Los amantes pasajeros
2013 

4.3
27,086
Comedia
Un grupo de estrafalarios pasajeros viaja de Madrid a Ciudad de México en un avión cuya tripulación es absolutamente esperpéntica. Durante el vuelo, una grave avería hace que los pasajeros de clase business, al verse inevitablemente al borde de la muerte, se sientan inclinados a revelar los asuntos más íntimos de su vida. Todo ello desembocará en una comedia caótica y disparatada. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2013
13 de marzo de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espero que ése sea el diagnóstico médico de los guionistas y nuestro querido Almodóvar, porque después de salir del cine no le veo otra explicación. Hasta el Doctor House estaría de acuerdo en que ver tantos espectadores al borde de un ataque de nervios, no es normal.
Reconozco que Pedro es un director diferente, original y atrevido. Está muy bien que siga a rajatabla ese refrán que reza "quien no arriesga o gana". El problema de esa frase es que no te recuerda que también puedes perder y estrellarte con todo el equipo cual Tom Hanks en Náufrago.
Y yo que pensaba que La Piel que Habito era horrorosa... Ahora hasta le tengo cariño gracias a Los Amantes Pasajeros.
Normalmente empezaría por contaros un poco la sinopsis del film, pero... ¡No hay! Bueno lo más interesante es que un avión que se dirige de Madrid a México se queda sin un tren de aterrizaje por culpa de Penélope Cruz y Antonio Banderas, por lo que deberá sobrevolar Castilla la Mancha hasta encontrar un aeropuerto libre. Menuda historia tan apasionante ¿verdad?
En dicho aparato viajan una serie de mamarrachos que intentan ser una crítica a la situación actual de España y a sus señas más zafias, pero no cuela. Son tan obvias las alusiones (una mujer que tiene escarceos con hombres poderosos, un corrupto con nombre más que conocido, un aeropuerto que no se usa, un banco desastroso) que parece estamos viendo La Parodia Nacional o un capítulo de José Mota.
Me imagino la conversación entre el director de Volver y cada uno de los intérpretes embaucados para participar en esta "obra de autor":
-Hola, soy Almodóvar
-Acepto, ¿cuando empezamos a rodar?
-Pero si ni siquiera te he dicho de qué va
-¡Eres Pedro! ¿Qué puede salir mal?
-Hombre, la verdad es que estoy apunto de filmar una gran mi****, por eso quiero que te lo pienses
-No será para tanto ¿no?
Me temo que sí, incauto actor, porque ni siquiera los 3 azafatos que hemos visto unas 300.000 veces antes del estreno, hacen que el visionado valga la pena. Se podría decir que ellos tienen el marrón de ser los "protagonistas" de una historia coral en la que todos se pelean por ver quién hace menos el ridículo. Más de la mitad de los personajes o, no pintan absolutamente nada, o casi era mejor que no pintaran nada. Destacan (entre otros) Blanca Suárez, Guillermo Toledo, Paz Vega, Miguel Ángel Silvestre, su novia ficticia y un tío calvo y con gafas. Mención especial merece la pobre Lola Dueñas, quien aborda un papel imposible con escenas sonrojantes, cuanto menos.
Porque hay momentos de vergüenza ajena para dar y regalar. El sexo siempre ha estado presente en la filmografía del artífice de Todo sobre mi Madre. En la mayoría de las ocasiones no desentona o afecta al conjunto, pero en Los Amantes Pasajeros consigue que desees ver ese avión estrellado cuanto antes y sin supervivientes.
Da igual la conversación o trama que esté teniendo lugar, los chistes y alusiones a felaciones y prácticas varias se suceden sin parar como si de American Pie se tratara.
Claro, luego llegan los momentos (vía teléfono) en los que se supone que debemos ponernos tiernos y uno piensa ¿me estás tomando el pelo? Es que es hasta de Mala Eduación hacer eso.
Si crees que la ya famosa secuencia de los auxiliares de vuelo gays bailando es representativa de toda la película, eres un iluso como lo fui yo. Éso es que habrás escuchado que Almodóvar ha vuelto a sus orígenes. Si yo fuera sus orígenes le pondría una querella a todo aquel que me vinculara a este proyecto.
más cine en http://dleveneyelcine.blogspot.com.es/
Reconozco que Pedro es un director diferente, original y atrevido. Está muy bien que siga a rajatabla ese refrán que reza "quien no arriesga o gana". El problema de esa frase es que no te recuerda que también puedes perder y estrellarte con todo el equipo cual Tom Hanks en Náufrago.
Y yo que pensaba que La Piel que Habito era horrorosa... Ahora hasta le tengo cariño gracias a Los Amantes Pasajeros.
Normalmente empezaría por contaros un poco la sinopsis del film, pero... ¡No hay! Bueno lo más interesante es que un avión que se dirige de Madrid a México se queda sin un tren de aterrizaje por culpa de Penélope Cruz y Antonio Banderas, por lo que deberá sobrevolar Castilla la Mancha hasta encontrar un aeropuerto libre. Menuda historia tan apasionante ¿verdad?
En dicho aparato viajan una serie de mamarrachos que intentan ser una crítica a la situación actual de España y a sus señas más zafias, pero no cuela. Son tan obvias las alusiones (una mujer que tiene escarceos con hombres poderosos, un corrupto con nombre más que conocido, un aeropuerto que no se usa, un banco desastroso) que parece estamos viendo La Parodia Nacional o un capítulo de José Mota.
Me imagino la conversación entre el director de Volver y cada uno de los intérpretes embaucados para participar en esta "obra de autor":
-Hola, soy Almodóvar
-Acepto, ¿cuando empezamos a rodar?
-Pero si ni siquiera te he dicho de qué va
-¡Eres Pedro! ¿Qué puede salir mal?
-Hombre, la verdad es que estoy apunto de filmar una gran mi****, por eso quiero que te lo pienses
-No será para tanto ¿no?
Me temo que sí, incauto actor, porque ni siquiera los 3 azafatos que hemos visto unas 300.000 veces antes del estreno, hacen que el visionado valga la pena. Se podría decir que ellos tienen el marrón de ser los "protagonistas" de una historia coral en la que todos se pelean por ver quién hace menos el ridículo. Más de la mitad de los personajes o, no pintan absolutamente nada, o casi era mejor que no pintaran nada. Destacan (entre otros) Blanca Suárez, Guillermo Toledo, Paz Vega, Miguel Ángel Silvestre, su novia ficticia y un tío calvo y con gafas. Mención especial merece la pobre Lola Dueñas, quien aborda un papel imposible con escenas sonrojantes, cuanto menos.
Porque hay momentos de vergüenza ajena para dar y regalar. El sexo siempre ha estado presente en la filmografía del artífice de Todo sobre mi Madre. En la mayoría de las ocasiones no desentona o afecta al conjunto, pero en Los Amantes Pasajeros consigue que desees ver ese avión estrellado cuanto antes y sin supervivientes.
Da igual la conversación o trama que esté teniendo lugar, los chistes y alusiones a felaciones y prácticas varias se suceden sin parar como si de American Pie se tratara.
Claro, luego llegan los momentos (vía teléfono) en los que se supone que debemos ponernos tiernos y uno piensa ¿me estás tomando el pelo? Es que es hasta de Mala Eduación hacer eso.
Si crees que la ya famosa secuencia de los auxiliares de vuelo gays bailando es representativa de toda la película, eres un iluso como lo fui yo. Éso es que habrás escuchado que Almodóvar ha vuelto a sus orígenes. Si yo fuera sus orígenes le pondría una querella a todo aquel que me vinculara a este proyecto.
más cine en http://dleveneyelcine.blogspot.com.es/
8 de julio de 2013
8 de julio de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ridícula, penosa, patetica, insulsa, mala, horrible, de vergüenza ajena, de lo peor que ha parido el cine español en los ultimos años...
Una mezcla de actores reputados (Cámara, Dueñas, De la Torre) y "actorcillos" (Silva, Suárez, Toledo, M.A.S...) se pasean diciendo sandeces y mamarrachadas (nunca mejor dicho) en un "film" sin sentido, con una trama burda y aburrida, que para nada logra enganchar al espectador. Los peores 90 minutos de mi vida.
Espero que con este batacazo muchos actores buenos de España se lo piensen dos veces antes de aceptar hacer una pelicula con el señor Almodóvar. Majo, has perdido tanto, tanto y tanto....
Una mezcla de actores reputados (Cámara, Dueñas, De la Torre) y "actorcillos" (Silva, Suárez, Toledo, M.A.S...) se pasean diciendo sandeces y mamarrachadas (nunca mejor dicho) en un "film" sin sentido, con una trama burda y aburrida, que para nada logra enganchar al espectador. Los peores 90 minutos de mi vida.
Espero que con este batacazo muchos actores buenos de España se lo piensen dos veces antes de aceptar hacer una pelicula con el señor Almodóvar. Majo, has perdido tanto, tanto y tanto....
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Del momento musical será mejor no decir nada. Me pregunto cuanta gente en el cine habrá bajado la cabeza en la escenita de marras...
12 de agosto de 2013
12 de agosto de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Hay que mantenerlos distraídos para que no piensen”, advierte uno de los pilotos a su ayudante de confianza, ante la certeza de una grave avería en el avión con destino a México pero que no puede salir de España, limitándose a volar en círculos, sin poder encontrar pistas de aterrizaje. Una situación límite pero no trágica, porque en manos de Almodóvar es el disparador para una comedia desaforada, ligera y alocada, con el trasfondo lejano de un país sumido en una crisis profunda.
En la tripulación, se perfilan los desniveles sociales, donde la selectiva clase Bussines tiene otras opciones que la categoría Turista, a cuyos hacinados tripulantes deciden doparlos para que durmiendo no perciban el peligro. Entre los miembros privilegiados (que sí tendrán acceso a la información de lo que está pasando en el comando) y los auxiliares de vuelo sucederán (salvo una excepción) los enredos fundamentales, la mayoría dentro del avión y algunos pequeños episodios fuera de él.
Tras las complicaciones del despegue, una buscada comicidad comanda todas las situaciones, alternando entre el esperpento, chispazos de creatividad y el escapismo más desbarrancado.
Ante el peligro, los protagonistas conformarán un pequeño Decamerón contemporáneo con el sello del autor español, donde cada quien apela al sexo, los alucinógenos o la religión como desesperado salvavidas.
“Los amantes pasajeros” recurre a los estereotipos y arquetipos del primer Almodóvar que tan genuinamente representó la movida madrileña de los años ochenta. Entre los personajes figuran parejas hétero, bisexuales y sobre todo homosexuales, chicos almodavarianos de pura cepa. También hay quienes se abstienen, algunos momentáneamente, porque no tienen cómo (la virgen espantahombres) y otros como el banquero corrupto, porque parecen haber superado las tentaciones de la carne por otras aún más materiales.
La presencia de Cecilia Roth es casi un fantasma de aquella mítica generación ochentista descontrolada, representando a una veterana actriz que regentea servicios sexuales no convencionales. Con ella se relaciona un sicario mexicano que paradójicamente trabaja como jefe de seguridad. Se suma una pareja de recién casados desentendida de todo lo que no sea el propio placer y un actor de telenovelas que pretende poner distancia con sus amores frustrados. También existe un fugaz y prescindible cameo de Penélope Cruz y Antonio Banderas, como empleados del aeropuerto antes del despegue. Actoralmente, el desempeño del trío Cámara-Areces-Arévalo es lo más destacado, con un espectáculo musical memorable, bailando al ritmo de “I’m so excited”. Con excepción de ese momento descollante, el resto remite a situaciones ya vistas y mejor resueltas en la filmografía del director manchego. La catarata de chistes escatológicos tampoco surte el efecto deseado en la búsqueda obsesiva por arrancar carcajadas y la película resulta superficial cuando esboza algunas pinceladas de brocha gorda sobre la corrupción económica y la crisis española.
El lúdico intento de recrear situaciones similares al destape ochentista se atasca al no fluir naturalmente, derivando hacia el ridículo patético, donde el regreso al cine de provocación que tan bien retrató a los ochenta, ya no aporta nada nuevo al presente.
Con sus hallazgos y sus traspiés, “Los amantes pasajeros” muestra a un Almodóvar menor, en un film lúdico, caprichoso y disparatado, predestinado a ser un título prescindible y sólo para disfrute de incondicionales.
En la tripulación, se perfilan los desniveles sociales, donde la selectiva clase Bussines tiene otras opciones que la categoría Turista, a cuyos hacinados tripulantes deciden doparlos para que durmiendo no perciban el peligro. Entre los miembros privilegiados (que sí tendrán acceso a la información de lo que está pasando en el comando) y los auxiliares de vuelo sucederán (salvo una excepción) los enredos fundamentales, la mayoría dentro del avión y algunos pequeños episodios fuera de él.
Tras las complicaciones del despegue, una buscada comicidad comanda todas las situaciones, alternando entre el esperpento, chispazos de creatividad y el escapismo más desbarrancado.
Ante el peligro, los protagonistas conformarán un pequeño Decamerón contemporáneo con el sello del autor español, donde cada quien apela al sexo, los alucinógenos o la religión como desesperado salvavidas.
“Los amantes pasajeros” recurre a los estereotipos y arquetipos del primer Almodóvar que tan genuinamente representó la movida madrileña de los años ochenta. Entre los personajes figuran parejas hétero, bisexuales y sobre todo homosexuales, chicos almodavarianos de pura cepa. También hay quienes se abstienen, algunos momentáneamente, porque no tienen cómo (la virgen espantahombres) y otros como el banquero corrupto, porque parecen haber superado las tentaciones de la carne por otras aún más materiales.
La presencia de Cecilia Roth es casi un fantasma de aquella mítica generación ochentista descontrolada, representando a una veterana actriz que regentea servicios sexuales no convencionales. Con ella se relaciona un sicario mexicano que paradójicamente trabaja como jefe de seguridad. Se suma una pareja de recién casados desentendida de todo lo que no sea el propio placer y un actor de telenovelas que pretende poner distancia con sus amores frustrados. También existe un fugaz y prescindible cameo de Penélope Cruz y Antonio Banderas, como empleados del aeropuerto antes del despegue. Actoralmente, el desempeño del trío Cámara-Areces-Arévalo es lo más destacado, con un espectáculo musical memorable, bailando al ritmo de “I’m so excited”. Con excepción de ese momento descollante, el resto remite a situaciones ya vistas y mejor resueltas en la filmografía del director manchego. La catarata de chistes escatológicos tampoco surte el efecto deseado en la búsqueda obsesiva por arrancar carcajadas y la película resulta superficial cuando esboza algunas pinceladas de brocha gorda sobre la corrupción económica y la crisis española.
El lúdico intento de recrear situaciones similares al destape ochentista se atasca al no fluir naturalmente, derivando hacia el ridículo patético, donde el regreso al cine de provocación que tan bien retrató a los ochenta, ya no aporta nada nuevo al presente.
Con sus hallazgos y sus traspiés, “Los amantes pasajeros” muestra a un Almodóvar menor, en un film lúdico, caprichoso y disparatado, predestinado a ser un título prescindible y sólo para disfrute de incondicionales.
14 de abril de 2013
14 de abril de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tenía ganas de hacerla. Le obligaron muchos ,recordando "Mujeres al borde de un ataque de nervios". Pero me lo imagino activado en función "cabra loca" y haciéndoselo con alguno mientras escribía el guión , tóxicos por medio. Sólo así puede salir una historia sin sentido, fruto de un orgasmo prolongado , donde los raritos son heterosexuales y abunda el aceite y el plumaje. No hay más. Como alguien dice por ahí , es una post comedia , porque te ríes cuando sales del cine al recordar la bazofia inmunda que nos ha vendido la loca de Almodóvar.
No todo vale. Algunos creen que la cosa se vende sola sólo por pertenecer al "star sistem" de la ceja. Pues no, eso lo conseguía Sara Montiel, Marisol y Joselito. Usted sólo ha conseguido obligarse y ponerse las pilas para su próxima película, salvo que esté tan forrado que con que vayan las cuatro locas capaces de aguantarle sus estupideces le basté.
No todo vale. Algunos creen que la cosa se vende sola sólo por pertenecer al "star sistem" de la ceja. Pues no, eso lo conseguía Sara Montiel, Marisol y Joselito. Usted sólo ha conseguido obligarse y ponerse las pilas para su próxima película, salvo que esté tan forrado que con que vayan las cuatro locas capaces de aguantarle sus estupideces le basté.
20 de febrero de 2015
20 de febrero de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es conocido el resquemor de Pedro Almodóvar con la Academia del Cine Español, porque ni le suelen premiar como el querría, en comparación con el "extranjero", ni obtiene tantas subvenciones para su cine "de calidad"; además salvo alguna excepción tampoco recibe un masivo apoyo del público. Por algo será...nunca ha sido de mis directores españoles favoritos, desde luego.
Tras un cierto cambio y evolución en su cine en los 2000, con "Los amantes pasajeros" vuelve a la comedia ligera-absurda de estilo chabacano, soez y de algarabía sexual, como si los años 80 hubieran vuelto. Pero estamos en 2013 y a Almodóvar se le tiene ya muy calado.
Ahora se rodea de viejos colaboradores y amigos como Antonio Banderas, Cecilia Roth y Penélope Cruz, y otras caras conocidas como Javier Cámara, Antonio de la Torre, Hugo Silva, Raúl Arévalo, Carlos Areces, Lola Dueñas o Blanca Suárez. Casi todos notorios progres, y normalmente intérpretes solventes, que si tuvieran que hacer esta película con otro director le mandarían a freír espárragos, pero trabajar con Almodóvar sigue dando "prestigio" y se le perdona todo, por lo que parece. También pulula por ahí Willy Toledo.
El argumento es nulo y abundante en chistes malísimos, muchos con doble sentido sexual (homosexual) o con burdas referencias a la situación actual. En un alarde de "genialidad", el avión a la deriva se llama "Península" (jaja, me parto...) y su logotipo se parece sospechosamente al del PP. No defiendo al Partido Popular, únicamente su película es tan inconexa y ligera y a la vez sin gracia que no hay por donde cogerla. "Torrente 5" , siendo zafia, le da cien mil vueltas en todo.
Para mirarnos despectivamente desde su atalaya intocable de "genio del cine" y "superior intelectual e ideológicamente" no hace falta realizar truños más grandes que las pollas de las que se hablan en "Los amantes pasajeros", señor Almodóvar.
Tras un cierto cambio y evolución en su cine en los 2000, con "Los amantes pasajeros" vuelve a la comedia ligera-absurda de estilo chabacano, soez y de algarabía sexual, como si los años 80 hubieran vuelto. Pero estamos en 2013 y a Almodóvar se le tiene ya muy calado.
Ahora se rodea de viejos colaboradores y amigos como Antonio Banderas, Cecilia Roth y Penélope Cruz, y otras caras conocidas como Javier Cámara, Antonio de la Torre, Hugo Silva, Raúl Arévalo, Carlos Areces, Lola Dueñas o Blanca Suárez. Casi todos notorios progres, y normalmente intérpretes solventes, que si tuvieran que hacer esta película con otro director le mandarían a freír espárragos, pero trabajar con Almodóvar sigue dando "prestigio" y se le perdona todo, por lo que parece. También pulula por ahí Willy Toledo.
El argumento es nulo y abundante en chistes malísimos, muchos con doble sentido sexual (homosexual) o con burdas referencias a la situación actual. En un alarde de "genialidad", el avión a la deriva se llama "Península" (jaja, me parto...) y su logotipo se parece sospechosamente al del PP. No defiendo al Partido Popular, únicamente su película es tan inconexa y ligera y a la vez sin gracia que no hay por donde cogerla. "Torrente 5" , siendo zafia, le da cien mil vueltas en todo.
Para mirarnos despectivamente desde su atalaya intocable de "genio del cine" y "superior intelectual e ideológicamente" no hace falta realizar truños más grandes que las pollas de las que se hablan en "Los amantes pasajeros", señor Almodóvar.
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