Metrópolis
8.2
39,934
Ciencia ficción. Drama
Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
30 de enero de 2012
30 de enero de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tiene el cine mudo que me gusta tanto?, yo mismo me respondo al decir que creo que es el reflejo de otra época, que al verlo ochenta años después llega directo al corazón, la obligatoriedad de ser un buen intérprete y la grandeza de los buenos directores en crear imagen tras imagen algo entendible sin decir ni una sola palabra.
De Metrópolis quiero decir que, aún estando incompleta, pues le faltan trozos es una genialidad, una obra de un visionario. No es fácil, recuerdo que estamos en 1926, tener esa visión de futuro, (sucede algo similar a lo que pasa con Blade Runner, pero sesenta años antes) como poco hace falta mucha creatividad.
El decorado es maravilloso, toda una gran ciudad, o mejor dicho, toda una gran Metrópolis futurista, totalmente modernista, y ese afan de crear laboratorios complejísimos y máquinas que ni ellos mismos sabrían para qué utilizar pero que dan ese aire sofisticado y tecnológico que es justo el que la película pedía, y los primitivos efectos especiales, hoy irrisorios ante la tecnología actual no hacen más que alimentar el universo de ciencia ficción al que se nos quiere transportar.
Además, es pionera en la inclusión de humanoides que no han llegado hasta nuestros días.
Aparte de todo esto, el argumento da para una historia de amor muy bonita de las de antes, y para la lucha de clases en plenos años 20, época dorada del capitalismo y la lucha de clases que queda reflejada en la película. En ella vemos las penosas condiciones en las que vive el proletariado, y el contraste con la ciudad vanguardista que gobierna el gran empresario.
Es imposible no relacionar la estética con Tiempos Modernos de Charles Chaplin, por lo que supongo que Metrópolis sería de gran influencia en el desarrollo de la misma.
Es una auténtica injusticia que estas películas caigan en el olvido el cine actual debe mucho a los pioneros, aunque el buen cinéfilo tiene a estas películas donde se merecen, en el Olimpo del cine. Imprescindible.
De Metrópolis quiero decir que, aún estando incompleta, pues le faltan trozos es una genialidad, una obra de un visionario. No es fácil, recuerdo que estamos en 1926, tener esa visión de futuro, (sucede algo similar a lo que pasa con Blade Runner, pero sesenta años antes) como poco hace falta mucha creatividad.
El decorado es maravilloso, toda una gran ciudad, o mejor dicho, toda una gran Metrópolis futurista, totalmente modernista, y ese afan de crear laboratorios complejísimos y máquinas que ni ellos mismos sabrían para qué utilizar pero que dan ese aire sofisticado y tecnológico que es justo el que la película pedía, y los primitivos efectos especiales, hoy irrisorios ante la tecnología actual no hacen más que alimentar el universo de ciencia ficción al que se nos quiere transportar.
Además, es pionera en la inclusión de humanoides que no han llegado hasta nuestros días.
Aparte de todo esto, el argumento da para una historia de amor muy bonita de las de antes, y para la lucha de clases en plenos años 20, época dorada del capitalismo y la lucha de clases que queda reflejada en la película. En ella vemos las penosas condiciones en las que vive el proletariado, y el contraste con la ciudad vanguardista que gobierna el gran empresario.
Es imposible no relacionar la estética con Tiempos Modernos de Charles Chaplin, por lo que supongo que Metrópolis sería de gran influencia en el desarrollo de la misma.
Es una auténtica injusticia que estas películas caigan en el olvido el cine actual debe mucho a los pioneros, aunque el buen cinéfilo tiene a estas películas donde se merecen, en el Olimpo del cine. Imprescindible.
26 de octubre de 2013
26 de octubre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puedo contar con una mano las películas de cine mudo que he visto, "Metrópolis" sería la cuarta, concreta mente, y bueno, como todos, incontables películas donde las voces ya se integran ... pero muy pocas veces puedo decir que una película me encandile de una forma especial, y mucho menos pensé que fuese a pasarme con una de cine mudo, me interesa verlas pero se me hacen un poco largas y tal, que le voy a hacer, pero esta cinta ha sido una excepción.
No voy a engañar, a mi la película me llamo por el póster, por el robot, porque lo he visto en diversos sitios ... eso es lo que me atrajo de la película y que después me enterase de que se considera patrimonio de la humanidad, y que fuese la preferida de mi profesor de Dramaturgia ... y yo quiero ver películas, muchas películas, me encanta, como a todos los que estamos aquí, y si son buenas pues mejor, no quiero dejar escapar la oportunidad de ver grandes películas solo por ser antiguas, conozco gente que no ve películas de los 90 porque son "muy antiguas", lo que hay que oír ...
"Metrópolis" me ha fascinado muchísimo, he visto la versión de 1 hora y 58 minutos, después leí que la versión completa ya estaba, en la versión corta te narran lo que no se ve, y me dispondré a ver las escenas que no salen, pero creo que tengo toda la idea suficiente para poder escribir mis impresiones de la película.
Es grande, muy grande, tiene muchas cosas, esta llena de matices que yo no se como definir, esto, como muchas otras películas, podría dar para largas charlas y análisis plano por plano, acto por acto, toma por toma, pero expresaré lo que me ha dado a mi:
Sobre su estética, es asombrosa, para ser una película de hace tantísimos años parece una película de ahora, muchos espacios, todos enormes, una visión de lugares, de la ciudad ... que bueno, que se ve que no son reales, pero sus infraestructuras, sus dimensiones, ... son increíbles, le aportan a la película mucha grandeza visual y queramos o no, eso nos mete más de lleno, no se si tendrían mucho o poco presupuesto, pero la escenografía es magistral, acompañada de sus correspondientes efectos especiales.
Fritz Lang tiene una visión futurista de las cosas, basado en el año 2000, que cosas ... Una estética bella y lúgubre, triste y cargada, expresionismo Alemán por doquier, aqui viene todo bien dicho:
http://suite101.net/article/metropolis-y-el-expresionismo-alemn-a20441
Por otro lado, ya dentro de la cinta, toca diversos temas, sin perder ritmo ni eficacia y de una forma que te atrapa:
- La ambición por ser cada vez más y más.
- El conformismo de la sociedad con su resentimiento.
- La búsqueda de un mundo mejor.
- La vulnerabilidad que provoca la presión social y la facilidad de culpar a otros y no a uno mismo.
- La destrucción y búsqueda de caos por el propio caos.
-La dependencia de las tecnologías (Y ya por aquellos años se decía eh, lo de futurista no es por decir)
Y más matices, junto con estos, intercalados durante la cinta.
Como he dicho antes, "Metrópolis" es una película muy grande y no podría abarcar en toda ella, por eso pongo tan solo lo que a mi me ha dado.
Si se es amante del cine o si uno busca culturizarse, esta película es imprescindible, con un reparto también magistral y una historia de critica social anticipada a muchas cosas que llegarán, una cinta que será pionera de otras futuras.
No voy a engañar, a mi la película me llamo por el póster, por el robot, porque lo he visto en diversos sitios ... eso es lo que me atrajo de la película y que después me enterase de que se considera patrimonio de la humanidad, y que fuese la preferida de mi profesor de Dramaturgia ... y yo quiero ver películas, muchas películas, me encanta, como a todos los que estamos aquí, y si son buenas pues mejor, no quiero dejar escapar la oportunidad de ver grandes películas solo por ser antiguas, conozco gente que no ve películas de los 90 porque son "muy antiguas", lo que hay que oír ...
"Metrópolis" me ha fascinado muchísimo, he visto la versión de 1 hora y 58 minutos, después leí que la versión completa ya estaba, en la versión corta te narran lo que no se ve, y me dispondré a ver las escenas que no salen, pero creo que tengo toda la idea suficiente para poder escribir mis impresiones de la película.
Es grande, muy grande, tiene muchas cosas, esta llena de matices que yo no se como definir, esto, como muchas otras películas, podría dar para largas charlas y análisis plano por plano, acto por acto, toma por toma, pero expresaré lo que me ha dado a mi:
Sobre su estética, es asombrosa, para ser una película de hace tantísimos años parece una película de ahora, muchos espacios, todos enormes, una visión de lugares, de la ciudad ... que bueno, que se ve que no son reales, pero sus infraestructuras, sus dimensiones, ... son increíbles, le aportan a la película mucha grandeza visual y queramos o no, eso nos mete más de lleno, no se si tendrían mucho o poco presupuesto, pero la escenografía es magistral, acompañada de sus correspondientes efectos especiales.
Fritz Lang tiene una visión futurista de las cosas, basado en el año 2000, que cosas ... Una estética bella y lúgubre, triste y cargada, expresionismo Alemán por doquier, aqui viene todo bien dicho:
http://suite101.net/article/metropolis-y-el-expresionismo-alemn-a20441
Por otro lado, ya dentro de la cinta, toca diversos temas, sin perder ritmo ni eficacia y de una forma que te atrapa:
- La ambición por ser cada vez más y más.
- El conformismo de la sociedad con su resentimiento.
- La búsqueda de un mundo mejor.
- La vulnerabilidad que provoca la presión social y la facilidad de culpar a otros y no a uno mismo.
- La destrucción y búsqueda de caos por el propio caos.
-La dependencia de las tecnologías (Y ya por aquellos años se decía eh, lo de futurista no es por decir)
Y más matices, junto con estos, intercalados durante la cinta.
Como he dicho antes, "Metrópolis" es una película muy grande y no podría abarcar en toda ella, por eso pongo tan solo lo que a mi me ha dado.
Si se es amante del cine o si uno busca culturizarse, esta película es imprescindible, con un reparto también magistral y una historia de critica social anticipada a muchas cosas que llegarán, una cinta que será pionera de otras futuras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ese amor irracional que siente el protagonista por la protagonista, mutuo y tan rápido ... es algo que no me convence.
No alcanza el 10 para mi por el fallo anterior y bueno, porque hay ciertas cosas en la esencia de la película que no me han encandilado del todo, pero la objetividad hay que tenerla en cuenta también.
El final, por cierto, me pareció redondo, el cual nos ofrece de forma física y cerrando el circulo la frase que predomina en la cinta, "El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón"
No alcanza el 10 para mi por el fallo anterior y bueno, porque hay ciertas cosas en la esencia de la película que no me han encandilado del todo, pero la objetividad hay que tenerla en cuenta también.
El final, por cierto, me pareció redondo, el cual nos ofrece de forma física y cerrando el circulo la frase que predomina en la cinta, "El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón"
17 de febrero de 2015
17 de febrero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una fastuosa obra futurista que está considerada una de las mejores películas de ciencia-ficción y se cuenta entre las 50 mejores de la Historia del cine...razones no le faltan.
Una de esas obras capitales, donde destacan inmensos decorados, la participación de miles de extras, un increíble juego de luces y efectos, unos movimientos de cámara que la verdad creí que me resultaría impensable de ver en una película de aquella época y una puesta en escena soberbia; una epopeya futurista que hay que verse para comprender el nacimiento y el progreso de algo tan grande como es el 7.º Arte y para descubrir la obra más poderosa de uno de los grandes pilares del cine germánico, Fritz Lang.
Una de esas obras capitales, donde destacan inmensos decorados, la participación de miles de extras, un increíble juego de luces y efectos, unos movimientos de cámara que la verdad creí que me resultaría impensable de ver en una película de aquella época y una puesta en escena soberbia; una epopeya futurista que hay que verse para comprender el nacimiento y el progreso de algo tan grande como es el 7.º Arte y para descubrir la obra más poderosa de uno de los grandes pilares del cine germánico, Fritz Lang.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El expresionismo fue una corriente artística que afectó tanto a la pintura, a la música, a la literatura...como al cine. En este tipo de cine se distorsionaban los decorados, se usaban trucos, juegos de luces y sombras y se acentuaba el maquillaje de los actores. Estos films presentaban, en su mayoría, historias de corte fantástico o de terror.
Nacido del expresionismo sobresale el genio de Fritz Lang, quien llevó a la pantalla esta visión futurista que expresa, con símbolos y metáforas el problema de una civilización donde la máquina esclaviza al hombre, donde la tecnología domina, donde el lujo está arriba y los trabajadores sucios, torturados y vejados está abajo (un argumento que se exprimiría en incontables películas de ficción posteriormente).
En todo esto, el héroe, Freder, irónicamente el hijo del dueño de la ciudad, hará lo posible para rescatar a María (maravillosos Gustav Fröhlich y Brigitte Helm), salvar a los trabajadores y restablecer la unión entre dueño y esclavo, o, como explican simbólicamente, conseguir que el "corazón" una a la "cabeza" y a las "manos".
El género principal, la ciencia-ficción, también se entremezcla con el drama, el suspense, una historia romántica; e introducido sutilmente, el género histórico; también hay algunos tintes de cine de catástrofes, pero, sobre todo, es una cinta de denuncia.
No hay que olvidar que, en tiempos en que el cine era como una atracción de feria, un mero divertimento para unos y un disparate para otros, muchos realizadores lo utilizaban como medio de expresión, de hecho comprendieron que se trataba de un instrumento excelente para ejercer presión sobre la opinión pública.
En esta ocasión se trataba del sufrimiento de las clases trabajadoras, del progreso en las fábricas, del crecimiento de las ciudades (y lo que ello conllevaba) y de la máquina, que aplastaba la moral del trabajador, llegando como en la película, a seguir la tendencia que inspiró el legendario calcetero Ned Ludd y destrozar, como él hizo, la máquina (el telar) donde trabajaba.
Nacido del expresionismo sobresale el genio de Fritz Lang, quien llevó a la pantalla esta visión futurista que expresa, con símbolos y metáforas el problema de una civilización donde la máquina esclaviza al hombre, donde la tecnología domina, donde el lujo está arriba y los trabajadores sucios, torturados y vejados está abajo (un argumento que se exprimiría en incontables películas de ficción posteriormente).
En todo esto, el héroe, Freder, irónicamente el hijo del dueño de la ciudad, hará lo posible para rescatar a María (maravillosos Gustav Fröhlich y Brigitte Helm), salvar a los trabajadores y restablecer la unión entre dueño y esclavo, o, como explican simbólicamente, conseguir que el "corazón" una a la "cabeza" y a las "manos".
El género principal, la ciencia-ficción, también se entremezcla con el drama, el suspense, una historia romántica; e introducido sutilmente, el género histórico; también hay algunos tintes de cine de catástrofes, pero, sobre todo, es una cinta de denuncia.
No hay que olvidar que, en tiempos en que el cine era como una atracción de feria, un mero divertimento para unos y un disparate para otros, muchos realizadores lo utilizaban como medio de expresión, de hecho comprendieron que se trataba de un instrumento excelente para ejercer presión sobre la opinión pública.
En esta ocasión se trataba del sufrimiento de las clases trabajadoras, del progreso en las fábricas, del crecimiento de las ciudades (y lo que ello conllevaba) y de la máquina, que aplastaba la moral del trabajador, llegando como en la película, a seguir la tendencia que inspiró el legendario calcetero Ned Ludd y destrozar, como él hizo, la máquina (el telar) donde trabajaba.
8 de febrero de 2011
8 de febrero de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Metrópolis supongo que es de esas películas que o la amas o la odias. De esas películas (como tantas otras cosas en la vida) de las que no puedes hablar mal porque entonces pecas de inculto y más siendo Patrimonio de la Humanidad.
A ver, a mí me han pasado cosas con esta cinta. Tenía mucho interés en verla porque me gusta el cine y considero que hay que conocer una obra de la envergadura de Metrópolis.
El apartado técnico es innegable y sorprendente. Hay que verla teniendo en cuenta q estamos hablando de 1927, cine mudo. Es por tanto, ahí, desde mi punto de vista, donde se encuentra la maestría de la película, es indudable que escenas como la destrucción de la máquina central al principio, o la visión de esa ciudad futurista imaginada desde los años 20 del siglo pasado, escenas como la inundación de la ciudad o escenas de tintes épicos como la construcción de la torre de Babel, son magistrales aún hoy.
Pensaba encontrarme con una película de ciencia ficción, futurista, pero al verla me ha sorprendido que en realidad el toque futurista casi era lo de menos en la obra y que lo que Fritz Lang iba contando no era sino una historia simple adornada por un maremágnum híbrido entre la edad media y el futuro. En Metrópolis se mezclan alquimias, piras a brujas, catacumbas, catedrales, menciones al Antiguo y al Nuevo Testamento, estados totalitarios, proletariados en rebelión y un robot humanoide brazo ejecutor de la maldad de una sola persona.
Creo que a Fritz Lang se le quedó grande la idea, no es que no me haya gustado, me ha entretenido, cosa que no puedo decir de muchas películas actuales y sin embargo ésta de dos horas de duración y muda ha conseguido. Tampoco digo que sea mala, no podría tampoco decir eso porque no lo pienso ni mucho menos, reconozco en ella una gran superproducción de la época pero el mensaje de la película es lo que más me ha decepcionado.
Aún así la película me ha entretenido. Me ha encantado la parte técnica e incluso he sabido apreciar el uso de cantidad de simbolismo abarcando muchas partes de la Historia de la Humanidad (quizás demasiadas) y me ha gustado la música. Destaco sobretodo la actuación de la actriz protagonista (Briggite Helm) que me ha encantado en sus dos papeles: el de la cándida María y la maléfica robot-humanoide.
Reconozco que Metrópolis tiene algo hipnótico que me ha mantenido pendiente hasta el final, que me atraen ciertas imágenes y secuencias de la película, que es de esos iconos que permanecerá en mi subconsciente quiera o no y que entonces… quizás mi subconsciente entienda más de cine que yo misma.
Un 8.
A ver, a mí me han pasado cosas con esta cinta. Tenía mucho interés en verla porque me gusta el cine y considero que hay que conocer una obra de la envergadura de Metrópolis.
El apartado técnico es innegable y sorprendente. Hay que verla teniendo en cuenta q estamos hablando de 1927, cine mudo. Es por tanto, ahí, desde mi punto de vista, donde se encuentra la maestría de la película, es indudable que escenas como la destrucción de la máquina central al principio, o la visión de esa ciudad futurista imaginada desde los años 20 del siglo pasado, escenas como la inundación de la ciudad o escenas de tintes épicos como la construcción de la torre de Babel, son magistrales aún hoy.
Pensaba encontrarme con una película de ciencia ficción, futurista, pero al verla me ha sorprendido que en realidad el toque futurista casi era lo de menos en la obra y que lo que Fritz Lang iba contando no era sino una historia simple adornada por un maremágnum híbrido entre la edad media y el futuro. En Metrópolis se mezclan alquimias, piras a brujas, catacumbas, catedrales, menciones al Antiguo y al Nuevo Testamento, estados totalitarios, proletariados en rebelión y un robot humanoide brazo ejecutor de la maldad de una sola persona.
Creo que a Fritz Lang se le quedó grande la idea, no es que no me haya gustado, me ha entretenido, cosa que no puedo decir de muchas películas actuales y sin embargo ésta de dos horas de duración y muda ha conseguido. Tampoco digo que sea mala, no podría tampoco decir eso porque no lo pienso ni mucho menos, reconozco en ella una gran superproducción de la época pero el mensaje de la película es lo que más me ha decepcionado.
Aún así la película me ha entretenido. Me ha encantado la parte técnica e incluso he sabido apreciar el uso de cantidad de simbolismo abarcando muchas partes de la Historia de la Humanidad (quizás demasiadas) y me ha gustado la música. Destaco sobretodo la actuación de la actriz protagonista (Briggite Helm) que me ha encantado en sus dos papeles: el de la cándida María y la maléfica robot-humanoide.
Reconozco que Metrópolis tiene algo hipnótico que me ha mantenido pendiente hasta el final, que me atraen ciertas imágenes y secuencias de la película, que es de esos iconos que permanecerá en mi subconsciente quiera o no y que entonces… quizás mi subconsciente entienda más de cine que yo misma.
Un 8.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No se puede tener como Leiv Motiv : “El mediador entre la mano y el cerebro ha de ser el corazón", es decir, el amor debe ser el punto de encuentro y entendimiento entre opresor y oprimido para terminar la cinta dando a entender que el único malo era el inventor del robot (una visión un tanto infantiloide para mi gusto) y que a partir de ese momento en el que acaban con él todo iba a seguir igual, o sea en lugar de conseguir una solución justa e igualitaria, se limitan a decirnos que mientras el opresor (en su superficie acomodada) es consciente de la injusticia de la clase obrera alienada y resignada en su ciudad subterránea, el amor estará presente para nada, para que todo siga igual. Algo me falla en ese mensaje…
He ahí mi dilema: no me ha gustado el mensaje, clasista y relegador del papel de la mujer a un segundo plano, (véase la aparición de las mujeres obreras muy al final, ya en la hecatombe y el paso a un plano inferior de María que tiene que dejar su rol de mediadora (el corazón) a Freder entre la mano (el obrero patrón) y el cerebro (el padre de Freder y dueño de la ciudad-estado).
He ahí mi dilema: no me ha gustado el mensaje, clasista y relegador del papel de la mujer a un segundo plano, (véase la aparición de las mujeres obreras muy al final, ya en la hecatombe y el paso a un plano inferior de María que tiene que dejar su rol de mediadora (el corazón) a Freder entre la mano (el obrero patrón) y el cerebro (el padre de Freder y dueño de la ciudad-estado).
21 de febrero de 2020
21 de febrero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuántas veces hemos visto el nombre de un clásico como éste en merchandising y en secciones de cine, y aun así, ha pasado desapercibido? Pues eso indudablemente me sucedía con "Metrópolis", cuyo director lo conocí por "Furia", "La Mujer del Cuadro", "Encubridora" y "Más Allá de la Duda"-una serie de películas americanas-, hasta marzo de este pasado año, cuando yo y uno de mis hermanos (quien, por cierto, es un fan del cine que hasta cuenta su opinión en YouTube,) fuimos a ver la última película de Tim Burton (hasta la fecha) y a la salida me habló de la influencia que tuvo el Expresionismo Alemán (entre otras escuelas y otros directores fílmicos) sobre este director; algo que yo tenía olvidado hacía algún tiempo. Desde entonces no puedo apartar de mi mente la comparación de escenas, escenarios, situaciones y personajes de la corriente alemana con el cine del extravagante creador de Eduardo Manostijeras-diciendo esto pensando también en sus dos películas de Batman por la estructura urbanística, el claroscuro y el maquillaje de ambas (más en la segunda) y el clímax de la primera-.
Los escenarios surrealistas a lo art déco y cubistas son sueños y pesadillas, mundo contemporáneo y mundo antiguo que entran en conflicto y que se comparten con el público. Diría que el reparto cumplió con su tarea. Y aunque no les faltó aquello que se conoce como sobreactuación, eso es algo que siempre ha caracterizado el cine mudo, ¿no? Y para haberse basado en obras de Richard Wagner y Richard Strauss (mezcladas con temas para un estilo moderno), el compositor Gottfried Huppertz parece haber hecho algo único pese a no ser de gran renombre como John Williams.
La primera vez que me la puse merecía un gran aplauso. Ahora que la tengo en versión restaurada le doy más crédito. Se nos mostrado más argumento escenificado. ¿Cómo pudieron perder parte del metraje, dejando esta obra de arte incompleta hasta finales de la década de los 2000? Puede que fuera porque en su época no se le dio el crédito, que el transcurso de los años le ha acabado dando (Memoria del Mundo, por la UNESCO), dado a los altísimos costes de su producción y las alegorías a la Lucha de Clases y al Fascismo.
Y aunque las visiones políticas, sociales y religiosas de un realizador de películas siempre haya creado polémica e incluso puede herir a quienes tengan una ideología contradictoria, hay que tener en cuenta que es su visión, no la de todos. Y eso no quita que se pueda valorar su forma de dirigir y la estética de su obra de manera positiva; hasta su percepción nos puede servir de objeto de estudio tanto para cine como para Historia y Filosofía.
Dejando eso a un lado, ante la suntuosidad de esta obra por encima de algunas creaciones del cine mudo (sin contar a Chaplin porque es único), resulta sorprendente que tanto el director como su esposa de aquel entonces (Thea von Harbou, novelista y guionista) estuvieran adelantados a su tiempo, proyectando edificios que superan (o superaban) las estructuras urbanas neoyorquinas, tomando "Notre Dame de París" para el tramo final del hilo argumental y dando vida a una máquina con las características corporales del ser humano, razón (o parte de ella) por la que hoy en día se fabrican robots que no se distancian de nosotros, existen edificios extravagantes y vemos películas futuristas (además de C3-PO). Una serie de grandes hallazgos son, en efecto; pero aún queda por ver a qué nos llevarán en período tan conflictivo, un período en el que falta la mente racional y espíritu desinteresado.
Concluyendo mi largo comentario, quienes no conozcan "Metrópolis", dadle una oportunidad. Quienes la tengan, disfrutadla lo que podáis, cuidadla, que no se estropee en vuestra estantería con el polvo; y compartidla con aquellos que puedan tener dotes de cinéfilos.
Los escenarios surrealistas a lo art déco y cubistas son sueños y pesadillas, mundo contemporáneo y mundo antiguo que entran en conflicto y que se comparten con el público. Diría que el reparto cumplió con su tarea. Y aunque no les faltó aquello que se conoce como sobreactuación, eso es algo que siempre ha caracterizado el cine mudo, ¿no? Y para haberse basado en obras de Richard Wagner y Richard Strauss (mezcladas con temas para un estilo moderno), el compositor Gottfried Huppertz parece haber hecho algo único pese a no ser de gran renombre como John Williams.
La primera vez que me la puse merecía un gran aplauso. Ahora que la tengo en versión restaurada le doy más crédito. Se nos mostrado más argumento escenificado. ¿Cómo pudieron perder parte del metraje, dejando esta obra de arte incompleta hasta finales de la década de los 2000? Puede que fuera porque en su época no se le dio el crédito, que el transcurso de los años le ha acabado dando (Memoria del Mundo, por la UNESCO), dado a los altísimos costes de su producción y las alegorías a la Lucha de Clases y al Fascismo.
Y aunque las visiones políticas, sociales y religiosas de un realizador de películas siempre haya creado polémica e incluso puede herir a quienes tengan una ideología contradictoria, hay que tener en cuenta que es su visión, no la de todos. Y eso no quita que se pueda valorar su forma de dirigir y la estética de su obra de manera positiva; hasta su percepción nos puede servir de objeto de estudio tanto para cine como para Historia y Filosofía.
Dejando eso a un lado, ante la suntuosidad de esta obra por encima de algunas creaciones del cine mudo (sin contar a Chaplin porque es único), resulta sorprendente que tanto el director como su esposa de aquel entonces (Thea von Harbou, novelista y guionista) estuvieran adelantados a su tiempo, proyectando edificios que superan (o superaban) las estructuras urbanas neoyorquinas, tomando "Notre Dame de París" para el tramo final del hilo argumental y dando vida a una máquina con las características corporales del ser humano, razón (o parte de ella) por la que hoy en día se fabrican robots que no se distancian de nosotros, existen edificios extravagantes y vemos películas futuristas (además de C3-PO). Una serie de grandes hallazgos son, en efecto; pero aún queda por ver a qué nos llevarán en período tan conflictivo, un período en el que falta la mente racional y espíritu desinteresado.
Concluyendo mi largo comentario, quienes no conozcan "Metrópolis", dadle una oportunidad. Quienes la tengan, disfrutadla lo que podáis, cuidadla, que no se estropee en vuestra estantería con el polvo; y compartidla con aquellos que puedan tener dotes de cinéfilos.
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