The Lords of Salem

Rob Zombie, el mítico artista de la música rock/metal convertido a director, nos lleva a su película seguramente más interesante y mejor echa de toda su carrera.

Si analizo su obra, o al menos las pelis que he visto de él, veo que con La Casa de los Mil Cadáveres, Halloween el Origen o Los Renegados del Diablo, vemos continuos homenajes a La Matanza de Texas, y a un terror muy violento, muy directo, pero con una puesta en escena bastante interesante y que da un factor que mola bastante.

Pero en esta peli, dentro de su mismo estilo, cambia a una mayor sensibilidad, a la hora de poner en escena, un homenaje claro a La Semilla Del Diablo, en la que vemos buenos detalles como el uso del color a lo Dario Argento, como observar aquelarres como de brujas a lo Alucarda de Moctezuma.

Incluso he podido observar que aquí, dentro del concepto de cine visceral de Rob Zombie, es bastante feminista si vemos que salen muchas mujeres protagonistas, como la propia mujer de Rob Zombie que hace de protagonista, como sus vecinas, y por supuesto el aquelarre de brujas, y no queda forzado, simplemente se apuesta por dar mayor protagonismo a la mujer en la película.

Y lo que mola es como se combina una historia de mujer apoderada, con sus propios miedos, y un terror psicológico que, sobre todo, llega a un clímax brutal y muy muy extraño, pero en mi opinión que funciona muy bien.

Y no puedo hablar mucho más, porque es difícil hablar de esta película sin entrar en detalles, que son los que chocan, pero solo decir que no es la película típica de terror con solo imágenes bestias, o solo jumpscares, es más que eso.

Hay que ser muy valiente para concebir un film como éste. Rayano en todo momento en el ridículo, siempre a un paso del desastre, la primera hora se salva apenas con una atmósfera original que nos recuerda de lejos, la inmortal y maldita "Semilla del Diablo" de Polanski, pero a partir de ahí las setas alucinógenas y sus pretensiones de maldad inspirada, la hacen insufrible.

Lo mejor: el trio de brujas donde vive la protagonista.
Lo peor: que se pierde en sus propios conjuros, hasta al Diablo le daría un dolor de cabeza de visionarla, amén que se nota el bajo presupuesto y le falta mucho oficio, a este, eso sí, voluntarioso director, que expresa buenas ideas pero acaba víctima de sus propios excesos.

Léase: CON = PROS y TRASTES (del argentinismo CULO) = CONTRAS
Una película a la cual no se le puede llamar “Obra maestra” ni aun siendo muy fán de Rob Zombie o del Diablo. Esta película contiene algunas escenas inquietantes y otras con las cuales te quedas indiferente. Me molesta mucho el egocentrismo del director al incluir en sus películas a su mujer. Ya que no es buena actriz y que creo que me quedo corto con el término. Las imágenes blasfemas mostradas en el transcurso de la película pueden herir y hasta ofender la sensibilidad de algunas personas. Así que hay que ver esta película con un criterio muy trabajado y férreo.
Los trabajos de interpretación van de lo excelente a lo extremadamente ridículo, siendo la protagonista la que se lleva los laureles en la segunda categoría. Creo sinceramente que la manera en que “Sheri Moon Zombie” cons(destruye) el personaje perjudica el tono de la película.
Tomemos en cuenta que sobre sus espaldas recae la responsabilidad de incluirnos en esa pesadilla diabólica imaginada por su “maridito”. Una verdadera pena. Sin embargo están ahí las 3 Brujas para compensar este despropósito, entregándonos unas más que acertadas interpretaciones de lo que son las Brujas “Léase también, suegras”.
Son lo mejor de la película y creo que las 3 veteranas merecen varios protagónicos en películas del mismo tenor. Son verdaderamente buenas actrices.

Con esta película, Rob Zombie se ha ganado su propio lugar en el salón de la fama de los grandes del cine de terror. Conjugando sus obsesiones estéticas y temáticas con un fuerte apego a la tradición fílmica del terror urbano, da una vuelta de tuerca al género y consigue una obra que no sólo es de miedo, sino que va más allá y se convierte casi en cine de autor.

Si hablamos de terror urbano, hablamos indudablemente de Polanski, y esta película respira por todos sus poros la influencia de películas como "El quimérico inquilino" o "La semilla del diablo".El terror oculto tras las costumbres cotidianas consigue aquí también poner el vello de punta, no sólo a partir de imágenes perturbadoras que rebosan un sentido del estilo muy concreto, sino también merced a una historia que nos atrapa desde el principio.

Los detalles carismáticos se suceden uno tras otro: el disco misterioso de los Señores de Salem con su obsesiva -y terrorífica- melodía, el constante homenaje que se hace a la música del primer LP de los Velvet Underground, la amenaza siempre presente de la amable casera -otra vez Polanski- y las chocantes pesadillas que se filtran en la realidad como el agua a través del papel.

El final resulta sencillamente espectacular y pone este filme a la altura de las obras maestra del género, pero también la aleja de los circuitos más convencionales y la va a convertir, sin duda, en una película incomprendida -no os engañéis, las estafas llegan de otras partes- y con todos los números de convertirse en una obra de culto con el paso de los años.

Salem, Massachusetts, Estados Unidos, un tranquilo pueblo otrora ávida fuente de historias de hechizos y brujería, de hogueras con olor a carne quemada, de un fanatismo religioso que asustaría al más valiente. Rob Zombie nos traslada a sus desoladas y vacías calles, grises y oscuras, donde parece que el terror de las brujas no ha acabado aún entrado el siglo XXI. Su mujer, fiel musa y mejor cuerpo, le sirve de vínculo conductor para contarnos una historia que empieza interesante, inquietante, atrayente, magnética, y aunque se mantiene así un buen tiempo de metraje, en cierto punto acaba perdiéndose, termina saliendo su vena de director de videoclips y las escenas se transforman en el caos absoluto, en el desorden y la desidia de un personaje que había construido (casi) perfectamente y que acaba perdiéndose por los cerros de Úbeda.
The lords of Salem no es terror en estado puro, pero podemos decir que impresiona. Renuncia, en parte, a llenar la pantalla de sustos macabros y mal intencionados, aunque más de una butaca se agitó y se agitará durante su visionado. Zombie agarra lo mejor del género y hace una mezcla curiosa, introduciendo ese ingrediente que deja clara su firma. Nos mezcla con las brujas y hasta con el propio Satán en una fábula grotesca donde no olvida la sangre y la casquería, aunque probablemente liviana, según a quién pregunten.
La historia nos sitúa en Salem con Heidi, una mujer dedicada a la radiofusión nocturna en la que la música, la literatura y las historias más macabras tienen su lugar. Su hogar no se queda corto: una siniestramente amable casera en un edificio que bien recuerda a la más tétrica casa de los horrores, con un pasillo fantasmagórico y unos ruidos que hacen temblar hasta los cimientos. En la puerta número 5 se halla el misterio, la incógnita y, probablemente, la fuente de todo mal. Es entonces cuando sabemos que Zombie nos ha sumergido en una historia oscura y fría, tanto como el invierno que acecha de puertas para fuera.
Nombramos a Satanás, y no en vano, porque parece que la película hace alrededor suyo una nueva religión, algo así como el "Satanzombilicismo", donde mezcla elementos tan afines como contrarios al cristianismo en general y al catolicismo en particular, toda una declaración de intenciones por parte del director, que realiza una película que se deja ver, que hace estragos en la retina del espectador y que asusta ligeramente. Ahora quedará saber si consigue quedarse en la mente del público mucho tiempo o caerá rápidamente en el olvido. En lo personal, me decanto más por esta última opción.