Traidor en el infierno
7.5
6,851
Bélico. Drama
Durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros alemán, unos seiscientos sargentos americanos comparten el barracón 17. En Nochebuena, dos de ellos se disponen a fugarse, pero son descubiertos y ejecutados por soldados alemanes que estaban al acecho. Los prisioneros empiezan a sospechar que en el barracón hay un traidor que informa a los nazis y llegan a la conclusión de que ese traidor es el sargento Sefton, un hombre más ... [+]
16 de abril de 2007
16 de abril de 2007
129 de 162 usuarios han encontrado esta crítica útil
Billy Wilder perdió a parte de su familia en Austwitch, así que no sé por qué hay gente que considera insultante que ponga humor en esta película. Wilder, como buen narrador, sabe que las historias más serias hay que contarlas con cierta ligereza. Los pedantes son los que cuentan historias ligeras con falsa trascendencia.
El guión es soberbio. El héroe es de lo más cínico que uno se puede echar en cara. La peli habla de apariencias y realidades, del acusado injustamente, del que presume y el que calla, de la masa y el individuo. El suspense va in crescendo y la resolución es sencilla y brillante.
De esta película bebieron todas las posteriores sobre campos de concentración. Para mí, la mejor de Wilder junto con "Testigo de cargo".
El título de mi crítica es una frase que sale en la peli y que a Billy Wilder le encandilaba. A mí también.
El guión es soberbio. El héroe es de lo más cínico que uno se puede echar en cara. La peli habla de apariencias y realidades, del acusado injustamente, del que presume y el que calla, de la masa y el individuo. El suspense va in crescendo y la resolución es sencilla y brillante.
De esta película bebieron todas las posteriores sobre campos de concentración. Para mí, la mejor de Wilder junto con "Testigo de cargo".
El título de mi crítica es una frase que sale en la peli y que a Billy Wilder le encandilaba. A mí también.
2 de septiembre de 2006
2 de septiembre de 2006
73 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1953 Wilder llevó a la pantalla la obra teatral epónima de Donald Bevan y Edmund Trzcinski con la colaboración del maestro Franz Waxman en la espléndida banda sonora, encabezada por la pegadiza, recurrente y antibélica "When Johnny Comes Marching Home Again" escrita por el compositor y director de orquesta de origen irlandés Patrick Gilmore para el Ejército de La Unión durante la guerra civil norteamericana, y con una más que correcta fotografía a cargo de Ernest Laszlo ..Doce años más tarde Bernard Fein y Albert S. Ruddy crearon la serie de tv americana "Los Héroes de Hogan" basándose también en dicha obra.
La historia fue que la Paramount compró los derechos de la película y exigió a Wilder que el papel de Sefton fuera para Charlton Heston, y Wilder se obstinó en que fuera Holden, quien ya había colaborado 3 años, en la MAGISTRAL "Sunset Boulevard"...
Los problemas entre Wilder y la Paramount no quedaron ahí... A la hora de su estreno en Alemania, Paramount exigió algunos cambios que no afectaran en demasía la frágil sensibilidad del país germano...Wilder, con algunos de sus familiares en campos de concentración, consideró excesiva la situación y puso fin prácticamente a su contrato con ellos... En realidad fue un año más tarde, con "Sabrina", cuando Wilder finiquitó el contrato...
Absolutamente vital en la filmografía del maestro vienés, supuso el oscar a Holden, por un impresionante papel de cínico, hábil y héroe "sui generis"... Sin duda alguna, una de las interpretaciones más portentosas en la historia del séptimo arte...
Pero es que la historia no queda aquí, porque la trama está llena de momentos deliciosos, llenos de ironía, perspicacia e incluso de esperado drama, en mitad de una guerra, y en tiempo de navidad..."Odio las historias sobre la guerra llenas de aviadores, submarinistas, hombres rana y destrucción...Prefiero las que hablan de prisioneros de guerra...".
Nunca olvidaremos ese nudo en el cable de la bombilla sobre un tablero de ajedrez, en el barracón número 4 del stalag (palabra alemana para designar campo de concentración) 17, repleto de oficiales norteamericanos, rusos, checoslovacos y polacos...
M E M O R A B L E .
La historia fue que la Paramount compró los derechos de la película y exigió a Wilder que el papel de Sefton fuera para Charlton Heston, y Wilder se obstinó en que fuera Holden, quien ya había colaborado 3 años, en la MAGISTRAL "Sunset Boulevard"...
Los problemas entre Wilder y la Paramount no quedaron ahí... A la hora de su estreno en Alemania, Paramount exigió algunos cambios que no afectaran en demasía la frágil sensibilidad del país germano...Wilder, con algunos de sus familiares en campos de concentración, consideró excesiva la situación y puso fin prácticamente a su contrato con ellos... En realidad fue un año más tarde, con "Sabrina", cuando Wilder finiquitó el contrato...
Absolutamente vital en la filmografía del maestro vienés, supuso el oscar a Holden, por un impresionante papel de cínico, hábil y héroe "sui generis"... Sin duda alguna, una de las interpretaciones más portentosas en la historia del séptimo arte...
Pero es que la historia no queda aquí, porque la trama está llena de momentos deliciosos, llenos de ironía, perspicacia e incluso de esperado drama, en mitad de una guerra, y en tiempo de navidad..."Odio las historias sobre la guerra llenas de aviadores, submarinistas, hombres rana y destrucción...Prefiero las que hablan de prisioneros de guerra...".
Nunca olvidaremos ese nudo en el cable de la bombilla sobre un tablero de ajedrez, en el barracón número 4 del stalag (palabra alemana para designar campo de concentración) 17, repleto de oficiales norteamericanos, rusos, checoslovacos y polacos...
M E M O R A B L E .
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Clarence Harvey Cook, más conocido como "Cooky" (Gil Stratton Jr), la voz narrativa en off de esta cinta nos cuenta cómo fue a parar al Stalag 17, a orillas del Danubio en 1953...
Hacinados en el barracón número 4, 75 soldados norteamericanos yacen presos del ejército nazi alemán...
En dicho barracón conviven toda una caterva de peculiares y heterogéneos personajes, capitaneados por Hoffman (Richard Erdman), el jefe de información Price (Peter Graves), el corajudo Duke (Neville Brand), el bufonesco Harry Saphiro (Harvey Lembeck), su inseparable "Chimpacé" Stanislas Kasava(Robert Strauss)platónicamente enamorado de la actric Betty Grable, Blondie (Robert Shawley),el cínico Sefton junto con su esbirro y narrador Cooky y el "mudito" y enigmático Joey con su ocarina(Robert Stone)..., el anunciador de noticias "oído..." y su "ayudante patapalo" Steve..., el cabo "es posible..."...etc
El Stalag está gobernado por el coronel Von Sherbach (Otto Preminger) y su sargento Schultz(Sig Ruman), un simpático y bastante cortito de luces teutón, carente de cualquier atisbo de ironía...
Dos de los reclusos del barracón 4 intentan fugarse pero son apresados y tiroteados a la salida de un túnel...Las sospechas de un traidor dentro del barracón 4 se acrecientan y centran cada vez más en la persona del cínico Sefton, un tipo bastante hábil que dirige casi todo el cotarro comercial del campo de concentración; apuestas sobre carreras de ratas, un destilador de aguardiente que hace las veces de bar, un telescopio desde donde mirar el sector femenino ruso cuando toca el turno del despioje, economía de trueque con los oficiales alemanes...
A pesar de que la situación se vuelve gradualmente insostenible, nuestro "héroe" no pierde la compostura en ningún momento y es él quien descubre al topo...el verdadero traidor de aquel infierno...
Es la navidad del año 1944, y la vida en el barracón 4 del stalag 17 es paradójicamente alegre... Fuera, las bombas asolan el mundo...
Una estufa de hierro, pelotas de pin-pon, la convención de ginebra y una enorme interpretación (la de William Holden) hacen de esta película una de las más interesantes de la filmografía de Wilder y por supuesto de la historia del cine.
Hacinados en el barracón número 4, 75 soldados norteamericanos yacen presos del ejército nazi alemán...
En dicho barracón conviven toda una caterva de peculiares y heterogéneos personajes, capitaneados por Hoffman (Richard Erdman), el jefe de información Price (Peter Graves), el corajudo Duke (Neville Brand), el bufonesco Harry Saphiro (Harvey Lembeck), su inseparable "Chimpacé" Stanislas Kasava(Robert Strauss)platónicamente enamorado de la actric Betty Grable, Blondie (Robert Shawley),el cínico Sefton junto con su esbirro y narrador Cooky y el "mudito" y enigmático Joey con su ocarina(Robert Stone)..., el anunciador de noticias "oído..." y su "ayudante patapalo" Steve..., el cabo "es posible..."...etc
El Stalag está gobernado por el coronel Von Sherbach (Otto Preminger) y su sargento Schultz(Sig Ruman), un simpático y bastante cortito de luces teutón, carente de cualquier atisbo de ironía...
Dos de los reclusos del barracón 4 intentan fugarse pero son apresados y tiroteados a la salida de un túnel...Las sospechas de un traidor dentro del barracón 4 se acrecientan y centran cada vez más en la persona del cínico Sefton, un tipo bastante hábil que dirige casi todo el cotarro comercial del campo de concentración; apuestas sobre carreras de ratas, un destilador de aguardiente que hace las veces de bar, un telescopio desde donde mirar el sector femenino ruso cuando toca el turno del despioje, economía de trueque con los oficiales alemanes...
A pesar de que la situación se vuelve gradualmente insostenible, nuestro "héroe" no pierde la compostura en ningún momento y es él quien descubre al topo...el verdadero traidor de aquel infierno...
Es la navidad del año 1944, y la vida en el barracón 4 del stalag 17 es paradójicamente alegre... Fuera, las bombas asolan el mundo...
Una estufa de hierro, pelotas de pin-pon, la convención de ginebra y una enorme interpretación (la de William Holden) hacen de esta película una de las más interesantes de la filmografía de Wilder y por supuesto de la historia del cine.
29 de agosto de 2007
29 de agosto de 2007
74 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gustan mucho esas películas pastiche donde la mezcla de géneros es tan tosca que las situaciones pierden la credibilidad. Eso es lo que me pasa con esta película del gran Billy Wilder en la que nos muestra la vida de unos soldados prisioneros en un campo de concentración que en algunos momentos parece más bien un manicomio por la subnormalidad de los nazis carceleros y también de los aliados prisioneros, unos y otros mostrando conductas increíbles en aras de un guión imposible. La forma en que los aliados engañan a los tontos alemanes cuando quieren y las infantiles conductas de los personajes encargados de la carga cómica que se pretende dar a la película son impropias de Billy Wilder, que en otras películas sí que logra hablar de cosas serias sin prescindir de su genial humor ácido. Ni siquiera se salva el personaje protagonista bien interpretado por William Holden: un sargento que, no se sabe muy bien por qué, parece disfrutar provocando a sus compañeros y haciendo que recaigan sobre él mismo las sospechas de que podría ser el infiltrado que los nazis tienen en el barracón para informarles de todo cuanto en él se cuece. Las motivaciones que hacen a este personaje conducirse como lo hace durante toda la película a mí se me escapan (y creo que a Billy Wilder también). Salvaría del naufragio la eficaz puesta en escena, que en algo se debía notar quién estaba detrás de este proyecto que en mi opinión es un traspiés en una de las carreras cinematográficas más brillantes de la historia del cine como es la de Billy Wider.
27 de enero de 2008
27 de enero de 2008
35 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film nº 10 de Billy Wilder. El guión, de Wilder y Edwin Blum, adapta la comedia de Broadway "Stalag 17" (1951), de Donald Bevan y Edmund Trzcinski. Se rueda en Warner Ranch (Calabazas, CA). Nominado a 3 Oscar, gana uno (actor, Holden). Producido por Wilder, se estrena el 29-V-1953 (Londres).
La acción tiene lugar en el campo de concentración Stalag 17, situado en Alemania, cerca del Danubio, durante los días 24-26 de diciembre de 1944. El narrador es Clarence Harvey Cook, "Cooky" (Gil Stratton), ayudante de Sefton (Holden). El líder del barracón es Hoffman (Erdman), el jefe de información es Price (Graves), el bufón es Harry Shapiro (Harvey Lembeck), el ganso es Stanislas "Chimpancé" Kasava (Robert Strauss), el mudo es Joey (Robert Stone). El sargento nazi se llama Schulz (Sig Ruman) y el coronel es von Scherbach (Preminger).
El film suma los géneros de comedia, drama, suspense y guerra. Deriva hacia la comedia negra y transforma en farsa la situación de los prisioneros retenidos por los nazis. El campo está destinado a sargentos, reúne a unos 600 prisioneros de guerra, que distribuye en 8 barracones, de 75 personas cada uno. Explica las condiciones de vida de los prisioneros: comida horrible, duchas en letrinas, trato cruel y caprichoso. El suspense se apoya en la identificación del espía nazi infiltrado. La acción corresponde a la IIGM. El realizador establece un correcto equilibrio entre comedia y drama, tensión y humor, desgracia e hilaridad. Desvela que la guerra es una fuente rica de humor negro, que será utilizada en films posteriores ("M.A.S.H.", Altman, 1970). La obra es una de las grandes películas sobre prisioneros de guerra de la IIGM ("El puente sobre el río Kwai", "La gran evasión"). El humor de Wilder no anula ni rebaja el vigor del drama, realza su fuerza lacerante. No se mofa del dolor, enseña a sobrellevarlo (en Auschwitz perdió parte de su familia). No renuncia a la memoria, desea potenciarla. La cinta lleva la huella del realizador: citas melómanas (Wagner), actores de cine (Clark Gable), cinéfilas ("El gran dictador", "Lo que el viento se llevó", "Infierno en las nubes"), coches singulares (vehículos del CICR), trenes y estaciones (Frankfurt). Basa la comicidad en personajes arquetípicos (el cínico, el bufón, el cartero...), artilugios curiosos (destiladora), el ingenio personal que burla controles (antena de radio), extrañas maneras de encender una cerilla (barba, gabán). Añade planos de humor visual (gestualidad de "Chimpancé"). Se burla del autoritarismo, la crueldad, las órdenes caprichosas, la vanidad, la mentira y las simulaciones.
La música ofrece una brillante partitura original que complementa con variaciones sobre el tema de "When Johnny Cames Marching Home Again". La fotografía, de Ernest Laszlo, hace uso de un sugestivo B/N, se sirve de un trabajo de cámara sobrio y eficaz, presenta encuadres inquietantes (rostro de Joey, fango) y ofrece con deleite imágenes de humor visual (botas del coronel).
La acción tiene lugar en el campo de concentración Stalag 17, situado en Alemania, cerca del Danubio, durante los días 24-26 de diciembre de 1944. El narrador es Clarence Harvey Cook, "Cooky" (Gil Stratton), ayudante de Sefton (Holden). El líder del barracón es Hoffman (Erdman), el jefe de información es Price (Graves), el bufón es Harry Shapiro (Harvey Lembeck), el ganso es Stanislas "Chimpancé" Kasava (Robert Strauss), el mudo es Joey (Robert Stone). El sargento nazi se llama Schulz (Sig Ruman) y el coronel es von Scherbach (Preminger).
El film suma los géneros de comedia, drama, suspense y guerra. Deriva hacia la comedia negra y transforma en farsa la situación de los prisioneros retenidos por los nazis. El campo está destinado a sargentos, reúne a unos 600 prisioneros de guerra, que distribuye en 8 barracones, de 75 personas cada uno. Explica las condiciones de vida de los prisioneros: comida horrible, duchas en letrinas, trato cruel y caprichoso. El suspense se apoya en la identificación del espía nazi infiltrado. La acción corresponde a la IIGM. El realizador establece un correcto equilibrio entre comedia y drama, tensión y humor, desgracia e hilaridad. Desvela que la guerra es una fuente rica de humor negro, que será utilizada en films posteriores ("M.A.S.H.", Altman, 1970). La obra es una de las grandes películas sobre prisioneros de guerra de la IIGM ("El puente sobre el río Kwai", "La gran evasión"). El humor de Wilder no anula ni rebaja el vigor del drama, realza su fuerza lacerante. No se mofa del dolor, enseña a sobrellevarlo (en Auschwitz perdió parte de su familia). No renuncia a la memoria, desea potenciarla. La cinta lleva la huella del realizador: citas melómanas (Wagner), actores de cine (Clark Gable), cinéfilas ("El gran dictador", "Lo que el viento se llevó", "Infierno en las nubes"), coches singulares (vehículos del CICR), trenes y estaciones (Frankfurt). Basa la comicidad en personajes arquetípicos (el cínico, el bufón, el cartero...), artilugios curiosos (destiladora), el ingenio personal que burla controles (antena de radio), extrañas maneras de encender una cerilla (barba, gabán). Añade planos de humor visual (gestualidad de "Chimpancé"). Se burla del autoritarismo, la crueldad, las órdenes caprichosas, la vanidad, la mentira y las simulaciones.
La música ofrece una brillante partitura original que complementa con variaciones sobre el tema de "When Johnny Cames Marching Home Again". La fotografía, de Ernest Laszlo, hace uso de un sugestivo B/N, se sirve de un trabajo de cámara sobrio y eficaz, presenta encuadres inquietantes (rostro de Joey, fango) y ofrece con deleite imágenes de humor visual (botas del coronel).
5 de septiembre de 2010
5 de septiembre de 2010
31 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seré muy escueto. Al comienzo de la película matan a dos personas equivocadas, si en su lugar hubieran acribillado a la estúpida pareja ¿¿¿cómica??? que una y otra vez rompe el ritmo de la película con gansadas ridículas de nula gracia, estaríamos ante un peliculón.
Chaplin sabía hacerlo muy bien (La quimera del oro es el mejor ejemplo de como tratar un asunto muy serio con humor), pero el guión que se le ha obligado a "ejecutar" a estos dos payasos de feria de tercera (el gorila llamado "chimpancé" es lo peor que se ha pasado por delante de una cámara) es para quitarle la licencia a sus culpables.
Joder Wilder, quiero creer que tus sentimientos personales con este tema te nublaron la mente.
¡Ah! Y al que comentaba lo del campo de rusas, efectivamente es una patraña histórica, y encima van a despiojarse tan felices, como si estuvieran haciendo cola para entrar en una discoteca.
Chaplin sabía hacerlo muy bien (La quimera del oro es el mejor ejemplo de como tratar un asunto muy serio con humor), pero el guión que se le ha obligado a "ejecutar" a estos dos payasos de feria de tercera (el gorila llamado "chimpancé" es lo peor que se ha pasado por delante de una cámara) es para quitarle la licencia a sus culpables.
Joder Wilder, quiero creer que tus sentimientos personales con este tema te nublaron la mente.
¡Ah! Y al que comentaba lo del campo de rusas, efectivamente es una patraña histórica, y encima van a despiojarse tan felices, como si estuvieran haciendo cola para entrar en una discoteca.
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