Carta a tres esposas

Un argumento delicioso para un clásico delicioso, en el contexto de una dura crítica cinematográfica contra el matrimonio.
Tres mujeres a punto de partir con unos niños para unas actividades camperas reciben justo antes de embarcar una carta de una vieja amiga, en la que les confiesa cuánto las quiere, y que uno de sus maridos se ha fugado con ella. A partir de ahí asistimos a las imágenes retrospectivas de la vida conyugal de cada una de ellas, en una especie de periplo detectivesco en el que el espectador debe adivinar cuál ha sido el marido infiel, y las causas que han llevado a semejante desaguisado.
Interpretaciones excelentes a la vieja usanza de el cine clásico. Blanco y negro envolvente y cautivador. Miradas y labios sensuales acrecentados por la fotografía, y realzados por una sensualidad erótica a cada fotograma.
Y por encima de todo, la mano maestra de Mankiewicz, tan excelente director de mujeres como Cukor, y tan culto y erudito como para desentrañar la existencia humana en cada uno de sus planos.

J.L. Mankiewicz nos narra una historia donde la principal protagonista no aparece en toda la película, donde hay infidelidades y no vemos ninguna, donde se nos pretende mostrar la perfección de las familias americanas y ninguna lo és.
Para ver esta película hay que hacer un ejercicio de retrospectiva ya que los problemas de estas parejas cuestan de creer hoy en dia, por ejemplo si la mujer tiene mejor sueldo que el hombre o chicas que por un matrimonio son capaces de sacrificarlo todo, también encontramos un alegato contra la radio que seria vigente hoy dia si lo cambiaramos por la televisión.
La película arranca con las tres protagonistas femenínas percibiendo un comportamiento extraño de sus marídos y recibiendo después una carta de la increible Addie Ross diciendo que se marcha de la ciudad con uno de ellos, a través de diferentes
flashbacks las tres mujeres van recordando momentos de sus vidas donde Addei Ross siempre fué protagonista. Una película llena de celos, machismo e inseguridades.
Excelente trabajo de Kirk Douglas y de las tres protagonístas, mención aparte merece Thelma Ritter perfecta en el papel de sirvienta.
La película ganó dos merecidos Oscars al mejor guión y director. En resumen muy buena película teniendo en cuenta la epoca en que se rodó.

Tiene personajes muy diferentes, aunque son un poco típicos. Las tramas que se desarrollan en los recuerdos de las tres esposas son estupendas, y muy reales, ( excepto los temblores del tren ). Me gustan mucho los personajes de George; por sus comentarios y su carácter en general, y Lora Mae y Porter, y la relación que mantienen ( cuando se discuten, que es más divertida ). También me gusta el personaje de la sirvienta.
En general me ha gustado bastante, aunque es algo larga, y al no haber acción, sino escenas cotidianas que podría tener cualquiera, hay momentos en los que deseas que el metraje fuera más corto. También me hubiera gustado ver a la tal Ady Ross, aunque claro, entonces no hubiese dado el efecto de misterio que transmite.
Decir que no sale un solo animal en toda la película. ¿No tenían mascotas la gente de esa época? Ni pájaros volando, ni insectos incordiando, nada de nada. Encuentro eso como un elemento indispensable en una película, no sé porqué, pero si no los veo, es como que le falta algo.
También decir que cuando Ady Ross habla, los personajes se quedan quietos, y con la mirada perdida. No siguen hablando, ni realizan acciones, simplemente, se paralizan.
Pero bueno, son detalles bastante nimios, y como ya he dicho, la película me ha gustado.

Prometedora, elegante, irreverente, insulsa, absurda, irregular y decepcionante producción que presenta y desarrolla las diferentes inseguridades que viven tres mujeres tras recibir una carta misteriosa de una antigua amistad del pasado.

Joseph L. Mankiewicz, dirige y firma el guion de una atrevida y prometedora producción de celos y reproches, que peca de pretenciosa y forzada.

Hay algo excesivo e histriónico en la interpretación de los protagonistas, que hace que la historia no llegue a funcionar en ningún momento.

Algunas situaciones de la trama y su desarrollo, se antojan forzadas e insostenibles.

Ni siquiera el nexo de las diferentes historias, presenta cierto atractivo, resultando en conjunto aburrido y letárgico.

Carta a tres esposas, queda como un ridículo ejercicio de enredos de pareja y amistades para el olvido.