30 monedasSerie

He terminado de ver el 7º capítulo. La serie me gusta, está bien hecha, los actores y actrices son excelentes y la trama es muy interesante. Para ser redonda, a mi parecer, tendría que haber durado, al estilo de las mini series británicas, unos cuatro capítulos. Creo que algunas subtramas se alargan excesivamente y , sinceramente, estoy deseando ya terminar la temporada.

Por lo demás, me encanta que tengamos directores con un estilo tan personal que no tienen nada que envidiar a otros de mayor reconocimiento internacional. Es una serie recomendable aunque haya que echarle algo de paciencia, especialmente en los tres primeros capítulos, que fácilmente podrían condensarse en uno solo.

Sinceramente, le doy un 4 porque me ha entretenido, eso se lo concedo. También por Eduard Fernández, un gran actor, sin embargo, en cuanto a guion es un horror, hay tantísimos errores que son incontables, la mayoría de las cosas no tienen sentido, no se entiende la toma de decisiones de los personajes, no hay profundidad en ellos prácticamente. Tampoco me han gustado la mayoría de los actores que salen, que por lo general salvo algunas excepciones son bastante mediocres.
Lo dicho, es entretenida porque no dejan de pasar cosas, pero es que las cosas que pasan en su mayoría son forzadísimas y carentes de sentido, además de clichés por todos lados y mezclas de varias películas que ya hemos visto.

Sorprendente la apuesta de HBO por un realizador tan propio y con un universo tan personal como el de Álex de la Iglesia. Sorprendente, atrevida, y para mí, visto el conjunto, no decepciona.

Es un destilado de todas las manías, obsesiones y maneras de su omnipotente autor. Sacrifica las pausas en el altar del entretenimiento, apabullante, y esto hace que en alguna ocasión se pierda. Y para el final, fuegos artificiales y desmesura, otro clásico del director. Amarás a Eduard Fernández sobre todas las cosas, ese es el otro punto fuerte de la función que sobresale en un cast de lo más correcto.

Perfecta para amantes de la fantasía oscura con tintes de costumbrismo español, pero perfecta sobre todo para amantes de Álex de la Iglesia.

Los primeros episodios de la primera temporada te prometen una gran serie, pinta muy bien, ves un montón de billetes de 500 euros, pero como le ocurre casi siempre a Alex de la Iglesia, a partir de la mitad empieza a caer, al principio se desliza pero te vas dando cuenta de que se va despeñar, aquello se va directamente a la basura, pero bueno, la primera temporada aún se salva. El problema viene que ha debido tener éxito y hay que continuar, hay que seguir dándole a la máquina de hacer dinero, y como seguir si no hay por donde pillar nada, pues la solución es sencilla, no importa nada, solo seguir, música de suspense a todo volumen, localizaciones por todo el mundo, igual da París, Londres, el Vaticano, un pueblo de Segovia, la torre de un aerogenerador, el mismísimo infierno, idiomas varios, a las 30 monedas ahora se les suma un libro, muertos vivientes, Moisés redivivo, efectos especiales dudosos, más música a toda leche, actores que salen y entran sin saber cuál es su papel....
Lo dicho, No Importa Nada, solo que la caja registradora siga haciendo ruido.
Cuando vas a mirar lo que te han vendido te das cuenta de que los billetes de 500 euros son solo recortes de periódico, te la han metido doblada, y OJO, amenazan con seguir metiéndotela.

Dónde un comienzo brutal que pretende dar seriedad a la serie (sin conseguirlo, pero apuntando maneras), se difumina con una cabecera que parece hecha para atraer a la parte más pueblerina del público norteamericano (no más), sigue una escena subrealista dónde la partera hace de portera (más incomprensible que el propio parto) y continúa en un matadero cómico.
Y digo cómico porque ahí se desvanece del todo la poca seriedad a la que podía aspirar la serie, con unas sobreacuaciones de las que uno ya está más que harto de ver en el cine español. ¿Es que nunca vamos a tener actores capaces de transmitir un mínimo de credibilidad sin que parezcan payasos esquizofrénicos? Diez minutos para el olvido.
Ya sé que acabo de haceros un spolier de las tres primeras escenas del comienzo de la serie, pero era inevitable para ilustrar mi decepción..
Suelo dar pocas oportunidades al cine español por estas chuminadas, pero no pierdo la esperanza. Hasta que vuelva a perder otros diez minutos con otro bodrio.