Las leyes de la frontera
2021 

6.8
18,146
Thriller. Drama
Verano de 1978. Ignacio Cañas (Marcos Ruiz) es un estudiante de 17 años introvertido y algo inadaptado que vive en Girona. Al conocer al Zarco (Chechu Salgado) y a Tere (Begoña Vargas), dos jóvenes delincuentes del barrio chino de la ciudad, se ve inmerso en una carrera imparable de hurtos, robos y atracos. Es la historia en la que Nacho se hace mayor, cruzando la línea que hay entre el bien y el mal, entre la justicia y la ... [+]
11 de octubre de 2021
11 de octubre de 2021
164 de 179 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una clara referencia en aquel cine de finales de los 70 y primeros 80 del siglo pasado, con héroes urbanos y marginales como El Vaquilla como enseña, Daniel Monzón construye una película que, sobre todo, es una historia de amor y que reivindica, quizás sin siquiera quererlo, las películas bonitas, aquellas de las que uno se acuerda y recuerda, las que han logrado pellizcar un poco su corazón.
Narrada con mucho brío, con un realismo que a los que éramos jóvenes y recordamos esa época casi nos provoca dolor, angustia y también, porqué no, una nostalgia de tiempos pasados, no mejores, pero sí vividos, que asusta de veras.
Monzón se parapeta en unos actores que bordan sus papeles (magnífica, estelar Begoña Vargas), un diseño de producción más que brillante, una historia magnífica del no menos magnífico escritor Javier Cercas, al que parece que le sientan muy bien las adaptaciones cinematográfica (Soldados de Salamina es un referente en nuestro cine reciente).
Las escenas de acción están rodadas a un nivel altísimo, la banda sonara que acompaña la historia es la banda sonora de nuestras vidas, perfectamente seleccionada, con una Gerona (aún no era Girona) de fondo de la historia que parece tan auténtica como lo es en general toda la película.
No es solo un homenaje a aquel cine de El Pico, El Vaqulla o Deprisa, deprisa, Las Leyes de la Frontera es mucho más, por sí misma sobrepasa cualquier cinta de homenaje o intento de recuperar un subgénero que ya se fue y que en su momento tuvo su público. Es una historia de amor, una muy bonita historia, por cierto.
Sin duda, una gran película que estará rondando los Goya en varias categorías y que merece mucho la pena ver. Al fin y al cabo, los quinquis, las historias de amor y nuestro pasado bien merecen un par de horas de atención. Se disfrutan, se lo aseguro.
Narrada con mucho brío, con un realismo que a los que éramos jóvenes y recordamos esa época casi nos provoca dolor, angustia y también, porqué no, una nostalgia de tiempos pasados, no mejores, pero sí vividos, que asusta de veras.
Monzón se parapeta en unos actores que bordan sus papeles (magnífica, estelar Begoña Vargas), un diseño de producción más que brillante, una historia magnífica del no menos magnífico escritor Javier Cercas, al que parece que le sientan muy bien las adaptaciones cinematográfica (Soldados de Salamina es un referente en nuestro cine reciente).
Las escenas de acción están rodadas a un nivel altísimo, la banda sonara que acompaña la historia es la banda sonora de nuestras vidas, perfectamente seleccionada, con una Gerona (aún no era Girona) de fondo de la historia que parece tan auténtica como lo es en general toda la película.
No es solo un homenaje a aquel cine de El Pico, El Vaqulla o Deprisa, deprisa, Las Leyes de la Frontera es mucho más, por sí misma sobrepasa cualquier cinta de homenaje o intento de recuperar un subgénero que ya se fue y que en su momento tuvo su público. Es una historia de amor, una muy bonita historia, por cierto.
Sin duda, una gran película que estará rondando los Goya en varias categorías y que merece mucho la pena ver. Al fin y al cabo, los quinquis, las historias de amor y nuestro pasado bien merecen un par de horas de atención. Se disfrutan, se lo aseguro.
1 de octubre de 2021
1 de octubre de 2021
98 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director español doble ganador del Goya Daniel Monzón, por la dirección y la adaptación del guion de "Celda 2011 (2009)", vuelve a adaptar una novela de gran éxito como la escrita por Javier Cercas, y el resultado es una película muy bien trabajada en donde se cuidan al máximo todos los detalles, tanto estéticos como argumentales, para contarnos una historia que se desarrolla en los primeros años de la democracia en España, a finales de la década de los 70 en Gerona, y que tiene como protagonista a Nacho, un joven (al que llaman de manera despectiva "el gafitas"), que vive de manera tranquila con sus padres y su hermana mayor, hasta que se enamora de una chica, lo que le arrastra hacia un camino delictivo junto a esa pandilla de jóvenes gerundenses, en un camino sin retorno del que no podrá salir, lo que traerá consecuencias en su vida personal y familiar. La película clausuró fuera de concurso la pasada edición del Festival de cine de San Sebastián.
La película juega muy bien con los tiempos de la historia central, la del personaje protagonista, y las paralelas que van surgiendo con el paso de los minutos, con una buena presentación de personajes, con una trama muy bien trabajada en donde se va cociendo a fuego lento lo que luego explotará en la segunda mitad. En esa segunda mitad, una vez puestas las cartas sobre la mesa, y conociendo las inquietudes de cada uno de los personajes, es cuando tienen lugar esas escenas de acción muy bien filmadas, con atracos, persecuciones y tiroteos.
El largometraje se mueve muy bien entre diferentes géneros ya que, además de ser un thriller con mucho ritmo, se desarrollan unas historias románticas y dramáticas, con mucho humor en algunos personajes secundarios. El principal problema de la película es que lo que estaba siendo una buena adaptación de la novela homónima, en el guion escrito por Monzón junto a su habitual Jorge Guerricaechevarría, tiene una parte final en donde hay situaciones mal resueltas y que no están bien explicadas, quizás para no alargar más el metraje.
Otro acierto es la elección del reparto, con unos actores y actrices jóvenes que lo hacen muy bien, sin ser muy conocidos para el gran público, aunque ya han trabajado en otras películas o series de televisión. Estando casi todos bien, destacan por encima del resto especial Marcos Ruiz, que está magnífico como Nacho, y Begoña Vargas en el papel de Tere, esa especie de femme fatale de la que se enamora "el gafitas", y que tiene un parecido físico y en los gestos con Penélope Cruz cuando la actriz española inició su carrera cinematográfica. Completan el reparto Chechu Salgado como Zarco, el líder de la banda, y también lo hace bastante bien Xavi Sáez, que interpreta a Hidalgo, el policía más violento de los que dirigen la operación para desmantelar esa banda criminal.
La película es de gran nivel en aspectos técnicos como el sonido y los efectos visuales, y en la recreación de la época, y tiene una banda sonora potente compuesta por el grupo sevillano Derby Motoreta's Burrito Kachimba, con una canción potente ("Las leyes de la frontera"), que escuchamos en los títulos de crédito finales, y otras canciones de la época. Un gran trabajo en la dirección por parte de Daniel Monzón y en el montaje posterior de Mapa Pastor.
El resultado es una notable película, fácil de recomendar a casi todos los públicos, desde el más joven al más mayor, por ser entretenida y contar una historia muy bien desarrollada.
LO MEJOR: El sonido y la recreación de la época. Las actuaciones de Marcos Ruiz y Begoña Vargas.
LO PEOR: Algunas situaciones en la parte final están resueltas de manera precipitada.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net
La película juega muy bien con los tiempos de la historia central, la del personaje protagonista, y las paralelas que van surgiendo con el paso de los minutos, con una buena presentación de personajes, con una trama muy bien trabajada en donde se va cociendo a fuego lento lo que luego explotará en la segunda mitad. En esa segunda mitad, una vez puestas las cartas sobre la mesa, y conociendo las inquietudes de cada uno de los personajes, es cuando tienen lugar esas escenas de acción muy bien filmadas, con atracos, persecuciones y tiroteos.
El largometraje se mueve muy bien entre diferentes géneros ya que, además de ser un thriller con mucho ritmo, se desarrollan unas historias románticas y dramáticas, con mucho humor en algunos personajes secundarios. El principal problema de la película es que lo que estaba siendo una buena adaptación de la novela homónima, en el guion escrito por Monzón junto a su habitual Jorge Guerricaechevarría, tiene una parte final en donde hay situaciones mal resueltas y que no están bien explicadas, quizás para no alargar más el metraje.
Otro acierto es la elección del reparto, con unos actores y actrices jóvenes que lo hacen muy bien, sin ser muy conocidos para el gran público, aunque ya han trabajado en otras películas o series de televisión. Estando casi todos bien, destacan por encima del resto especial Marcos Ruiz, que está magnífico como Nacho, y Begoña Vargas en el papel de Tere, esa especie de femme fatale de la que se enamora "el gafitas", y que tiene un parecido físico y en los gestos con Penélope Cruz cuando la actriz española inició su carrera cinematográfica. Completan el reparto Chechu Salgado como Zarco, el líder de la banda, y también lo hace bastante bien Xavi Sáez, que interpreta a Hidalgo, el policía más violento de los que dirigen la operación para desmantelar esa banda criminal.
La película es de gran nivel en aspectos técnicos como el sonido y los efectos visuales, y en la recreación de la época, y tiene una banda sonora potente compuesta por el grupo sevillano Derby Motoreta's Burrito Kachimba, con una canción potente ("Las leyes de la frontera"), que escuchamos en los títulos de crédito finales, y otras canciones de la época. Un gran trabajo en la dirección por parte de Daniel Monzón y en el montaje posterior de Mapa Pastor.
El resultado es una notable película, fácil de recomendar a casi todos los públicos, desde el más joven al más mayor, por ser entretenida y contar una historia muy bien desarrollada.
LO MEJOR: El sonido y la recreación de la época. Las actuaciones de Marcos Ruiz y Begoña Vargas.
LO PEOR: Algunas situaciones en la parte final están resueltas de manera precipitada.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net
8 de octubre de 2021
8 de octubre de 2021
65 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Refleja una visión demasiado edulcorada del mundo quinqui de los años 70, sin verdaderas espinas a nivel individual o social, sin que las acciones de sus protagonistas o de su entorno provoquen una verdadera respuesta emocional en los espectadores, que asistimos más bien a una película agradable en casi todos los sentidos. En su vertiente dramática no es demasiado escarpada, no alcanza ninguna cumbre.
Por contra funciona con precisión en su aspecto romántico, en todo lo que tiene que ver con las relaciones que se establecen dentro del amplio y variopinto grupo de personajes que desfilan por la pantalla. Y también destaca en los aspectos más cotidianos, más rutinarios. Ahí si que alcanza un nivel excepcional, por su pausado pero vivo sentido del ritmo, por sus excelentes diálogos, por su preciso desarrollo narrativo, porque el director consigue sintetizar con gran solvencia lo más destacado de las numerosas escenas corales que recrea, especialmente cuando se centra en la compleja relación entre los tres protagonistas principales, donde las miradas y los gestos del personaje interpretado por Begoña Vargas traspasan la pantalla, logrando una interpretación llena de sutileza y fuerza, sin duda lo mejor de toda la cinta, lo que le imprime su verdadero sello distintivo, uno lleno de color, grato, elegante.
Las escenas de acción también están muy bien rodadas, aunque las hay que resultan algo frías. Su final es un poco precipitado, con una resolución parca (sigo en spoilers...)
En definitiva, la película técnica e interpretativamente raya a gran altura, con un director que factura un producto de calidad (no es la primera vez que lo hace), que se disfruta, que tiene su impronta, pero al que le falta la dimensión dramática que encierra el turbio mundo, muy bien ambientado, al que nos traslada. Una película con encanto, singular, bien hecha.
Por contra funciona con precisión en su aspecto romántico, en todo lo que tiene que ver con las relaciones que se establecen dentro del amplio y variopinto grupo de personajes que desfilan por la pantalla. Y también destaca en los aspectos más cotidianos, más rutinarios. Ahí si que alcanza un nivel excepcional, por su pausado pero vivo sentido del ritmo, por sus excelentes diálogos, por su preciso desarrollo narrativo, porque el director consigue sintetizar con gran solvencia lo más destacado de las numerosas escenas corales que recrea, especialmente cuando se centra en la compleja relación entre los tres protagonistas principales, donde las miradas y los gestos del personaje interpretado por Begoña Vargas traspasan la pantalla, logrando una interpretación llena de sutileza y fuerza, sin duda lo mejor de toda la cinta, lo que le imprime su verdadero sello distintivo, uno lleno de color, grato, elegante.
Las escenas de acción también están muy bien rodadas, aunque las hay que resultan algo frías. Su final es un poco precipitado, con una resolución parca (sigo en spoilers...)
En definitiva, la película técnica e interpretativamente raya a gran altura, con un director que factura un producto de calidad (no es la primera vez que lo hace), que se disfruta, que tiene su impronta, pero al que le falta la dimensión dramática que encierra el turbio mundo, muy bien ambientado, al que nos traslada. Una película con encanto, singular, bien hecha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tiene una resolución parca tanto en lo que respecta a la trama policial como, sobre todo, en lo relacionado con el entramado amoroso, que merecía una desenlace mucho más emotivo y elaborado. Ese gran secreto que guarda la película, que la chica es en realidad hermana del jefe de la banda, no está lo suficientemente preparado, ni tampoco suficiente explicado (por toda explicación dice que a la chica le daba vergüenza comentarlo). Tal y como queda, la repercusión en el devenir de la historia es mínima, casi como si no importara, como si los dos protagonistas hubieran estado condenados a no estar juntos, bien por ese o por cualquier otro motivo. Con poco más se podría haber explicado mejor y de una manera mucho más emotiva.
9 de octubre de 2021
9 de octubre de 2021
60 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película cuenta la historia de un timorato adolescente al que canean sus compañeros de clase y que repentinamente acaba formando parte de una banda de delincuentes urbanos. Por supuesto, resulta poco creíble la fácil integración del panoli protagonista entre esos duros quinquis (de diseño, parecen salidos de una película de John Holmes) y el interés de la curtida chica por él, amén de que la meticulosa recreación de la época acaba resultando inverosímil por excesivamente lustrosa, impropia de los ambientes degradados en los que se desarrolla. También es cierto que es una entretenida película que se beneficia de una realización muy dinámica, pero tiene serios problemas de credibilidad.
20 de octubre de 2021
20 de octubre de 2021
38 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he pensado que los años que van, de mediados de los setenta hasta casi finales de los ochenta, fueros duros en España, sobre todo para los que fuimos jóvenes o muy jóvenes en esa época: La libertad recién estrenada, las ideologías mal entendidas (hippies, anarquistas, contraculturales …), la borrachera de las drogas (especialmente la heroína) y de remate el SIDA desconocido y asociado a toda esa libertad, más la interminable crisis económica (en esa época también se empalmó una crisis tras otra). Todo ello formó un cóctel difícil de digerir y que muchos pagaron con su vida.
La película puede verse como una crónica social de lo que fue esa época terrible para muchos, y así la vi yo, y salí encandilado con las figuras del padre del "Gafitas "y con la del policía bueno, únicos capaces de aportar buen criterio y bondad a ese desconcierto, aunque ambos tengan un breve papel. Lo comenté en un grupo de amigos por whats, y enseguida uno de ellos me acusó de blandengue al grito de: ¡Viva el Zarco! (el líder de la banda de quinquis/delincuentes juveniles). Otros del grupo ensalzaron la historia de amor entre Tere y El Gafitas. Nos reímos un rato, porque nos dimos cuenta que el amigo que ensalzó al Zarco había visto la película como si de un western se tratara: la nobleza del hombre que acepta su destino y que jamás traicionara a sus amigos. Otros la habían visto como una dulce película del primer amor imposible, y ensalzaron más la historia de Tere y el Gafitas. Efectivamente, la película es a la vez una crónica social, un western y una historia de amor, tres géneros aquí bien enhebrados,con lo que todos teníamos razón en parte.
A quienes en estas críticas de Filmaffinity acusan al film de falta de verosimilitud, les diré que, por suicida y descerebrada que parezca la actividad delictiva de esos quinquis, era justamente así de pavorosamente real. De ahí el pasmo, porque debían saber perfectamente que no tenían ninguna posibilidad de salir impunes, y sin embargo actuaban exactamente como forajidos de far-west, con coches robados en lugar de caballos. Me desconcertaba en esos años, y sigue desconcertándome hoy en día, tanta desesperanza arrebatada. Y si no me creen, den un repaso a los periódicos de la época. También la historia de amor me parece verosímil, sobre todo porque esto es España, un país muy poco clasista, y donde lo normal es relacionarse con todo tipo de gente, y es Girona, entonces casi un pueblo, y en los pueblos esa mezcla es más normal aún.
En resumen, no le encuentro pega alguna a la película, al contrario, me parece redonda, eficaz y absolutamente verosímil. Y esto se debe seguro a la buena mano del director, y sin duda al buen hacer de los actores, que están todos acertados. Las escenas de acción están perfectamente rodadas, la ambientación de época muy conseguida y la música perfecta. Sin duda debe sus virtudes también a la excelente novela de Javier Cercas, pero no voy a entrar a comparar. Son productos diferentes. Solo me atrevo a recomendar que vayan a ver la película, sin ninguna duda, y si les gusta o les interesa lo que se cuenta, lean también el libro.
La película puede verse como una crónica social de lo que fue esa época terrible para muchos, y así la vi yo, y salí encandilado con las figuras del padre del "Gafitas "y con la del policía bueno, únicos capaces de aportar buen criterio y bondad a ese desconcierto, aunque ambos tengan un breve papel. Lo comenté en un grupo de amigos por whats, y enseguida uno de ellos me acusó de blandengue al grito de: ¡Viva el Zarco! (el líder de la banda de quinquis/delincuentes juveniles). Otros del grupo ensalzaron la historia de amor entre Tere y El Gafitas. Nos reímos un rato, porque nos dimos cuenta que el amigo que ensalzó al Zarco había visto la película como si de un western se tratara: la nobleza del hombre que acepta su destino y que jamás traicionara a sus amigos. Otros la habían visto como una dulce película del primer amor imposible, y ensalzaron más la historia de Tere y el Gafitas. Efectivamente, la película es a la vez una crónica social, un western y una historia de amor, tres géneros aquí bien enhebrados,con lo que todos teníamos razón en parte.
A quienes en estas críticas de Filmaffinity acusan al film de falta de verosimilitud, les diré que, por suicida y descerebrada que parezca la actividad delictiva de esos quinquis, era justamente así de pavorosamente real. De ahí el pasmo, porque debían saber perfectamente que no tenían ninguna posibilidad de salir impunes, y sin embargo actuaban exactamente como forajidos de far-west, con coches robados en lugar de caballos. Me desconcertaba en esos años, y sigue desconcertándome hoy en día, tanta desesperanza arrebatada. Y si no me creen, den un repaso a los periódicos de la época. También la historia de amor me parece verosímil, sobre todo porque esto es España, un país muy poco clasista, y donde lo normal es relacionarse con todo tipo de gente, y es Girona, entonces casi un pueblo, y en los pueblos esa mezcla es más normal aún.
En resumen, no le encuentro pega alguna a la película, al contrario, me parece redonda, eficaz y absolutamente verosímil. Y esto se debe seguro a la buena mano del director, y sin duda al buen hacer de los actores, que están todos acertados. Las escenas de acción están perfectamente rodadas, la ambientación de época muy conseguida y la música perfecta. Sin duda debe sus virtudes también a la excelente novela de Javier Cercas, pero no voy a entrar a comparar. Son productos diferentes. Solo me atrevo a recomendar que vayan a ver la película, sin ninguna duda, y si les gusta o les interesa lo que se cuenta, lean también el libro.
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