Virgen a los 40
5,5
33.496
Comedia
Andy Stitzer (Steve Carell), de 40 años, ha hecho pocas cosas en su vida. Tiene un trabajo mediocre sellando facturas en una tienda de electrodomésticos, un lindo apartamento con una colección de cómics, buenos amigos... Pero hay una cosa que aun no ha conseguido, y que la mayoría a su edad sí. Andy nunca ha tenido relaciones sexuales. (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2010
26 de septiembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a que sólo ha dirigido hasta la fecha tres largometrajes y participado en el guión de algunos más además de los tres propios, la figura de Judd Apatow se ha ido haciendo cada vez más grande. Gran parte de esta fama se debe sobretodo a su intento por renovar, de forma consciente o inconsciente, la comedia norteamericana. Apatow parece haber recogido el testigo de realizadores como John Landis y humoristas como John Belushi y la escuela de Saturday Night Live que dominaron el panorama cómico desde finales de los 70 y todos los 80, para entrar en clara decadencia en los 90. Aunque hay que decir que los caminos de Apatow son bien diferentes.
Este su primer film es un claro ejemplo del que se podría llamar “estilo Apatow”, que posteriormente muchos otros han intentado imitar. El realizador norteamericano trabaja siempre (por lo menos hasta ahora) con el mismo tipo de protagonistas: hombres, que en muchos casos ya han superado los 30 y que en lugar de estar casados, con hijos y tener un trabajo que le permita vivir con comodidad, más bien como una reacción a ese modo de vida impuesto por toda la sociedad y grabado a fuego en el ADN de todo norteamericano desde que nace, subsisten con lo que hoy conocemos como “trabajos basura” más típicos de universitarios en busca de una paga para costearse los estudios. De hecho, todos los personajes de Apatow comparten un modo de vida que es más propio de un estudiante veinteañero que no de un hombre maduro, y además su círculo de amigos tiene idénticas forma de ver la vida.
En pocas palabras, sus protagonistas tienen lo que se conoce como “el síndrome de Peter Pan”. Se niegan a madurar, prefieren alargar la adolescencia hasta el infinito y más allá y mantener ese modo de vida en el que todo parece más fácil. Excepto ligar con mujeres, pese a que el celibato no acostumbra a ser voluntario.
Más o menos esto es lo que le sucede a Andy (Steve Carell), un tipo normal y corriente, que tiene un modesto trabajo en una tienda de electrodomésticos, al que acude siempe en bicicleta, cuya pasión son los cómics y la colección de muñecos originales que posee, que vive sólo y que a sus 40 años todavía no ha estrenado en el terreno sexual. Algo que sus amigos de trabajo intentarán resolver por todos los medios posibles.
(sigue)
Este su primer film es un claro ejemplo del que se podría llamar “estilo Apatow”, que posteriormente muchos otros han intentado imitar. El realizador norteamericano trabaja siempre (por lo menos hasta ahora) con el mismo tipo de protagonistas: hombres, que en muchos casos ya han superado los 30 y que en lugar de estar casados, con hijos y tener un trabajo que le permita vivir con comodidad, más bien como una reacción a ese modo de vida impuesto por toda la sociedad y grabado a fuego en el ADN de todo norteamericano desde que nace, subsisten con lo que hoy conocemos como “trabajos basura” más típicos de universitarios en busca de una paga para costearse los estudios. De hecho, todos los personajes de Apatow comparten un modo de vida que es más propio de un estudiante veinteañero que no de un hombre maduro, y además su círculo de amigos tiene idénticas forma de ver la vida.
En pocas palabras, sus protagonistas tienen lo que se conoce como “el síndrome de Peter Pan”. Se niegan a madurar, prefieren alargar la adolescencia hasta el infinito y más allá y mantener ese modo de vida en el que todo parece más fácil. Excepto ligar con mujeres, pese a que el celibato no acostumbra a ser voluntario.
Más o menos esto es lo que le sucede a Andy (Steve Carell), un tipo normal y corriente, que tiene un modesto trabajo en una tienda de electrodomésticos, al que acude siempe en bicicleta, cuya pasión son los cómics y la colección de muñecos originales que posee, que vive sólo y que a sus 40 años todavía no ha estrenado en el terreno sexual. Algo que sus amigos de trabajo intentarán resolver por todos los medios posibles.
(sigue)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Queda muy evidente la comparación entre los muñecos que celosamente guarda Andy en su modesto apartamento, muchos regalados y nunca abiertos por él mismo, limitándose a contemplarlos cada día a través de su embalaje, y su propia vida, que parece haberse detenido cuando tenía veintitantos años. Queda claro que la sutilidad no es el fuerte del realizador, algo que se hace evidente con el estilo directo que practica en las escenas en las que se reune Andy con sus amigos, con un lenguaje prácticamente televisivo (no por casualidad medio en el que Apatow se ha movido mayoritariamente), y una cierta tendencia de sus personajes a lanzar largos monólogos, o con alguna intervención, intentando reproducir el estilo “stand up” que es tan popular en los Estados Unidos.
Al margen de la mirada que nos ofrece de Andy y su patética vida (lógicamente algo de autoparodia hay en el personaje), tampoco dejan indiferentes sus amigos (interpretados por Phil Rudd, Seth Rogen y Romany Malco), que están en estadios diferentes del síndrome referido: tenemos a uno afectado por una relación fracasada y dispuesto a volver al mercado del revolcón, a otro con una relación estancada puesto que no se atreve o no quiere ir más allá, y a otro que prefiere vivir sin ataduras disfrutando de ligues de una noche. De alguna forma, todos comparten con Andy una forma de vida totalmente opuesta a la del “sueño americano”, eludiendo los compromisos ineludibles que te marca la sociedad y aferrándose a un modo de vida que en teoría no les corresponde por edad. Frente a ellos, la parte femenina, interpretada por Katherine Keener, representan el polo opuesto, más maduras, más asentadas y con una relación de difícil encaje en la forma de entender la vida por parte de Andy y sus amigos. Destacar la presencia de Elizabeth Banks, Jane Lynch y Leslie Mann en breves papeles.
Sin embargo, Apatow no se atreve a ir mucho más allá en sus planteamientos iniciales, girando claramente hacia el conservadurismo clásico norteamericano, obligando a sus personajes a asumir esas responsabilidades que al principio eludían, algo que es visto por el realizador como una pérdida, aunque lo muestra de una forma implícita, suave y sin excesivos conflictos. Por el cámino nos quedan unos cuantos chistes y alguna que otra situación divertida que se beneficia de la buena interactuación entre Carell y el resto del reparto, para hacernos pasar un rato medianamente entretenido, y, por lo menos, con la sensación de haber visto algo un tanto diferente de lo habitual.
El film se deja ver sin más e incluso consigue arrancar alguna que otra sonrisa. Incluso se permite hacer un guiño a Bollywood al final del film, quedando como resultado un film simpático y poco más.
Al margen de la mirada que nos ofrece de Andy y su patética vida (lógicamente algo de autoparodia hay en el personaje), tampoco dejan indiferentes sus amigos (interpretados por Phil Rudd, Seth Rogen y Romany Malco), que están en estadios diferentes del síndrome referido: tenemos a uno afectado por una relación fracasada y dispuesto a volver al mercado del revolcón, a otro con una relación estancada puesto que no se atreve o no quiere ir más allá, y a otro que prefiere vivir sin ataduras disfrutando de ligues de una noche. De alguna forma, todos comparten con Andy una forma de vida totalmente opuesta a la del “sueño americano”, eludiendo los compromisos ineludibles que te marca la sociedad y aferrándose a un modo de vida que en teoría no les corresponde por edad. Frente a ellos, la parte femenina, interpretada por Katherine Keener, representan el polo opuesto, más maduras, más asentadas y con una relación de difícil encaje en la forma de entender la vida por parte de Andy y sus amigos. Destacar la presencia de Elizabeth Banks, Jane Lynch y Leslie Mann en breves papeles.
Sin embargo, Apatow no se atreve a ir mucho más allá en sus planteamientos iniciales, girando claramente hacia el conservadurismo clásico norteamericano, obligando a sus personajes a asumir esas responsabilidades que al principio eludían, algo que es visto por el realizador como una pérdida, aunque lo muestra de una forma implícita, suave y sin excesivos conflictos. Por el cámino nos quedan unos cuantos chistes y alguna que otra situación divertida que se beneficia de la buena interactuación entre Carell y el resto del reparto, para hacernos pasar un rato medianamente entretenido, y, por lo menos, con la sensación de haber visto algo un tanto diferente de lo habitual.
El film se deja ver sin más e incluso consigue arrancar alguna que otra sonrisa. Incluso se permite hacer un guiño a Bollywood al final del film, quedando como resultado un film simpático y poco más.
7 de abril de 2011
7 de abril de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida comedia que engloba una gran cantidad de temas cotidianos que nos afectan a todos dia a dia, y no, no se puede decir que este tipo de comedias sean mi punto fuerte, pero hay que decir, que no es ni de lejos la película que me esperaba (me la imaginaba bastante peor de lo que resultó ser) cuando hacía zapping y la encontré.
Y es que es divertida, es la conclusión que puedes obtener de ella. ¿Por que fue mejor de lo que me esperaba?, pues porque no solo va del tio infeliz y solitario del que te ries de lo patético que es, sino que el film indaga más en la amistad entre colegas y la ayuda que se dan entre ellos, de que una persona como Andy, llamémosla "friki" tiene su corazón y no le gusta que le cambien.... es decir, va más allá del humor facilón, aunque evidentemente también se basa mucho en esas situciones de inexperiencia en el sexo que muchos nosotros hemos podido tener (aunque no evidentemente a los 40).
Por otro lado, me encantaron gran parte de las situaciones que vivió Andy, mucho menos vistas que las miles y miles y miles repetidas situaciones de borracheras en casa de el tipo "guay" del instituto, con las American Pie ya vale... (hace diez años bien, pero hay que ir innovando un poco; aunque ese es otro tema).
Ya para terminar, me gustaría dedicarle unas líneas al gran papel de Steve Carell, ya que lo tenía que elogiar en alguna de mis críticas (pensaba que sería escribiendo sobre The Office, pero así es la vida). Es uno de los mejores actores de comedia que te puedes encontrar, vale que ha podido hacer películas malas, como casi todos los acotres, pero si algo tiene, es que sabes que te va a hacer reir, nunca falla, y en esta película, la verdad es que se sale, no me podría imaginar el film con otro actor; grande Steve Carell.
Lo mejor: la actuación que da vida a Andy,me pareció genial, le da una aire fresco e idóneo, con otro , probablemente la película habría sido mucho peor. El personaje también está muy pulido, es genial y enternecedor en ocasiones, te hace pasar muy buenos ratos.
Lo bueno: la sorpresa que te llevas cuando llevas 30 minutos de película y tu colega suelta un "joder, pues resulta que no es tan mala" y os la tragais entera sabiendo que tu piensas exactamente igual que él.
Y es que es divertida, es la conclusión que puedes obtener de ella. ¿Por que fue mejor de lo que me esperaba?, pues porque no solo va del tio infeliz y solitario del que te ries de lo patético que es, sino que el film indaga más en la amistad entre colegas y la ayuda que se dan entre ellos, de que una persona como Andy, llamémosla "friki" tiene su corazón y no le gusta que le cambien.... es decir, va más allá del humor facilón, aunque evidentemente también se basa mucho en esas situciones de inexperiencia en el sexo que muchos nosotros hemos podido tener (aunque no evidentemente a los 40).
Por otro lado, me encantaron gran parte de las situaciones que vivió Andy, mucho menos vistas que las miles y miles y miles repetidas situaciones de borracheras en casa de el tipo "guay" del instituto, con las American Pie ya vale... (hace diez años bien, pero hay que ir innovando un poco; aunque ese es otro tema).
Ya para terminar, me gustaría dedicarle unas líneas al gran papel de Steve Carell, ya que lo tenía que elogiar en alguna de mis críticas (pensaba que sería escribiendo sobre The Office, pero así es la vida). Es uno de los mejores actores de comedia que te puedes encontrar, vale que ha podido hacer películas malas, como casi todos los acotres, pero si algo tiene, es que sabes que te va a hacer reir, nunca falla, y en esta película, la verdad es que se sale, no me podría imaginar el film con otro actor; grande Steve Carell.
Lo mejor: la actuación que da vida a Andy,me pareció genial, le da una aire fresco e idóneo, con otro , probablemente la película habría sido mucho peor. El personaje también está muy pulido, es genial y enternecedor en ocasiones, te hace pasar muy buenos ratos.
Lo bueno: la sorpresa que te llevas cuando llevas 30 minutos de película y tu colega suelta un "joder, pues resulta que no es tan mala" y os la tragais entera sabiendo que tu piensas exactamente igual que él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo peor: tal vez lo que menos me gustó fue esa poca imagen fiel que da el final al personaje de Andy, la metamorfosis digamos, se casa, se acuesta con su esposa, y al final vende su muñecos, como indicando que toda su anterior vida ha sido tirada a la basura y la buena empieza ahora, no me gustó nada este aspecto y es lo que le hace que no le ponga un 7 como una casa.
Pd: dos grandes escenas son la del coche con la tia puestísima, y cuando está a punto de acostarse con la que será su futura esposa y se quiere poner el condón.... jaja, para enmarcar, un tanto estúpidas pero divertidísimas.
Pd: dos grandes escenas son la del coche con la tia puestísima, y cuando está a punto de acostarse con la que será su futura esposa y se quiere poner el condón.... jaja, para enmarcar, un tanto estúpidas pero divertidísimas.
26 de enero de 2009
26 de enero de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sigo yo poniéndome al día con las pelis de Judd Apatow y su troupe, y en esta ocasión me tocó ver Virgen a los 40, la peli de más éxito de este nuevo grupo de cómicos que está monopolizando el protagonismo en el panorama de la comedia norteamericana. Aquí se les unió el que yo considero cómico de más talento del grupo, Steve Carell, que además colabora en las facetas de guionista. Carell es además de un tipo con enorme vis cómica, un actor excelente, como muy bien demostró en Pequeña Miss Sunshine, aunque la fama y el éxito le han llegado con sus proyectos en clave de comedia.
Pero más que una comedia, Virgen a los 40 es un dramón disfrazado de comedia. Porque lo que nos cuenta es una de las historias más tristes que yo he visto en años. La historia de un tipo que recién cumplidos los 40, ya no es que nunca haya echado un polvo, sino que no tiene amigos y prácticamente se limita a ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, sólo, siempre sólo, en su bici...Los primeros planos de la peli nos indican que se refugia en su colección de muñecos (evidentemente nada de muñecos de Star Wars ni demás sagas cinematográficas, sólo de Universal, que para eso es quien produce la peli) y en la tecnología. En definitiva, el Andy encarnado (de forma magistral) por Steve Carell es un puto freak, uno de esos tipos al que la madurez ha alcanzado sin que haya sabido desprenderse de sus aficiones y descuidando su vida personal y social, aunque probablemente escaldado por más de una experiencia sentimental y sexual desastrosa.
Precisamente esas experiencias son contadas en la peli en alguna de las escenas más hilarantes, como esa chica que amenaza con chupársela a un adolescente Andy armada con una ortodoncia temible, o aquella mujer que ve como Andy se corre en cuanto le quita el sujetador. Para colmo, para una noche en la que, ya cuarentón, logra ligarse a una atractiva chica, ésta le vomita encima al ir demasiado borracha...Un dramón, vamos.
Apatow, imagino, sostiene, como mis admirados hermanos Farrelly, que todo es susceptible de ser tomado a cachondeo, de ser parodiado, y por eso monta todo un circo alrededor de la penosa existencia de un tipo que con 40 tacos afirma que los pezones de su última novia son como sacos de arena...Ser virgen a los 40 es un drama, pero más lo es el estar completamente sólo. Lo que hace Apatow, probablemente sin pretenderlo, es un canto precioso a la amistad, ya que los compañeros de Andy buscan, no sin el típico puteo hacia él, que tenga la posibilidad no ya de follar, sino de tener con quien salir de copas y pasar un buen rato, olvidando de vez en cuando esas aficiones que todos tenemos, pero que pueden ser perjudiciales si nos hacen aislarnos.
(CONTINUO EN SPOILER, PERO SIN SPOILER)
Pero más que una comedia, Virgen a los 40 es un dramón disfrazado de comedia. Porque lo que nos cuenta es una de las historias más tristes que yo he visto en años. La historia de un tipo que recién cumplidos los 40, ya no es que nunca haya echado un polvo, sino que no tiene amigos y prácticamente se limita a ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, sólo, siempre sólo, en su bici...Los primeros planos de la peli nos indican que se refugia en su colección de muñecos (evidentemente nada de muñecos de Star Wars ni demás sagas cinematográficas, sólo de Universal, que para eso es quien produce la peli) y en la tecnología. En definitiva, el Andy encarnado (de forma magistral) por Steve Carell es un puto freak, uno de esos tipos al que la madurez ha alcanzado sin que haya sabido desprenderse de sus aficiones y descuidando su vida personal y social, aunque probablemente escaldado por más de una experiencia sentimental y sexual desastrosa.
Precisamente esas experiencias son contadas en la peli en alguna de las escenas más hilarantes, como esa chica que amenaza con chupársela a un adolescente Andy armada con una ortodoncia temible, o aquella mujer que ve como Andy se corre en cuanto le quita el sujetador. Para colmo, para una noche en la que, ya cuarentón, logra ligarse a una atractiva chica, ésta le vomita encima al ir demasiado borracha...Un dramón, vamos.
Apatow, imagino, sostiene, como mis admirados hermanos Farrelly, que todo es susceptible de ser tomado a cachondeo, de ser parodiado, y por eso monta todo un circo alrededor de la penosa existencia de un tipo que con 40 tacos afirma que los pezones de su última novia son como sacos de arena...Ser virgen a los 40 es un drama, pero más lo es el estar completamente sólo. Lo que hace Apatow, probablemente sin pretenderlo, es un canto precioso a la amistad, ya que los compañeros de Andy buscan, no sin el típico puteo hacia él, que tenga la posibilidad no ya de follar, sino de tener con quien salir de copas y pasar un buen rato, olvidando de vez en cuando esas aficiones que todos tenemos, pero que pueden ser perjudiciales si nos hacen aislarnos.
(CONTINUO EN SPOILER, PERO SIN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La mejor baza de la película, además de Carell, es la presencia de un grupo de secundarios excelente, y de una actriz soberbia que debería de frecuentar más el cine comercial: Catherine Keener. Entre ellos, algunos habituales de la troupe, como Jonah Hill, Paul Rudd o Seth Rogen. Entre lo malo, la excesiva duración, ya que 127 minutos se antojan demasiados para contar lo que cuenta.
19 de agosto de 2010
19 de agosto de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta Steve Carell, ya lo he comentado en otras críticas y no puedo ocultar mi fascinación por este genial actor. Aún así, la película está un poco floja, ya no por él y su interpretación -que me parece muy lograda, omitiendo de veras mi preferencia aunque no lo crean-, sino más bien por los personajes secundarios, quienes están poco profundizados. No digo que tendríamos que saber todo de sus vidas, pero están poco detallados en sí.
Catherine Keener y Steve Carell están brillantes y es lo que hace que la película te entretenga durante el largo tiempo que dura (para lo que cuenta al fin y al cabo, demasiado). La película está simpática, pero tampoco era para alargarla más de lo necesario, pues ya el mismo título te esboza una idea de cómo tuvo que ser y es la vida de semejante personaje.
Eso sí, me asombra que la intenten meter en el saco de humor tipo American Pie y esas comedias para adolescente y jóvenes en pleno fulgor hormonal desarretado. Cierto que contenga humor sexual, pero a ver, señores, ¿llamarse "Virgen a los 40" no les da una pista más que clara? Obviamente los tiros van por el terreno del sexo.
Dejando eso a un lado, cuenta con dos actores estupendos para disfrutar de la película sin que se haga tediosa y, pese a que no será la comedia del año ni del siglo ni mucho menos, creo que la película es bastante entretenida.
Catherine Keener y Steve Carell están brillantes y es lo que hace que la película te entretenga durante el largo tiempo que dura (para lo que cuenta al fin y al cabo, demasiado). La película está simpática, pero tampoco era para alargarla más de lo necesario, pues ya el mismo título te esboza una idea de cómo tuvo que ser y es la vida de semejante personaje.
Eso sí, me asombra que la intenten meter en el saco de humor tipo American Pie y esas comedias para adolescente y jóvenes en pleno fulgor hormonal desarretado. Cierto que contenga humor sexual, pero a ver, señores, ¿llamarse "Virgen a los 40" no les da una pista más que clara? Obviamente los tiros van por el terreno del sexo.
Dejando eso a un lado, cuenta con dos actores estupendos para disfrutar de la película sin que se haga tediosa y, pese a que no será la comedia del año ni del siglo ni mucho menos, creo que la película es bastante entretenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo que no me ha gustado mucho ha sido el final: que se casaran y aún él fuera virgen..., ¿en serio? Por un lado piensas: "Bueno, él diría, total, si llevo 40 años, por esperar varios meses más no pasa nada", pero por otro, "Really? Si el pobre hombre debía tener eso como cemento, madre mía".
2 de octubre de 2012
2 de octubre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Virgen a los 40 es una comedia "para mayores de 18 años" que hará reír tanto a los que disfrutan del humor de golpes y conversaciones subidas de tono como a los que buscan un humor de situación. Una combinación perfecta.
Judd Apatow debuta en el largometraje con Virgen a los 40 y lo hace dejando claras las señas de identidad que marcarían sus siguientes trabajos. Apatow sabe que esto es una comedia y que mucha gente buscará la carcajada fácil, por lo que introduce elementos básicos de la comedia como caídas o algún momento escatológico, pero su asociación con Steve Carell en el guion hace que vaya un paso más allá y ofrezca también un humor más "elevado", por decirlo de alguna manera. En Virgen a los 40 importa tanto lo que pasa en pantalla como lo que no pasa, algo difícil de encontrar en una comedia a no ser que saques al escenario nombres como el de Woody Allen. Es por eso que la película gustará a varios tipos de público, pues ofrece diferentes formas de humor, desde la sonrisa cómplice hasta la carcajada. Apatow prepara bien las escenas más largas y consigue que el espectador no se canse, tirando de gags y situaciones que se enlazan de manera casi imperceptible, algo fundamental en la comedia y que, a día de hoy, parece haberse perdido en favor del chiste fácil alargado en exceso que acaba convirtiéndose en un chicle sin sabor.
El fantástico Steve Carell protagoniza la película recurriendo a lo mejor de su extenso fondo de armario humorístico. El actor de Massachusetts está rodeado por el notable cómico Paul Rudd, por el actor y excelente actor de comedias Romany Malco y por el grandísimo Seth Rogen, un actor que ha sabido sacar buen provecho de su encasillamiento. En otra línea distinta a la del peculiar cuarteto de amigos (y compañeros de trabajo) se encuentra Catherine Keener, una de las mejores actrices que pasean a día de hoy por el planeta y posiblemente la más versátil.
Resumiendo, que es gerundio: Virgen a los 40 es una comedia que aporta muchas cosas, por pequeñas que sean, a un género que parece haber caído en la autocomplacencia a costa de un espectador poco exigente que se conforma con ver siempre lo mismo (me incluyo ahí, dicho sea).
Judd Apatow debuta en el largometraje con Virgen a los 40 y lo hace dejando claras las señas de identidad que marcarían sus siguientes trabajos. Apatow sabe que esto es una comedia y que mucha gente buscará la carcajada fácil, por lo que introduce elementos básicos de la comedia como caídas o algún momento escatológico, pero su asociación con Steve Carell en el guion hace que vaya un paso más allá y ofrezca también un humor más "elevado", por decirlo de alguna manera. En Virgen a los 40 importa tanto lo que pasa en pantalla como lo que no pasa, algo difícil de encontrar en una comedia a no ser que saques al escenario nombres como el de Woody Allen. Es por eso que la película gustará a varios tipos de público, pues ofrece diferentes formas de humor, desde la sonrisa cómplice hasta la carcajada. Apatow prepara bien las escenas más largas y consigue que el espectador no se canse, tirando de gags y situaciones que se enlazan de manera casi imperceptible, algo fundamental en la comedia y que, a día de hoy, parece haberse perdido en favor del chiste fácil alargado en exceso que acaba convirtiéndose en un chicle sin sabor.
El fantástico Steve Carell protagoniza la película recurriendo a lo mejor de su extenso fondo de armario humorístico. El actor de Massachusetts está rodeado por el notable cómico Paul Rudd, por el actor y excelente actor de comedias Romany Malco y por el grandísimo Seth Rogen, un actor que ha sabido sacar buen provecho de su encasillamiento. En otra línea distinta a la del peculiar cuarteto de amigos (y compañeros de trabajo) se encuentra Catherine Keener, una de las mejores actrices que pasean a día de hoy por el planeta y posiblemente la más versátil.
Resumiendo, que es gerundio: Virgen a los 40 es una comedia que aporta muchas cosas, por pequeñas que sean, a un género que parece haber caído en la autocomplacencia a costa de un espectador poco exigente que se conforma con ver siempre lo mismo (me incluyo ahí, dicho sea).
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