El callejón

Conclusiones 
Una planteamiento sencillo pero eficaz, por la manera de la que está rodada con una excelente fotografía que le da a unos pequeños decorados una excelente grandeza siendo esta la mejor baza del la primera parte de la cinta reservándose para la segunda un magistral giro que deja al espectador totalmente k.o. también se suma lo que brillan los dos únicos actores que llevan el peso de la trama excepcionalmente, angustia de principio al fin nos hace sentir el mismo encierro del que es presa la propia victima, esa opresión que sale de la pantalla inundando la sala.
Lo que nos Enseña 
Un estilo muy particular por parte del director con una cuidada selección de planos e iluminación que junto con la idea de la multi ventana donde podemos ver distintas perspectivas de la secuencia dota a la historia de mucha fuerza pues es un experimento novedoso del que tampoco se abusa y queda brilla

Yo leo las críticas de Jordi Costa (El País) y de Toni Vall (Cinemania) y no puedo dejar de pensar en que la amistad no es buena cuando se es un crítico... y en ese caso, por decencia, sería mejor no emitir una opinión. No me creo que esas críticas estén hechas desde puntos distantes al del colegueo. No me creo que esas críticas sean sinceras. Y gracias a Dios veo que la opinión del respetable (es decir, no de los críticos profesionales sino de los aficionados no pagados) es practicamente unánime.
La película no es mala, es peor. Ya con los títulos de crédito uno empieza a sospechar que 'eso' no va a poder remontar el vuelo. Aun así, espera y hay momentos, todo hay que decirlo, en que uno empieza a autoconvencerse de que la cosa puede ir bien, puede mejorar. Pero no. Falso. Mentira. Todo se empieza a hundir casi antes de que nada comience.
Un guión ridículo. No malo. No mejorable. No. Ridículo. Y encima previsible. Es decir, ridículo y previsible ¿hay quién de más? Una dirección que se pierde en la nada, que practicamente no sabe sacar ni un ápice de tensión de un sitio cuyo ya sólo nombre asusta 'Callejón'.

Ana de Armas está hermosa y tras ella lo mejor de la película: las lavadoras.

No voy a irme por las ramas. Antonio Trashorras se lanza con una apuesta entre la serie B, con un aire setentero, y el terror, cuyo principal reclamo es la presencia de Ana de Armas como protagonista. A mi entender, se trata de un intento como muy clásico con referencias a títulos como "El Ansia" (1983), "30 días de oscuridad" (2007), "La casa de cera" (2005), si bien también hay algo de los cuentos tradicionales, del tipo "Caperucita Roja". Se ve que al hombre le gusta este tipo de cine. Y hablando de guiños, me parece que también hay uno a "El internado" (2007), con ese jersey azul que lleva tanto en aquella "mítica" serie como aquí. Aunque hablando de prendas, qué decir de esas botas de Ana de Armas, que sin ser las más sexys del mundo, están muy bien. De hecho, me parece que Trashorras es un poco fetichista porque, ¡oh casualidad!, todas las chicas, salvo cuando van de limpiadoras, llevan botas y encima lo recalca en muchos planos. Me cae bien Trashorras por este buen gusto y por darle el papel a la bellísima Ana de Armas.

Todo esto está muy bien pero me temo que la película es demasiado floja como para darle más puntos. Reconozco que si un señor, o lo que quiera que sea, quiera asesinar, comerse, sacrificar o acuchillar a Ana de Armas, es decir, a Rosa, voy a estar en tensión pero también que "El callejón" no sólo tiene una factura pobre, sino que está plagada de errores, decisiones tontas y hasta alguna secuencia cutre, lo siento pero ese opening lo es, no se puede disimular. En definitiva, entretenida sí es, además sólo dura 75 minutos, pero también poco seria. De hecho, si roza el aprobado es porque Ana de Armas me encanta y no le voy a hacer ese feo. Se podría decir, que lo único que da miedo de "El Callejón" es lo guapa que es, jejeje. Eso sí, le recomiendo su color de pelo natural, aunque el moreno no le queda mal, que no adelgace demasiado, que no use apenas maquillaje y que conserve su acento cubano, aunque sobre esto no creo que sea culpa suya. No entiendo porqué siendo de Cuba su Rosa tiene que mediofingir que es castellana.

No me ha gustado el guión, demasiado descabellado entre otras cosas, por otro lado, la película consigue una buena dosis de tensión, sin más.

Antes de su estupenda pieza de cámara 'Anabel' - el más relevante ejemplo de cine social surgido del desmembramiento post-2010 de la sociedad española - Trashorras realizó un ejercicio de giallo bastante cerebral, lo que equivale a una película francamente extraña: es un ejercicio de pasión cuidadosamente pensado y un compendio de citas donde el rigorismo se cruza con la inteligencia y hasta con los talentos para el diálogo y la construcción de Trashorras.

Tal vez por eso la mejor escena de este thriller - hecho para que Ana de Armas grite y conquiste sus secuencias con relativa facilidad - es la de la seducción: Trashorras torciendo a su gusto unos ecos (los conocemos por su cortometraje, Argento, Mario Bava, algo de Fulci o Martino) a los que su inteligencia debe, en realidad, bien poco pues ahí rara vez los personajes eran otra cosa que escombros del cambio social de aquella década entre los Estados Unidos y Europa. Un último suspiro del bolsilibro.