El discurso del Rey

... en un desangelado discurso, carente de toda emotividad salvo si eres británico y tienes más de sesenta años, donde parece que el rey estaba más preocupado de su lengua que de lo que se le venía encima. Vamos, que al final el tartamudo no se cura, ni tampoco se venga de toda la gentuza que le rodea y que le ha estado ninguneando sin apenas disimulo, ni sabemos si la esposa del abdicado era una buena señora, una fulana, una espía o todas esas cosas a la vez; de por qué realmente Lionel Logue insistió en ayudar al gilipollas acomplejado que, constantemente, junto a su envarada esposa, no paraba de recordarle que era un "ordinary man"; de si el rey Jorge VI hizo algo mejor en su vida que terminar el discurso mediante el que lanzaba a su pueblo a la peor catástrofe que hubiera sufrido nunca...

Todos estos temas, por separado, se hubieran merecido un film, en su conjunto, a mí, un humilde mortal, le parece un pasatiempo de hora de la siesta, tan vacuo que incluso tuve tiempo para cortarme las uñas y no perder el hilo de la historia.

Que sí, que los actores lo hacen muy bien, pero es que es difícil que estos profesionales lo hagan mal, de ahí la 5ª estrella. Que técnicamente será impecable y como yo soy un lego en la materia pues me lo creo y le subo otra estrellita hasta el 6, para que no me digan que soy un cinéfago palomitero que no entiende nada del séptimo arte. Pero esto no salva a esta película de ser un telefilm de sobremesa de los que calma los ánimos de las abuelas tras enterarse de un nuevo recorte a su pensión.