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El sorprendente hombre araña 2: La amenaza de Electro

Fantástico. Acción. Aventuras Peter Parker lleva una vida muy ocupada, compaginando su tiempo entre su papel como Spider-Man, acabando con los malos, y en el instituto con la persona a la que quiere, Gwen. Peter no ve el momento de graduarse. No ha olvidado la promesa que le hizo al padre de Gwen de protegerla, manteniéndose lejos de ella, pero es una promesa que simplemente no puede cumplir. Las cosas cambiarán para Peter cuando aparece un nuevo villano, Electro, y ... [+]
Críticas 224
Críticas ordenadas por utilidad
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1
21 de abril de 2014
200 de 283 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si la primera parte de esta nueva "visión" de las aventuras del trepa muros me produjo un coma diabético, parecía imposible que esta segunda parte fuese peor de modo que acudí al cine temeroso pero con una ligera esperanza pues el trailer prometía altas dosis de acción y esta vez si, un guión a la altura.
Pues bien, mis peores temores se confirmaron tras los 20 primeros minutos. Peter Parker seguía siendo un tipo con pocas luces, los enemigos no tenían ningún tipo de motivación seria, las escenas de acción estaban todas en el trailer (son 3) el guión hacía aguas por todas partes, personajes planos, situaciones absurdas y sin sentido consiguieron lo que parecía imposible, que esta secuela fuera PEOR que la ya infumable primera parte.
Pongo algunas "perlas" de la película en el Spoiler para no desvelar nada:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Garfield es más hostiable que nunca.
-El personaje de Giamatti parece retarder con problemas de dicción.
-Voy a robar un furgon lleno de plutonio (por lo visto es de dominio público) y en vez de huir en el susodicho, lo ato a un camión grua para escapar en una ciudad con un tráfico atroz..... GENIOS!
-Peter lleva saliendo con Gwen un tiempo pero sigue siendo un tartaja en su presencia.
-Pese a que el personaje de Foxx es ingeniero eléctrico, un lumbreras, hace los trabajos de un tío de mantenimiento en Oscorp donde por lo visto no hay ni seguridad y todo dios entra como pedro por su casa.
-Norman Osborn tarda 60 años en morirse por una enfermedad genética pero Harry tras conocer la noticia está terminal.
-La motivación de Electro para acabar con Spider-man es que este no recuerda su nombre.... Todo un genio criminal.
-La escenas de Tia May en esta película son de puro relleno.
-Harry es el mejor amigo de Peter pero no lo veía desde hace más de 10 años y nunca lo había mencionado...
-Gwen trabaja en la que seguramente sea la empresa tecnológica más puntera del mundo pero acepta una beca en Oxford... No se, decirme loco! pero digo yo que Oxford mucha tecnología no hay.
-Spiderman detiene a Electro con una MANGUERA mientras viste un casco de bombero y después choca los 5 con 2 bomberos en una escena surrealista.
-Parker es un genio pero es Gwen quien le dice que imante sus lanza telarañas.
-Peter los imanta con una batería de un coche y estos resisten toda la electricidad de Nueva York.
-Harry libera a Electro de su prisión acuática (sigo sin saber como respiraba) entrando en las instalaciones con un taser contra tíos ultra preparados.
-Harry tras conventirse en el Duende verde y estar agonizando se pone el traje y se cura!! por qué a su padre no se le ocurrió??
-La mitad de la película se basa en Peter dejando a Gwen, peter volviendo con Gwen, Gwen dejando a Peter, Gwen volviendo con Peter...
-Gwen muere por culpa de Harry/Duende y Peter qué hace?? NADA
-Harry está en prisión sin secuelas de ningun tipo (Los dientes chungos y el pelo a lo gnomo eran momentaneos)
-La pelea final con Electro dura 3 minutos.
-Giamatti es liberado y le dan una armadura transformer de Rhino. Este se dedica a lanzar misiles al tun tun.
-Hay explosiones y tiros pero la gente está tras una barrera mirando como si nada.
etc....
5
18 de abril de 2014
109 de 158 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿La mejor peli de Spidey hasta la fecha? Hell no. Qué pronto olvida el vulgo a Raimi, pardiez.

Y sí: la peli tiene cosas buenas, como un arácnido charlatán (punto que se echaba en falta en los antiguos filmes) o una movilidad del superhéroe ilimitada, además de un Harry Osborn más adecuado que Stoner Franco, pero también tiene grandes pegas, como una sobrecarga villanil (me parece que nadie ha aprendido la lección de "Spider-Man 3", set pieces a la moda (massive destruction made in Marvel actual... todo lo mismo, señora), un exceso de seriedad excesivo a veces (¿por qué diablo hay que Nolanizarlo todo hoy en día en los Blockbusters), unas motivaciones de las némesis pobres (el síndrome de I HATE SPIDERMAN ya aburre) y -el punto más grave- un exceso de tramas que empantana todo.

Porque al final no sabe uno qué importa en realidad en la historia: ¿los misterios del papi de Peter? ¿El amor de Gwen? ¿Las visones de Parker? ¿Electro? ¿Harry? Hay demasiada necesidad de dejar cabos sueltos para secuelas, demasiadas ganas de tocar todos los palos y todos los frentes. Y claro - el tema se escorromoña a ratos, consiguiendo que haya numerosas coincidencias, escenas casi solapadas, malosos que atacan uno tras otro, eventos correlativos sin pausa y debilidades narrativas varias.

En fin. Así son los blockbusters actuales. [Suspiro].
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a la muerte de la moza Stacey, se ve venir al kilómetro en el momento en el que se habla de Oxford.
6
20 de abril de 2014
56 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estaba expectante ante el estreno de esta segunda parte del reboot o reinicio de la saga del arácnido, uno de mis súper héroes preferidos en mi más tierna infancia. Ojeé varias críticas por encima porque no quería sentirme mediatizado cuando fuera al cine a ver el film y me puse contento al ver que en la gran mayoría de ellas, se la puntuaba bastante bien. Bueno, parece que la cosa iba a estar mejor que la primera (y floja) e innecesaria película de esta saga.
Me equivoqué. Bueno, es algo mejor (sobre todo la acción) pero no demasiado. De hecho le pongo un 6 porque quiero demasiado al arácnido. Por un lado, en muchas de las críticas vi que se hablaba de la profundidad emocional que adquiría el relato pero es que en este sentido no se añade nada que no estuviera ya en los cómics (y mejor contado, además). Por otro lado, la película no sólo no se olvida de ese tono teen, de esa estética MTV y de ese comportamiento cursi “crepusculiano” de Peter Parker, sino que se profundiza en él. Lo que en la película anterior ya rechinaba por ser demasiado edulcorado aquí ya chirría sin rubor ninguno*. Y es que lo reconozco, yo tengo un problema con este Spider-man y es que no puedo ver a Andrew Garfield. No lo soporto, así de sencillo. Ha conseguido que no aguante a Peter Parker ni a Spider-Man. Es un Peter Parker que hace más mohines que Sandra Bullock, qué tipo más cargante, madre de Dios. Incluso sobreactúa con el traje puesto, haciendo gestos rapero, de quinceañero rebelde malcriado. Eso no lo ha hecho Spider-Man en la puñetera vida, copón. Es verdad que Tobey Maguire era un poco plasta pavisoso y lacio pero lo prefiero cien mil veces a este tipo que llega a ser fastidioso. Han convertido a Parker, el tipo más listo de su clase, un universitario que se gana la vida como fotógrafo, en un chuleta enterado que besa a su novia en el escenario de la graduación y le choca los cinco a sus profesores como un jugador de la puñetera NBA. Sólo un par de referencias a su trabajo en el periódico y de su vida escolar y de lo que hace para ganarse la vida y ayudar en su casa nada de nada **. El guión tiene momentos de risa floja, que hace que uno mire a su acompañante con perplejidad y al cruzarse las miradas se piense “¿estás viendo lo mismo que yo, no?”. El director se toma demasiado tiempo para las escenas de amor, para el tira y afloja en la relación de Peter y Gwen y eso lo escatima en las motivaciones de los demás personajes ***.
Lo mejor es la fidelidad con el cómic en algunos asuntos que pueden sorprender a quién no conoce el film, lo mismo que en otros esa fidelidad se la pasa por el forro****. Lo peor es que, cuando tú estás en un sala de cine, ves a la gente mirar el reloj y resoplar o directamente decir “vaya truño” con un personaje tan querido es que algo no se ha hecho bien. Tiene momentos espectaculares, pero, en verdad, no son muchos más de los que ya aparecen en el tráiler.
El reparto es, como el film, irregular. Al insoportable Andrew Garfield con su repertorio de gestitos, morritos, bufidos y grititos, se le suma la siempre estupenda Emma Stone y Sally Field que se come con patatas al protagonista las pocas veces que comparten escena; los malos están algo mejor, sobre todo Dane DeHaan (le echa un aire al joven Di Caprio), Foxx y, sobre tomo, Giamatti, están desaprovechados: hay que dejar tiempo a los tortolitos con sus monerías.
Por cierto, los chistecitos de Spider-Man también son de traca. No comprendo a los que dicen que en la anterior saga no se explota eso: Spidey dice chascarrillos, no muchos, de acuerdo, pero es preferible a decir algunas memeces como ocurre aquí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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* Las conversaciones entre Peter y Gwen rozan ya lo ridículo, es demasiado el precio que hay que pagar para que las quinceañeras vayan al cine con sus novios y no se aburran demasiado. Pero lo de poner “I love you” con tela de araña ya roza el ridículo.
** Nada de J.J. Jameson, y lo de la tía May ya es ridículo: ¿dónde queda el odio visceral que la tía siente por Spidey y que hace al personaje aún más trágico?
*** Vamos a ver, el odio que siente Electro por Spider-Man tan de repente tiene una explicación paupérrima. Está bien que estas personas que están mal de la azotea pasan del amor al odio en un santiamén, pero ¿por qué? ¿qué ha hecho Spider-Man? ¿En qué lo ha engañado? ¿Por qué le dijo que era sus ojos y sus oídos (vaya tontería, por cierto). Demasiado arbitrario y lo de Harry Osborn también tiene mandanga. Son un poco bastante quisquillosos.
**** Lo de la muerte de Gwen está muy bien, aparece en el cómic pero la saga va a perder a lo mejorcito que ha aparecido en ella; pero con Electro no se ha sido tan fiel y mucho menos con Harry Osborn, se elude que el primer Duende Verde es Norman, se convierte en Duende por azar (demasiadas cosas se explican así) sin explicar casi nada del uniforme; no sabemos casi nada de los trabajos de Parker, es más, parece un ni-ni, ni del odio de la tía May por Spider-Man. La amistad de Harry y Peter aparece así, de repente, y hay que creérsela. Por acto de fe.
7
10 de mayo de 2014
50 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya está todo dicho sobre la película, y solo pretendo dar una opinión cinéfila en el spoiler
(NO LEER SI NO SE HA VISTO).
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spoiler:
Las herramientas actuales para hacer cine son enormes, y de unas posibilidades infinitas. En esta clase de películas taquilleras, películas de acción y con tremendos efectos especiales, es de agradecer el esfuerzo de director y guionistas por armar una buena historia centrada en los personajes. Estos tienen un pasado y un presente que depende del anterior, y se les de tiempo suficiente como para desarrollarse y empatizar con ellos. Bravo.
Y a destacar la que es, en mi opinión, una de las mejores muertes de protagonista que he visto en esta línea de películas. A eso me refiero exactamente cuando defiendo el adecuado uso de los efectos digitales: la muerte de Gwen es magnífica. Mantiene en vilo, es un momento espectacular y hasta cierto punto incluso poético (la tela que Peter lanza y que se estira como si de una extensión de su cuerpo se tratara, anhelando alcanzarla). Y ese golpe seco que te deja sin aliento y sin saber realmente si ha llegado o no a tiempo. Y la muerte escurriéndose por la nariz. Muy buena escena. Cinematográficamente, lo mejor de la película sin duda.
Un 7 de nota general al filme. Muy entretenido.
7
15 de abril de 2014
79 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suele ocurrir, en esta alocada y descontrolada vorágine de adaptaciones de cómics que parece no tener fin, que la compañía de turno elija para llevar el timón de su mastodóntica producción a un director de renombre, a un artesano o a un autor. Más o menos, son las tres variantes que nos podemos encontrar en esta clase de productos. Warner Bros confió su murciélago de los huevos de oro a Christopher Nolan. El objetivo de dicha decisión no era otro que el de aprovechar el tirón de las primeras películas del británico, cuyo éxito le estaba abriendo camino a pasos agigantados en la industria hollywoodense, gracias a la notable Memento y a la inferior Insomnia. El director de The Prestige cambió radicalmente la visión que el público tenía respecto a Batman, en parte gracias a un tratamiento oscuro e intenso del personaje principal y sus allegados. Algo que sería altamente imitado por gran parte de las películas de superhéroes posteriores. En este caso no se buscaba tanto el toque Nolan, como el apellido Nolan. Pero, afortunadamente para Warner Bros (y para nosotros como espectadores), la mirada del director se impregnó en cada fotograma. Por supuesto, también existe el caso contrario. Contratar a un artesano no es una elección desdeñable cuando la película cuenta con un guión con personalidad y las indicaciones parecen partir de la oficina de los productores más que de la silla del realizador. Captain America: The First Avenger (Joe Johnston), Iron Man 1&2 (Jon Favreau), The Incredible Hulk (Louis Leterrier) o Green Lantern (Martin Campbell) son buenos ejemplos. El hecho de contar con una estrella de repercusión internacional como Chris Evans, Robert Downey Jr., Edward Norton o Ryan Reynolds, minuciosamente arropada bajo el manto de grandes secundarios, debía propiciar esta falta de afecto por la elección de un director mínimamente competente. Y, por último, los autores. Saltos al vacío de personas que manejan presupuestos millonarios con fe ciega en directores cuya visión se presupone diferente al resto. Igualmente, al estar amparados en famosos rostros de Hollywood que arrastran de por si a una legión de seguidores, se podría decir que el riesgo es relativo, calculado. Este grupo lo engloban gente como Joss Whedon y sus The Avengers, Matthew Vaughn y X-Men: First Class, Bryan Singer y X-Men, o James Gunn y la futura Guardians of the Galaxy, entre otros. Sabes que el público va a acudir en masa a las salas por tratarse de adaptaciones de cómics, cuyo merchandising en forma de videojuegos, camisetas o tazas para un café que nunca se bebe, se encuentra en un perenne estado de auge. Por eso mismo, ¿Qué mejor oportunidad qué esa para poner a prueba el talento y la capacidad de innovación de futuros cineastas estrella? Obviamente, hay que contar con contradicciones negativas como Kenneth Branagh y su insulso Thor, una película que parecía estar dirigida por cualquiera menos por el firmante de In the Bleak Midwinter. Toda esta parrafada para decir que la opción de Marc Webb para hacerse cargo de la franquicia de Spiderman después de haber dirigido únicamente una película (la notable 500 Days of Summer), constituía una osada y acertada designación.

Sin embargo, la primera parte de este nuevo reboot no prometía demasiado, sin duda condicionado por la cercanía en el tiempo de la trilogía de Raimi y la ausencia de novedades destacadas respecto a la misma. Diferentes actores, pero un tono algo insípido y cuadriculado para las previsiones iniciales. Es en esta segunda parte cuando Webb parece haberse liberado de presiones y pone toda la carne en el asador. Webb consigue llevar la historia a su terreno, que no es otro que el de la predilección por las relaciones entre personajes antes que la propia acción. No nos engañemos, hay mucha y buena acción, pero su protagonismo es el idóneo. Ni más ni menos. El director de Indiana (EEUU) no pretende salvar la papeleta con una acumulación de explosivos aleatorios. Su mejor baza es su capacidad para describir a los personajes con pequeños detalles, efectuar un tratamiento psicológico de los mismos con respeto y sumo cuidado. Aún sabiendo que lo que tenemos delante nuestro son personajes sacados de una viñeta de cómic, apenas cuesta identificarlos como personas normales. Si, normales. Porque todos y cada uno de ellos guarda para si sus propios problemas y traumas. Todos mantienen una estrecha relación con el dolor y la falta de autoestima. Ninguno tiene un plan grandilocuente como dominar el universo, aunar poder y riquezas o ser un playboy descocado. No. Simplemente quieren encontrar su lugar en el mundo, necesitan ser aceptados por la sociedad, disponer de un entorno propio o, simplemente, algo tan básico como la supervivencia o la aceptación de la dignidad humana. Es la obtención o no de estas metas lo que les motiva a seguir adelante, lo que nos motiva a nosotros, como espectadores, a apreciar y empatizar con ellos. Porque he de suponer que no soy el único que siente lástima y comprensión por Electro y su invisible vida. O por tía May y sus intentos de ser reconocida por Peter como su "verdadera madre". Incluso por un niñato malcriado con la vida resuelta como Harry, cuya ambición máxima es permanecer respirando y no sufrir el trágico destino de su padre. Son personajes "reales" movidos por el dolor, algo que todos podemos identificar en nuestras vidas, en un momento u otro. Por eso mismo los 152 minutos de metraje de esta The Amazing Spiderman 2 no se hacen largos en ningún momento. Son necesarios, porque se requiere tiempo para construir unos sólidos cimientos en las relaciones entre Gwen, Peter, Harry, Electro, tía May y compañía. De hecho, el clímax se construye en base a estos vínculos emocionales siendo la forma un simple medio para experimentar con el fondo y nuestras propias emociones.

Sigo en spoiler sin ser spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A todo esto acompaña el hecho de que por fin disponemos de una adaptación cinematográfica del Hombre Araña donde la oscuridad cobra protagonismo y no se evaden momentos amargos ni se reducen a un mero chiste como en producciones anteriores .No es The Dark Knight pero tampoco lo necesita. Porque Peter Parker no es Bruce Wayne y su actitud hacia la vida son distintas. Parker siempre se ha caracterizado por sus combates poblados de bromas y chascarrillos, mientras que el enemigo número uno del Joker es la oscuridad hecha carne. Es por eso que se ha comprendido la idiosincrasia del personaje y sus hábitos, tanto por los guionistas como por por Webb y, como no, por un espléndido Andrew Garfield.

Obviamente, cuando dispones de un reparto tan profesional y rebosante de facultades, todo es mucho más fácil. Desde la sobrecogedora capacidad dramática de Sally Field hasta la insultante juventud repleta de talento de Emma Stone o Dane DeHaan, pasando por unos contundentes y sutiles Andrew Garfield y Jamie Foxx., todos están magníficos. Me gustaría destacar a una Sally Field que ha entendido perfectamente la clase de papel que encarna (a fin de cuentas, esto no es Lincoln), echándose a un lado cuando toca y estremeciendo al respetable en sus escenas de lucimiento. También a Dane DeHaan, que nos hace olvidar por completo a James Franco y su torpe Harry Osborn, con una actuación que se produce "de dentro a afuera". Una de esas interpretaciones que solo te permiten cuando encarnas al villano de la función (Heath Ledger,, Tom Hardy, Tom Hiddleston). Lo que falló en el anterior film, el villano, es aquí una de sus mejores bazas, pues tanto Electro como el Duende Verde se nos son presentados como tipos corrientes que sufren los caprichosos vaivenes de una vida injusta. Ambos gozan del suficiente periodo en pantalla como para poseer una personalidad propia y no adquirir la típica pose de malvado irracional. Apuesto a que un segundo visionado nos haría ver a la pareja desde otra perspectiva, incluso más receptiva y comprensiva hacia los tormentos de su mundo. Inclusive los padres de Peter Parker, históricamente maltratados en las adaptaciones cinematográficas, disfrutan de su momento de gloria al principio del film, en una secuencia que recuerda a la inicial de The Dark Knight Rises, con un impacto emocional y físico considerable. Pero si hablamos de grandes momentos, sin duda hemos de hacer referencia a los dos combates con Electro. Cargados de brutalidad y efectividad en una coreografía visual insultantemente coherente donde, no obstante, quisiera destacar un tratamiento de sonido que funciona como perfecto director de orquesta de la propia acción. Marc Webb sabe utilizar la desafiante partitura de Hans Zimmer, Pharrell Williams, Johnny Marr, Michael Einziger y Dave Stewart para imprimir un ritmo frenético y elevar nuestro estado de tensión. Hay instantes donde la melodía y la profunda voz de Foxx se entremezclan, y el resultado es ciertamente intimidante. Para ser justos, algunos de los momentos románticos pecan de exceso de azúcar por un levemente forzado embellecimiento de situaciones aunque, como casi todo en este film, encuentra su forma de ser en los instantes finales. Por fortuna, Webb esquiva tópicos como el obligado debate sobre la idoneidad de los superhéroes callejeros, rápidamente cortados de raíz ante unas imágenes que hablan por si solas. Sea como fuere, a Webb le interesan sus personajes, sus actos y sus consecuencias, por lo que la mayoría de elementos artificiales asociados a estas producciones quedan mayoritariamente fuera de metraje. Una cinta que aúna comedia, drama y acción de manera tan inteligente como efectiva, cuyos personajes respiran autenticidad por los cuatro costados y hace hincapié en la innovación de fondo por delante del conformismo y el conservadurismo, no requiere los ingredientes adulterados o postizos por los que muchos films del género suspiran.
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