Razas de noche

Interesante proyecto de Clive Barker muy reminiscente de Gotham City y de los cómics de terror juvenil.. Un ambiente desasosegante nos acoge en una cinta de diversiones con increíbles virtudes pero sobre todo con una atmósfera de pesadilla que nos atrapa desde la primera escena. Todo muy en la línea de John Carpenter, el David Lynch de CARRETERA PERDIDA o el propio David Cronenberg. Cine fantástico en ESTADO PURO con todos los condicionantes del género y algún que otro defecto como el querer imitar a los grandes maestros del terror sin realmente conseguirlo. A ver, es una cinta que tenía mitificada en mi juventud y que nunca llegué a visionar en el cine pero me interesó desde el primer momento y no me arrepiento de haberla visto.

NightBreed es como estar en un videojuego pero sin vídeo y sin mucho juego. Buenas interpretaciones de notable para arriba, pero sobre todo el prota a quien se le da muy bien congregar a monstruos en torno suyo y acaparar las miradas con su camiseta ajustada y sus tatuajes polinesios. Nos hallamos ante una astuta mezcla entre cine de terror y cine negro de tinte policial en el que el sueño y la realidad se enmascaran mutuamente y en donde la muerte se entrecruza a diario con la vida. Espectáculo dantesco por donde se lo mire y con un cierto encanto artesanal y ochentero de donde claramente este autor ha sacado gran parte de su inspiración.

No entiendo que se le haya dado una nota tan baja en FilmAffinity y esto a veces me hace dudar . . la gente puede opinar pero la película es BUENA sin más. No entiendo las críticas negativas y no las comparto en lo absoluto. En realidad hay pocos films que mezclen la intriga con el terror y la fantasía de manera tan sabia como este título tan ochentero. Puede que resulte un poco pueril a ratos pero se puede ver y tampoco tiene mucho que envidiarle al mejor cine de Cronemberg o de John Carpenter. Jugar con los miedos de la gente puede ser peligroso pero es lo menos que uno puede esperar de un film de esta índole. Un mundo de pesadilla cobra vida ante nuestros ojos pero sus habitantes son más parecidos a nosotros de lo que nos imaginamos.

Me quedo con la intriga y con la excelente ambientación . . . actuaciones más que pasables y unos enemigos muy muy especiales que parecen sacados de la misma PARADA DE LOS MONSTRUOS o de un sanatorio mental. La película traza un claro paralelismo con otros títulos afines en la temática de las sectas y de las tribus urbanas como es JÓVENES OCULTOS, muy muy parecida pero bastante inferior en mi humilde opinión.

Personajes malparidos con miedo incluso de sí mismos nos acompañan por las entrañas de Midiam el cual trata de ser un territorio mítico sin conseguirlo. Una patrulla de locos degradados -empezando por la propia policía- que son una sombra de los peores miedos y pesadillas del género humano y que por eso se esconden bajo un manto de superstición y silencio en las entrañas mismas de la tierra.

La barrera entre el sueño y la realidad rota para siempre así como un encuentro con la muerte no tan amargo como pudiera parecer. No me queda claro si los monstruitos son buenos o malos . . . pero muy malos no pueden ser y con eso nos conformamos. Estar en compañía de estas criaturas de la noche es como estar en una orgía carente de sexo. La peli en sí es buena pero podría haber sido mejor si se hubiera explotado más la psicología de los bichos infectos que pueblan este planeta olvidado con los cuales uno llega a identificarse por extraño que parezca y ahí queda la magia del argumento y la grandeza del film: ¿acaso estos monstruos no son más humanos que cualquiera de nosotros?

Razas de noche fue otra de las famosas novelas del escritor Clive Barker que esta ocasión dirige y escribe su particular adaptación para el cine.
Lo realmente atrayente de la película son el trabajo realizado en las criaturas salidas de la imaginación del escritor por lo demás el guion es un punto negativo ya que no queda consistente y no llega a la altura de los efectos que ofrece.
Por momentos parece que estemos delante de las obras que firmaba David Cronenberg que por cierto le reservaron el papel de psiquiatra psicópata y se encuentran en su salsa.
Estamos pues ante la típica película ochentera de serie b que tanto abundaba en aquella década y es más el recuerdo sentimental que se guarda de ella que la calidad de la misma.
Lo mejor: la variedad de criaturas.
Lo peor: un guion poco trabajado.