protagonistas, un veterano y un novato, conflicto de generaciones que, por suerte, acabará en simpatía (en realidad, los hombres que detuvieron el CSX-8888 tenían de experiencia 31 años y un año, respectivamente).
Luego está el encargado del tinglado que tiene ideas para frenar la catástrofe pero que nunca le hacen caso, y para estar acorde a los tiempos actuales, Bomback pone a una mujer ignorada por los jefazos, hombres que lo saben todo, más preocupados por sus acciones y el dinero que van a perder que por las vidas humanas, a los que se suman ese listillo que no sabemos muy bien qué pinta ahí pero que aparentemente conoce el tema de maravilla (en este caso todo lo relacionado con trenes y sustancias tóxicas) y la constante información del noticiario que cubre el incidente, cuyos reporteros, ávidos de emocionar a los telespectadores, disfrutan como niños. El caso es que, por muy nerviosos que pretenda ponernos Scott, ya sabemos lo que ocurrirá.

La máquina será detenida a tiempo, aunque algunos personajes se hagan daño intentándolo, como también que en una película americana comercial no veremos a un tren arrollando a un pobre caballo o a otro tren lleno de niños; para disfrute del espectador, todo saldrá bien para los protagonistas, de quienes conoceremos su vida personal, para añadir algo de sensiblero y trillado dramatismo a la historia.
En su última colaboración con Scott, Denzel Washington, más activo de lo que estaba en "Asalto al Tren Pelham 123", forma un decente y creíble equipo con el pánfilo de Chris Pine encarnando a Barnes y Colson, álter-egos en la ficción de Jess Knowlton y Terry Forson. Rosario Dawson (para mí la eterna Gail de "Sin City"), Kevin Corrigan, Lew Temple y Kevin Dunn cumplen sus roles, mientras que los que conocemos al bueno de Ethan Suplee no podemos esperar otra cosa de su personaje, el patoso que causa el desastre. Todo queda en trepidante acción para reventar la taquilla, lo cual "Imparable" consiguió.

Tony Scott, por su parte, tomó el tren y nunca volvió; así, con este entretenido y previsible "thriller" de tintes catastróficos, terminaría una carrera de casi tres décadas. A la edad de 68 años, y tras haber librado, supuestamente, una larga lucha contra el cáncer, Scott acabó suicidándose desde el puente Vincent Thomas de Los Ángeles.
Su último film no fue el más brillante que realizó, sin embargo nos dejaría otras perlas como "Revenge", "Marea Roja", "Top Gun", "El Último Boy Scout" o "Amor a Quemarropa", la mejor.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para