Aquí, un amigo

Mal epílogo, aunque esa lamentablemente suele ser más la regla que la excepción en cuanto a los directores.
Es como una versión exagerada, incoherente y estúpida de The Fortune Cookie.
Va de más a menos, al principio, cuando todo se centra en Trabucco, las cosas fluyen, es el único personaje interesante de la historia, ya después, cuando el foco pasa a Victor, pierde por completo la gracia, ya que es ver a Lemmon otra vez en sus papeles de payaso neurótico, aunque con todo el primer tercio funciona, ya una vez que salen del hotel empieza el despelote y de ahí va en picada.
Lo peor: la "evolución" de Victor es patética, el tipo se pasa más media película buscando algo, para después resolver eso en 30 segundos de la forma más insulsa, solo para sacarse esa subtrama de encima que hasta ese momento era el centro del personaje.
Y lo que sigue después es todavía peor.
Lo mejor: Trabucco, le daba para más ese personaje a Wilder, tendría que haberse centrado solo en él y buscarle otro tipo de antagonista y perfilar de forma diferente la historia, había cierto potencial ahí que o supieron explotar.

No estoy de acuerdo con el coro de lamentos sobre "el pobre Willy, que hizo una mala película, pero se le perdona todo porque se murió".No conozco los intríngulis de la filmación de este desagradable bodrio, pero pienso que precisamente por su larga y brillante trayectoria anterior, a Billy Wilder se le debe juzgar según su vara. Wilder no se caracterizó por su clemencia o amabilidad sino por su cinismo y sarcasmo. "Noblesse oblige", decía el dicho: nos merecíamos algo mejor de su talento.
Esta es una película lamentable por donde se la mire. El personaje de Matthau no tiene nada de gracioso. Coloca un sobre-bomba en el buzón de uno de los testigos y este muere en el acto. Lo mismo ocurre con la leche con cianuro y su víctima,a quien vemos morir en la mesa. ¿Cuál es el chiste? ¿Dónde está el humor? ¿Es que Wilder se regodea viendo morir a estos seres humanos? Ojo:no digo que esté mal interpretado. Sólo que su personaje no es cómico. Es odioso. Lo malo no está en el actor sino en el guión. De Diamond, por cierto.

La última del gran maestro Wilder, si no es de las mejores continúa rozando la genialidad y no defrauda.
Rodada con sus dos grandes favoritos la película tiene un ritmo acelerado y está repleta de gags cómicos que no te quitan la sonrisa en ningún momento.
con la gran interpretación de todos los actores te hace pasar un buen rato delirante y ameno.

No voy a entrar en el argumento de esta película porque ya pueden hacerse una idea leyendo la sinopsis que ofrece FA. Solo diré que es una comedia verdaderamente deliciosa, una dignísima despedida de ese genio del séptimo arte que fue Billy Wilder y un homenaje a esos dos monstruos de la interpretación que fueron Jack Lemmon, y Walter Matthau. Esto es cine CON MAYÚSCULAS. Disfrútenla.

Rodada de una forma muy teatral, nadie diría que es una peli de Wilder. Hay algunos gags graciosos, pero en general los chistecillos recuerdan a las producciones de Mariano Ozores. En su momento quizás fuese divertidísima, pero a dia de hoy se ve añeja y caduca. Es otro claro caso de película con la que el tiempo ha sido implacable. Una verdadera pena porque director, guionista, y actores protagonistas, son de una demostrada calidad que queda desmerecida en esta comedieta vulgar, solo recomendable para ver en la tele una tarde lluviosa de domingo, después de comer.