Haz click aquí para copiar la URL

Los amantes pasajeros

Comedia Un grupo de estrafalarios pasajeros viaja de Madrid a Ciudad de México en un avión cuya tripulación es absolutamente esperpéntica. Durante el vuelo, una grave avería hace que los pasajeros de clase business, al verse inevitablemente al borde de la muerte, se sientan inclinados a revelar los asuntos más íntimos de su vida. Todo ello desembocará en una comedia caótica y disparatada. (FILMAFFINITY)
Críticas 248
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
6
10 de marzo de 2013
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
No suelo escribir críticas de esas películas de las que todo el mundo habla, y ésta es una de ellas. En cualquier caso, tanto revuelo injustificado me ha animado a compartir mi visión de la última de Almodóvar.

El argumento es ya por todos sabido: un avión destino México DF sufre un problema técnico debido a un despiste en tierra y durante el fallido vuelo somos testigos de las correrías (!) de su perturbada tripulación y los también perturbados pasajeros de clase business, mientras la clase turista, ajena a todo, duerme gracias a los narcóticos que le han sido administrados. Tal cual. Ni más, ni menos. Una historia sencilla que Almodóvar ha querido estirar hasta los 89 minutos pero que en un mediometraje de 60 minutos hubiera funcionado mucho mejor. Dicho lo cual, todos sabemos que está escrita y dirigida por Pedro Almodóvar, y que lo mejor y lo peor del manchego está en esta película. Mucha pluma, sí. Gags muy buenos, sí. Otros sin gracia, sí. Drogas, sexo y alcohol, sí. Algunas líneas y minutos totalmente innecesarios y escenas (sobre todo la escena "climática") alargadas hasta la extenuación, sí. Actores en estado de gracia, sí. Otros que no lo pueden estar ni bajo las órdenes de Almodóvar porque son malos actores, sí. Exquisito trabajo de fotografía de Alcaine y montaje de Salcedo, sí. Buen trabajo de la música de Iglesias, no tanto. Retrato de la España actual como solo Almodóvar lo sabe hacer, sí.

En definitiva, con esta película, parece que Almodóvar ha querido dar un golpe en la mesa y decir basta ya, con la que está cayendo, hagamos una catarsis (crítica), desfasémonos y volvamos a despegar. Se ha alejado del refinamiento estilístico de las últimas películas, pero no tanto, es y pretende ser una comedia ligera: el primer acto es hilarante y las risas contagiosas en la sala lo confirmaron. Pero no podemos estar ciegos a la obviedad, Almodóvar no es hoy el director underground de la Pepi, Luci y Bom rodada en su piso, ha recorrido un camino que está ahí, la factura de la película es impecable, está cargada de metáforas llenas de significado y aunque no pasará a la historia como la mejor de las películas de Almodóvar, ahí queda.

Lo mejor:

-el primer acto
-retrato (en hipérbole, o no) de la España de hoy
-cantidad de metáforas
-Javier Cámara destacando de entre todos los actores (que en general están muy bien), borda al sobrecargo Joserra Berasategui, quizá el personaje con más peso de toda la película.
-diseño de vestuario, fotografía, los colores de Almodóvar y las referencias a sus trabajos anteriores

Lo peor:

-la subtrama de los personajes de Willy Toledo, Paz Vega y Blanca Suárez está muy subdesarrollada y rompe el ritmo de la película, que no se vuelve a recuperar
-hay ciertos actores que pueden llevar a los adolescentes al cine, pero, igual Almodóvar debería arriesgar más y encontrar nuevos valores (Silvestre, Silva y Suárez son lo peor de la película), seguro que el brillante Raúl Arévalo no es el único actor bueno de su generación.
-líneas y uso excesivo de ciertas palabras totalmente gratuitos
5
8 de marzo de 2013
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contaba el otro día Pedro Almodóvar en una entrevista en “Informe Semanal” que volvía a la comedía porque la gente se lo pedía. “Nos hemos reído mucho contigo” le decían por la calle. El director manchego confesaba sentirse presionado y con mucha responsabilidad por satisfacer al público como hizo en la década de los ochenta. Pedro renueva esa fórmula que tanto nos gustó en “Mujeres al borde de un ataque de nervios” o “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. La cinta es un continuo homenaje a esa década pero con temas de la actualidad. Almodóvar se ríe de España y consigue que España se ría de sí misma. Es una comedia esperpéntica sobre los momentos tan delicados, convulsos e inciertos que atraviesa nuestro país.

Cada personaje es una pieza del puzzle que conforma nuestra sociedad. No deja títere con cabeza, hay alusiones a los políticos, a sus proyectos ruinosos, a la corrupción e incluso al rey. Y al mismo tiempo todos nosotros también estamos representados. Almodóvar de una manera muy divertida se burla de nuestras defectos, manías y costumbres. De nuestra manera tan peculiar de trabajar, de contar todo lo que nos pasa en las redes sociales, de desahogarnos de nuestros problemas con el primero que pasa, de solucionar esos problemas con el alcohol o las pastillas, de nuestras creencias religiosas, del sexo (clara referencia a salir del armario) o a nuestra particular costumbre de pensar en comer en los momentos más críticos (¿Nos van a poner el desayuno? jajaja).

El director representa lo que somos y lo que decimos que somos. No cabe duda que muchas cosas están exageradas (aunque hasta en eso pecamos muchas veces los españoles) y que de forma reiterada utiliza un vocabulario demasiado vulgar, pero consigue en el espectador varias carcajadas y que esboce una sonrisa en otros muchos momentos (en la canción por ejemplo). Al fin y al cabo, ¿es lo que le pedían sus fans no?. El gran acierto de Pedro es el metraje. Una película corta, cuenta lo que tiene que contar y dura lo que tiene que durar. El guión no da para más y Pedro no intenta alargarlo. En definitiva, vemos a un Almodóvar en estado puro, tanto en lo bueno como en lo malo.

El reparto funciona a la perfección. “Nos vamos a matar” decía Javier Cámara al descubrir que se trataba de un rodaje íntegro en el interior de un avión y con tantos personajes (quizás por eso entre escena y escena se relajaban jugando al ping pong). Sin embargo, lograr que muchos personajes interactúen entre sí siempre ha sido uno de los grandes méritos de Pedro.
El trío Cámara-Areces-Arévalo está espectacular. Tienen momentos alocados y sobre actuados, pero están claramente calculados para que resulten tremendamente divertidos. Destacar una vez más a la gran Cecilia Roth (siempre está perfecta la argentina), a Lola Dueñas en su papel de vidente loca y a una radiante Blanca Suárez. El resto del reparto está correcto, incluso Hugo Silva y Migue Ángel Silvestre, de los que tenía dudas.

Quizás sea un título menor debido a su sencillez y a su humor limitado a España, pero a mí una vez más Pedro me convence. Se agradecen estos 85 minutos de catarsis. Los que mandan nos van a seguir toreando y engañando, así que mejor sobrellevarlo con una sonrisa. Y si se hace con una tripulación tan estrafalaria y peligrosa, las risas están aseguradas.

Y nos quejamos de Ryanair…


Sígueme en:

www.loqueelcinesellevo.com

www.facebook.com/loqueelcinesellevo

@elcinesellevo
6
10 de marzo de 2013
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Madrid al cielo, quizás para morir, para arrojarse al vacío, para alejarse de lo terrenal y para volver a bajar a los infiernos. Los personajes están incomunicados en un limbo para mentirosos. Así se mueven entre la farsa y el vodevil para contarnos un sinsentido argumental. Todos los pasajeros están dentro de un avión y accidentalmente se encuentran atrapados sin posibilidad de bajar a tierra. La única posibilidad que tienen es enfrentarse a ellos mismos. A una parte (la más numerosa, porque son unos cobardes) los han dormido, los han callado para que no se rebelen ante la situación, otros conocen todos los acontecimientos y se adaptan con más armas a la problemática. Ellos son los que pueden entender la información que les ofrecen, porque están acostumbrados a sobrevolar con situaciones similares por aquello de manipular y ocultarse.

El tema principal de Los amantes pasajeros es la honestidad, todos los personajes se adentran en el vuelo obligados a hacer terapia de alguna manera, canalizando así los minutos hasta la catarsis individual de los personajes y la grupal aderezada de sustancias desinhibidoras. No es casual que solo la clase business sea consciente durante el viaje, en ese espacio nos encontramos con chantajistas, estafadores financieros, asesinos a sueldo, farsantes, hipócritas, alcohólicos, politoxicómanos hedonistas y egoístas, envidiosos y delincuentes. Todos ellos personalidades imperfectas comandados de forma corrupta y amparados únicamente por un alma que no es capaz de mentir. Ese personaje que ha sufrido un trauma gracias al cual es obligatoriamente sincero conforma la utopía de la cual potencialmente se irán tiñendo los amantes del título haciendo frente a la sensación de una muerte cercana o al abismo, el mismo que sufre el país en el que viven. Nuestro país.

Todos estamos invitados y somos pasajeros forzosamente o no de este vuelo absurdo que funciona de manera sobresaliente como alegoría, lleno de metonimias magníficas y formando una sátira que se convierte en una comedia irregular con chistes prosaicos y entretenimiento escapista. La ligereza es la dueña de la función superficial y debajo del envoltorio brillante y luminoso los colores se apagan desde la realidad gris oscuro casi negra e igual de grotesca. La película es mucho mejor cuanto más absurda se reconoce, porque el concepto gana fuerza. Aunque Almodóvar parezca que está empeñado en no trascender y nos ofrezca un producto que se denomina a sí mismo como menor si lo comparamos con la filmografía más reciente del director, es consciente plenamente de lo que está haciendo. Es cierto que vuelve a los ochenta, pero no para hacer una revisión de lo que ya hizo en esa época sino para devolvernos una mirada nostálgica de un tiempo que ya no es, de una libertad que ya no nos pertenece por culpa de lo políticamente correcto, válgame dios la gracia. En los ochenta, la recién estrenada democracia daba al país un carácter libertario, la represión anterior se transformaba en independencia sin límites, liberación desenfrenada. Almodóvar que ya no es el mismo, ni tan joven, tampoco lo es nuestra democracia, muestra hasta que punto hemos evolucionado y retrocedido, casi a partes iguales. El debate que adquiere el estreno de esta película entre crítica y público no hace más que ratificar esta intención o consecuencia irremediable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si atendemos a lo meramente narrativo, nos encontraremos con muchos momentos disparatados que nos provocarán carcajadas, estupefacción y casi todo el metraje una sonrisa desangelada que se nos congelará con ese plano final de un aeropuerto fantasma. La secuencia que ya se ha convertido en historia del cine español es ese número músical en playback, ensayado y esperpéntico con coreografía amanerada y cabaretera protagonizado por el trío de azafatos interpretados por unos magníficos Raúl Arévalo, Javier Cámara (verdadera alma de la película, lleno de matices, funcionando como un reloj suizo en su tempo cómico y dotando de espíritu a su espléndido personaje) y Carlos Areces, el robaplanos más hilarante del casting. Los demás actores están geniales conformando un reparto en estado de gracia donde destacan Lola Dueñas, tronchante e infalible, Antonio de la Torre y la siempre estupenda Cecilia Roth.

En el aspecto técnico, la fotografía vuelve a usar la paleta colorista propia del director de manera efectiva, el diseño de producción desempeña correctamente su función creando pieza a pieza el Airbus 340 donde se desarrolla la historia, y otros espacios como la casa donde vive el personaje de Paz Vega, una pintora atormentada que también necesita las alturas como solución a sus problemas. Es en esta vía de escape donde la película naufraga, lo que acontece relacionado con los roles de Blanca Suárez y Willy Toledo no termina de funcionar sacando al espectador del avión pero también del conjunto acentuando las bajadas de ritmo. En este caso son narrativamente necesarias porque los pasajeros descargan así el progreso hacia la purga de sus pecados, la onírica casi ensoñación de su vida y su propia verdad. La música de Alberto Iglesias a pesar de que contiene piezas realmente buenas, no casa en pantalla con la chispa del tono del film, dando peso en lugar de aligerar el empaque visual que es lo que necesitaba la historia para respirar y fluir de manera adecuada. Se nota mucho más cuando aparecen canciones que se fusionan perfectamente con lo que vemos, como la que suena durante el ya citado número musical: “I’m so excited” de The Pointer Sisters o “The Look” de Metronomy.

La película es puro placer por el placer que invita a dejarnos de mentiras y dramas para alcanzar una felicidad desinhibida. Está cargada de mala leche y rabia, no tiene corsés ni calzos. Nos habla de tu a tú sobre la autonomía del sexo en todas sus condiciones desde la asexualidad a la hipersexualidad. Es la primera vez que veo en una película de Almodóvar que no perdone a los personajes más equivocados (los malos de la función), aunque parezca que no haya ni malos ni buenos y aunque nos proponga un final candoroso con felices soluciones irreales, negándo solo en ese instante toda la cruda verdad que está en tierra y que nos ha desarrollado para que pensemos o huyamos hacia delante. De hecho obliga a todos a reconducirse. Todos han hecho el mal en sus vidas y sobre todo han destruido las esperanzas a beneficio personal. Desprejuiciada y valiente, también sutil en su fondo y brutal en su formal es una lucha entre la hipérbole superficial y el minimalismo argumental. El avión es el reflejo desdibujado de un espejo, desde las alturas puede abarcar toda la península (el nombre de la compañía aérea), la situación de todo el país y devuelve una imagen quizás deformada, pero no deja de ser una imagen. Una perspectiva.
5
9 de marzo de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi siempre las películas del manchego suscitan la admiración de un público fiel y el espanto de la una parte importante de la crítica. Si hay algo que no se le puede recriminar a este director es que, con un estilo característico y asentado, uno ya sabe lo que va a ver y quien no la quiere ver tiene una larga cartelera para elegir. Sin embargo, considero que en esta ocasión Almodóvar defrauda. La película no ofrece mucho más que el trailer, y en muchas ocasiones el trailer parece prometer mucho más que la película.
A bombo y platillo se ha anunciado "la vuelta a la comedia" de Almodóvar y un "reparto coral". "Los amantes pasajeros" está muy lejos de la sorprendente y desternillante "Mujeres al borde de un ataque de nervios", la tan cómica vulgaridad del director se vuelve previsible. Con respecto al reparto, considero que tenía muy buen material para haber hecho una gran comedia. La coralidad de la película, que en un principio me parecía uno de los grandes atractivos para ver la película, me pareció pobre durante su visionado. Tantos asientos vacíos me han parecido un error y en ocasiones me evadía de la película pensando porque Almodóvar no había hecho subir al avión a Carmen Machi, Victoria Abril o Carmen Maura; vamos que me faltó fundamento. Pepa Charro está desaprovechada y a los papeles de Cecilia Roth y José Luis Torrijos les faltaba mucha sustancia. El trío de Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo tal vez sea lo mejor de la película, destacando el papel del segundo. Se agradecen los primeros planos de Blanca Suaréz, con un aire a Victoria Abril, pero para eso no hace falta una película, basta un póster. Lola Dueñas está aceptable, algo que para mí ya es bastante, ya que en anteriores películas no podía con ella. En esta actriz se podía intuir la esencia de María Barranco en "Mujeres al borde de un ataque de nervíos", lo que me hizo sacar la siguiente conclusión: Pedro Almodóvar tenía los ingredientes -buenos actores, fotografía, escenario- pero su regreso a la comedia se queda en un quiero y no puedo. Lo de la actriz Laya Martí sin palabras. Y el "pasaba por aquí" de Penélope y Banderas...
Muchos afirman ver tal alegoría sobre la crisis actual que ni el anuncio del Campofrío. Señores eso es ver demasiado. No creo que se pretendiera tanto. Sino que el destino hubiera sido Alemania, en lugar de México.
Es muy recomendable ver las reacciones de la gente cuando sale de la sala. En esta ocasión no vi nadie que saliera haciendo referencia a ninguna escena, aunque también hay que reconocer que hubo muchas risas durante su visionado. Entretenida, pero poco más. Pasable. Felicitar a Almodóvar por seguir haciendo las películas que quiere, pero para mi la "fábrica de sueños" que es el cine, es otra cosa.
5
10 de marzo de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada, aclarar que soy fiel de Almodóvar y que estrene lo que estrene, iré a verlo.

Después del trigésimo cuarto maratón de cine almodovariano pre-estreno almodovariano, acudo a ver Los Amantes Pasajeros, advertida del poco sentido del guión y de las estupendas actuaciones.

Al ser fiel de Almodóvar, también aclaro que soy fiel a su primeras actrices (Maura, Paredes...) y me cuesta horrores ubicar a los nuevos talentos que se ponen a sus órdenes. Incluso Penélope Cruz.

Los Amantes Pasajeros podríamos compararla con "Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón", elemento rompedor dónde lo importante no era qué contaba si no cómo lo contaba.

Contrariamente a lo que he leído sobre la clara alusión de esta película a "Mujeres al borde de un ataque de nervios" no puedo más que concederle algo de razón, en cuanto a la escena del vestido rojo de Blanca Suárez y sus despedida en el aeropuerto: a alguien le suena una jovencísima Maura despidiéndose de Guillén?....

Actuaciones correctas, como los nuevos Silva, Silvestre, Suárez.....terribles como la de Vega....nostálgicas como Machi (ojo, actriz muy del corte del director) y tremendas como lo es siempre Cecilia Roth.

Respecto al trío de azafatos.....hay que reconocer que llevan la dirección de la película, dentro de lo absurdo de sus personajes son los que echan lógica a toda la tangana que se lía.

Sin embargo....Pedro, no me cuentas nada nuevo, como cuando volviste con "Volver" (recuperé la esperanza contigo) que sorprendiste con una historia tan esperada desde "Todo sobre mi madre".

Que tenías ganas de volver a tus inicios....me parece perfecto pero querido....esos comienzos tienen nombres y apellidos que no se pueden igualar con los nuevos talentos.

No hay....chispa!
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para