Perseguido
1987 

5.8
13,288
Ciencia ficción. Acción
En la sociedad del futuro el concepto del concurso de televisión es llevado a un extremo cruel. Los concursantes, la mayoría prisioneros obligados a participar, deben huir de matones en un terreno restringido, seguidos por las cámaras y una audiencia sangrienta. Ninguno sobrevive para recoger el premio hasta que un hombre injustamente acusado, Ben Richards (Arnold Schwarzenegger), empieza a ganar a los asesinos y a tener el apoyo de la ... [+]
3 de mayo de 2013
3 de mayo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas más flojas de Schwarzenegger. Es bastante cochambrosa y el paso de los años tampoco le ha sentado muy bien. La trama incluye una interesante sátira sobre los concursos televisivos que cada vez inventan cosas más disparatadas para lograr audiencia.
Arnold interpreta a un policía acusado injustamente de homicidio al que obligarán a participar en un concurso mortal a cambio de su libertad. Durante la prueba contará con la ayuda de María Conchita Alonso y dos compañeros interpretados por Yaphet Kotto y Marvin J. McIntyre. Juntos tendrán que enfrentarse a unos combativos personajes que tratarán de matarlos para delirio de la audiencia.
Arnold interpreta a un policía acusado injustamente de homicidio al que obligarán a participar en un concurso mortal a cambio de su libertad. Durante la prueba contará con la ayuda de María Conchita Alonso y dos compañeros interpretados por Yaphet Kotto y Marvin J. McIntyre. Juntos tendrán que enfrentarse a unos combativos personajes que tratarán de matarlos para delirio de la audiencia.
4 de febrero de 2014
4 de febrero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los 80, años muy nostálgicos para los que vivimos esa decada de niños.
Las películas de Schwarzenegger eran la caña y las disfrutábamos al máximo. Pero en este caso, es muy diferente ver la película en aquel momento y verla treinta años después.
Lo que era un espectáculo de muertes en televisión, con apuestas, se ha quedado en algo que ya no impresiona tanto. De hecho, hoy día está de moda "Los juegos del hambre" en la que los participantes son adolescentes y también se matan entre sí.
Los efectos especiales y sobre todo el vestuario, supuestamente futurista, de esta "Perseguido" han quedado muy anticuados con el paso del tiempo.
Aún así es divertida. Tiene escenas como las del asesino gordo eléctrico que incluso son graciosas sin pretenderlo.
Arnold está tan chulo como siempre. Habla poco y suelta frases lapidarias en su mono amarillo.
Lo que sí me sigue pareciendo llamativo es la idea de los collares explosivos del principio de la película. Este recurso ha sido utilizado muchísimo en la ciencia ficción, incluso forma parte totalmente del argumento de "Peligrosamente unidos", con Rutger Hauer.
Una película muy divertida en su momento, con algo menos de acción de lo que Arnold acostumbraba, pero que con el paso de los años se ha quedado muy antigua y obsoleta. Eso le baja un par de puntos de los que le habría dado en su momento de estreno.
Las películas de Schwarzenegger eran la caña y las disfrutábamos al máximo. Pero en este caso, es muy diferente ver la película en aquel momento y verla treinta años después.
Lo que era un espectáculo de muertes en televisión, con apuestas, se ha quedado en algo que ya no impresiona tanto. De hecho, hoy día está de moda "Los juegos del hambre" en la que los participantes son adolescentes y también se matan entre sí.
Los efectos especiales y sobre todo el vestuario, supuestamente futurista, de esta "Perseguido" han quedado muy anticuados con el paso del tiempo.
Aún así es divertida. Tiene escenas como las del asesino gordo eléctrico que incluso son graciosas sin pretenderlo.
Arnold está tan chulo como siempre. Habla poco y suelta frases lapidarias en su mono amarillo.
Lo que sí me sigue pareciendo llamativo es la idea de los collares explosivos del principio de la película. Este recurso ha sido utilizado muchísimo en la ciencia ficción, incluso forma parte totalmente del argumento de "Peligrosamente unidos", con Rutger Hauer.
Una película muy divertida en su momento, con algo menos de acción de lo que Arnold acostumbraba, pero que con el paso de los años se ha quedado muy antigua y obsoleta. Eso le baja un par de puntos de los que le habría dado en su momento de estreno.
5 de marzo de 2018
5 de marzo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de un relato de Stephen King de los años ochenta sobre una sociedad futura ambientada curiosamente en el año 2017, en la que el gran éxito de la televisión es un concurso sangriento en el que un grupo de asesinos persigue hasta matar a los concursantes, la mayoría de ellos prisioneros obligados, ninguno ha logrado sobrevivir hasta que aparece Ben Richards (Arnold Schwarzenegger), un policía injustamente condenado que va consiguiendo el apoyo de la audiencia a medida que va avanzando en el programa. La película es una ácida crítica sobre la televisión y la manipulación informativa y sobretodo un buen ejemplo del cine de acción que se hacia en los ochenta, mucha violencia, banda sonora llena de sintetizadores y un montón de frases lapidarias para mayor gloria de su protagonista, en este caso Schwarzenegger.
En resumen, a pesar de ser un pésimo actor Schwarzenegger participó en los años ochenta y principios de los noventa en grandes películas del cine de acción, "Terminator", "Depredador", "Desafío total", "Terminator 2" y también "Perseguido", unas películas que tuve la suerte de poder disfrutar en el cine y de alquilar en innumerables ocasiones en los videoclubs de la época, que tiempos aquellos.
En resumen, a pesar de ser un pésimo actor Schwarzenegger participó en los años ochenta y principios de los noventa en grandes películas del cine de acción, "Terminator", "Depredador", "Desafío total", "Terminator 2" y también "Perseguido", unas películas que tuve la suerte de poder disfrutar en el cine y de alquilar en innumerables ocasiones en los videoclubs de la época, que tiempos aquellos.
23 de julio de 2019
23 de julio de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra de las películas clásicas de Schwarzenegger durante los 80.
Una producción pobremente basada en la obra homónima de Stephen King (bajo pseudónimo de Richard Bachman) que ha sido acusado, y no sin razón, de parecer un videojuego. No en vano, los personajes avanzan nivel a nivel, enfrentándose al malo de turno hasta llegar al premio final.
En general está mal considerada, aunque yo suelo ser magnánimo con ella. Valoro positivamente los momentos escasos en los que el guion hace predicciones sobre la sociedad y la televisión. Uno, cuando presenta un país dominado por las desigualdades extremas, ya que la actual casi desaparición de la clase media puede verse como una forma suave de ese vaticinio. Dos, el atontamiento social causado por la televisión, en donde un "reality show" es llevado a sus últimas consecuencias. ¿Acaso no es una variante aberrante de lo que ya tenemos? Y tres, el sadismo de una sociedad para sus congéneres, muy semejante a los telespectadores actuales de telebasura y a los linchamientos en Internet.
Existe un cuarto detalle, aunque muy reciente, que es el uso de los "deep fake" para manipular de manera realista y en tiempo real las caras en los vídeos. En su momento pareció un desvarío, pero desde hace un par de años es una realidad que la película clavó.
A ello tengo que sumar la caracterización del presentador, un hijo de perra como él solo, así como el gustito que da ver al austríaco impartiendo un poco de justicia, aunque tenga siempre ese toque vengativo moralmente punible. Qué le vamos a hacer, todos tenemos dentro un pequeño fachilla pujando por salir, y hay que darle algún placer culpable. Y sí, María Conchita Alonso estaba muy guapa. Qué pena cómo ha terminado.
La salvo de la quema, aunque en justicia pertenezca al grupo de las flojas de Arnold durante su edad dorada.
Actualización 16-Julio-2022: véase spoiler 1.
Actualización: 2-Marzo-2025: véase spoiler 2.
Una producción pobremente basada en la obra homónima de Stephen King (bajo pseudónimo de Richard Bachman) que ha sido acusado, y no sin razón, de parecer un videojuego. No en vano, los personajes avanzan nivel a nivel, enfrentándose al malo de turno hasta llegar al premio final.
En general está mal considerada, aunque yo suelo ser magnánimo con ella. Valoro positivamente los momentos escasos en los que el guion hace predicciones sobre la sociedad y la televisión. Uno, cuando presenta un país dominado por las desigualdades extremas, ya que la actual casi desaparición de la clase media puede verse como una forma suave de ese vaticinio. Dos, el atontamiento social causado por la televisión, en donde un "reality show" es llevado a sus últimas consecuencias. ¿Acaso no es una variante aberrante de lo que ya tenemos? Y tres, el sadismo de una sociedad para sus congéneres, muy semejante a los telespectadores actuales de telebasura y a los linchamientos en Internet.
Existe un cuarto detalle, aunque muy reciente, que es el uso de los "deep fake" para manipular de manera realista y en tiempo real las caras en los vídeos. En su momento pareció un desvarío, pero desde hace un par de años es una realidad que la película clavó.
A ello tengo que sumar la caracterización del presentador, un hijo de perra como él solo, así como el gustito que da ver al austríaco impartiendo un poco de justicia, aunque tenga siempre ese toque vengativo moralmente punible. Qué le vamos a hacer, todos tenemos dentro un pequeño fachilla pujando por salir, y hay que darle algún placer culpable. Y sí, María Conchita Alonso estaba muy guapa. Qué pena cómo ha terminado.
La salvo de la quema, aunque en justicia pertenezca al grupo de las flojas de Arnold durante su edad dorada.
Actualización 16-Julio-2022: véase spoiler 1.
Actualización: 2-Marzo-2025: véase spoiler 2.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1º) Actualización 16-Julio-2022:
Tras volver a verla no puedo dejar de pensar que esta película es mejor de lo que parece. Ya no es solo que anticipase el uso de los "deep fakes" sino que, aun sin ser la pionera, volvió a exponer el nivel de sadismo de las masas y la manipulación de los medios que a diario contemplamos.
Ver cómo se erige un relato falso con el apoyo de la tecnología del momento (la TV lo pareció todo en los 80), observar cómo la masa se traga la bola sin chistar, alterar historias para tornarlas maníqueas, inventar héroes y malvados... Nada de eso es nuevo pero, gracias al esfuerzo denodado de los periodistas y a Internet, se ha alcanzado un nivel inaudito de manipulación, así como una rapidez extrema en lograrlo.
Asimismo, la reacción del público, ora a favor, ora en contra, virando cual barco de guerra, es otro detalle crucial. Un público que no es en absoluto inocente, sino sádico, cruel y con una existencia miserable, tanto por acción como por omisión. Si el protagonista abriese fuego contra ellos, razones tendría, pero quedaría criminal. Lo vemos a diario en los juicios que los medios, los usuarios de Internet en general, y los de las redes sociales en particular, practican casi de inmediato. Gente convertida en parias porque unos pocos miles de tarados patalean a causa de una opinión o un chiste, o merluzos encumbrados al éxito en nombre de una adoración irracional.
Salvo en el caso del "deep fake", "Perseguido" no es original en estas cuestiones, pero las abordó, y predijo un futuro que, si se le retira el barniz ochentero y un simplismo del que no puede desprenderse, se parece demasiado al presente. Es triste admitirlo, pero pierde enteros al caer en las mismas trampas que denuncia. No obstante, creo que pedirle más a sus responsables lo mismo es excesivo.
Ironías de la vida, Arnold, el tipo que protagoniza esta historia, es quien más ha embaucado al público y más ha aplicado la máxima de darle lo que quiere. Es la complejidad de la realidad, sin santos ni demonios. Pero que eso no nos sirva para excusar a quienes han optado por abrazar el lado más ruin del ser humano.
Por todo lo dicho, y aunque hay trabajos mucho mejores y más formales, defiendo que esta cinta no debe caer en el olvido. Y sí, el discurso final de Killian debiera estar grabado en piedra para que a todos se nos abra una úlcera. No da para mucho, pero ese mentiroso nunca dijo mayores verdades en su vida.
2º) Actualización 2-Marzo-2025:
De nuevo la han pasado por TV y, vista a la luz de los nuevos acontecimientos mundiales, con especial atención en EE.UU., me ha sido imposible no volver a darle vueltas a la cabeza.
A estas alturas, con el delirio de las redes sociales, las noticias falsas y la imbecilidad campando a sus anchas, tengo ya la impresión de que "Perseguido", no solo predijo el futuro con un cierto toque de exageración ochentera, sino que la realidad lo ha sobrepasado.
El nivel de estupidez que domina la sociedad actual, y la asombrosa influencia que aún mantiene la televisión, frente a una Internet que parecíese que la debiera haber matado hace años, pone los pelos de punta. De hecho, no es que Internet no haya matado la televisión, sino que ambos se han alimentado de cara a la desinformación y el aborregamiento, cada uno influyendo en un rango de edad específico o amplificando la basura del otro. De hecho, si en el pasado se acusaba a los jóvenes de creérselo todo, ahora son los cincuentones los principales culpables de compartir falsedades sin importarles las consecuencias.
En el 2025, con unos EE.UU. "trumpianos" acelerando su destronamiento frente a China, como si persiguiera, no un aterrizaje suave de su inevitable pérdida de poder, sino un impacto directo, el lavado de cerebro y el desvío de atención que sufre la sociedad es brutal. Unas veces en asuntos a escala global, otros en problemas locales. Dios nos ayude con lo que se nos viene encima.
Tras volver a verla no puedo dejar de pensar que esta película es mejor de lo que parece. Ya no es solo que anticipase el uso de los "deep fakes" sino que, aun sin ser la pionera, volvió a exponer el nivel de sadismo de las masas y la manipulación de los medios que a diario contemplamos.
Ver cómo se erige un relato falso con el apoyo de la tecnología del momento (la TV lo pareció todo en los 80), observar cómo la masa se traga la bola sin chistar, alterar historias para tornarlas maníqueas, inventar héroes y malvados... Nada de eso es nuevo pero, gracias al esfuerzo denodado de los periodistas y a Internet, se ha alcanzado un nivel inaudito de manipulación, así como una rapidez extrema en lograrlo.
Asimismo, la reacción del público, ora a favor, ora en contra, virando cual barco de guerra, es otro detalle crucial. Un público que no es en absoluto inocente, sino sádico, cruel y con una existencia miserable, tanto por acción como por omisión. Si el protagonista abriese fuego contra ellos, razones tendría, pero quedaría criminal. Lo vemos a diario en los juicios que los medios, los usuarios de Internet en general, y los de las redes sociales en particular, practican casi de inmediato. Gente convertida en parias porque unos pocos miles de tarados patalean a causa de una opinión o un chiste, o merluzos encumbrados al éxito en nombre de una adoración irracional.
Salvo en el caso del "deep fake", "Perseguido" no es original en estas cuestiones, pero las abordó, y predijo un futuro que, si se le retira el barniz ochentero y un simplismo del que no puede desprenderse, se parece demasiado al presente. Es triste admitirlo, pero pierde enteros al caer en las mismas trampas que denuncia. No obstante, creo que pedirle más a sus responsables lo mismo es excesivo.
Ironías de la vida, Arnold, el tipo que protagoniza esta historia, es quien más ha embaucado al público y más ha aplicado la máxima de darle lo que quiere. Es la complejidad de la realidad, sin santos ni demonios. Pero que eso no nos sirva para excusar a quienes han optado por abrazar el lado más ruin del ser humano.
Por todo lo dicho, y aunque hay trabajos mucho mejores y más formales, defiendo que esta cinta no debe caer en el olvido. Y sí, el discurso final de Killian debiera estar grabado en piedra para que a todos se nos abra una úlcera. No da para mucho, pero ese mentiroso nunca dijo mayores verdades en su vida.
2º) Actualización 2-Marzo-2025:
De nuevo la han pasado por TV y, vista a la luz de los nuevos acontecimientos mundiales, con especial atención en EE.UU., me ha sido imposible no volver a darle vueltas a la cabeza.
A estas alturas, con el delirio de las redes sociales, las noticias falsas y la imbecilidad campando a sus anchas, tengo ya la impresión de que "Perseguido", no solo predijo el futuro con un cierto toque de exageración ochentera, sino que la realidad lo ha sobrepasado.
El nivel de estupidez que domina la sociedad actual, y la asombrosa influencia que aún mantiene la televisión, frente a una Internet que parecíese que la debiera haber matado hace años, pone los pelos de punta. De hecho, no es que Internet no haya matado la televisión, sino que ambos se han alimentado de cara a la desinformación y el aborregamiento, cada uno influyendo en un rango de edad específico o amplificando la basura del otro. De hecho, si en el pasado se acusaba a los jóvenes de creérselo todo, ahora son los cincuentones los principales culpables de compartir falsedades sin importarles las consecuencias.
En el 2025, con unos EE.UU. "trumpianos" acelerando su destronamiento frente a China, como si persiguiera, no un aterrizaje suave de su inevitable pérdida de poder, sino un impacto directo, el lavado de cerebro y el desvío de atención que sufre la sociedad es brutal. Unas veces en asuntos a escala global, otros en problemas locales. Dios nos ayude con lo que se nos viene encima.
13 de noviembre de 2024
13 de noviembre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Es una película de acción para los que no nos gusta el género.
Lo peor: el personaje de María Conchita Alonso es un doble cliché, por un lado la damisela en peligro y por el otro la "latina" irritante que se la pasa diciendo frases en español y exagerando. Solo les faltó ponerla a rezar para hacerla más caricaturesca.
Lo mejor: la autoparodia, se burla del género, de su actor protagonista, de los programas de concurso, etc. En sí las distopías generalmente no son otra cosa que una crítica hiperbolica al presente, en el tiempo de esta película, eso era al reaganismo.
Aunque con todo hay que decir que en un par de cosas sí le acertaron con lo del futuro, sobre todo las noticias falsas y los videos adulterados.
Es muy entretenida y cada personaje tiene su arco narrativo.
Lo peor: el personaje de María Conchita Alonso es un doble cliché, por un lado la damisela en peligro y por el otro la "latina" irritante que se la pasa diciendo frases en español y exagerando. Solo les faltó ponerla a rezar para hacerla más caricaturesca.
Lo mejor: la autoparodia, se burla del género, de su actor protagonista, de los programas de concurso, etc. En sí las distopías generalmente no son otra cosa que una crítica hiperbolica al presente, en el tiempo de esta película, eso era al reaganismo.
Aunque con todo hay que decir que en un par de cosas sí le acertaron con lo del futuro, sobre todo las noticias falsas y los videos adulterados.
Es muy entretenida y cada personaje tiene su arco narrativo.
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