Cinco metros cuadrados

Desafortunadamente, me perdí esta película en su estreno, pero nunca es tarde para ver y comentar una buena película. Un guión bien hecho y bien realizado que atrapa la atención de principio a fin por su convincente realismo y sus convincentes personajes y detalles cotidianos. Y unos actores estupendos. Sobre si retrata verdaderamente una situación, una realidad, desde luego que el paso de comprar una vivienda es una aventura en la que cuentan lo suyo el azar y los problemas que más tarde se pueden presentar, pero también hay gente que ha sido estafada desde el primer momento. Lo que no sé es hasta qué punto esta gente que ha sido vilmente estafada, como los protagonistas de este film, quedan luego legalmente indefensos y el estafador y los politicastros corruptos, impunes, pero no sería muy extraño.

Para seguir con la referencia de la película a una realidad, cosa fundamental aquí, yo creo que si esos terrenos no eran edificables por el motivo que sea, y un político, por su sola voluntad, los recalifica, entonces, cuando la construcción se para por ley, la responsabilidad caería sobre ese político. Quiero pensar que es así, porque si no, ¿qué desastre legal es éste? Dejar que el intento de lucro de unos, lo paguen inocentes y aquí no ha pasado nada. Repito que me niego a creerlo, pero tampoco me extrañaría. Esta película, además, no cae en el error de tratar de inflarla con escenas pesadas para que dure dos horas, como hay ejemplos en films de varios países. Dura lo que tiene que durar y es una buena película.

La película iba para el notable alto, pero se queda en el aprobado raspado por la parte final, que la mata. La mata a ella, mata el espíritu con el que empezó, mata la paciencia del espectador... lo mata todo salvo lo que tiene que matar.
Describe muy bien cómo los sueños de una pareja devienen en pesadilla por culpa de los de siempre, de esos cuatro que no se dejan ver. De los que tienen el dinero, los medios de comunicación y nuestra -nuestra- democracia secuestrada.
Creo que tanto Fernando Tejero como Malena Alterio interpretan muy bien a sus personajes, yo al menos me los creo, y eso que Tejero siempre tiene el hándicap de sus personajes televisivos; bueno, y la Alterio también. Pero aquí lo bordan.
La película puede que vaya un poco a saltos, pero no hay incoherencia. Se ve la destrucción ahí, minando la relación y la psique de ambos, mientras se adentran en un callejón sin salida...

Interesante cinta sobre como puede llegar a afectar a una persona la especulación urbanística. Como ya sabemos la cinta trata de una pareja que se compra un piso en construcción, pero que a pocos meses de instalarse ve como se paran las obras. En ese momento se quedan sin piso, y sin todo el dinero que han invertido para nada, cosa que pueden aceptar con una mísera indemnización, o plantando cara al especulador de turno, aunque eso te suponga perderlo todo.

La trama de la cinta es interesante, pero el desarrollo no tanto, la cinta adolece de credibilidad, en especial en su tramo final, y en ningún momento puedes empatizar con los personajes, y eso a pesar del gran trabajo de F. Tejero (quien lo iba a decir...), de Malena Alterio, y de los siempre excelentes Manuel Morón, y Emilio Gutiérrez Caba. Creo que el amigo Lemcke ha querido darle a la cinta un aire de peterpanismo que no le ayuda en nada.

En definitiva, una cinta pasable, pero con algo más de realismo, podría haber sido una cinta notable.

Lo mejor: Fernando Tejero.
Lo peor: La media hora final.

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Se esfuerza en llegar a donde no puede. Los personajes realmente no reflejan la desesperación. Al final es cuando parece que coge más fuerza pero con muchas inconcluencias de por medio. Malena Alterio está muy bien, pero Tejero está en su línea y aburre.
La pareja interpretativa parece que ha perdido algo de química ya, y eso lo ha pagado también la película.

La percepción que tengo de esta película tal vez se deba a unas expectativas completamente equivocadas. Como no tenía mucha información a priori, y al ser del tándem Tejero-Alterio, esperaba una comedia divertida en la línea de lo que suele hacer esta pareja de actores.
Sin embargo, este film es un completo drama sobre la realidad de la crisis. Un escenario que se da mucho en los tiempos que corren: La posibilidad de que después de comprar un piso no lleguen a construirlo y te quedes sin casa, aún teniendo trabajo y dinero para poder pagarla.
Así que de comedia no tiene absolutamente nada, solo unos débiles retazos. Intentando cambiar el chip mientras la iba viendo, tampoco he conseguido apreciarla como drama, pues a estos actores no hay quien se los crea en papeles serios. Así que lo único que he conseguido es aburrirme bastante mientras esperaba encontrarme otra cosa. Al menos es corta, eso sí.
Así que, de pena (tanto la situación que refleja como la película en sí misma).